"Los dioses condenaron a Sísifo a rodar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, de donde la piedra caería de nuevo por su propio peso una y otra vez. Pensaron por alguna razón que no hay castigo más espantoso que la labor fútil y sin esperanza"
Albert Camus
En la mitología griega Sísifo fue fundador y rey de Corinto y, como consecuencia de una serie de acciones ilícitas, fue condenado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada. Antes de que la piedra alcanzara la cima de la montaña, rodaba hacia abajo por su propio peso, y Sísifo tenía que empezar de nuevo la tarea desde el principio. En el lenguaje coloquial, se ha comparado la tarea de Sísifo con labores inútiles y aparentemente eternas, como a veces parecieran las labores de mejoría de calidad en educación. ¡De ninguna manera quiero decir que el realizar trabajos de investigación en educación en ciencias de la salud, y el proceso de escritura y publicación subsecuente, sean análogos al castigo de Sísifo, aunque a veces el lector así lo sienta!
A diferencia de los productos de investigación tradicionales, tanto en el área de ciencias básicas como en la investigación clínica, que generalmente contribuyen al crecimiento del marco conceptual de la disciplina, o a modificar las conductas de investigadores y/o clínicos para atender a sus pacientes con base en la evidencia publicada, en educación en ciencias de la salud la brecha entre la publicación de los trabajos y su incorporación en la práctica tiende a ser grande. En ocasiones, la generación de conocimiento original sobre educación pareciera no tener impacto en la toma de decisiones a los diversos niveles del proceso educativo. Lo anterior se debe a diversos factores, como hemos comentado previamente en otras editoriales, de tipo sociológico, económico, antropológico, psicológico y político. ¿Cómo explicar la percepción distorsionada que existe entre los médicos sobre los exámenes de opción múltiple, cómo explicar el poco uso de instrumentos confiables para evaluar la competencia clínica como el examen clínico objetivo estructurado, o la limitada difusión de la Teoría de Respuesta al Ítem como modelo de análisis psicométrico en evaluaciones del aprendizaje en medicina y ciencias afines? Los profesionales de la salud tenemos la gran responsabilidad de mantener y mejorar la calidad de vida de los individuos y de las poblaciones, y es menester el utilizar las mejores estrategias didácticas y de evaluación que ha producido la comunidad científica nacional e internacional para cumplir ese cometido. Invitamos a la comunidad de educadores en ciencia de la salud del país a contribuir con manuscritos originales a la revista, para generar una masa crítica de argumentaciones con rigor científico que coadyuven a mejorar la calidad de la enseñanza de nuestras disciplinas.
En este tercer número de la revista, de nuevo tenemos un fascinante caleidoscopio de trabajos sobre el complejo proceso educativo en ciencias de la salud. En esta ocasión hay cuatro artículos de investigación original, que tocan temas vigentes y candentes. El trabajo de la Dra. Hamui sobre el uso del tiempo, nuestro recurso no renovable más valioso, en estudiantes de medicina y su correlación con diversos factores de desempeño académico ofrece información que debemos tomar en cuenta para reflexionar sobre cómo utilizamos nuestros días cuando somos estudiantes, y cómo siendo profesores debemos incluir estas reflexiones en nuestra práctica docente. ¿Tomamos en cuenta factores como los descritos en este estudio cuando dejamos tareas a los estudiantes?, ¿cuántas veces dejamos tareas de gran magnitud sin tomar en cuenta que los demás profesores de otros cursos también les dejan encargos académicos, qué hace el estudiante ante tantas tareas y presión evaluativa?, ¡tomemos algo de tiempo para pensarlo, pero no mucho, ya que el tiempo vuela!
El artículo de la Dra. García Peláez y colaboradores describe una experiencia exitosa con el uso de una de las herramientas educativas del Web 2.0, los weblogs o blogs han surgido como una herramienta potencialmente poderosa en la función docente y actividades de aprendizaje. Como toda nueva herramienta es pertinente analizar su impacto y documentar sus efectos en los estudiantes, para mejorar de manera continua y dinámica la efectividad de este tipo de instrumentos. Relacionado con este tema se encuentra el trabajo del Dr. Martínez Franco, en donde se realizó un diagnóstico de las competencias en computación, en alumnos de primer ingreso a la Facultad de Medicina, como preámbulo al inicio de una de las asignaturas del Plan de Estudios vigente, el curso de Informática Biomédica. Es importante distinguir las habilidades en computación (que fueron identificadas de manera sustancial en los egresados de la educación media superior nacional en este estudio), de los conceptos más amplios de Informática Biomédica que se analizan en el nuevo currículo, no es lo mismo computación que informática biomédica. Es tranquilizante documentar formalmente que los estudiantes tienen las habilidades necesarias en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), para iniciar la aventura de la educación superior con un dominio razonable de estas herramientas. Lo anterior no garantiza que los estudiantes posean habilidades de pensamiento crítico y práctica reflexiva, para el manejo efectivo de la información en la toma de decisiones, así como en las habilidades de solución de problemas bajo condiciones de incertidumbre en escenarios no estructurados, se requiere mucho más trabajo en esta área tan compleja de la educación.
El trabajo de la Mtra. Delgado es un ejemplo de lo que es posible realizar en educación médica, cuando se utilizan las herramientas de análisis psicométrico que tenemos disponibles en la actualidad, como es la Teoría de Respuesta al Ítem, y que por varias razones utilizamos poco en las escuelas de medicina. Si dedicáramos el mismo esfuerzo y profesionalismo a las actividades de evaluación de aprendizaje que a las actividades de enseñanza, tal vez otra sería la situación. Tendemos a preocuparnos mucho por el cómo enseñamos, pero al cómo evaluamos con frecuencia le salimos debiendo, debemos profesionalizar progresivamente nuestros procesos de evaluación sumativa y formativa.
El artículo de revisión de este número hace referencia al concepto del aprendizaje complejo, y cómo este constituye un desafío al sistema de educación superior. Cada vez más las ciencias de la complejidad revelan niveles de profundidad mayores en todas las facetas del quehacer humano, y los educadores de las ciencias de la salud debemos profundizar en esta temática para enfrentar eficazmente el desafío mencionado. En el trabajo sobre metodología de investigación, se presentan diversos aspectos del uso del marco conceptual en los trabajos de investigación en ciencias sociales. Debemos recordar siempre que el marco conceptual en nuestros trabajos es indispensable para poder hacer preguntas apropiadas, y para poder realizar inferencias interpretativas de los datos que obtengamos. Con mucha frecuencia los trabajos publicados en las revistas científicas carecen de un marco conceptual explícito, lo que dificulta su interpretación y aplicación. Reiteramos nuestro deseo de que el lector revise estos documentos, y que nos proporcione crítica constructiva sobre los mismos.
Regresando a la leyenda de Sísifo, a veces los educadores médicos tenemos la sensación de que hacemos las cosas una y otra vez, y de repente nos encontramos de "regreso en el primer cuadro" (es decir, de vuelta al principio). Pasan meses y años después de que ven la luz las publicaciones en educación en ciencias de la salud, y la conducta de algunos profesores y tomadores de decisiones en educación permanece inmutable (o por lo menos así parece). Es fundamental continuar la senda de la labor docente cuesta arriba con optimismo y pasión, y utilizar nuestro tiempo de la manera más efectiva posible, con las herramientas de las TICs y los métodos analíticos disponibles, para apropiarnos del conocimiento originado en los trabajos de investigación y publicados en las revistas del ramo. ¡El trabajo y la indagación continua del conocimiento para practicar la docencia no es un castigo!
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