Con este trabajo pretendemos plantear datos y nuevas hipótesis en torno al impacto económico de los trabajos forzados en España, tanto durante la guerra civil como en la inmediata posguerra, con el objetivo de incorporar a la historiografía española cuestiones que se han revelado fundamentales en el estudio del trabajo forzado en otros regímenes dictatoriales, como su peso en la economía de guerra o las estrategias empresariales de cara al empleo de este tipo de trabajadores. El artículo parte de la constatación de la ausencia de series completas sobre el empleo y la localización de los trabajadores forzados durante la guerra y posguerra a nivel estatal, y remarca la necesidad de avanzar en esta dirección a partir de estudios locales y regionales.
With this paper we try to make public some data and hypotheses on the impact of forced labour in the Spanish economy within the context of the Civil War and immediate post-war, so that we can bring Spanish historiography closer to some of the central debates of European research about forced labour in a war and dictatorship context, such as the weight of forced labour in a war and post-war economy, and the strategies of the State and enterprises towards it. This article notes the absence of full details on the deployment of forced labourers according to economic activity or geographical location, and the need to tackle with this absence, beginning with local or regional investigations.
En los últimos años las investigaciones en torno a los trabajos forzados durante la guerra civil y el franquismo han experimentado un importante auge, de manera que a día de hoy contamos con un conjunto de publicaciones que nos permiten entender sus grandes líneas organizativas2. Ahora bien, todo esto no ha hecho sino plantearnos nuevos retos, entre ellos el relacionado con el impacto económico de la amplia red de trabajo en cautividad y las complejas conexiones entre los trabajos forzados, la estructura del mercado laboral, las estrategias de las empresas y las políticas públicas. Al fin y al cabo, la historia del trabajo forzado debe ser, si quiere tener una significación profunda a nivel historiográfico, una historia de las interrelaciones entre el mercado de trabajo libre y los mecanismos de captación y perpetuación del trabajo en cautividad (Linden, 1997; Moulier-Boutang, 2006; Buggeln, 2008).
En este sentido, la historiografía sobre el franquismo tiene todavía pendiente alcanzar un nivel de análisis que ya se ha realizado en otros países, como Alemania, donde desde hace años ya se cuenta tanto con monografías sobre algunas de las principales empresas que se lucraron con el trabajo forzado3 como con estudios que integran la utilización de esta modalidad represiva en el análisis macroeconómico4, lo cual ha planteado a su vez nuevas cuestiones, no solo para la Alemania nazi sino para el conjunto de la Europa ocupada durante la II Guerra Mundial5.
Es necesario, por lo tanto, plantear estas cuestiones en el caso español, habida cuenta de que han estado prácticamente ausentes de la agenda de la historia económica6. Así pues, el presente artículo pretende enmarcarse en esta línea de renovación historiográfica, no tanto desde la perspectiva global, que está siendo planteada en otros trabajos7, sino desde una línea complementaria a nivel micro, ya que un paso imprescindible para poder comprender en profundidad la lógica económica del trabajo forzado es la elaboración de estudios regionales que nos permitan conocer la localización exacta, el volumen y la cronología detallada del uso de mano de obra cautiva, así como los datos relativos a las diferentes empresas.
Esta tarea, a la fuerza más descriptiva, resulta extremadamente laboriosa al carecer de un fondo homogéneo y completo de documentación sobre las diferentes modalidades de trabajo forzado. De hecho, para localizar el trabajo de prisioneros de guerra englobados en Batallones de Trabajadores (BB.TT.) desde 1937 a 1940ha sido necesario complementar los datos sobre ubicación de las Planas Mayores del Fondo de Campos de Concentración y Batallones de Trabajadores del Archivo General del Tribunal de Cuentas (AGTC) con gran variedad de documentos del Archivo General Militar de Ávila (AGMA)8. En el caso de los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (BDST) la información del Tribunal de Cuentas se puede complementar con la información de la Jefatura de Campos de Concentración9 sobre la situación de los batallones a mediados de 1942. Por último, en el caso de los presos y las presas incluidos en el Sistema de Redención de Penas, los datos de las Memorias Anuales de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias deberán ser complementados con posteriores investigaciones.
Así pues, tenemos que decir que todavía estamos lejos de contar con un mapa completo de los trabajos realizados a nivel estatal, ya que la consulta de archivos municipales o de empresa no hace sino aumentar el listado de trabajos realizados por la mano de obra cautiva10. Tales son las dificultades, que a pesar de que contamos ya con algunos listados bastante completos de los trabajos realizados en función de la modalidad de trabajo forzado o de la localización, en la mayoría de los casos es necesario reelaborarlos para poder realizar un análisis desglosado por fechas y sectores económicos que nos permita conocer el peso de la mano de obra cautiva en cada sector o rama de actividad por diferentes fechas11.
Dicho de otra manera, la historiografía del trabajo forzado en España debería pasar de una fase de necesaria visualización de una realidad poco conocida a otra en la que los datos se presenten de manera que puedan ayudarnos a comprender algunas de las claves de las estrategias políticas y empresariales en torno al trabajo forzado, de manera que podamos recoger el reto planteado por el historiador Nicolás Sánchez Albornoz al explicar su experiencia como trabajador cautivo en el monasterio del Valle de los Caídos: «los historiadores de la economía tienen la palabra»12.
2Los trabajos forzados en la estructura económica vasconavarraUna primera aproximación a la estructura ocupacional de los trabajadores forzados en las provincias vasconavarras a través de la tabla 1 nos muestra que su trabajo estuvo muy marcado por las prioridades militares, algo que concuerda en gran medida con los datos fragmentarios que tenemos para el conjunto español (Mendiola, 2011a), y también con las líneas maestras de la política económica en los primeros años de posguerra (Martín Aceña, 2006; Catalán, 2003).
Ocupación de los presos y prisioneros en trabajos forzados (1937-1957)a
Bizkaia | Álava | Gipuzkoa | Navarra | Total | Total % | |
Trabajos hidráulicos | 550 | 550 | 1,5 | |||
Trabajos de reconstrucción urbana | 1.146 | 366 | 174 | 1.686 | 4,6 | |
Aeropuertos | 1.636 | 0 | 0 | 1.636 | 4,5 | |
Minería | 968 | 0 | 0 | 968 | 2,6 | |
Carreteras militares de montaña y fortificaciones de frontera y costa | 927 | 7.378 | 13.143 | 21.448 | 58,4 | |
Otras tareas militares o desconocidas | 3.120 | 1.627 | 294 | 887 | 5.928 | 16,1 |
Ferrocarril | 66 | 125 | 0 | 3.258 | 3.449 | 9,4 |
Carreteras civiles | 125 | 0 | 125 | 0,3 | ||
Industria | 530 | 110 | 27 | 667 | 1,8 | |
Talleres penitenciarios | 168 | 91 | 20 | 279 | 0,8 | |
Total | 8.561 | 1.752 | 8.364 | 18.059 | 36.736 | 100 |
Fuente: datos del anexo.
En esta tabla global no aparecen contabilizados los Batallones Disciplinarios 7 y 81, resultado de una refundación provisional de otros Batallones de Trabajadores en proceso de disolución, cuyos miembros ya están contabilizados en los batallones de origen. Esta razón, unido a que los mismos batallones cambiaron a veces de trabajo según la fecha, hace que las cifras globales aquí presentadas no concuerden exactamente con algunas de las cifras parciales.
Como se aprecia en la tabla 1, en el caso de estas provincias un 58,4% de los forzados trabajaron directamente en labores relativas a la fortificación de fronteras, ya fuera en carreteras de montaña o en fortificaciones. Ahora bien, si tenemos en cuenta que de los 21.448 prisioneros que participaron en estas tareas en Navarra el 54% de ellos lo hizo en la apertura de carreteras que posteriormente tuvieron un uso civil13, podemos concluir que menos de la mitad de los cautivos trabajó en labores estrictamente militares, mientras que el resto tuvo una incidencia clara en el conjunto de la actividad económica del momento y de los años posteriores. En este sentido, hay que destacar además la importancia de la las obras civiles de (re)construcción urbana e infraestructuras de transporte, así como otro tipo de trabajos varios relacionados directamente con labores militares. Por otro lado, el empleo de mano de obra cautiva estuvo mucho menos relacionado con sectores más dinámicos de la economía, como podía ser la industria o, en menor medida, la minería.
