Construir un instrumento que identifique a los pacientes con dificultades para obtener, comprender y utilizar la información sanitaria.
Material y métodoEstudio cualitativo mediante entrevistas semiestructuradas y técnica de consenso. Se realizó una revisión de la literatura sobre alfabetización en salud y entrevistas semiestructuradas a expertos en el tema. Se diseñó un instrumento y se determinó su validez de contenido mediante la técnica Health Consensus. Los participantes fueron profesionales sanitarios y representantes de pacientes (5 entrevistas semiestructuradas y 60 Health Consensus).
Se diseñó un instrumento de medida del nivel de competencias y alfabetización en salud de los pacientes. Se detectaron 7 categorías sobre el constructo competencias y alfabetización en salud: capacidad para buscar información, para comprender la información, para comunicarse con los profesionales sanitarios, capacidad de comprensión operativa, competencias en la toma de decisiones, capacidad para moverse por el sistema sanitario y competencias en autocuidado.
ResultadosInstrumento de 12 ítems. Las puntuaciones medianas obtenidas en el Health Consensus se situaron entre 6,08 (1,43) y 7,22 (1,52), con un nivel de acuerdo entre el 73,87 y el 84,19%. Finalmente, se obtuvieron 5 ítems para valorar las competencias en salud de los pacientes.
ConclusionesEl instrumento VACS es una herramienta útil para detectar a personas con riesgo de dificultades para obtener, comprender y utilizar la información sanitaria. Esto permitiría al profesional centrar su atención en el tipo de información que el paciente necesita en cada momento y adaptarse mejor a sus necesidades.
To design a questionnaire to identify patients with difficulties to obtain, understand and use health information.
Material and methodQualitative study through semi-structured interviews and a consensus technique. A review of the literature on health literacy was carried out. Five semi-structured interviews were conducted with experts in the field. A 12-item instrument was designed. Content validity was determined using the Health Consensus technique.
Participants were health professionals and patient representatives (5 semi-structured interviews and 60 Health Consensus).
An instrument to measure the level of skills and literacy in patients’ health was developed. The measures were 7categories on the health competencies and literacy construct: Ability to search for information, ability to understand the information, ability to communicate with health professionals, capacity for operational understanding, competence in decision making, ability to move and navigate through the health system, and competencies in self-care.
ResultsA 12-item questionnaire was designed. The median scores obtained in the Health Consensus ranged between 6.08 (1.43) and 7.22 (1.52), with an agreement level of between 73.87% to 84.19%. Finally, a 5-item instrument was obtained to assess the patients’ health competencies.
ConclusionsThe questionnaire is a useful tool to detect those at risk of having difficulties in obtaining, understanding and using health information. This would allow professionals to focus their attention on the type of information patients need and better adapt it to their needs.
La prevalencia de enfermedades crónicas ha aumentado en los últimos años, representando la primera causa de muerte a nivel mundial1. El impacto de los costes directos e indirectos generados principalmente por los tratamientos de larga duración y los episodios recurrentes de hospitalización suponen un compromiso para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios2. Entre las medidas para afrontar esta situación, las estrategias para incrementar el autocuidado y el automanejo de la enfermedad por parte de los pacientes y los familiares se han asociado a mejores resultados en salud3,4.
Diversos factores influyen en el automanejo de la enfermedad crónica en los pacientes, como el nivel socioeconómico, la cultura, la comorbilidad, la complejidad del tratamiento o la capacidad de comunicación en un contexto clínico5. Además, también se ha demostrado que la T (AS), traducción del término health literacya presenta una relación directa con la comprensión y la aplicación de la información sanitaria oral y escrita6. La valoración de estos aspectos por parte del profesional sanitario en el entorno clínico es un aspecto positivo, ya que puede permitir a los distintos agentes implicados en el seguimiento de la enfermedad adecuar el contenido, la complejidad de los mensajes y las intervenciones dirigidas a los pacientes7,8.
