Muchos investigadores y economistas han argumentado que los estudios de competitividad del WEF e IMD muestran limitaciones en pequeñas economías, más aún cuando estas tienen características distintas. El objetivo de esta investigación es estudiar la competitividad de 3 pequeñas economías: Puerto Rico, Costa Rica y Singapur. El modelo del doble-diamante de competitividad resulta útil a la hora de llevar a cabo esta tarea.
La información procede de organismos internacionales. Los resultados muestran que Singapur goza de un mayor nivel de competitividad global comparado con Puerto Rico y Costa Rica. Concluimos que Puerto Rico y Costa Rica lucen equilibrados en competitividad, porque internacionalmente Puerto Rico aventaja a Costa Rica en 3 determinantes: condiciones de factores, condiciones de la demanda e industrias relacionadas y de apoyo; mientras que localmente Costa Rica es más competitivo que Puerto Rico en 3 factores domésticos: condiciones de factores, condiciones de demanda y estrategia de las firmas.
Many researchers and economists have argued that competitiveness studies conducted by WEF and IMD, show limitations in small-economies, even more when they have different characteristics. The objective of this research is to study the competitiveness of three small-economies: Puerto Rico, Costa Rica and Singapore. The double-diamond model of competitiveness is useful when performing this task.
With data obtain from international organizations. The findings suggest that Singapore shows a higher level of global competitiveness compared to Puerto Rico and Costa Rica. We conclude that Puerto Rico and Costa Rica have similar levels of competitiveness, because internationally Puerto Rico leads to Costa Rica on 3 determinants: factor conditions, demand conditions and related industries. On the other hand, Costa Rica is locally more competitive than Puerto Rico in 3 domestic factors: factor conditions, demand conditions and firm's strategy.
La competitividad sigue siendo un tema de gran importancia, no solo para los académicos (Gugler, 2007; Liu y Hsu, 2009; Smit, 2010; Wyk, 2010), sino también para los gobiernos y las industrias de un país. Actualmente, hay una creciente necesidad de que un país mejore sus niveles de competitividad, debido a que no solo el país lograría mayor capacidad para producir bienes-servicios que luego compiten mundialmente, sino porque también permite a sus ciudadanos gozar de un buen estándar de vida creciente y sostenible (Krugman, 1994). Desde 1989 el Institute of Management and Development (IMD) y desde 1995 el World Economic Forum (WEF) publican sus reportes anuales de la competitividad nacional, los cuales son muy usados por los gobiernos de casi todo mundo y diversos agentes económicos. Sin embargo, estos informes presentan ciertas limitaciones. (1) Observaciones a las encuestas:Cho y Moon (2000) y Kaplan (2003) cuestionan que aproximadamente el 70% de los datos del WEF-IMD provienen de encuestas, donde la baja tasa de respuestas es el principal problema (entre el 15 y el 35%). (2) Observaciones a la metodología:Cho y Moon (2000) indican que a los modelos WEF-IMD les falta rigurosidad metodológica porque no explican adecuadamente el peso de sus factores determinantes de competitividad, los cuales son arbitrarios. Adicionalmente, Cho y Moon (2000) afirman que, en los mencionados reportes, los países tienen una marcada diferencia en cuanto a la posición de su competitividad. Lall (2001), y Kaplan (2003) han señalado que dichos informes presentan debilidades analíticas, metodológicas y cuantitativas. Squalli, Wilson y Hugo (2008) observan que los datos usados para la construcción de estos índices no tienen un tratamiento estadístico consistente, por lo que sugieren el uso de ecuaciones estructurales. (3) Observaciones de parcialidad:Lora (2005) y Cho y Moon (2005) señalan que la evaluación de estas instituciones se orienta a beneficiar a los países ricos e industrializados, porque estos siempre tienden a ocupar los primeros lugares.
El objetivo de esta investigación es estudiar comparativamente la competitividad de 3 países: Puerto Rico (PR), Costa Rica (CR) y Singapur (SING). Se han seleccionado estas economías por las siguientes razones: (i) en 1965, los 3 países se encontraban en una situación económica similar. SING se iniciaba como país independiente después de haber estado anexado a Malasia; PR experimentó un aumento en los niveles de producción, empleo e ingresos, sobre todo por el incremento de inversiones de capital en el sector manufacturero, después de tener una economía basada en la agricultura (Gonzalez, 1966); y CR era un país dedicado a su actividad exportadora de productos tradicionales; (ii) los 3 países tienen características demográficas similares pero con diferencias económicas; (iii) tienen una fuerte orientación exportadora y son países cuyas superficies son pequeñas, y parecidas. Por tanto, para cumplir con el objetivo de este estudio, esta investigación mediante un modelo de competitividad internacional validado empíricamente pretende despejar esta manifiesta incertidumbre y obtener así un análisis más confiable (Moon y Lee, 2004; Sardy y Fetscherin, 2009; Peña-Vinces, 2009). Al mismo tiempo, pretendemos que nuestro modelo de competitividad sea útil para los gobiernos, investigadores y los agentes económicos de los 3 países en estudio en el momento de la toma de decisiones o asignación de recursos económicos.
Nuestro artículo se encuentra estructurado de la siguiente manera: primero hacemos una breve revisión de la literatura sobre la competitividad, continuamos con la descripción de la muestra y metodología, posteriormente aplicamos la metodología para obtener los resultados y hacer su evaluación, y finalizamos con las conclusiones, las limitaciones e investigaciones futuras.
