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Vol. 2013. Núm. 81.
Páginas 154-159 (agosto 2013)
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López López, Á., G. López Pardo, E. Andrade Romo, R. M. Dagostino Chávez y R. Espinoza Sánchez (coords.; 2012), Lo glocal y el turismo. Nuevos paradigmas de interpretación, Academia Mexicana de Investigación Turística A.C./Universidad de Guadalajara, 543 p., ISBN 978-607-95909-0-1
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Edgar Talledos Sánchez
Instituto de Turismo, Universidad del Mar, Campus Huatulco
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El turismo se ha colocado ya desde hace más de una década como uno de los principales ejes de la economía mexicana, puesto que participa de forma considerable en el Producto Interno Bruto (PIB), solamente en 2010 contribuyó al 8.6% de éste, equivalente a 76 mil millones de dólares, y creó, según la Secretaría de Turismo (SECTUR), 2 450 231 puestos remunerados (SECTUR, 2012:18). La industria turística se ha colocado como una parte axial de la economía del país.

El progresivo crecimiento de ésta ha llevado a que un número importante de científicos sociales se interesen por el estudio del fenómeno turístico, las implicaciones sociales, políticas, económicas y culturales que acarrea. Más allá del discurso oficial dominante que coloca al turismo como la panacea del desarrollo económico nacional, regional y local, los estudiosos de esta temática se cuestionan desde múltiples miradas cómo se desarrolla e implanta en distintas formas y espacios.

En esta dirección, el libro Lo glocal y el turismo. Nuevos paradigmas de interpretación brinda una reflexión académica sobre este fenómeno, bajo el objetivo de reconocer que “lo multiescalar es fundamental en la compresión del sistema turístico, en tanto que éste se comprende de procesos globales asociados con otros regionales o locales”. Los trabajos que se aglutinan en esta obra se encaminan a comprender que “cualquier componente del turismo se encuentra inmerso en un juego de influencias entre lo local y lo global, con variaciones significativas en contextos históricos específcos” (López et al., 2012:14), por esto el título del compendio encamina la discusión a partir de la glocalización.

Conformado por treinta capítulos, escritos por cincuenta y ocho académicos provenientes de distintas formaciones profesionales y entidades académicas nacionales y extranjeras, editado por la Universidad de Guadalajara (UDG) y la Academia Mexicana de Investigación Turística (AMIT),1 gracias a los trabajos conjuntos de esta última y el Cuerpo Académico “Análisis Regional y Turismo (UDG-CA-443), contiene abundante información y múltiples miradas sobre el fenómeno turístico. La obra se divide en cuatro partes: “Turismo, su carácter glocal y vínculos con el territorio”; “Turismo en litorales y fronteras”; “Naturaleza, turismo comunitario y turismo rural”; “Temas emergentes del turismo en su relación con la cultura y la seguridad”.2

La primera parte: “Turismo su carácter glocal y vínculos con el territorio”, la constituyen cinco artículos, los cuales se anclan en una discusión teórica y epistemológica sobre la naturaleza del turismo. El texto de Avilez, Chavarría y Rivas “¿Es el turismo una ciencia?”, contiene reflexiones epistemológicas de las ciencias y del turismo, lo ubica dentro categoría gnoseológica (p. 25). Los autores afirman que el problema básico dentro de los estudios del turismo es la ausencia en los estudios epistemológicos críticos de éste. En “Lo global-local como base del turismo y la sustentabilidad. Una aproximación a la discusión teórica conceptual”, de Espinoza, Chávez y Andrade, el turismo es una alternativa para el desarrollo sustentable, esgrime que los conceptos turismo y sustentabilidad deben ser ejes básicos de discusión para el desarrollo teórico conceptual de este fenómeno (p. 43). El capítulo la “¿Geografía turística o Geografía del turismo? La importancia del territorio” de Torreros y Castañeda, gira en torno a la importancia de la geografía como ciencia territorial y su fuerte liga con la actividad turística, atendiendo a la premisa de que el turismo es, ante todo, una actividad con una clara manifestación espacial (p. 54). En el acápite de Carmen Padín titulado “Desarrollo turístico participativo. El reto de las redes glocales en la implementación de productos turísticos”, el reto futuro de los destinos turísticos es mejorar su competitividad, adaptándose a las exigencias del nuevo contexto turístico marcado por la globalización, donde el funcionamiento de las redes participativas de actores es una apuesta para conseguir el desarrollo en el ámbito local (p. 74). El capítulo que cierra la primera parte, “Construcción social del espacio turístico insular. El caso de Cozumel, Quintana Roo”, de Alfonso González Damián; indica que lo hallado en su investigación son procesos de construcción social de los espacios de interacción entre los turistas y anfitriones en la isla Cozumel, que presentan oposiciones y traslapes e inciden en la multiplicación de los retos y necesidades en materia de política turística urbana, de desarrollo social y económico (p. 90). Esto lo lleva afirmar que el espacio es construido en la negociación, es el espacio propio para los anfitriones, pero a la vez pensado para el otro, el turista y viceversa.