Por este motivo, en los últimos años se han desarrollado instrumentos de valoración de la AS desde distintas perspectivas9. En primer lugar, los test de reconocimiento de palabras permiten valorar el nivel de AS de una persona en poco tiempo (de 1 a 3 min) debido a su rapidez en la administración10. El instrumento más utilizado es el Rapid Estimate of Adult Literacy in Medicine (REALM)11. Se trata de un cuestionario de reconocimiento y pronunciación de términos médicos, donde se pide al paciente que lea y repita en voz alta una lista de ítems. El nivel de AS está relacionado directamente con el número de palabras bien pronunciadas. Por otro lado, los test de comprensión de información en salud permiten valorar la capacidad de entendimiento e integración de la información en salud tanto escrita como numérica10. En este sentido, el Test of Functional Health Literacy in Adults (TOFHLA) es el más utilizado11. Consiste en un cuestionario con información médica y datos numéricos que el paciente ha de leer para posteriormente contestar un test que evalúa su capacidad de comprensión.
Diversos autores destacan que estos instrumentos presentan algunas limitaciones, como son el tiempo elevado de administración, la poca precisión de los resultados extraídos del análisis, la falta de detección de dimensiones representativas o el provocar sensación de incomodidad o inferioridad en las personas examinadas10,13,14. Además, estos instrumentos de valoración deberían tener en cuenta otros factores que influyen en la capacidad para comprender la información, como son las posibles discapacidades visuales, auditivas o cognitivas del paciente e incluirlas en la valoración para que sean ponderadas de acuerdo con las restricciones que pueden producir14. Otros estudios destacan la necesidad de que las instituciones y los centros sanitarios faciliten la creación de un entorno físico de las instalaciones que sea más accesible y fácil de usar para los pacientes15.
No se ha encontrado en la literatura un instrumento validado que permita valorar aquellos factores que interfieren en el proceso de comprensión de los pacientes respecto a las indicaciones proporcionadas por los profesionales sanitarios. Por este motivo, se inició el presente estudio, con el objetivo de diseñar y construir un instrumento que permita a los profesionales identificar a las personas que presenten barreras para obtener, comprender y utilizar la información sanitaria.
MetodologíaEl instrumento Valoración de Competencias en Salud (VACS) se ha desarrollado en 2fases. La primera incluyó la revisión de la literatura sobre los distintos modelos conceptuales de AS y de los instrumentos de medida de este constructo existentes en la actualidad, así como la realización de entrevistas semiestructuradas a 5 personas clave en el ámbito de la AS.
La segunda fase consistió en el diseño y la construcción del instrumento. Para ello, se llevó a cabo una estrategia de recogida de datos a través de una variación de la metodología Delphi denominada Health Consensus16, en la que participaron un grupo de 60 profesionales sanitarios (fig. 1).
Fase I. Desarrollo del marco conceptualLa fundamentación teórica del instrumento VACS partió en primer lugar de la revisión de la literatura. Se implementó una estrategia de búsqueda con las palabras clave «health literacy assessment» y «health literacy tool» en Pubmed y Web of Science. Los artículos obtenidos fueron analizados mediante un proceso secuencial que incluye la comprensión, la síntesis y la evaluación crítica de los datos obtenidos. A través de la revisión de la literatura se identificaron 278 artículos, de los que se descartaron 220 tras la revisión del título y 42 tras la revisión del resumen por no estar centrados en el objetivo del estudio. Finalmente, se seleccionaron 16 artículos que analizaban los distintos instrumentos de medida existentes en la actualidad sobre AS.
Se constituyó un comité de expertos formado por profesionales reconocidos de distintas áreas de atención primaria y especializada, así como de líderes de organizaciones de pacientes, con el objetivo de identificar, mediante entrevistas semiestructuradas, las características que determinan el perfil de personas con riesgo de presentar bajas competencias en salud. Finalmente, se contó con 5 expertos que cumplían con los siguientes criterios de inclusión: reconocida experiencia y trayectoria en el sector de atención a enfermos crónicos; ámbito de atención primaria, especializada o académica; investigadores del área de la AS y líderes de organizaciones de pacientes.
Para la realización de las entrevistas semiestructuradas se elaboró un guion con base en la revisión de la literatura y los temas emergentes relacionados con los objetivos del estudio. Sus ámbitos temáticos fueron la definición del término AS y sus dimensiones, el impacto del nivel de AS en los resultados en salud, los instrumentos disponibles para su medida, la necesidad y la utilidad para los profesionales sanitarios y las áreas o ítems a tener en cuenta en su valoración.