2Revisión de la literaturaEl estudio de la competitividad tiene sus inicios en las teorías económicas clásicas como la teoría de las ventajas absolutas (Smith, 1776), la teoría de las ventajas comparativas (Ricardo, 1817), y la de Hecksher, y su discípulo Bertil Ohlin, conocida como teoría de la proporción de factores, y la paradoja deLeontief (1953). Como indica Peña-Vinces (2009), hasta aquí todas estas teorías se basan en el comercio internacional como principal exponente de la competitividad internacional. Después de 1953, al estudio de la competitividad se incorporan nuevas teorías: Linder (1961) identificó 2 importantes variables: demanda doméstica y economías de escala. Vernon (1966) propuso la teoría denominada ciclo de vida del producto. Krugman (1979) y Lancaster (1979), por separado, desarrollaron 2 modelos de comercio para productos diferenciados. En ellos explicaban que, de existir economías de escala en la producción de un bien en un país determinado, a este país le sería ventajoso especializarse en la producción de dicho bien. Sin embargo, estas teorías por sí solas no son suficientes para explicar la competitividad. Debido a los últimos cambios de la economía mundial, para analizar la competitividad se presentan otras variables importantes como: la globalización de los mercados, el creciente uso de tecnologías de la información, la gestión del conocimiento y un entorno dominado por un cambio continuo, rápido e incierto (Peña-Vinces, 2009).
Porter (1990) planteó una de las primeras propuestas para explicar la competitividad de las naciones: indicó que la prosperidad de las naciones es creada, y por tanto no es inherente. Es decir, no solo se debe a sus factores endógenos de cada país, sino que también depende de la capacidad de sus industrias para innovar y actualizarse. Las industrias ganan ventajas competitivas con respecto a sus competidores mundiales debido a la presión y a los retos, porque las industrias se benefician cuando tienen fuertes rivales domésticos, proveedores locales agresivos y clientes locales exigentes. Porter (1990) estableció que la competitividad es determinada por 4 factores: 1) las condiciones de los factores de producción, 2) las condiciones de la demanda nacional, 3) las industrias relacionadas y de apoyo (IRA), y 4) estrategia, estructura y rivalidad de las empresas (EER). Todos estos factores son agrupados en un modelo que es conocido como el «diamante de Porter» de la competitividad. Así, Porter (1990) plantea que el país que tenga más fortaleza en estos 4 factores tendrá empresas e industrias más competitivas internacionalmente y consecuentemente el país lograría ser más competitivo; por lo que el país podría atraer con más facilidad a otras empresas competitivas internacionalmente para establecerse en el país de origen, conocido como inversión directa extranjera (IDE) (Dunning, 1993; Gugler, 2007). Además de estos 4 factores, Porter (1990) incluyó 2 factores exógenos: el papel que desempeñan los gobiernos locales y los eventos fortuitos. Sin embargo, el diamante de Porter (1990) recibió ciertas críticas. Rugman (1991) afirmaba que Porter no había considerado dentro de su modelo el papel de las empresas multinacionales (MNE) y el rol del gobierno, por lo que su diamante tenía una limitación clara: los países pequeños que tenían una gran actividad exportadora no podían ser modelados apropiadamente, como podría ser el caso de los países que estudia esta investigación (PR-CR-SING). Cho (1994) observó la carencia de 2 tipos de factores en el modelo de Porter (1990): (1) los factores humanos que involucran a los trabajadores, políticos y los gobiernos nacionales y regionales (burocracia), emprendedores y profesionales, y (2) los factores físicos que incluyen los recursos endógenos, la demanda doméstica, las IRA, así como el entorno de los negocios. Cho (1994), consecuentemente, agregó 2 factores externos: el azar y la oportunidad, propuesta que denominó modelo de los 9 factores de competitividad internacional. Cartwright (1993), Dunning (2005), Lagrosen (2007), Moon, Rugman y Verbeke (1995) y Rugman y D’Cruz (1993) también observaron limitaciones al diamante de Porter (1990), debido a su enfoque centrado solamente en el país de origen, descuidando así las actividades internacionales. Para cubrir esas limitaciones Moon et al. (1995) proponen el doble diamante generalizado de competitividad (DDG), donde incorporaron las actividades de las MNE y el rol que desempeñan los gobiernos en la competitividad. Según Cho y Moon (2000), Moon et al. (1995), Moon, Rugman y Verbeke (1998), Moon y Lee (2004) y Sardy y Fetscherin (2009), el DDG tiene 3 importantes extensiones. (1) El modelo incorpora claramente las actividades de las MNE, (2) convierte en operacional el paradigma de la competitividad, porque se basa en una comparación de tamaños y formas de los diamantes nacionales/internacionales, demostrando mayores diferencias estratégicas, y (3) incluye el rol del gobierno como elemento determinante de competitividad.
3Muestra y metodologíaComo muestra de estudio se ha elegido a PR-CR-SING, 3 países que tienen características demográficas similares, con diferencias económicas significativas, pero que al mismo tiempo tienen una fuerte orientación exportadora. Son países cuyas superficies son pequeñas y limitadas, debido que 2 de ellas son islas (PR y SING) y CR está limitado en 2 extremos por el mar (Océano Pacifico y el mar Caribe). Utilizamos estos 3 países debido a que por los años 60 las 3 economías tuvieron un inicio similar, SING acababa de convertirse en república independiente (1965) y empezaba a tener un crecimiento del PIB de un 8% (1960-1990) de media anual. Actualmente a SING se le ubica en los informes de competitividad de la WEF-IMD en los primeros puestos de los «rankings», siendo un referente para cualquier otro país de estudio (Carrión y Sáez, 2009). PR por su parte iniciaba un periodo de crecimiento significativo gracias a la implementación de una legislación especial de incentivos de industrialización; su crecimiento en esa década fue de un promedio del 8% anual (Álvarez y Salinas, 1993). La economía de PR logró tasas de crecimiento anual promedio del 6,8% en el valor de su producto bruto real para la década de los 60’. CR, por otro lado, en ese tiempo se centraba especialmente en exportar productos tradicionales como frutas, café, mate, etc. y recién empezada la década de los 80 inicia un cambio paulatino, tal como afirman Peña-Vinces, Castro y Espasandín-Bustelo (2013); a partir de los años 80, en CR los productos no tradicionales comienzan a desempeñar un rol importante en las exportaciones, principalmente gracias a la industria de manufactura de confecciones (máquila).