En cuanto a las fechas, hay que señalar, tal y como se refleja en la figura 1, que el máximo de ocupación en las 4 provincias se alcanzó en 1939 y 1940, momento a partir del cual empieza a descender la presencia de trabajadores forzados, tendencia esta que también ha sido constatada a nivel estatal14, si bien todavía entre 1952 y 1957 la empresa constructora Banús utiliza mano de obra cautiva en las obras del puerto de Bermeo y en el ferrocarril entre Bermeo y Sukarrieta, en la provincia de Bizkaia.
Por otro lado, si atendemos al peso de este tipo de mano de obra en el conjunto del mercado laboral, podemos constatar importantes diferencias entre el caso navarro, con porcentajes cercanos al 10% en 1939 y 1940 y el vizcaíno, donde el peso del trabajo forzado no llega a alcanzar el 2% de la población activa, porcentajes similares a los del conjunto español15. En cualquier caso, ese modesto peso a nivel global contrasta con la importancia que tuvo este tipo de castigo en momentos y sectores concretos.
2.1La minería vizcaína, un escenario experimental para el trabajo forzadoLa explotación de la cuenca minera vizcaína era uno de los objetivos estratégicos de las autoridades golpistas tras la toma de esta provincia, y de hecho en septiembre de 1937 se inician reuniones entre representantes del Círculo Minero y la Inspección de Campos de Concentración de Prisioneros (ICCP) de cara a la elaboración de un plan para la explotación de las minas y al empleo de prisioneros, debido, literalmente, a la falta de mano de obra en la zona: «ya que no hay en toda la zona obreros parados a los que, como es lógico, habría que atender preferentemente»16.
En este plan se recogen ambiciosas previsiones sobre las virtudes del uso de prisioneros de guerra y sus beneficios para las arcas públicas y la economía de guerra17. Además, se señala su importancia estratégica, ya que «se hace al mismo tiempo un ensayo político social que servirá para poner en marcha la explotación de las cuencas mineras de Santander y Asturias, que pronto serán liberadas»18.
Sin embargo, a pesar de que el plan preveía el uso de más de 2.000 prisioneros en las minas vizcaínas, a ellas no llegó más que un batallón de trabajadores, que en el momento de máxima actividad, octubre de 1938, contó con 968 prisioneros, tal y como se refleja en la figura 2. Si bien no contamos con los datos exactos del reparto en ese momento, sí que podemos conocer, gracias a la tabla 2, las minas y empresas en las que trabajaban los prisioneros en enero de 1939.
Evolución del número de prisioneros y total de trabajadores en la minería vizcaína.
Empresas mineras vizcaínas con prisioneros el 15 de enero de 1939
Mina | Propietario | Contratista | Localización | N.° pris. | Pris. en trabajoa |
Escarpada (Urallaga) | Altos Hornos de Vizcaya (AHV) | Galdames | 76 | 50 | |
Berango (La Caña) | AHV | Galdames | 26 | 23 | |
Concha 1 | Orconera I.O.C. | J. Jubeto | Gallarta | 175 | 92 |
Concha 2 | Soc. Franco Belga | A. Eguzquizaga | Gallarta | 114 | 70 |
Talleres ferrocarril Triano | Gallarta | 5 | |||
Escombrera El Zarzal | L. Nuñez Anchústegui | Gallarta | 29 | 23 | |
Mame | C. Zunzunegui | Olabarría y Zubizarreta | La Arboleda | 51 | 50 |
Blondin | Olabarría y Zub. | La Arboleda | 75 | 74 | |
Parcocha | James Campbell | Iceta Hermanos | La Arboleda | 82 | 79 |
Carmen 2 | Orconera I.O.C. | J. Jubeto | La Arboleda | 43 | |
Obras La Reineta | Olabarría y Zub. | La Arboleda | 7 | ||
Carmen 3 | Olabarría y Zub. | La Arboleda | 6 | ||
Otras | La Arboleda | 23 | |||
TOTAL | 712 | 461 |
Fuente: AMGA, CGG, 1, 46bis, 10, y Pastor (2010) pp. 47-50.
Tanto el hecho de que las cifras totales no respondieran a las previsiones iniciales, como el elevado número de prisioneros que no estaban en condición de trabajar (un 35,3% del total, según los datos de la tabla 2) nos pone de manifiesto las limitaciones de este tipo de modalidad represiva en las minas de Bizkaia19algo que ha sido analizado por Pastor, quien subraya las tensiones entre la patronal minera y la ICCP con relación a los pagos que las empresas debían realizar. De hecho, según esta autora la patronal aduce la baja productividad del trabajo de los prisioneros, así como la importancia de una serie de gastos no previstos en una primera instancia, como los relativos al alojamiento y alimentación, el mantenimiento de los prisioneros incapacitados temporalmente para el trabajo o las oficinas de contabilidad y gestión del trabajo del batallón. Todas estas razones, unidas a los cambios en el mercado internacional tras el final de la guerra y la vuelta a casa de mineros combatientes explican que el Batallón Minero sea uno de los primeros en disolverse, en septiembre de 1939.
2.2La necesidad de mano de obra cualificada en la industria vascaUna vez tomada Bizkaia, también en la industria siderúrgica se vio claro el problema de la falta de mano de obra de cara a un relanzamiento de la producción de materiales de guerra, tarea para la que la mayor parte de la burguesía vizcaína mostró muy buena predisposición20. Este problema, de todos modos, afectaba a buena parte de la industria de la zona sublevada, de manera que ya en mayo de 1938 se dicta una orden para la militarización de las empresas (Galvez, 2006; Catalán, 2009).
En lo que se refiere a la industria vasca, en la tabla 3 se puede ver que diversas empresas utilizaron este tipo de mano de obra durante la guerra, sobre todo en Bizkaia, si bien la mayor parte de ellas dejan de utilizar prisioneros a partir de 1939. En esta provincia las industrias más importantes fueron La Naval y Babcock Wilcox, ambas en Sestao, la Dinamita, de Galdakao, y Talleres Miravalles, mientras que en Gipuzkoa hay que destacar la fábrica de cemento de Arroa y la de armas, SAPA, en Andoain.
Trabajo de presos y prisioneros en la industria
Empresa | Localidad | Provincia | Año | N.° |
Star | Bilbao (Derio) | Bizkaia | 1938-39 | 5 |
Talleres Zorrozaurre | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 7 |
Imprenta Inspección de Bilbao | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 8 |
Compañía Nacional de Oxígeno | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 1 |
Pedro Barber y Cía | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 1 |
Echeverría SA | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 9 |
El Material Industrial | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 4 |
Basconia | Bilbao | Bizkaia | 1938-39 | 33 |
Fundiciones y Talleres Olma | Durango | Bizkaia | 1938-39 | 11 |
Hijos Ortiz de Zarate | Durango | Bizkaia | 1938-39 | 7 |
Basabe y Cía | Erandio | Bizkaia | 1938-39 | 7 |
S.E. Dinamita | Galdakao | Bizkaia | 1938-39 | 84 |
Stara | Gernika | Bizkaia | 1938-39 | 5 |
La Esperanza S.A. | Markina | Bizkaia | 1940 | 4 |
Talleres de Miravalles | Miravalles - Ugao | Bizkaia | 1939 | 49 |
Forja Amorebieta | Sestao | Bizkaia | 1938-39 | 6 |
S.E. Construcción Naval Astilleros de Sestao y Nervión | Sestao | Bizkaia | 1938-39 | 229 |
Babcock Wilcox | Sestao | Bizkaia | 1939-40 | 50 |
General Eléctrica Española | Sestao | Bizkaia | 1938-39 | 2 |
Cándido Echeandía Industria Militarizada | Bizkaia | 1938-39 | 3 | |
S.A. Placencia de las Armas | Andoain | Gipuzkoa | 1938-39 | 36 |
Fábrica de cemento (Ferrocarriles y Construcciones ABC) | Arroa | Gipuzkoa | 1942 | 60 |
Star | Eibar | Gipuzkoa | 1938-39 | 5 |
Talleres Offset | San Sebastían Donostia | Gipuzkoa | 1938-39 | 6 |
Fundiciones Pío Sarralde | Zumarraga | Gipuzkoa | 1938-39 | 3 |
Fábrica de armamento químico | Cortes | Navarra | 1938-39 | 17 |
Múgica, Arellano y Cia. | Pamplona -Iruñea | Navarra | 1944 | 10 |
Fuente: datos del anexo.
