El libro se propone conceptualizar y analizar las estrategias y políticas que permiten a los territorios (naciones, regiones, ciudades y municipios) mejorar su competitividad, y que estimulan la sostenibilidad de los procesos de desarrollo, a través de las iniciativas y de las acciones de los agentes y de los actores territoriales. Se trata de hacer una reflexión académica, utilizando una aproximación multidisciplinar (económica, histórica y geográfica), que arroje luz sobre cuestiones que no suelen discutirse en profundidad. Para ello, en el libro se presentan las aportaciones de investigaciones financiadas por la Comisión Europea, el Gobierno Vasco y el Ministerio español de Economía y Competitividad.
El libro responde a cuestiones centrales sobre las estrategias y políticas de desarrollo de los territorios, entre las que se pueden destacar las siguientes: ¿cuáles son los objetivos que hacen sostenibles los procesos de desarrollo económico, social y medioambiental? ¿Qué prioridades se establecen en las estrategias en lo que se refiere a la especialización productiva, a la adopción de innovaciones tecnológicas y organizativas, a la utilización de los recursos y a las capacidades de los territorios? ¿Cuáles son los agentes (empresas, clústeres, administraciones, centros de investigación y conocimiento), más capaces para llevar a cabo las iniciativas y las acciones de la estrategia? ¿Cómo se debe de ejercer el liderazgo, la gobernanza y la ejecución de las acciones de la estrategia?
Las investigaciones profundizan en las cuestiones teóricas de las estrategias territoriales y las contrastan empíricamente, estableciendo las relaciones con la economía del desarrollo, la geografía económica y con la historia de los territorios. Así, el libro, por un lado, elabora una conceptualización integral de las estrategias territoriales, a partir de la interpretación de las experiencias pasadas, que sirva para que los actores políticos y sociales diseñen, ejecuten y evalúen las acciones y las políticas actuales y futuras. Además, el análisis de casos permite comprobar en qué medida la realidad se ajusta a la interpretación adoptada.
La conceptualización de las estrategias territoriales se inicia con el trabajo de Mikel Navarro, quien argumenta que las acciones de las estrategias territoriales deben de definirse en función de las prioridades económicas, tecnológicas y científicas, por un lado, y de las capacidades que es necesario desarrollar, concediéndole particular atención a los agentes y a los actores, así como a las relaciones internas del territorio y con otros territorios. Christian Ketels complementa la visión de Navarro, indicando que la utilización del concepto de estrategia territorial suele funcionar parcialmente y sostiene que las estrategias regionales deberían de dar prioridad a los entornos emprendedores que apoyan las actividades en las que el territorio desea especializarse. Maria Jose Aranguren y Miren Larrea dan un paso adelante y muestran la relevancia de las normas y reglas de juego, y proponen que los territorios fortalezcan el capital social potencien la gobernanza, creen redes, desarrollen las capacidades de innovación y faciliten los liderazgos; ello explicaría por qué la estrategia y las políticas toman formas diferentes según las características del territorio. Edurne Magro y Claire Nauwelaers, a su vez, argumentan que para que los resultados de las estrategias y políticas sean los esperados conviene que los gobiernos creen espacios que faciliten la coherencia, la comunicación y la coordinación entre los actores públicos y los agentes privados. Por último, Edurne Magro y James Wilson añaden que para ello es necesario, además, implantar sistemas de evaluación adecuados a las estrategias y a las políticas territoriales, que coevolucionen con los procesos de desarrollo.