Entre los modelos de la competitividad, el que más se ajusta a las características de los países elegidos para nuestro estudio es el DDG, debido a que este modelo ha sido validado empíricamente (Cartwright, 1993; Cho y Moon, 2000; Lagrosen, 2007; Moon et al., 1995, 1998; Moon y Lee, 2004; Rugman y D’Cruz, 1993). Además, cuando se trata de analizar la competitividad de países pequeños, y con fuerte actividad exportadora, el DDG es más apropiado para operacionalizar su competitividad. Una vez elegido el modelo, se procede a calcular los índices de competitividad; para esta tarea usamos el procedimiento propuesto por Moon et al. (1995, 1998), técnica que ha sido ampliamente validada posteriormente por: Moon y Lee (2004) para el caso de empresas multinacionales, Peña-Vinces (2009) en el estudio de 2 economías pequeñas en Chile y Perú; por Sardy y Fetscherin (2009) en la competitividad de la industria automotriz entre China, India y Corea; por Liu y Hsu (2009) en la competitividad internacional de Taiwán y Corea; por Postelnicu y Ban (2010) en la competitividad de Rumania, y finalmente por Wyk (2010) en el análisis de la industria de diamantes en Bosnia. Finalmente los índices calculados se reflejan en gráficos a escala, usando el programa gráfico AutoCAD® para tener una percepción real de los niveles de competitividad de los países estudiados. Por último, a partir de los valores encontrados y de las gráficas trabajadas procedemos a extraer las conclusiones más relevantes de este trabajo.
3.1Desarrollo del modelo del doble diamante para Puerto Rico, Costa Rica y SingapurDe acuerdo con Moon et al. (1995, 1998) el DDG está compuesto por las mismas variables propuestas en el modelo de Porter (1990), pero con una diferencia significativa de enfoque: un diamante local y otro internacional. El modelo del DDG puede verse en la figura 1.
Modelo del DDG de Competitividad Internacional.
Fuente: elaboración propia, basado en Moon et al., 1995.
Moon et al. (1998) y Liu y Hsu (2009) señalan que Porter (1990), al usar como variables dependientes de la competitividad de las naciones las exportaciones y las IDE (-outbound-hacia el extranjero) de los países, manifiesta una deficiencia, porque las 2 variables suelen ser consideradas generalmente como 2 variables explicativas antes de ser las aproximaciones de las variables dependientes. Así, consideramos como indicadores (ítems) de la variable dependiente: (1) el promedio de la tasa de crecimiento del PIB, (2) el promedio del PIB per cápita, (3) el promedio de los últimos años del PIB en millones de dólares. Teniendo en cuenta que estos indicadores han sido considerados por varios investigadores como sinónimos de productividad (p.ej., Liu y Hsu, 2009; Moon et al., 1998; Peña-Vinces, 2009; y Postelnicu y Ban, 2010) (4) el uso de energía per cápita, debido a que esta variable mide el nivel de industrialización de los países (Peña-Vinces, 2009). Al considerar los promedios de 3 años, aseguramos la tendencia central de los datos y minimizamos el efecto de algún dato extraño (outlier), que pueda suceder fortuitamente debido a eventos inesperados. Adicionalmente consideramos 4 indicadores, que son propios de la actividad económica de los países: (1) la variación de la deuda pública que mide el nivel de endeudamiento de los países, y es un indicador cuyo aumento significativo y por años consecutivos puede desacelerar el crecimiento económico de un país, y devenir en problemas financieros que afecten los servicios básicos (Cechetti, Moharty y Zampolli, 2010; Reinhart y Rogoff, 2010; Scott, 2010); (2) la tasa de migración, debido a que cuando en los países se incrementan los niveles de emigración el desarrollo económico suele ser negativo (Kentor y Sanderson, 2009). De ahí que este indicador es una aproximación de cuán atractivo resulta para los habitantes de un país quedarse a trabajar dentro de sus fronteras y generar riqueza; y lo medimos mediante un balance entre migraciones y emigraciones. Si el número es positivo indica que hay más migración al país, si es negativo indica que hay más emigración. (3) La carga fiscal a las industrias, porque permite a los sectores industriales ser más competitivos internacionalmente (Galán, González-Benito y Zúñiga-Vicente, 2007), y finalmente (4) el promedio de las posiciones que los países en estudio han ocupado en el ranking de competitividad del WEF se usa como referencia de esta variable (Moon et al., 1998; Liu y Hsu, 2009). Se utilizó el «World Competitiveness Report» de WEF por ser el único de entre los 2 más conocidos (IMD y WEF) que incluye a PR y para tener una idea previa de cómo están posicionados los países de estudio en el ranking de competitividad mundial (tabla 1)