En realidad, son todavía necesarias investigaciones que entren en detalle en las estrategias de estas empresas y en el modo en que se relacionaron y beneficiaron del trabajo en cautividad. De todos modos, es evidente que fue un sector con menor presencia que otros de trabajo forzado, algo que queda en evidencia cuando calculamos el porcentaje de este sobre los totales de la plantilla, un 2,8% en el caso de Babcock Wilcox y un 13,4% en el caso de La Naval21.
De hecho, los datos con los que contamos hasta el momento sugieren que la utilización de mano de obra forzada en la industria se orientó a cubrir la falta de mano de obra cualificada, tal y como se pone de manifiesto en los casos de la fábrica de armas químicas de Cortes (Navarra)22, la empresa Placencia de las Armas SA (Andoain, Gipuzkoa)23 o la empresa vizcaína Sociedad Babcock Wilcox, que en enero de 1939 envía esta solicitud a la ICCP: «Con referencia al personal especializado, procedente de Campos de Concentración de Prisioneros y Presentados que tenemos solicitados para la fabricación de materiales de guerra (…) solicitamos los que se indican a continuación: torneros, 16; soldadores, (eléctrica y autogena), 8; ajustadores, 10; trazadores, 1; trazadores de calderería, 1; pintores, 2; modelistas, 3; electricistas bobinadores, 1; Total, 42»24.
2.3Obra pública civil: reconstrucción urbana e infraestructuras de transporteAdemás de en la industria y la minería, la construcción civil fue otro de los subsectores económicos con fuerte presencia de trabajadores en cautividad, tanto en lo referente a obras de construcción y reconstrucción urbana como en todo lo referido a las infraestructuras de transporte.
En lo que se refiere a la construcción urbana hay que señalar primeramente que estos trabajos obedecieron a un doble objetivo, ya que al meramente utilitario hay que añadir el valor simbólico de hacer reparar a los perdedores de la guerra «los daños perpetrados por las hordas marxistas», según el reglamento de los BB.TT25. Como se puede ver en la tabla 4, en estas provincias fueron 1.505 por lo menos los prisioneros empleados en tareas de reconstrucción. Además del caso de Gernika, de especial significado al acusar las autoridades franquistas a las tropas republicanas de la destrucción de la ciudad, encontramos la participación de prisioneros en otras localidades vizcaínas como Amorebieta, Bermeo, Bilbao y Ondarroa, o guipuzcoanas como Eibar y Zumárraga26.
Trabajos de presos y prisioneros en construcción y reconstrucción de núcleos de población
Trabajos | Localidad | Provincia | Fecha | Cautivos |
Viviendas, casa parroquial y estación de autobuses | Amorebieta | Bizkaia | 1938-1945 | 146 |
Obras en el puerto | Bermeo | Bizkaia | 1952-1957 | 87 |
Obras públicas | Bilbo | Bizkaia | 1938 | 400 |
Diversas edificaciones | Durango | Bizkaia | 1938 | 122 |
Diversas edificaciones | Gernika | Bizkaia | 1942 | 182 |
Diversas edificaciones | Lezama | Bizkaia | 1938-1939 | 74 |
Diversas edificaciones | Mungia | Bizkaia | 1938-1939 | 85 |
Reconstrucción de un puente | Ondarroa | Bizkaia | 1939 | |
Diversas edificaciones | Orozko | Bizkaia | 1938 | 50 |
Reconstrucción del hotel | Portugalete | Bizkaia | ||
Diversas edificaciones | Eibar | Gipuzkoa | 1942 | 125 |
Apertura de avenida | Zumarraga | Gipuzkoa | 1942-1944 | 60 |
Monumento religioso | Tudela | Navarra | 1939 ? | |
Diversos trabajos municipales | Villafranca | Navarra | 1938 | 174 |
Total | 1938-1957 | 1.505 |
Fuente: Datos del anexo.
En cuanto a las infraestructuras de transporte, tenemos que subrayar la presencia de mano de obra cautiva en tareas de ampliación y mejora del tendido ferroviario27. La tabla 5 nos muestra claramente la importancia de los trabajos en 2 de las líneas más importantes del tendido ferroviario estatal, la que atraviesa la Ribera de Navarra28, en su recorrido por el valle del Ebro entre Miranda de Ebro y Zaragoza, y el tramo navarro y alavés de la línea Madrid-Irun29. Estas 2 líneas estaban ya en funcionamiento, pero durante la guerra miles de prisioneros trabajaron en la construcción de la doble vía. Además, está constatada la presencia de 60 reclusos en la apertura del tramo Sukarrieta - Bermeo (Olaizola, 2006).
Trabajo en cautividad en el ferrocarril
Línea | Año | Número de forzados |
Castejón – Ribaforada – Cortes (Navarra) | 1938-1940 | 1.500-3.600 |
Altsatsu (Navarra) – Ziordia (Navarra) – Salvatierra (Álava) | 1939-1943 | 1.150 |
Bermeo – Sukarrieta (Bizkaia) | 1953-1958 | 60 |
Ferocarril del Irati en Pamplona (Navarra) a | 1938 | Desconocido |
Fuente: Datos del anexo.
Por otro lado, también es de destacar la presencia de mano de obra cautiva en la construcción de aeropuertos, recogida en la tabla 6. En este caso destaca el de Sondika (Bizkaia), en el que se ha constatado la presencia de las 3 grandes modalidades de trabajo forzado: BB.TT., BDST y Sistema de Redención de Penas por el Trabajo, siendo los últimos presos relevados por soldados que realizaban el servicio militar. Además, si bien no está concretado el número, hay constancia del trabajo de prisioneros en el aeródromo militar de Ablitas (Navarra).
Presos y prisioneros trabajando en aeropuertos
Aeropuerto | Año | N.° cautivos | |
BB.TT. 126 | Sondika (Bizkaia) | 1939-1940 | 756 |
BDST 30 | Sondika (Bizkaia) | 1940-1942 | 745 |
Destacamento de Redención de Penas (Dirección General de Infraestructuras) | Sondika (Bizkaia) | 1943-1944 | 136 |
Total Sondika | Sondika (Bizkaia) | 1939-1944 | 1.637 |
BB.TT. 63 | Ablitas (Navarra) | 1937-1939 | Desconocido |
«Total Sondika» hace referencia al total de las tres filas anteriores.
Fuente: Datos del anexo.
Para terminar este bloque dedicado a la construcción civil, es necesario señalar la presencia en Gipuzkoa de 125 penados en trabajos de carretera, así como la utilización de prisioneros en trabajos de canalización hidráulica y regadío, algo que se ha utilizado de manera mucho más profusa en otras zonas30, pero que también tiene una presencia en estas provincias, en localidades como Cortes, Villafranca, Tudela o Errenteria.