La segunda parte, “Turismo en litorales y fronteras”, contiene siete trabajos que exploran el turismo de las márgenes territoriales. Abre la sección “Evolución e impacto territorial de los establecimientos de hospedaje en Acapulco (1930-1980)” de Ernesto Valenzuela, que versa sobre el estudio de los establecimientos de hospedaje en dicha ciudad del Pacífico guerrerense. En un análisis histórico político, identifica los cambios en los modelos arquitectónicos, examina las pautas de localización y la influencia que éstos ejercen en la organización de los espacios circunvecinos. El autor afirma que la actividad turística en Acapulco, la localización y expansión territorial de los hoteles siempre estuvo supeditada a la expansión capitalista nacional e internacional.

Desde su inicio, el turismo en Acapulco respondió a intereses económicos y políticos ajenos al desarrollo del puerto en general, en beneficio de una minoría que ha originado mayores desigualdades sociales y económicas (p. 119).

Ludger Brenner en “La evolución de los destinos del “turismo mochilero”. El caso de Zipolite, México,” analiza las fuerzas que impulsaron el desarrollo de las áreas turísticas dominadas por los mochileros y sus patrones evolutivos. El estudio plantea tres preguntas de investigación 1. ¿Cómo están conceptualizados los mochileros y sus destinos en el marco de los modelos que teorizan sobre el desarrollo turístico? 2. ¿Cómo podemos ajustar estos modelos para lidiar con los patrones evolutivos de los destinos mochileros?, y 3. ¿Podemos aislar los patrones evolutivos socio-espaciales de los destinos mochileros? Este autor sostiene que la creciente importancia del turismo mochilero tiende a fomentar una segregación socio-espacial plagada de confictos (pp. 122-123, 135). En “Eventos y actores externos en el desarrollo del turismo en Cozumel”, Luis Carlos Santander disgrega toda una argumentación sobre la actividad turística preponderante en este sitio turístico, que actualmente está direccionada por el gran arribo de cruceros (p. 153). Por su parte, Elsa Gillén Argüelles y Elisa Malibé Carballo Guillén en “Evaluación del desempeño ambiental de hoteles y parques de la Rivera Maya del estado de Quintana Roo”, presentan los resultados de la evaluación del desempeño ambiental de pequeños y medianos hoteles y parques de la Riviera Maya, en términos de conservación e impacto ambiental, muestran las preocupaciones y acciones de estos actores de la industria turística (p. 157). Belfor Fernando Portal Valenzuela escribe “La zona costera de Cartagena, Chile y la sustentabilidad ambiental de un turismo social masivo. Fundamentos conceptuales para su ordenación integrada”, afirma que Cartagena como destino turístico cumple un rol social de suma importancia para el turismo doméstico de la población urbana más pobre de la región metropolitana de esta ciudad, especialmente para personas de escasos recursos económicos de las comunas del anillo urbano y rural de la región. De otro modo, en el escrito de Martínez y Cuevas, “Análisis del programa Hábitat para la superación de la pobreza en destinos turísticos: ciudades fronterizas del noreste y del Caribe de México”, se observa que los resultados y alcances de la política pública para superar la pobreza en destinos turísticos de las ciudades fronterizas y del noroeste (Tijuana, Mexicali y Juárez) y del Caribe (Cancún, Cozumel y Playa del Carmen) han sido mínimas y con poco alcance (pp. 192-193, 209). El último capítulo de la sección de Velázquez, Valderrama y Flores, “Sustentabilidad y competitividad en restaurantes de Tijuana, Baja California: un aproximación a su medición”, identifica las estrategias que despliegan o ignoran los restauranteros de dicha ciudad fronteriza, concluyen que en este nivel empresarial los establecimientos mayoritariamente no son sustentables, además presentan una indefinición en su proceso de planeación que dirija y regule la actividad, los que motiva falta de capacitación y desarrollo del personal que labora en estos lugares (pp. 2012:213-214, 232).