Cálculo de los valores de los índices de competitividad local e internacional de las 3 economías
Variables independientes | Fuente | Peso | 2008-2010 | Índice | ||||
PR | CR | SING | PR | CR | SING | |||
Condición factores domésticos | ||||||||
Promedio salario manufactura (USD), [1] | OIT | 0,25 | 23.040,00 | 4.439,81 | 45.348,00 | 49,21 | 255,35 | 25,00 |
Participación laboral (% de PEA) | DTPR, OIT | 0,25 | 43,30 | 65,00 | 63,67 | 17,00 | 25,52 | 25,00 |
Gastos en I+D (% de PIB) | IEPR, BM | 0,25 | 0,49 | 0,36 | 2,40 | 5,11 | 3,71 | 25,00 |
Científicos y técnicos (×1M personas) | IEPR, BM | 0,25 | 1.693,00 | 1.226,00 | 5.912,00 | 7,16 | 5,18 | 25,00 |
Cálculo del índice nacional | 78,48 | 289,76 | 100,00 | |||||
Condición de los factores internacionales | ||||||||
IDE (inbound) en M de USD | JPPR, FMI | 0,25 | 6.809,00 | 1.250,44 | 15369,17 | 11,08 | 2,03 | 25,00 |
Promoción. exportaciones. p/c (miles $/habitante) | JPPR, BM | 0,25 | 15,32 | 3,00 | 101,97 | 3,76 | 0,74 | 25,00 |
Promedio de patentes utilitarias | BLS | 0,25 | 4,33 | 1,73 | 102,37 | 1,06 | 0,42 | 25,00 |
IDE (outbound) en mm de USD | BM | 0,25 | 1.218,67 | 0,00 | 14401,92 | 2,12 | 0,00 | 25,00 |
Cálculo del índice internacional | 18,01 | 3,19 | 100,00 | |||||
Calculo del indice global CF | 48,25 | 146.48 | 100,00 | |||||
Condición de demanda doméstica | ||||||||
Tasa anual crecimiento de población (%) | CIA | 0,33 | 0,29 | 4,52 | 1,07 | 9,01 | 140,46 | 33,33 |
Importación bienes y servicios (% PIB) | JPPR, BM | 0,33 | 62,33 | 47,33 | 190,33 | 10,92 | 8,29 | 33,33 |
Matrícula total secundaria (% de población) | ONU | 0,33 | 5,75 | 8,33 | 4,66 | 41,13 | 59,60 | 33,33 |
Cálculo del índice nacional | 61,05 | 208,35 | 100,00 | |||||
Condiciones de demanda internacional | ||||||||
Exportación bienes y servicios (% PIB) | JPPR, BM | 0,5 | 1,52 | 43,33 | 190,33 | 0,40 | 11,38 | 50,00 |
Exportaciones de alta tecnología (%) | JPPR, BM | 0,5 | 70,55 | 40,00 | 50,00 | 70,55 | 40,00 | 50,00 |
Cálculo del índice internacional | 70,95 | 51,38 | 100,00 | |||||
Cálculo del índice global CD | 66,00 | 125.37 | 100,00 | |||||
Industrias relacionadas y de apoyo local | ||||||||
Tasas crecimiento producción. Industrial (%) | JPPR, CIA | 0,33 | −3,96 | −0,33 | 7,40 | −17,66 | −1,49 | 33,33 |
Carreteras×estándares internacionales | WEF | 0,33 | 5,10 | 2,67 | 6,60 | 25,50 | 13,33 | 33,33 |
Calidad de proveedores locales | WEF | 0,33 | 5,48 | 5,17 | 5,17 | 34,98 | 33,00 | 33,33 |
Cálculo del índice nacional | 42,82 | 44,85 | 100,00 | |||||
Industria relacionadas y de apoyo internacional | ||||||||
Calidad infraestructura transporte aéreo | WEF | 0,33 | 6,00 | 4,60 | 8,00 | 25,00 | 19,16 | 33,33 |
Disp. km-asientos aéreos (M-km/sem) | IAT | 0,33 | 349,70 | 156,50 | 1956,87 | 5,96 | 2,67 | 33,33 |
Calidad de la infraestructura marítima | WEF | 0,33 | 5,27 | 2,57 | 6,73 | 26,07 | 12,71 | 33,33 |
Cálculo del índice internacional | 57,02 | 34,54 | 100,00 | |||||
Cálculo de índice global IRA | 49,92 | 39,69 | 100,00 | |||||
Estrategia, estructura y rivalidad domestica | ||||||||
Tiempo requerido para iniciar negocios (días),[2] | DB | 0,33 | 7,00 | 65,70 | 3,30 | 15,71 | 1,67 | 33,33 |
Estado desarrollo de clúster país | WEF | 0,33 | 4,00 | 3,77 | 5,23 | 25,48 | 23,99 | 33,33 |
Amplitud de la cadena de valor | WEF | 0,33 | 4,30 | 4,30 | 5,33 | 26,87 | 26,87 | 33,33 |
Cálculo del índice nacional | 68,06 | 52,53 | 100,00 | |||||
Estrategia, estructura y rivalidad Internacional | ||||||||
Diversificación exportación (% de exportación) | JPPR, BM | 0,5 | 29,45 | 59,67 | 50,33 | 29,25 | 59,27 | 50,00 |
Coste por exportar/importar ($/cont.) [3] | BM | 0,5 | 1.250,00 | 1.190,00 | 456,00 | 18,24 | 19,16 | 50,00 |
Cálculo del índice internacional | 47,49 | 78,43 | 100,00 | |||||
Cálculo del índice global EER | 57,78 | 65,49 | 100,00 |
[1], [2] y [3]: se ha considerado el inverso de los valores del índice para calcular las tasas numéricas.
Fuentes: Agencia Central de Inteligencia (CIA, 2011), Banco Mundial (BM, 2011), World Economic Forum (WEF, 2011), Banco de Desarrollo de Puerto Rico (BIDPR, 2011), Departamento de Trabajo de Puerto Rico (DTPR, 2011), Fondo Monetario Internacional (FMI, 2011), Base de datos del Buróo de Estadísticas Laborales de PR (BLS, 2011), Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2011), Instituto de Estadística de Puerto Rico (IEPR, 2011), Junta de Planificación de PR (JPPR, 2011), Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2011), Asociación Internacional de Transportación Aérea (IATA, 2011), Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2011), Doing Bussines (DB, 2011).