2.4Fortificaciones e infraestructuras militares: las carreteras del PirineoBuena parte del trabajo de los prisioneros englobados en BB.TT. consistió en diferentes tareas de apoyo a las unidades militares, como recuperación de material bélico, tareas de intendencia, reparación de automóviles o apertura de trincheras en tierra de nadie. Si bien para cuando se pone en marcha la organización de estos batallones ya no hay frente de guerra en esta zona, sí que hay constancia documental de utilización de prisioneros en el frente vasco, tanto durante las batallas31, para abrir trincheras o auxilio a unidades militares, como en los meses posteriores, para recuperación de material bélico32.
Ahora bien, los principales trabajos realizados por prisioneros en estas provincias tienen que ver con la fortificación de las fronteras tras el fin de la guerra33, fundamentalmente con la reconstitución de la Junta de Defensa y Armamento de los Pirineos Occidentales, y la elaboración de un plan de defensa del Pirineo Occidental (Mendiola y Beaumont 2006, 2007) plan que implicó la utilización de unos 21.000 prisioneros en tareas de fortificación y construcción de carreteras entre 1939 y 1945, especialmente en Navarra, en menor medida en Gipuzkoa, y de manera mucho más minoritaria en Bizkaia, con las fortificaciones costeras entre Getxo y Gorliz (tabla 7).
Trabajo forzado en carreteras y fortificaciones de frontera en Navarra
Localidades | Batallones | Año | N.° pris. |
Fortificaciones en Aurita/Burguete y Orreaga/Roncesvalles | BB.TT. 129 y 153 | 1939 | 1.098 |
Fortificaciones en Baztan (Errazu, Arizkun, Amaiur y Oronoz Mugaire) | BB.TT. 1, 64, 114 eta 128 y BD 7 | 1939-1940 | 3.463 |
Fortificaciones en Etxalar | BB.TT. 105 | 1939-1940 | 564 |
Fortificaciones en Bera | BB.TT. 14, 107; BDST 6 y 13 | 1939-1941 | 2.357 |
TOTAL FORTIFICACIONES | 7.482 | ||
Carretera Egozkue-Iragi | BB.TT. 3, 159, BD 81 y BDST 14 | 1939-1940 | 1.985 |
Carretera Roncal/Erronkari – Igari/Igari | BB.TT. 106, 127, BDST 6 y 38 | 1940-1941 | 2.354 |
Carretera Irurita – Artesiaga | BB.TT. 18, 159 y BDST 12 | 1939-1941 | 1.756 |
Carretera Oiartzun – Lesaka (tramo navarro, hasta Aritxulegi) | BB.TT. 100 y 169, BD 81, BDST 14 y BDST (P) 95 | 1939-1945 | 2.702 |
Total carreteras | 8.797 |
Fuente: datos del anexo.
En lo que a Gizpuzkoa se refiere, hay que señalar que además de las fortificaciones propiamente dichas, trabajaron miles de prisioneros en 3 carreteras: la de Lezo a Jaizkibel, la de Irún a Erlaitz, y la de Oiartzun al puerto de Aritxulegi, en Aiako Harria, que continuaba por el lado navarro hasta Lesaka. De todos modos, dado que los batallones trabajaban en una zona muy cercana entre ellos, la documentación no nos permite distinguir de manera clara cuántos de los prisioneros trabajaron en fortificaciones y cuántos en carreteras.
En Navarra, sin embargo, sí que podemos distinguir con precisión el trabajo realizado por los batallones, de manera que se puede apreciar el alto volumen de prisioneros que trabajaron en 4 carreteras: la de Igal a Roncal34, la de Egozkue a Iragi, la de Irurita a Artesiaga y la de Lesaka a Oiartzun35. En esta provincia, los prisioneros que trabajaban en estas carreteras suponían en 1940 más del 50% de la población activa en el sector de la construcción, porcentaje que deja clara la dificultad de acometer semejantes obras de manera inmediata con personal asalariado local o provincial (Mendiola, 2011a).
2.5Trabajos en cárceles y campos de concentraciónAunque el volumen total y su incidencia en la estructura económica es bastante menor, también hay que señalar que parte del trabajo en cautividad se realizó bien intramuros bien en los contornos de las prisiones y campos de concentración. En cuanto al primero de ellos, presos de cárceles y campos fueron utilizados en tareas constructivas en los alrededores, como la apertura de una carretera entre Aiegi y el Monasterio de Iratxe, o el trabajo de los prisioneros en la construcción de la cárcel de Nanclares de la Oca, así como en las inmediaciones del de Orduña (Bizkaia), cuyos prisioneros reconstruyeron el monumento a la Virgen de la Antigua36.
Por otro lado, en lo que se refiere al trabajo intramuros en los llamados Talleres Penitenciarios, hay que subrayar que este es fundamentalmente el tipo de trabajo que se asignó a las mujeres, de manera que quedaba socialmente más invisibilizado (Fernández Holagado, 2003, 2011). Sin embargo, dentro de las prisiones las mujeres presas trabajaron de diferentes maneras, fundamentalmente en labores textiles, estando en alguna ocasión su trabajo vinculado a empresas del exterior que se beneficiaban de ello, como en este caso la empresa Casa Egaña, de Mutriku, para la que trabajaban varias de las mujeres presas en la cárcel de Saturraran37. Ahora bien, incluso en algunos campos de concentración se plantearon también talleres de trabajo, como el taller de juguetes que hubo en el campo de la Universidad de Deusto38.
El trabajo de presos y presas dentro de las cárceles, de todos modos, no desapareció tras la posguerra, sino que se ha mantenido hasta finales del siglo xx a través de los llamados talleres penitenciarios, con reformulaciones del sistema de redención de penas, resultando fundamental para el funcionamiento diario de las prisiones (Lorenzo Rubio, 2010).
3Conclusiones y nuevos interrogantesComo ya hemos subrayado, estos datos deben servir como herramienta para seguir profundizando en el papel que tuvieron los trabajos forzados en la economía de guerra y la posguerra, de modo que las conclusiones que aquí se presentan pretenden ser un punto de partida para nuevos estudios comparativos en otras regiones, o para investigaciones monográficas en torno a empresas concretas.
En primer lugar, los datos presentados muestran la importancia que tuvo el trabajo forzado en la economía de estas provincias durante la guerra y la inmediata posguerra, ya que más de la mitad de los cautivos trabajaron en actividades de clara influencia en la economía civil de guerra y posguerra. De hecho, su contribución fue considerable en algunos sectores estratégicos, como la minería vizcaína, en la que llegaron a suponer, en 1938, casi un 20% de la mano de obra, o la industria, en la que su contribución, menor en número, se orientó fundamentalmente a cubrir la falta de mano de obra cualificada durante la guerra. Además, el trabajo de los prisioneros fue fundamental en las tareas de reconstrucción civil en poblaciones bombardeadas, fundamentalmente vizcaínas, y en la reconstrucción y mejora de vías de comunicación, como ferrocarriles en el valle del Ebro, el aeropuerto de Sondika (Bizkaia) o carreteras de montaña en la frontera guipuzcoana y navarra.
En segundo lugar, hay que subrayar que el trabajo forzado debe entenderse en el marco de la influencia de la guerra y la represión en el mercado laboral, tanto desde el lado de la oferta como de la demanda. La propia dinámica bélica significó un descenso en la disponibilidad de mano de obra, al tiempo que se generaba una enorme cantidad de prisioneros susceptibles de ser utilizados laboralmente. Así pues, la evolución numérica de ambos grupos laborales (libre y cautivo) y también los valores de género son fundamentales para entender la dinámica del mercado laboral desde el lado de la oferta de mano de obra39. En este sentido, es evidente que la demanda de mano de obra por parte de las empresas a partir de 1937 y su escasez en el mercado libre constituyó un estímulo para el aumento del trabajo forzado. Al terminar la guerra, sin embargo, la conciencia de las limitaciones de la cantidad de población que pudiera ser empleada como forzada, el aumento de la oferta de trabajo libre como consecuencia de la desmovilización de combatientes y la falta de dinamismo económico, con el consiguiente descenso de la producción industrial, fueron elementos que no incentivaron el incremento del trabajo forzado40. Es evidente, por lo tanto, la influencia de la situación del mercado laboral a la hora de explicar el recurso a la mano de obra forzada, no solo con relación a la coyuntura bélica, sino también en función de la disponibilidad de la mano de obra suficiente en determinadas regiones, como es el caso de los valles pirenaicos.