La tercera parte, “Naturaleza, turismo comunitario y turismo rural”, la componen nueve escritos que tienen como punto de confluencia el designado turismo alternativo. “Políticas públicas para el desarrollo integral. El caso del turismo alternativo en los Pueblos Mancomunados de Oaxaca”, de Gustavo López y Bertha Palomino, inicia el apartado. La investigación explica la experiencia en las actividades de turismo alternativo de los Pueblos Mancomunados de Oaxaca, en la Sierra Norte del estado, se adentra en las políticas de desarrollo desde los años cuarenta del siglo pasado relacionadas con la población indígena y cómo estos pueblos fueron tornando al turismo alternativo como estrategia de desarrollo en sus comunidades a través de los programas y acciones del gobierno federal y de organizaciones civiles que promovieron el turismo alternativo en esta región indígena (p. 237). En otra dirección de análisis “La necesidad de acompañamiento técnico en los proyectos de ecoturismo comunitario”, Bojórquez, Barbosa y Hernández presentan los avances del estudio de caso del ejido Los Sabinos de la Huasteca potosina y la comunidad maya de Xmben, en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, las cuales presentan problemas en el otorgamiento desarticulado de fondos públicos para el ecoturismo y la falta de acompañamiento o seguimiento técnico del proyecto. Dilemas que se repiten a lo largo y ancho del territorio nacional. Arguyen que las instituciones gubernamentales y no gubernamentales deben ofrecer la orientación de un proyecto integral de desarrollo rural que incrementen las competencias locales y la autogestión de las comunidades para su particular desarrollo de la actividad ecoturística (p. 266). De modo similar en el trabajo “El papel de la universidad como promotora del desarrollo del turismo de naturaleza. Impulso de empresas comunitarias en Cabo Corriente y Tomatlán a partir del modelo de la Triple Hélice”,3 Correa, Franco y Villanueva organizan una propuesta basada en el modelo de Triple Hélice, a través del cual afirman que las universidades deben tener un mayor protagonismo en la innovación de la economías regionales y asumir el papel de interlocutor entre gobierno, comunidades y empresas en lo concerniente a las actividades turísticas (p. 270). En “El turismo en áreas naturales protegidas como herramienta de desarrollo local en la costa de Jalisco”, Chávez, Maldonado y Espinoza advierten del impacto de la actividad turística en siete Áreas Naturales Protegidas: Estero el Salado; Playón de Mismaloya; Chamela-Cuixmala; Playa Cuitzmala; Playa Teopa; Playa de Tecuán; Isla de Bahía de Chamela de la Costa de Jalisco, donde toman en cuenta la percepción de los actores clave (p. 300).

En otro camino teórico y analítico a los escritos que conforman esta sección, Magdalena Morales González en “El turismo indígena y etnoturismo en el neoliberalismo y la globalización. El caso mexicano”, revisa al turismo como el negocio de ocio, surgido en el modo de producción capitalista, se adentra a explicar las características que las políticas neoliberales turísticas han originado en los pueblos indígenas en México (p. 303). En el mismo orden de ideas, “Sustentabilidad, multifuncionalidad y turismo rural en la Costa Sur de Jalisco”, Marisa Gutiérrez y Peter R. W. Gerritsen observan como un grupo de mujeres campesinas, de la comunidad indígena de Cuzalapa, municipio de Cuautitlán en la Costa Sur de Jalisco, practican turismo rural, el cual, según los autores, ha mostrado ser una alternativa de desarrollo que permite revalorizar las propiedades endógenas de la región (pp. 319-331). En “Oferta turística y propuesta de circuitos en el espacio turístico del Borde Costero de La Araucanía, Chile. Base para el desarrollo local en territorios rurales”, Escalona-Ulloa y Fernando Andrés Peña-Cortes describen cómo el territorio de la Araucanía costera tiene una vocación turística que requiere fomento y preservación, tanto del patrimonio natural como del patrimonio cultural, como de formas eficientes para lograr la valoración y conservación de los recursos culturales, históricos, artesanales, naturales y antropológicos de un territorio con particularidades e identidad que configuran un destino de privilegio en el ámbito de la región de Araucanía (pp. 349-350). El penúltimo trabajo que integra este apartado “Capital social y turismo en el paisaje agavero” de Lucía González Torreros, aborda las interrelaciones desencadenadas por la propuesta de “turistización” en el paisaje agavero en la zona del municipio de Tequila, se enfatizan los componentes sociedad local y capital social en el tratamiento del desarrollo local y presenta a la actividad turística como un nuevo eslabón de la cadena productiva agave-tequila (pp. 353-354). La obra que concluye la sección “Cultura e identidad: dos productos turísticos rurales en el contexto de la glocalidad y la competitividad en Colima”, donde Magaña y Padín diseñan una metodología para productos turísticos rurales competitivos y realizan su aplicación en dos comunidades que han planteado un proyecto ecoturistico: Acatitlán, en el municipio de Colima con el proyecto “Cahuite”; Zacualpan, en el municipio de Comala con el proyecto “Manantiales de Zacualpan” (pp. 376-377).