Observando la tabla 1 podemos apreciar a simple vista que el país que tiene un PIB significativamente mayor es SING seguido de PR y finalmente CR. Con respecto al consumo de energía, que refleja el nivel de industrialización de un país (Peña-Vinces, 2009), vemos que SING tiene una ventaja del 41,8% ([7.909,3/5.576]*100) más que PR, la misma que se refleja en un mayor PIB del orden del 291% per cápita; esto muestra a priori que SING posee más productividad que PR y CR. Si observamos el consumo de energía de PR frente a CR, vemos que PR aventaja con un 205% a CR, pero no existe la misma proporción anterior con el PIB, ya que aventaja a CR en solo un 36,7% más. Con respecto al PIB per cápita podemos decir que SING refleja una mayor riqueza, que se ve reflejada en la renta real de sus ciudadanos del orden del 237% más que PR y 413% más que CR. En una segunda lectura de la percepción de los agentes económicos de los 3 países, apreciamos que PR tiene una mayor carga fiscal con relación a CR y SING, del 23 y del 166% respectivamente, escenario económico en el cual SING es más atractivo para las IDE y una buena plataforma para seguir con su marcado crecimiento económico (% PIB). Referente al endeudamiento público, vemos que PR tiene una variación de endeudamiento superior con relación al resto de los países, del 568% más que SING y del 362% más que CR. Este indicador guarda estrecha relación con trabajos previos, que muestran una relación de endeudamiento público y problemas financieros del país (Cecchetti et al., 2010; Reinhart y Rogoff, 2010 y Scott, 2010). Respecto a la tasa de migración, apreciamos que PR tiene una mayor tasa de emigración y menor de inmigración respecto a los otros 2 países, poniendo en relieve ciertas dificultades macroeconómicas como altos niveles de desempleo, altos impuestos, inflación, etc. conocidos como efectos no lineales (Kentor y Sanderson, 2009). Considerando el promedio de las posiciones de los 3 países, en los rankings de la WEF (2009-2011), SING es líder con el 2,7, le sigue PR con el 38,3 y finalmente CR con un promedio de 57,3, una diferencia sustancial de su competitividad de 19 posiciones respecto a PR, de un total de 142 países analizados.
3.2Variables independientes3.2.1Condición de los factoresSiguiendo las recomendaciones de Moon et al., 1998 en el DDG deben considerarse tanto factores nacionales como internacionales.
Condición de los factores locales: Estamos analizando 3 territorios pequeños, por tanto los 3 carecen de amplias extensiones de recursos naturales que son muy importantes para medir la variable de factores endógenos tal como planteaba Porter (1990). Sin embargo, este indicador es muy importante en países con mayores extensiones de terrenos cultivables y no cultivables, no siendo aplicable en nuestro caso. En PR-CR-SIN, consideramos como factores locales la tasa de participación laboral. De acuerdo con Liu y Hsu (2009) este factor es muy importante cuando se analiza la competitividad de los países. El promedio salarial en manufactura provee ventajas comparativas, aunque para determinadas industrias estas ventajas comparativas no son sostenidas en el tiempo y no necesariamente se convierten en ventajas competitivas (Frear, Metcalf y Alguire, 1992). El otro factor es el porcentaje de la producción nacional bruta que invierten los países en investigación y desarrollo (I+D), debido a que es un elemento esencial que determina el proceso de la innovación en un país, y básico para mejorar la competitividad internacional de los países (Niefer, 1990; Dufour y Gingras, 1988; y Moon et al., 1998). Por último, la cantidad de científicos y técnicos, porque sus investigaciones y aplicaciones tienen efectos directos en los procesos de innovación, tecnologías, sistemas de producción y nuevos productos, entre otros (Dufour y Gingras, 1988; Liu y Hsu, 2009; Moon et al., 1998; Niefer, 1990; Peña-Vinces, 2009; Sardy y Fetscherin, 2009; Wyk, 2010).
Condiciones de los factores internacionales: Las IDE son muy importantes para la competitividad de las naciones, teniendo en cuenta su impacto positivo sobre el desarrollo económico y la productividad nacional. En este contexto, Liu y Hsu (2009) y Peña-Vinces (2009) recomiendan como elemento de medición de las IDE el promedio de exportación por habitante. Luego consideramos el promedio de patentes utilitarias por millón de habitantes, debido a que a partir de estas, las empresas desarrollan nuevos productos o sistemas, que ayudarán a incrementar su capacidad competitiva, revitalizar sus productos, integrar avances tecnológicos, disminuir costes y atender nuevos condiciones de demanda (Liu y Hsu, 2009; Sardy y Fetscherin, 2009) (tabla 1).
3.2.2Condiciones de la demandaEl modelo DDG analiza la demanda de bienes/servicios en 2 contextos: nacional e internacional, donde las empresas internacionalizadas prestan mucha atención a su demanda en otros mercados, a través de sus exportaciones, por lo que consideramos:
Condiciones de demanda local: Utilizamos la tasa de crecimiento de la población que mide el crecimiento de los mercados locales (Porter, 1990; Peña-Vinces, 2009) porque es más importante para las ventajas competitivas que un tamaño absoluto del mercado (Moon et al., 1998). Con la importación de bienes y servicios, medimos el nivel de sofisticación de la demanda, ya que es importante porque las empresas que están acostumbradas a distribuir productos y servicios en mercados sofisticados y a satisfacer a una demanda exigente ganan ventajas competitivas y se encontraran más preparadas para competir en un mercado globalizado (Cho y Moon, 2000; Peña-Vinces, 2009; Porter, 1990; Rugman y D’Cruz, 1993). Consideramos otra aproximación de la sofisticación del mercado un alto nivel de educación de los consumidores nacionales, porque conlleva una sofisticación de la demanda en el país de origen de las empresas. Liu y Hsu (2009), Moon et al. (1998) y Sardy y Fetscherin (2009) consideran un buen indicador de este factor la tasa de matrícula en secundaria, la cual se empleó en nuestro estudio.