En tercer lugar, más allá de planteamientos meramente ceñidos a la oferta y demanda de mano de obra, resulta imprescindible profundizar en cuestiones relativas a los niveles de productividad alcanzados y en el análisis de los costes y beneficios que implicaba este sistema de cara a las empresas y el estado; esto es, estudiar el coste de oportunidad que implicaba la elección de mano de obra libre o forzada, para lo cual es necesario tener en cuenta tanto una serie de gastos relacionados con el trabajo forzado (vigilancia, cuidado y reproducción de la mano de obra) como los cambios acaecidos en el mercado laboral, con la drástica caída de los salarios reales (Vilar, 2004; González Portilla y Garmendia, 1988) y la pérdida de libertades sindicales. En este sentido, se pueden apreciar estrategias diferentes, tales como el abandono de la mano de obra forzada tras la guerra, en el caso de la minería, o su mantenimiento en otras ramas productivas, como la construcción41.
Para terminar, es necesario poner de manifiesto la relación entre el trabajo forzado y las estrategias de control y reclutamiento de mano de obra, estrategias que variaron también en función del nivel de cualificación de los trabajadores. A este respecto, los datos que hemos presentado muestran que el trabajo forzado tuvo mayor protagonismo y se prolongó más en el tiempo en actividades de menor cualificación laboral y que requerían una mayor movilización de la mano de obra, como los trabajos en la vía férrea, la construcción urbana o la apertura de un aeropuerto, todo ello en un contexto de nula innovación tecnológica42. Por el contrario, no hubo una utilización masiva del trabajo forzoso como elemento básico de la producción industrial, aunque algunas empresas sí que recurrieron a él durante la guerra en busca, especialmente, de personal cualificado imposible de contratar en el mercado libre.
Estas son, por lo tanto, algunas de los factores claves sobre los que la historiografía tendrá que seguir profundizando, de manera que podamos entender tanto el modo en el que se construyó la mayor red de trabajos de nuestra historia contemporánea como su progresiva disolución en un mercado laboral profundamente remodelado tras la guerra civil.
Listado general de los trabajos citados, por provincias (1937-1957)
Navarra:
Localidad | Trabajo | Batallón | Año | N.° de trabaj. forz. | Fuente |
Ablitas | Aeródromo | BB.TT. 63 | 1937 - 1939 | ? | - AGMA, CCG, A.2, L.154, C.14 |
Aiegi | Carretera al campo de concentración de Iratxe | C.C. Estella | ? | - Testimonios orales | |
Altsasu - Olazti - Ziordia | Doble vía Ferrocarril Altsatsu- Vitoria/Gasteiz | BB.TT. 149, 151 y BDST 95 (P) | 1943-1944 | 1.241 | - AGTC, INCCBT.*, caj 85, extr. 52-54; caja 85, extr. 55-58/Arenal,1999 |
Auritz/Burguete | Fortificaciones de frontera | BB.TT. 129 y 153 | 1939 | 1.098 | - AMGA, ODPir: 3572,169. - AGTC, INCCBT., caj 61, extr. 1-5; caj 99, ext. 45 |
Azagra | Obras carretera Azagra-Milagro | BB.TT. 50 | 1937 | ? | - AGMA, CGG, 2, 155, 38(obra solicitada sin confirmar) |
Bera | Fortificaciones de frontera | BB.TT. 14, 107 y BDST 6 y 13 | 1939 – 1941 | 2.357 | - AMGA, ODPir: 3572,169.- ATC, INCCBT, caja 61, extr. 1-5; caja 85, extr. 39; caja 61, extr. 37-44 |
Cárcar | Varios | 1937 | - AGMA. CGG., 2324, 1, 46 | ||
Carcastillo | Obras carretera Carcastillo-Sadaba-Egea | BB.TT. 50 | 1937 | ? | - AGMA, CGG, 2, 155, 38 (obra solicitada sin confirmar) |
Carcastillo | Camino a Sofuentes | BB.TT. 50 | 1937 | ? | - AGMA, CGG, 2, 155, 38 (obra solicitada sin confirmar) |
Castejón, Ribaforada, Cortes | Doble vía Ferrocarril Castejón-Zuera | BB.TT. 13, 149 y 66, 68 y 69 | 1938-1939 | 2.657 | - AGTC, INCCBT, caja 61, extr. 35; caj 85, extr. 52-54/AGMA, CGG, 1, 56. 8. |
Cortes | Fábrica armamentoquímico | 1938-1939 | 17 | - AGMA, CGG, 2, 156, 6 | |
Cortes | Acequias Canal de Lodosa | 1938 | 50 | - AGMA, CGG, 1, 57, 10 | |
Egozkue - Iragi | Carretera Egozkue-Iragi | BB.TT. 3, 159, BD 81 y BDST 14 | 1939-1940 | 1.985 | - AMGA, ODPir: 3572,169.- AGTC, CC.CC.BB.TT., caj 62, extr. 55-61; caj 61, extr. 6-9; caja 85, extr. 59-60; caj 62, extr. 5-33 |
Errazu, Arizkun, Amaiur, Oronoz Mugaire | Fortificaciones de frontera | BB.TT. 1, 64, 114, 128 eta BD 7 | 1939-1940 | 3.463 | - AMGA, ODPir: 3572,169. - AGTC, INCCBT, caja 61, extr. 1-5; caja 62, extr. 50-54; caja 85, extr. 40-44; caja 85, extr. 47-50; caja 61, extr. 21 |
Estella -Lizarra | Obras entrada al cuartel | C.C. Estella | 1939 | ? | - AGMA, CGG, 1, 55, 36 |
Etxalar | Fortificaciones de frontera | BB.TT. 105 | 1939 -1940 | 564 | - AMGA, ODPir: 3572,169.- AGTC, INCCBT., caja 85, extr. 30-34 |
Falces | Municiones Ejército Norte | BB.TT. 121 | 1938 | 145 | - AGMA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Irurita | Carretera Irurita – Aretesiaga | BB.TT. 18, 159 y BDST 12 | 1939 - 1941 | 1.756 | - AGTC, INCCBT, caja 62, extr. 34-38; caja 85, extr. 59-60; caja 61, extr. 23-34. |
Lesaka | Carretera Lesaka - Aritxulegi | BB.TT. 100 y 169, BD 81, BDST 14 y BDST (P) 95 | 1939 - 1945 | 2.702 | - AGTC, INCCBT, caja 85, extr. 27-29; caja 85, extr. 61-62; caj 62, extr. 55-61; caja 62, extr. 6-33.- AGMS, Sección (C.G.), Legajo R-61 (*) |
Oteiza de la Solana | Trabajos agrícolas | BB.TT. 64 | 1937 | 500 | AGMA, CGG: 1, 46bis, 1/Testimonio de B. Herraez |
Pamplona - Iruñea | Desvío del ferrocarrildel Irati | 1937 | desconocido | - AGMA, CGG, 1, 46 bis, 3 (obra sin confirmar) | |
Pamplona - Iruñea | Parque de Artillería | C.C. Pamplona | 1938 - 1939 | 25 | - AGMA, CGG, 1, 46bis, 9/AGMA, CGG, 1, 55, 23 |
Pamplona - Iruñea | Taller | Múgica, Arellano y Cia. | 1944 | 10 | - Acosta et al., 2004: 71 |
Pamplona - Iruñea | Talleres penitenciarios | 1949-1952 | 20 | - Acosta et al., 2004: 47 | |
Tafalla | Recuperación automóviles | 1938 | 40 | - AGMA, CGG, 1, 46bis, 9 | |
Tudela | Alcantarillado y diques del Ebro | BB.TT. 63 | 1937-1939 | 500 (+/−) | - AGMA, CCG, A.2, L.154, C.14,/A.1, L.57, C.11 /. Rodrigo, 2003:150 |
Tudela | Monumento público religioso | BB.TT. 63 | - Testimonios orales | ||
Villafranca | Arreglo de regadíos | BB.TT. 63 | 1938 | 190 | - AGMA, CGG, 1, 57, 11 |
Villafranca | Trabajos municipales | 1938 | 174 | - AGMA, CGG, 1, 46bis, 9 | |
Transmisiones | C.E. de Navarra | 1938 | 45 | - AGMA, CGG, 1, 46bis, 9 | |
Carbón vegetal | C.C. Pamplona | 1937 | 500 | - AGMA, CGG, 1, 46bis, 9 |
* Archivo General del Tribunal de Cuentas (Inventario de Nóminas de Campos de Concentración y Batallones de Trabajadores). Se señala la signatura original, si bien este fondo se ha trasladado posteriormente al Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.