La cuarta parte, “Temas emergentes del turismo en su relación con la cultura y la seguridad”, constituye la última de las secciones del compendio. Al igual que la anterior, la componen nueve trabajos que se adentran en distintos tópicos poco abordados en la literatura especializada de turismo. En “Turismo cultural y microhistoria: multidisciplinariedad ausente”, Rodrigo Tovar Cabañas proporciona una breve guía metodológica para que los no historiadores (“turistólogos”, gastrónomos, agentes turísticos y demás expertos en la industria), puedan lograr o realizar los relatos pertinentes para cada localidad o comunidad, de tal modo que las comunidades fortalezcan sus potencialidades para la práctica glocal y extiendan las fronteras del turismo cultural y local (p. 402). Rogelio Martínez Cárdenas en “Desarrollo regional cimentado en el turismo religioso”, estudia los santuarios religiosos de San Juan de los Lagos y de San Toribio Romo, este último ubicado en el municipio de Santa Ana de Guadalupe, Jalisco. Según este autor, el turismo religioso no ha alcanzado todo su potencial en los Altos de Jalisco, donde queda por planificar cómo el peregrino pasa a ser también un turista que consume los productos turísticos con que cuenta la población a la que arribó por motivos puramente religiosos (p. 411 y 425).

En esta misma línea en el trabajo “El “modelo Lourdes” de turismo religioso y las posibilidades de su aplicación en Santa Ana de Guadalupe”, Alfonso Reynoso y Cándido González llevan a cabo una revisión del modelo de dicho turismo practicado en Lourdes, Francia y las posibilidades de su aplicación en Santa Ana de Guadalupe (p. 429). En otra perspectiva del turismo, Thania Sttepehanni Álvarez y Álvaro López, en “Dinámica glocal del turismo de sexo masculino en Cancún: la visión de los servidores sexuales”, centran su trabajo en el intercambio monetario que tiene lugar en el turismo sexual y la influencia que en él ejerce la dinámica turística en Cancún. Encuentran que el fenómeno del turismo sexual entre varones se desarrolla en dos escenarios: el centro de la ciudad y la zona hotelera. La mayoría de los trabajadores sexuales reconocen que se prostituyen con turistas por mejorar su nivel de vida, ante la dificultad de conseguir un mejor empleo formal y bien remunerado, sin embargo, no se puede concluir que la prostitución sea entonces resultado directo de la marginación, también existen sexoservidores para quienes la prostitución es una profesión aceptable y bien remunerada (p. 456). Otra temática del turismo es descrita en “Dos ejemplos paradigmáticos del turismo posmoderno en Belize”, donde Gino J. Quintero evidencia la reciente formación de un área privilegiada en la ciudad de Belize con infraestructura y servicios turísticos que la diferencian del resto de la ciudad, que en términos espaciales ha generado una alta segregación territorial (p. 461). Alfonso de Jesús Jiménez Martínez en su trabajo “La seguridad nacional y el papel de las cadenas hoteleras en el desarrollo turístico e inmobiliario del litoral mexicano una visión precautoria al siglo XXI”, se sumerge en el papel de las cadenas hoteleras, sus modalidades de operación actual y el vínculo de todo ello con la seguridad nacional. Plantea que en México y en el mundo, el desarrollo de la hotelería, en particular las cadenas hoteleras, genera procesos territoriales que responden a sus formas de operación, vinculación y usufructo de lo inmobiliario. Afirma que la flexibilización de la legislación mexicana en materia de inversión y propiedad extranjera en el litoral mexicano, en sintonía con la expansión de un modelo de desarrollo turístico de venta atomizada de propiedades (fraccionamientos en campos de golf, condominios en fraccionamientos turísticos residenciales), abre la posibilidad de vender y privatizar terrenos ejidales, sumadas a las modalidades transnacionales de funcionamiento turístico y financiero que tienen en las cadenas hoteleras representantes relevantes, pueden crear condiciones propicias para justificar acciones en defensa de turistas, especialmente estadounidenses (p. 492). Distinta postura del turismo es examinada por Sosa, González y Valtierra en “Percepción de las comunidades costeras de la península de Yucatán ante el cambio climático, su vulnerabilidad y adaptación”, donde se explora la información que sobre el cambio climático y sus efectos tienen aquellas comunidades costeras de la península de Yucatán en las que el turismo es una actividad primordial (p. 497). El penúltimo apartado de la sección y del libro “Turismo y crimen organizado en Nachititla. Reflexiones teóricas epistemológicas y metodológicas sobre las escalas en el desarrollo turístico sustentable (DTS)”, Ramírez De la O, Nava, Osorio y Franco reflexionan a través de los denominados sistemas complejos y el concepto de Holon (es la unidad en una red conocida como Holarquía), y se describen las jerarquías en las relaciones de poder recíprocas entre niveles de arriba hacia abajo, en el parque Estatal Sierra Nachititla, ubicado en el municipio de Luvianos en el Estado de México” (p. 513). El capítulo que cierra el volumen, de Martínez, Ruiz y Verján, “Aproximación al modelo discriminante de la percepción de la seguridad turística. El caso de Baja California”, establece un modelo que incorpora un análisis discriminante de las variables que influyen en la percepción de seguridad de los visitantes a Baja California por motivos turísticos o de negocio (p. 535).