Condiciones de demanda internacional: PR-CR-SING se caracterizan por tener una extensión territorial relativamente pequeña, sus mercados nacionales son pequeños, por lo que solo atendiendo al mercado local las empresas de estos países muy difícilmente pueden lograr estrategias de economías de escala; así su meta sería abarcar y atender los mercados internacionales. De esta manera la internacionalización de las empresas a menudo explica la competitividad internacional de los países cuyas extensiones territoriales son pequeñas, donde muchos de los factores pueden ser maximizados a través de la internacionalización de sus productos (Jin y Moon, 2006; Moon et al., 1998); en esa línea de pensamiento Liu y Hsu (2009), Peña-Vinces (2009) y Sardy y Fetscherin (2009) consideran como una buena aproximación de este determinante el nivel de sus exportaciones de bienes/servicios, y que mayormente hacen las empresas multinacionales que operan en estos países. Finalmente, la exportación de productos de alta tecnología mide la capacidad que tienen las industrias de un país para rivalizar con competidores internacionales en mercados extranjeros (Jin y Moon, 2006 y Peña-Vinces, 2009) (tabla 1).
3.2.3Industrias relacionadas y de apoyoPorter (1990) propuso que las industrias productivas y de servicios así como las industrias proveedoras, junto a otras industrias de apoyo como la banca, las finanzas, la energía, el transporte y las industrias de comunicaciones, son cruciales para el desarrollo de la competitividad de un país.
IRA local: Se considera el crecimiento industrial de las naciones como un valor representativo de este factor. Sardy y Fetscherin (2009) y Wyk (2010) afirman que el crecimiento industrial de una nación, está directamente relacionado con las actividades compartidas y coordinadas, que forman la cadena de valor de los sistemas productivos de sus empresas, y por tanto determina la productividad de los países. Utilizamos como indicadores de esta variable las denominadas tecnologías de la información y las comunicaciones (Moon et al., 1998; Postelnicu y Ban, 2010; Sardy y Fetscherin, 2009). El uso frecuente de las tecnologías de la información y las comunicaciones no solo ha permitido acortar distancias entre el comprador y el vendedor, sino que ha permitido acortar las distancias geográficas (Peña-Vinces, 2009), por lo que una buena aproximación es el número de teléfonos móviles por personas y el acceso a Internet. Por otro lado, Moon et al. (1998), Peña-Vinces (2009) y Sardy y Fetscherin (2009) plantean que el transporte es muy importante para el crecimiento de las industrias, por lo que los utilizamos como aproximación a la calidad de las carreteras.
IRA internacional: PR-CR-SING tienen una gran actividad exportadora, por tanto, una buena infraestructura como la de transporte internacional aéreo y marítimo es de vital importancia para que las empresas procedentes de estos países puedan competir internacionalmente (Moon et al., 1998; Peña-Vinces, 2009). La calidad de los aeropuertos, la disponibilidad de asientos por miles de kilómetros por semana y la calidad de la infraestructura marítima (tabla 1) se usaron como indicadores de esta variable.
3.2.4Estrategia, estructura y rivalidadEER local:Porter (1990) afirmaba, que la creación, organización, gerencia y las condiciones de los competidores son partes importantes de la competitividad nacional y la EER de cada industria por lo general es distinta. Por ello, el tiempo requerido para iniciar un negocio se encuentra implícito en la creación y organización de los sectores productivos de un país. Porter (1990) puntualizaba que la presencia de ciertos clústeres locales es importante porque permite la cooperación entre empresas del mismo sector, lo que hace que exista menos integración vertical de empresas. Utilizamos la amplitud de la cadena de valor, porque mide el nivel de encadenamiento en los otros sectores productivos que ayudan la maduración de los clústeres en los países, y permite que las empresas utilicen los clústeres nacionales como plataforma de despegue a mercados internacionales.
EER internacional: Para PR-CR-SING el crecimiento en el mercado global está relacionado con el porcentaje de diversificación que tienen sus exportaciones de los países. Agosin (2009) sostiene que la principal fuente de crecimiento de los sectores industriales de países es la diversificación de sus exportaciones, factor que usaremos en nuestro estudio. Los costes de exportar e importar tienen un impacto significativo en los precios de los productos exportados e importados, los cuales son importantes para mantener la competitividad de las naciones (Sardy y Fetscherin, 2009) (tabla 1).
4Análisis de los datos y resultadosPara validar el DDG en PR-CR-SING utilizamos la metodología empleada por Moon et al. (1998) y revalidada por Moon y Lee (2004), Peña-Vinces (2009), Sardy y Fetscherin (2009); Liu y Hsu (2009); Postelnicu y Ban (2010) y Wyk (2010). La data numérica de los 4 determinantes del DDG, para propósitos ilustrativos debemos trasladarlo a una escala estandarizada como ratios, en base a los valores referentes que corresponden a SING. Se ha elegido SING como referente por ser la economía más avanzada globalmente y porque en los reportes del WEF (2011) e IMD (2011) figura entre los primeros lugares. Para calcular los índices de competitividad de cada país hemos trabajado de acuerdo al procedimiento propuesto por Moon et al. (1995, 1998):
Primero, a cada factor independiente se les asigna un peso proporcional expresado en forma decimal (p.ej., 0,25). Se toma como ejemplo la participación laboral de la variable condición de los factores locales. El índice referencial es SING, cuyo valor es 63,70. Los cálculos de las tasas numéricas respectivas para cada factor y para cada país serían.
PR: 0,25*100*(43,3/63,70)=17,00
CR: 0,25*100*(65,0/63,7)=25,52
SING: 0,25*100*(63,7/63,7)=25,00
Los valores totales para cada determinante se presentan en las últimas filas de cada determinante local e internacional, en la misma tabla y lo denominamos: índice de competitividad. Los valores de la competitividad global para cada país se han obtenido a partir del promedio de los índices de competitividad locales e internacionales de un mismo determinante y lo denominamos: índice de competitividad global en la tabla 1 (Moon et al., 1998; Cho y Moon, 2000 y Peña-Vinces, 2009). Dado que tanto la competitividad local como la internacional son igualmente importantes, debemos asumir el hecho de que cuando mejora la competitividad global de un país también mejora la economía real (competitividad local) la cual se verá expresada en mejores ingresos para sus ciudadanos.