Gipuzkoa:
Localidad | Trabajo | Batallón/Empresa | Año | N.° de trabaj. forz. | Fuente |
Andoain | Fábrica de armas | S.A. Placencia de las Armas | 1939 | 36 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9. Lasa, 2006; 427. |
Arrona | Fábrica de cemento | Ferrocarriles y Construcciones ABC | 1942 | 60 | - Acosta et al., 2004: 68 |
Berastegi (Bizkotxe) | Minas de hierro | Desconocida | ? | ? | - AGMA, CGG, 1, 57, 43.- Lasa, 2006: 427. |
Donostia – S. Sebastián | Fábrica | Talleres Offset | 1939 | 6 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Donostia – S. Sebastián | Obras cárcel exteriores | 1949-1952 | 31 | - Acosta et al., 2004: 45 | |
Eibar | Fábrica de armas | Star | 1939 | 5 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Eibar | Trabajos de reconstrucción | Ferrocarriles y Construcciones ABC | 1942 | 125 | - Acosta et al., 2004: 68 |
Errenteria | Caminos | Ferrocarriles y Construcciones ABC | 1942 | 51 | - Acosta et al., 2004: 74 |
Irun | Canal de defensa | Ferrocarriles y Construcciones ABC | 1944 | 130 | - Acosta et al., 2004: 68 |
Itziar | Carretera | Ferrocarriles y Construcciones ABC | 1942 | 125 | - Acosta et al., 2004: 68 |
Mutriku (Saturraran) | Taller penitenciario textil | Taller penitenciario (Casa Egaña – Mutriku) | 60 | - Acosta et al., 2004: 45 | |
Oiartzun, Lezo, Errenteria | Trabajos fortificación de frontera y carreteras:Lezo-Jeizkibel,Irun-Erlaitz yOiartzun - Aritxulegi | BB.TT. 2, 42, 76, 84, 89, 107, 123, 137, 142, BDT 80, 81, 87, BDST 11, 38, 52, y BDST (P) 94 | 1939-1943 | 7.378 | - AGTC, INCCBT, C. 86, extr. 26-28; C. 86, extr. 24-26; C. 86, extr. 29-34; C. 86, extr. 35-37; C. 65 extr. 1-6; C. 65. extr. 24-39; C. 65, extr. 35-41; C. 86, extr. 45-57; C. 86, extr. 12-15; C. 65 extr. 10-23; C. 65, extr. 30-34; C. 65, extr. 16-23; C. 65, extr. 42; C. 65, extr. 43-45; C. 86, extr. 1-11; C. 65, extr. 7-9 |
Zumarraga | Fábrica | Fundiciones Pío Sarralde | 1939 | 3 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Zumarraga | Obras públicas (avenida) | Ferrocarriles y Construcciones ABC | 1942-1944 | 60 | - Acosta et al., 2004: 68 |
Trabajos militares | Batallón Zapadores Minadores n° 6 | 1939 | 294 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Bizkaia:
Localidad | Trabajo | Batallón/Empresa | Año | N.° de trabaj. forz. | Fuente |
Amorebieta | Talleres penitenciarios | 64 | - Acosta et al., 2004: 49 | ||
Amorebieta | Obras de reconstrucción | Ayuntamiento y DGRD | 1938-1945 | 146 | - AMGA, CGG, 1, 57,13/- Acosta et al., 2004: 74 |
Bermeo | Obras puerto | Jubán S.A. | 1952-1957 | 87 | - Acosta et al., 2004: 74; Memorias de la Dirección General de Prisiones, 1953-1957 |
Bermeo - Sukarrieta | Ferrocarril Sukarrieta - Bermeo | Banús Hermanos | 1953-1958 | 66 | - Olaizola, 2006 |
Bilbao | Obras de reconstrucción | Ayuntamiento y Diputación | 1938 | 400 | - AMGA, CGG, 1, 57,11 |
Bilbao | Industria | S.A. Echevarría | 1938-1939 | 9 | Badiola (2011: 129) |
Bilbao | Industria | El Material Industrial | 1938-1939 | 4 | Badiola (2011: 129) |
Bilbao | Industria | C.A. Basconia | 1938-1939 | 33 | Badiola (2011: 129) |
Bilbao | Industria | C. P. Barber e H. | 1938 | 1 | Badiola (2011: 128) |
Bilbao | Industria | Star | 1938-1939 | 5 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Bilbao | Industria | Talleres Zorrozaurre | 1938-1939 | 7 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Bilbao | Obras exterior cárcel | 1949-1952 | 104 | - Acosta et al., 2004: 49 | |
Bilbao (Deusto) | Talleres de automovilismo | Batallón de Trabajadores Especialistas n° 10 | 1939 - 1940 | Badiola, (2011: 120) | |
Bilbao (Deusto) | Diversos talleres | Campo de Concentración | 1938-1939 | Badiola, (2011: 109) | |
Bilbao (Zorroza) | Recuperación de automóviles | Batallón 11 | 1939 | Badiola, (2011: 120) | |
Getxo-Plentzia | Fortificaciones de costa | BDST 92 (P) | 1942-1943 | 927 | - AGTC, INCCBT. C. 58, extr. 1-21 |
Durango | Obras de reconstrucción | Ayuntamiento y Diputación | 1938 | 122 | - AMGA, CGG, 1, 57,11 |
Durango | Industria | Fundiciones y Talleres Olma | 1938-1939 | 11 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Durango | Industria | Hijos Ortiz de Zarate | 1938-1939 | 7 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Durango/Bilbao | Trabajos militares | BB.TT. 14 y 15 y Cía de Trab. Pris... | 1937-1939 | 1.122 | - AGTC, CC.BB.TT. C. 96, extr. 3 y 13.- AMGA, CGG, 1, 46bis, 21; |
Erandio | Industria | Basabe y Cia. | 1938-1939 | 7 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Galdakao | Industria | S.E. Dinamita | 1938-1939 | 84 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Galdakao (Ganguren) | Repoblación forestal | Diputación Provincial | 1938 | Badiola (2011: 127) | |
Gernika | Obras de reconstrucción | DGRD | 1942 - 1944 | 182 | - Acosta et al., 2004: 74- Badiola, 2011: 156 |
Gernika | Industria | Star (Astra?) | 1938-1939 | 5 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Gorliz | Repoblación forestal | Diputación Provincial | 1938 | Badiola (2011: 126) | |
Larrabetzu - Sopela | Recuperación de material | Batallón de Zapadores Minadores n° 6 (1.a cía. Recuperación) | 1937 | 179 | - AGTC, CC.BB.TT. C. 96, extr. 15-28 |
Leioa | Compañía Especialista de Lamiaco | 1938 | Badiola (2011: 128) | ||
Lezama | Obras de reconstrucción | Ayuntamiento y Diputación | 1938-1939 | 74 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Markina | Industria | Esperanza, S.A. | 1940-1941 | 4 | Badiola (2011: 130); Memoria de la Dirección General de Prisiones, 1941 |
Miravalles - Ugao | Industria | Talleres de Miravalles | 1939 | 49 | Badiola (2011: 130) |
Mungia | Obras de reconstrucción | Ayuntamiento y Diputación | 1938-1939 | 85 | - AMGA, CGG, 1, 57,11/AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Ondarroa | Obras de reconstrucción | BB.TT. 148 | 1939 | - AMGA, CGG, 1, 155, 60 | |
Orozko | Obras de reconstrucción | Ayuntamiento y Diputación | 1938 | 50 | - AMGA, CGG, 1, 57,11 |
Portugalete | Obras de reconstrucción | - | - Semanario Redención, 15 de abril de 1939, p. 1 | ||