La estrategia territorial del País Vasco es el primero de los casos de estudio (sobre las regiones, ciudades y regiones fronterizas) realizado por Jesús Valdaliso. Se trata de una historia con éxito de la estrategia de desarrollo de una región industrial durante más de 35 años, impulsada por la cultura empresarial, la adaptación de las instituciones a la realidad que cambia y la adopción de nuevas formas de organización. Robert Higgins y Rhiannon Pugh argumentan que Gales, a pesar del apoyo de la Comisión Europea, no ha sido capaz de fortalecer su sistema productivo mejorando la capacidad emprendedora e introduciendo innovaciones, debido a las debilidades en la gobernanza, las disputas interdepartamentales y a los continuos cambios de las políticas regionales. Pablo Costamagna, Maria Jose Aranguren y Miren Larrea argumentan que el éxito de la política regional de Rafaela se debe a la reacción de la comunidad local ante el shock creado por la crisis de los años 90, que produjo un importante cambio social, a la cooperación entre los actores locales y al mantenimiento en el tiempo de las políticas locales. Christian Tangkjaer y Ola Jonsson explican cómo la estrategia territorial para la creación de la región fronteriza de Oresund entre Dinamarca y Suecia no tuvo éxito a pesar de la creación de un puente en el canal entre los 2 países, las iniciativas políticas y el partenariado público/privado, debido a la dificultad de uniformar las normas y la regulación de los territorios, lo que condujo a la definición de estrategias diferentes para las ciudades de Malmö y Lund. Keith Culver, Nicky Dhalival, Malida Mooken y Roger Sugden analizan como el proyecto de estructurar la región de Okanagan en Canadá fue imposible debido a que los territorios no comparten la misma historia, no tienen la misma identidad socioeconómica, no comparten reglas de juego, y carecen de una administración común, lo que explica que la formación de la región sea un proceso lento, que precisa de un proyecto común. Maria Jose Aranguren, Mikel Navarro y James Wilson hacen un análisis comparativo de las estrategias de investigación e innovación (EII) del País Vasco, Navarra y Murcia, prestando particular atención a la complejidad de la gobernanza y de la estabilidad política, y la relevancia de los territorios para las EII; sostienen que los factores geográficos, estructurales e institucionales, que forman el entorno regional, interactúan entre sí condicionando la propia estrategia regional, por lo que cada región sigue su propio camino en función de su historia y de la complejidad de las relaciones para su gobernanza.
Jesús Valdaliso y James Wilson cierran el libro con un capítulo en el que presentan las conclusiones sobre las estrategias y políticas territoriales. Argumentan que el surgimiento de las estrategias y políticas territoriales suele apoyarse en el estímulo que crea una crisis o en las reflexiones de los actores locales, que exige dar una respuesta a los desafíos que plantea la dinámica económica, política y social. Para transformar la necesidad en una oportunidad, los territorios precisan disponer de organizaciones gubernamentales bien implantadas, mejor si se ha producido la descentralización y la devolución de poderes a las regiones y ciudades, y, excepcionalmente, cuando cuentan con el apoyo de organizaciones internacionales, como la OCDE o la Unión Europea. Las estrategias territoriales se suelen formular a través de planes estratégicos en cuya definición participan los empresarios, los políticos, las administraciones y las organizaciones sociales. Los resultados están condicionados por la interacción de los actores y los agentes territoriales, por el mantenimiento de políticas a largo plazo de los territorios, y por la participación ciudadana en los proyectos.
Para definir y ejecutar eficazmente los planes estratégicos es necesario que los actores se pongan de acuerdo en los objetivos y en los contenidos de la estrategia, y, además, adopten una visión territorial. El consenso en los objetivos económicos sociales y medioambientales conduce, en última instancia, a la prosperidad de los ciudadanos y de las empresas, mientras que los acuerdos sobre las prioridades productivas de las actividades y de los mercados tienen efectos sobre el sistema económico. Detrás de todo ello estarían la historia, la cultura y la identidad de los territorios, que coevolucionan con el desarrollo económico del territorio.
La estructura de la estrategia de un territorio es siempre compleja no solo porque tiene que identificar la producción, las actividades, las tecnologías y los actores, que les permiten competir con éxito en los mercados nacionales e internacionales, sino también debido a su dimensión política, ya que se requiere el acuerdo entre los actores privados y el estado. Su complejidad está asociada con la disponibilidad de un conjunto de normas y reglas de juego, que faciliten la formación de redes entre los actores locales y refuerce la capacidad competitiva de las empresas, que permitan a las políticas públicas superar los fallos de mercado y que creen sinergias con otros territorios de manera que se supere la competencia entre regiones y se facilite la integración en un mundo global, en el que las fronteras administrativas han perdido la relevancia del pasado.
Además de presentar los resultados de las investigaciones, el libro plantea interrogantes sobre cuestiones importantes como las siguientes. ¿Cuál sería actualmente la conceptualización del desarrollo más adecuada para abordar la evolución y las transformaciones de los territorios? ¿Sigue siendo útil la interpretación del crecimiento endógeno, el pensamiento neo-schumpeteriano o la visión de Sen? ¿Es de interés introducir en la discusión la cuestión de la globalización y la integración internacional que permita argumentar sobre la competitividad de las empresas y territorios en los mercados nacionales e internacionales? ¿Qué relevancia tiene el pensamiento institucionalista de North, de Ostrom o de Acemoglu y Robinson en el desarrollo territorial? ¿Cuál es el efecto de las instituciones formales e informales en los procesos de desarrollo, la creación de clústeres y de cadenas globales de valor, y la formación de sistemas regionales de innovación? La respuesta a estas y otras preguntas permite seguir profundizando en las estrategias y políticas de los territorios.