4.1Evaluación de los resultadosA partir de los datos finales calculados en la tabla 1, se han efectuado a escala las figuras 2 y 3, utilizando el programa gráfico AutoCAD 2012®, con la finalidad de tener una apreciación más objetiva de los valores relativos de los índices. La figura 2 corresponde a la competitividad local de los 3 países, y revela que CR posee un diamante con 2 determinantes relativos de mayor valor, más que SING y PR. Debido a sus bajos promedios salariales, CR tiene significativas ventajas en las condiciones de factores locales (CFL); estas ventajas comparativas solo pueden ser facilitadoras de ventajas competitivas, y dependiendo del tipo de industrias estas no podrán ser sostenidas en el tiempo (Frear et al., 1992). En las condiciones de la demanda local, CR tiene un mejor valor debido a su alta tasa de crecimiento poblacional, factor que no es muy significativo porque al ser países pequeños sus sistemas productivos siempre estarán concentrados en la exportación. PR se muestra menos competitivo que CR en 3 determinantes: CFL, condiciones de la demanda local e IRA (IRAL). En IRAL, CR supera por poca diferencia a PR, pero las diferencias más relevantes están en las CFL, principalmente porque su participación laboral es muy baja, donde CR y SING lo supera con el 50 y el 47% respectivamente. PR presenta esta desventaja a pesar de que tiene mayores gastos en investigación y desarrollo (un 36% más) y un 38% más de científicos y técnicos en su territorio que CR.
CR asimismo presenta mejores índices de competitividad local, más que los 2 países, debido también a su mayor tasa de matrícula en secundaria (un 44,8% más que PR y un 78,75% más que SING). Sin embargo, CR tiene un bajo puntaje con relación a SING en el determinante IRA local, debido principalmente a su crecimiento industrial negativo (-0,3%) y a su PIB per cápita, que es el menor de los 3 países. Además, observamos que los índices que añaden muy poco valor a CR en este determinante son los de la baja calidad de sus carreteras. El único determinante en que PR aventaja a CR en el diamante, de competitividad local, es el de EER, con un 29,5% más. Esto es debido principalmente al mejor desarrollo de los clústeres (6%) y al menor tiempo requerido para iniciar negocios en PR, que frente a CR posee una ventaja significativa.
La figura 3 corresponde a los diamantes de competitividad internacional y observamos que SING mantiene su liderazgo en las 4 variables determinantes, respecto a los otros 2 países estudiados.
Observamos que PR es más competitivo internacionalmente que CR en 3 determinantes claves: (1) CF con 5,6 veces más ([18,01/3,19]=5,6), debido principalmente a que tiene mayor flujo de IDE tipo «inbound», de 4,6 veces más que CR, y porque este país no tiene IDE tipo «outbound», (2) IRA con un 65% más (57,02/34,54), debido especialmente a su mejor calidad de infraestructura tanto aérea como marítima. Por esto surge la necesidad de que CR mejore su infraestructura aérea y marítima, que sirven para facilitar los negocios internacionales de este mundo globalizado, y (3) CD con un 38% mayor, principalmente debido a tiene un mayor monto de exportaciones de alta tecnología (76,5%), pero que a la vez de ser una ventaja para PR también es una observación porque su diversidad exportadora es menor debido a que su industria exportadora está concentrada en la industria farmacéutica. PR en este determinante tiene un índice que no le aporta valor: porcentaje de exportaciones en servicios tiene solo un 1,5% del PIB frente a un 43,3% de CR y un 105,36% de SING, valores coincidentes con la nueva tendencia del comercio internacional, en donde los países desarrollados tienen un participación superior al 70% de sus exportaciones en servicios (Heizer y Render, 2011).
5ConclusionesEl propósito de esta investigación fue comparar la competitividad de PR y CR respecto a SING. Nuestros resultados difieren de los reportes de competitividad del WEF porque CR y PR se encuentran equilibrados, mas no con una diferencia significativa de 18 posiciones como lo afirman los informes WEF. Encontramos también que PR es más competitivo que CR en 3 determinantes de competitividad internacional y que CR es más competitivo que PR en 3 determinantes de competitividad local.
Al analizar la competitividad local de estos países concluimos que CR tiene mayores niveles de competitividad con relación a SING y PR en 2 determinantes locales (CF y CD). Estas ventajas se deben particularmente al bajo promedio de salarios en manufactura y a su mayor tasa de crecimiento poblacional. Pero estas ventajas son meramente comparativas, las cuales solamente son facilitadores de ventajas competitivas, las mismas que si no son sostenidas a largo plazo estas podrían tener consecuencias negativas para dichos países (Frear et al., 1992).
Mediante el modelo DDG se ha comprobado que el diamante de competitividad local de CR es más grande que el de PR, lo que implica que CR es más competitivo que PR cuando solamente son considerados indicadores domésticos. Mientras que cuando son considerados indicadores internacionales, resulta que el diamante de competitividad internacional de PR es mayor que el de CR, por lo que PR es más competitivo que CR internacionalmente. De ahí la importancia de evaluar a los países utilizando tanto indicadores locales como internacionales, los cuales permiten tener una percepción global de su competitividad (Moon et al., 1995, 1998).
DDG también es un modelo muy útil y eficaz para evaluar la competitividad de los países. Como manifiesta Peña-Vinces (2009), el doble diamante resulta útil para explicar los escenarios de desarrollo económico cuando se trata de establecer un análisis comparativo entre países, y con facilidad determinar qué variables son más importantes para una nación y otra. La identificación de los factores servirá para que las políticas públicas vayan en dirección a mejorar estos factores que añaden poco valor, y así reforzar los que tienen buenos índices para que el país mejore su escenario económico y sea atractivo a las IDE, dado que estas tienen un impacto positivo sobre el desarrollo económico y su productividad, sobre todo en economías con menor desarrollo que buscan un apalancamiento financiero para un rápido desarrollo económico (Albornoz y Cole, 2009; Zhang, 2010; Ronderos-Torres, 2010; Kunčič y Svetličič, 2011). Además, porque son generadores de un crecimiento económico sostenido para su población (Dunning, 1993; Gugler, 2007).