Sestao | Industria | Forja Amorebieta | 1938-1939 | 6 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Sestao | Industria | S.E. Construcción Naval Astilleros de Sestao y Nervión | 1938-1939 | 229 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Sestao | Industria | Babcok Wilcox | 1940 | 50 | - AMGA, CGG, 1, 57 44; - Acosta, 74 |
Sestao | Industria | General Eléctrica Española | 1938-1939 | 2 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 |
Sondika | Aeropuerto | BB.TT. 126, BDST 30 y DGInfraestr. | 1939-1944 | 1.636 | - AGTC, INCCBT, caja 58, extr. 22-25; c. 58, extr. 1-21.- Acosta et al., 2004: 74 |
Zona minera | Minas | BB.TT. 1 | 1938-1939 | 968 | - Pastor, 2010: 38 |
varios | Trabajos militares | prisioneros | 1938-1939 | 347 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9/AMGA, CGG, 1, 57,11 |
Industria | Cándido Echeandía Industria Militarizada | 1938-1939 | 3 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 | |
Ferrocarril | Ferrocarriles Triano Bilbao | 1939/01/01 | 5 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 9 | |
Trabajos militares | 1937 | - AGMA, CGG, 2, 1541, 1 |
Álava:
Localidad | Trabajo | Batallón/Empresa | Año | N.° de trabaj. forz. | Fuente |
Monte Gorbeia | Trincheras | Presos de la cárcel | 1936 | ? | - Fernández de Mendiola, 2007, 41 |
Nanclares/Langraitz | Cárcel nueva | D G Prisiones | 1959 | ? | - Acosta et al., 2004: 65 |
Nanclares/Langraitz | Desconocido | BB.TT. 201 | 1939 | 54 | - AGTC, INCCBT., c. 1, extr. 17 |
Nanclares/Langraitz | Desconocido | BB.TT. 24 | ? | - AGTC, INCCBT., c. 1, extr. 2-7 | |
Salvatierra/Agurain | Ferrocarril Vitoria - Alsasua | BDST (P) 95 | 1942 | 125 (+/−) | - Arenal, 1999 |
Subijana | Cantera de Techa | BB.TT. 217 | 1940 | - Fernández López, 2003: 41 | |
Vitoria/Gasteiz | Desconocido | Destacamento de fábricas y talleres | 1938 - 1939 | 150 | - AMGA, CGG, 1, 46bis, 17 |
Vitoria/Gasteiz | Desconocido | Agrupación de Trabajadores (comandancia de ingenieros) | 1939-40 | 69 | - AGTC, INCCBT., c. 1, extr. 2-3 |
Vitoria/Gasteiz | Desconocido | BB.TT. 200 | 1940 | 673 | - AGTC, INCCBT., c. 1, extr. 16 |
Vitoria/Gasteiz | Desconocido | BB.TT. 217 | ? | - AGTC, INCCBT., c. 1, extr. 2-6 | |
Vitoria/Gasteiz | Desconocido | BDT 89 | 1940-1941 | 681 | - AGTC, INCCBT., c. 1, extr. 5 |
Desconocido | Destacamento de fábricas y talleres | 1939 | ? | - AMGA, CGG, 1, 55, 31 | |
Vitoria-Gasteiz | Trabajos ferroviarios | BB.TT. 92 | 1940 | - Fernández López, 2003: 41 |
Este artículo forma parte del proyecto de investigación «Un universo de prácticas punitivas: el sistema concentracionario y carcelario en la posguerra española» (HAR2010-14845), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, siendo el investigador principal Pedro Oliver Olmo (Universidad de Castilla–La Mancha). Quisiera, por otro lado, agradecer las sugerencias que he recibido por parte de 2 evaluadores anónimos de esta revista.
En lo que se refiere al universo concentracionario, la organización de los primeros Batallones de Trabajadores en el contexto de guerra civil ha sido investigada por J. Rodrigo (2003, 2005), mientras que para los batallones de posguerra, los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, puede consultarse el trabajo de Beaumont y Mendiola (2004). En cuanto al entramado carcelario, el Sistema de Redención de Penas por el Trabajo ha sido estudiado en profundidad por G. Gómez (2008) y el equipo de investigación sobre el Canal de los Presos (Acosta Bono et al., 2004). En torno a la especificidad del trabajo de mujeres presas, véanse los trabajos de Hernández Holgado (2003, 2011). Para los trabajos forzados en el bando de la República, Ruiz (2009). Una completa recopilación de investigaciones en Gaston y Mendiola (2007).
Contamos con monografías sobre el uso del trabajo forzado en empresas o grupos empresariales emblemáticos como Daimler Benz (Gregor, 1998), Bosch (Hayes, 1987), IG Farben (Hayes, 2001) o Degussa (Hayes, 2004).
En esta cuestión profundizan las investigaciones de Allen (2002); Andreassi (2004); Bugglen (2008); Gruner (2006); Hayes (2002); Herbert (1997); Jaskot (2000); Roth (1997); Spoerer (2010); Spoerer y Fleischhacker (2002) y Wachsmann (2004).
Una interesante reflexión sobre los logros y retos de la historiografía alemana en esta cuestión puede encontrarse en el trabajo de Spoerer (2010). La necesidad de estudios comparativos ha sido subrayada con nuevas aportaciones por Bugglen (2008), y las carencias en torno a los estudios sobre empresas no alemanas por Lund (2010).
De hecho, con las excepciones de González Portilla y Garmendia (1998, pp. 113-115), y Galvez (2006, p. 487), se revela como prácticamente invisible en las principales publicaciones sobre historia económica y estrategias empresariales de este periodo (Sanchez Recio y Tascón Fernández, 2003; Fuentes Quintana, 2009; Martín Aceña y Martínez Ruiz, 2006; Cabrera y del Rey, 2002).
Oliver (2007) analiza el sistema de trabajos forzados en el marco de la evolución de la penalidad desde el Antiguo Régimen al estado liberal; el discurso de justificación ideológica en la organización de los sistemas concentracionario y penitenciario franquistas ha sido estudiado por Rodrigo (2005) y Gómez (2008, 2011); una visión panorámica desde la historia económica puede consultarse en trabajo de Mendiola (2011a). Sobre el mundo colonial, véanse los trabajos de Piqueras (2002), para Cuba, o de Nerín (2008), para Guinea.
La documentación del Fondo de Campos de Concentración y Batallones de Trabajadores del Tribunal de Cuentas (recientemente trasladada al Centro Documental de la Memoria Histórica, de Salamanca) tan solo recoge la localización geográfica de la Plana Mayor, cuando muchas veces los batallones estaban diseminados, y por norma general no se indica el tipo de trabajo realizado.
Ejemplo de esto son los datos recientemente proporcionados para Bilbao por Badiola (2011) a partir de documentación del Archivo Municipal de Bilbao, o la interesante información que proporciona la documentación de la Compañía de Ferrocarriles de Madrid – Zaragoza – Alicante, M.Z.A. (Mendiola, 2011b). También se puede encontrar información complementaria en capitanías de las regiones militares (Dueñas, 2008). Además, los testimonios orales y las memorias individuales ayudan a localizar buena parte de los trabajos realizados por mano de obra cautiva.