La obra contiene copiosa información sobre diversas temáticas del turismo, sus determinaciones económicas, políticas, sociales y ambientales. Permite observar cuáles son las líneas de interés que los investigadores de distintos centros de investigación de México y de otros países de Latinoamérica. Es un libro que ayuda a entender cómo se trata y aborda dicho fenómeno en la actualidad. No obstante, es preciso mencionar que en términos globales prevalece en los escritos un manejo de los conceptos de globalización y glocalización de forma mecánica, dispersa, que no ayuda a develar el proceso que se pretende explicitar, éstos aparecen vacíos, ambiguos. Otro aspecto a resaltar, es que si bien se incorporan líneas temáticas del turismo poco tratadas en la literatura de este fenómeno, prevalecen los temas administrativos y de gestión, que Hiernaux (2000) ya refería como un problema en la enseñanza e investigación, sin negar su importancia (p. 53). Esto lleva a considerar que es imperioso no realizar una apología del turismo donde “la libertad del turista es lo único que cuenta y que el “valor” de lo que se le ofrece es solo la medida de las opciones en que se traduce su deseo” (Machuca, 2008:63). Así, el turismo debe ser estudiado como este último autor señala “más allá de la estimación de las derramas, el cálculo sobre la rentabilidad y los riesgos de inversión, o la creación de empleos temporales” (Ibid.:63-64), sin rechazar lo significativo de la fuerza económica y política que ha alcanzado, en distintos espacios del planeta.

Referencias
[Amit, 2008a]
Amit.
AMIT, Academia Mexicana de Investigación Turística, (2008),
[AMIT, 2008b]
AMIT.
Eventos AMIT, Academia Mexicana de Investigación Turístia, (2008),
[Hiernaux Nicolás, 2000]
Hiernaux Nicolás D..
Los nuevos derroteros de la investigación turística.
Investigación turística, Universidad Autónoma del Estado de México, (2000), pp. 39-56
[Machuca, 2008]
Machuca R.J.A..
Estrategias turísticas y segregación socioterritorial en regiones indígenas.
Turismo, identidades y exclusión, UAM-Iztapalapa-Juan Pablos, (2008), pp. 51-96
[SECTUR, 2012]
SECTUR.
Sexto Informe de Labores, Secretaría de Turismo, (2012),

La Academia Mexicana de Investigación Turística A.C. (AMIT), es la agrupación independiente académico-turística más importante de México […]. Uno de los propósitos […] es crear un espacio de confluencia entre académicos e instituciones públicas y privadas y sociedad civil, etc., donde el tópico central sea el turismo (AMIT, 2008a).

En esta obra se reúnen ponencias que fueron presentadas en el 4° Congreso de la Academia Mexicana de Investigación Turística, realizado por la AMIT y el Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara, llevado a cabo en Puerto Vallarta, Jalisco, del 9 al 13 de noviembre de 2010. Éste tuvo como título: Turismo: lo global, lo nacional, lo local. En la convocatoria del evento se alertaba de la publicación posterior de los trabajos aquí reseñados (AMIT, 2008b).

Este trabajo da cuenta de los avances de un diagnóstico realizado en los municipios de Cabo Corrientes y Tomatlán, en la Costa Norte de Jalisco, que forma parte de un proyecto de investigación más amplio intitulado “Impacto del Turismo de Naturaleza en la Costa de Jalisco” que se desarrolla en la Universidad de Guadalajara.

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