Los resultados de esta investigación indican que PR puede mejorar su nivel de competitividad si se centra en cuestiones como: (1) la baja participación laboral promedio del 43,3%; (2) concentrar sus esfuerzos en mejorar el crecimiento del PIB que durante estos 3 años ha tenido un resultado negativo (−3,95%) y mejorar el crecimiento de su tejido industrial; (3) retener e incentivar la formación de un mayor número de científicos y técnicos, para ir junto a las tendencias mundiales de ganar ventajas competitivas, con la denominada gerencia del conocimiento, porque tiene una implicancia directa sobre la competitividad y los procesos de innovación, base para mejorar, desarrollar y mantener los negocios de acuerdo a los cambios rápidos de un mundo globalizado (Du Plessis, 2007; Kaminska, 2009; Mudambi y Navarra, 2004; Sedziuviene y Vveinhardt, 2010); (4) mejorar su exportación de servicios donde aparece con una puntuación muy baja, para estar acorde con la tendencia de los negocios globales, los cuales significan en estos días un promedio del 70% del comercio mundial (Heizer y Render, 2011); (5) aumentar más la inversión en I+D, que es otro factor en el cual PR recibe un puntaje pequeño. Puesto que las empresas obtienen ventajas competitivas de las I+D, debido a que logran más eficiencia en las operaciones, aumentan su capacidad para innovar y competir de forma exitosa internacionalmente (DeSanctis, Glass y Ensing, 2002; Kodama, 1992; Kotabe, Dunlap-Hinkler, Paente y Mishra, 2007). Por último, (6) PR debería intentar diversificar sus exportaciones. Si PR mejora en estos factores anteriores, junto a la fortaleza que muestra en el diamante de competitividad internacional, consideramos que mejorará su competitividad tanto a nivel local como global.
Con relación a CR, el nivel la competitividad internacional que muestra este país tiene desventajas frente a PR en 3 determinantes, superándolo solamente en un factor (EER), fundamentalmente debido a que posee mayor diversificación en sus exportaciones (un 99,21% más). Consideramos que para que CR mejore su competitividad debe priorizar los siguientes factores: (1) aumentar sus exportaciones per cápita, porque tiene el valor más bajo de los 3 países (llega solo al 2,95% de SING y al 19,7% de PR), (2) reforzar el promedio de patentes utilitarias donde presenta una debilidad significativa frente a los otros 2 países, (3) atraer más la IDE (inboud) que luce disminuida, (4) incentivar en las IDE tipo «outbound» que es uno de los factores que no le agrega ningún valor, (5) mejorar la calidad de sus carreteras; y finalmente para las condiciones de demanda internacional, (6) se sugiere que CR incremente el porcentaje de exportación en servicios en los cuales solo tiene el 22,75% respecto de SING.
Observamos que hay un elemento que deberá ser tomado en cuenta tanto en CR y como en PR: los precios de la mano de obra son más baratos con respecto a SING. Sin embargo, esta ventaja comparativa no es aprovechada adecuadamente para competir en el extranjero. Una de las explicaciones vendría dada quizá porque esta mano de obra no es cualificada, como sí lo es la de SING y en menor grado PR; de hecho, esto se corrobora con el número de científicos por cada millón de habitantes pues PR solamente tiene 1.693, mientras que en SING su número es muchísimo mayor (5.912) lo cual representa una desventaja del 71% (5.912-1.963=4.219*100/5.912=71,4%). Es importante resaltar que PR tiene una tasa de matrícula superior al de su referente SING, lo cual nos indica que si esta política educativa se mantiene a largo plazo, junto al mantenimiento de la tasa de matrícula escolar, es más probable que el número de sus científicos aumente en los próximos años.
En cuanto a las infraestructuras en PR y CR, el coste de transporte por contenedor es demasiado elevado en comparación con SING (174,12 y 160,96% más respectivamente), lo cual asumimos que se verá reflejado en el precio final de los bienes exportados, siendo menos competitivo en los mercados internacionales. En este sentido, se sugiere que los gobiernos a través de sus representantes trabajen este tema para lograr que los precios bajen y así permitirían a las empresas exportadoras puertorriqueñas y de CR ser competitivas mundialmente.
5.1Limitaciones e investigaciones futurasEn el análisis de los pesos para los diferentes factores calculados se ha procedido según lo propuesto por Moon et al. (1995). Sin embargo, consideramos que es una limitación de esta investigación, por lo que se debe considerar en una futura investigación un análisis de estos pesos analizados con técnicas estadísticas más avanzadas. La poca disponibilidad de datos en ciertos factores para PR es otra limitante. Los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, y la Organización Internacional del Trabajo en muchas ocasiones no incluyen a PR, por lo que varios de estos valores se han obtenido a partir de las fuentes básicas del país (bibliografía). Otra limitación del presente trabajo tiene que ver con la variable dependiente que se ha empleado solamente con propósitos referenciales e ilustrativos. Dicha limitación también se puede observar en otras investigaciones previas (Moon y Lee, 2004; Peña-Vinces, 2009; Sardy y Fetscherin, 2009; Liu y Hsu, 2009; Postelnicu y Ban, 2010; Wyk, 2010). Por último esta metodología debe ser aplicada para otros estudios comparativos con otras economías de Latinoamérica, Centroamérica y del Caribe.
AgradecimientosLos autores expresan su agradecimiento a los revisores anónimos, quienes con sus comentarios y sugerencias han ayudado a mejorar este trabajo. También agradecen el esfuerzo de los editores durante su publicación. Así mismo agradecemos a la Escuela Graduada de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico porque nos brindaron las facilidades para realizar esta investigación.