Contamos con listados de algunos de los trabajos realizados por los BB.TT. (Rodrigo, 2003, 2005), los presos y presas integrados en el Sistema de Redención de Penas, (Acosta Bono et al., 2004; Olaizola, 2006; Quintero, 2009) y los BDST (Beaumont y Mendiola, 2004), y existen relaciones bastante exhaustivas para Cataluña (Barriuso Babot, 2006; Clara, 2007; Dueñas, 2008 y Monfort, 2009) y Andalucía (Acosta Bono et al., 2004; Gutierrez y Martínez, 2007).
En el caso de Gipuzkoa es imposible, con los datos actuales, diferenciar el número de trabajadores en carreteras y fortificaciones. En Navarra, el ayuntamiento de Vidángoz solicitó en 1939 la apertura de una de estas carreteras «por razones comerciales», Mendiola y Beaumont (2006, p. 40).
Según la Comisión Técnica que impulsó el plan, la utilización de los prisioneros generaría unos beneficios mensuales de 400.000 pts. para el estado («que se pueden emplear en hacer nuevas obras dando de comer a otros prisioneros, con la cual se descarga doblemente la Hacienda», AGMA, CGG, 1, 57, 42). Las negociaciones de cara el uso de los prisioneros han sido estudiadas con más profundidad por Pastor (2010).
De hecho, no hay constancia de una posterior utilización masiva de mano de obra cautiva en las minas de Asturias o Cantabria, si bien está constada su presencia en algunas minas asturianas (Acosta Bono et al., 2004). En cualquier caso, con la excepción de los trabajos de Pastor (2010) para Bizkaia y Rodríguez Teijeiro (1999) para Ourense, no contamos con investigaciones monográficas sobre el uso de prisioneros de guerra en la minería. A este respecto, también es interesante el documental de Terron (2007) sobre la minería del Bierzo.
Véase, entre otra documentación, el «Informe de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao sobre los problemas que se planteaban a las zonas liberadas al Ministro de Industria y Comercio, sr. Suances», González Portilla y Garmendia (1998, pp. 122-123).
Los datos de las plantillas de estas empresas se encuentran en el trabajo de González Portilla y Garmendia (1988, p. 125). En cualquier caso, son porcentajes mucho menores que los registrados en la industria alemana, Herbert (1997, pp. 205-238).
El 3 de mayo de 1938 se hace desde la fábrica una solicitud a la ICCP de 20 prisioneros con oficio especificado, al «precisar la recluta de nuevo personal especializado» (AGMA, CGG, 2, 156, 6).
En Andoain, Lasa (2006), p. 427, ha recogido este testimonio de Beatriz Aparicio, cuya madre trabajaba preparando comidas y lavando ropas a los prisioneros que trabajaban en la fábrica de SAPA: «Jende trebatua zen, nor bere ofizioan, ezinbestekoak izango ziren lanpostu tekniko zehatzetan» (era gente especializada, cada uno en su oficio, serían imprescindibles en puestos técnicos concretos).
Escrito dirigido por la empresa a la ICCP el 14 de enero de 1939, siendo aprobada el 21 de de febrero, «con la condición precisa de no ser naturales ni domiciliados en las provincias vascongadas». En el mismo expediente se hace referencia a peticiones de otras empresas, en las que se subraya la necesidad de trabajadores «especialistas» (AGMA, CGG, 1, 57, 44). Badiola (2011, pp. 129-130), hace también referencia a solicitudes de otras empresas como Echevarría, Talleres Taetz, El Material Industrial, Basconia, y Talleres de Miravalles en las que se especifican los oficios requeridos, si bien en algunos de ellos las peticiones no fueron atendidas.
Para el caso de Gernika es imprescindible la consulta de las investigaciones de Etxaniz Ortuñez y Palacio Sánchez (2003). Para Bilbao, Badiola (2011, p. 133), aporta detalles sobre la participación de prisioneros en la reconstrucción de la villa. En el caso de Aragón, véase Rodrigo (2006).
El trabajo de presos en los ferrocarriles ha sido estudiado por Olaizola (2006) y Mendiola (2011b).
Es especialmente difícil especificar el número de prisioneros que trabajaron en el tramo navarro, si bien los recogidos en el anexo aparecen localizados en Castejón, tanto porque eran trasladados continuamente de pueblo a pueblo como porque hay constancia documental de la inestabilidad de varios de los batallones que trabajaron ahí, ya que fueron enseguida trasladados a zonas de batalla.
En este caso, varios de los prisioneros trabajaron en la cantera de Orube, de donde se extraía piedra para la vía. Sobre el trabajo en esta línea, la cálida acogida que buena parte de la población civil dispensó a los prisioneros, o las tramas de corrupción entre oficiales es muy interesante la lectura de las memorias de Isaac Arenal (1999).
El médico anarquista Isaac Puente escribe en la cárcel, antes de ser fusilado, que presos de la cárcel de Vitoria eran trasladados a la zona del monte Gorbea para abrir trincheras (Fernández de Mendiola, 2007, p. 41). Por otro lado, hay constancia documental de la presencia de un batallón de prisioneros con el ejército sublevado antes de la ocupación de Bizkaia (AMGA, CGG, 2, 154, 1).
El prisionero Rufino Orozco ha descrito operaciones de sabotaje en la recuperación de material bélico en el monte Bizkargi Mendiola y Beaumont (2006).
Además del Pirineo, se pusieron en marcha trabajos similares en el Campo de Gibraltar Albargani (2006) o las Islas Canarias (Quicio Arte Expansión, 2005).
Sobre esta carretera contamos con la monografía de Mendiola y Beaumont (2006), y con las memorias de varios prisioneros, como Félix Padín (2009), Mariano Cantalapiedra (2009), Antonio Martínez y Pepe Barajas (2007), todas ellas disponibles en el portal de los colectivos Memoriaren Bideak e Instituto Gerónimo de Uztariz (www.esclavitudbajoelfranquismo.org). Así mismo, se han realizado dos documentales, Desafectos (Eguzki Bideoak, 2007) y Al enemigo, ni agua (Azpiroz y Cristobal, 2011).
Se conservan las memorias de 3 prisioneros que trabajaron en esta carretera: Etxaburu (1989), Uribe (2007) y Padín (www.esclavitudbajoelfranquismo.org).
Para Nanclares de la Oca, véase el trabajo de Monago (1998), mientras que para el campo de Orduña se puede consultar la investigación de Badiola (2011), pp. 150-151.
Varios de los testimonios de estas mujeres aparecen en el documental Prohibido Recordar (Larreategi y Martínez, 2010).
La importancia de los valores de género a la hora de explicar el recurso a los trabajos forzados y la manera en que fueron organizados ha sido puesta de manifiesto en la historiografía alemana: Herbert (1997), pp. 387 - 392; Gregor (1998), pp. 153 – 156; Hayes (2001), pp. 341-342. Para un análisis sobre la incidencia en los mercados de trabajo de los valores y políticas de género durante el primer franquismo, véanse el trabajo de Borderías y Pérez-Fuentes (2009).
Las estimaciones de Prados de La Escosura y Rosés (2009, p. 1077) muestran un estancamiento en el total de horas trabajadas en la década de 1940 una vez que se alcanza el volumen de 1935-36. En el caso de la industria vizcaína, Lorenzo Espinosa (1989, p. 87), ha constatado una caída en la producción tras el aumento registrado entre 1937 y 1940.
Un análisis de los cambios en las estrategias empresariales respecto a la mano de obra forzada en el ferrocarril de la inmediata posguerra puede consultarse en Mendiola (2011b).
Un análisis de las políticas tecnológicas y científicas en el primer franquismo, fundamental para entender la apuesta por métodos intensivos en trabajo, como estos que nos ocupan, puede consultarse en el trabajo de Sanz Menéndez y López García (1997).