Las entrevistas semiestructuradas tuvieron una duración media de 30 min. Se registraron en formato audio y se realizó una transcripción textual del contenido para su posterior análisis. Las técnicas utilizadas para realizar el análisis de la información cualitativa fueron la expansión constante (se incluyeron nuevas preguntas a las entrevistas para profundizar en ideas aportadas en entrevistas anteriores), el muestreo teórico (se seleccionaron determinados perfiles de participantes para obtener un amplio abanico de visiones) y la comparación continua (por la que la información obtenida se fue contrastando y comparando de forma continuada con la información previa a medida que esta se iba obteniendo)17.
Una vez realizada la transcripción de las entrevistas, se realizó un análisis de contenido de la información, en el que los temas emergentes fueron codificados y categorizados a través de un proceso deductivo de comparación continua. El proceso de análisis de la información incluyó las siguientes fases: transcripción de las entrevistas, preparación y revisión de las unidades y de la matriz de análisis, identificación de la dinámica del grupo y de los participantes, categorización inicial del texto, relación entre el marco teórico y los casos individuales, y validación de la fase de análisis mediante la triangulación de la información18.
Fase II. Generación de ítems, validez aparente y de contenidoA partir de este análisis se definieron los ítems preliminares que sirvieron para la construcción de la primera versión del cuestionario. Estos fueron propuestos por el grupo de expertos durante las entrevistas semiestructuradas con base en las dimensiones identificadas previamente, así como por el equipo investigador tras la revisión de la literatura.
El proceso de formulación de los ítems siguió las recomendaciones de Harrison y McLaughlin19, por lo que se elaboraron ítems simples y cortos, y se evitaron oraciones compuestas o dobles afirmaciones. El formato de respuesta a los ítems fue dicotómico (sí/no), ya que, al tratarse de un instrumento a cumplimentar por los propios profesionales sanitarios durante la consulta clínica, su tiempo de administración debía ser breve.
Una vez identificados los indicadores, se construyó un cuestionario de 12 ítems. El mismo se sometió a la técnica de Health Consensus para valorar su contenido y seleccionar los ítems definitivos. Para ello, se utilizó una plataforma online basada en la inteligencia colectiva. Esta técnica tiene sus orígenes en el método Delphi, probado previamente en los procesos de innovación tecnológica20.
Para la selección de los participantes se creó una base de datos que incluyó profesionales sanitarios a nivel nacional de distintas disciplinas del área de medicina, farmacia, enfermería, atención primaria, atención especializada, gestión, etc., además de la participación de pacientes. Un total de 135 personas, según estos criterios, recibieron la invitación para participar en el estudio, de los que respondieron 60, lo que implica una tasa de respuesta del 46%. La plataforma estuvo disponible durante un mes y se realizaron 3 recordatorios.
De acuerdo con los principios de este método16, cada participante respondió en 2oleadas sobre su grado de conformidad con relación a la adecuación de los 12 ítems para valorar el constructo propuesto. Para ello, se puntuó cada ítem mediante una escala de respuesta tipo Likert de 0 a 9, siendo el valor 9 el que mostraba la máxima conformidad.
Para cada ítem se calcularon la puntuación media y la desviación típica. Se determinó el grado de consenso entre los participantes mediante 2oleadas, incluyendo en el instrumento final los ítems que consiguieran un consenso del 80% o mayor21.
ResultadosEl análisis de contenido de las entrevistas semiestructuradas a expertos dio como resultado las siguientes categorías para la construcción del instrumento: 1) capacidad para buscar información; 2) capacidad para comprender la información; 3) capacidad para comunicarse con los profesionales sanitarios; 4) comprensión operativa; 5) competencias en la toma de decisiones; 6) capacidad para moverse por el sistema sanitario, y 7) competencias en autocuidado. La tabla 1 presenta dichas categorías y algunas de las transcripciones que las ilustran.
Propuesta de áreas de contenido del instrumento
Áreas identificadas (grupo de expertos y revisión bibliográfica) | Transcripciones |
---|---|
Capacidad para buscar información | E1: «Buscar la información también es una parte de la health literacy»E4: «Comprende todo lo que tiene que ver con la información en salud, la forma de acceder a ella»E6: «La habilidad de encontrar la información, de buscarla y saber dónde buscarla» |
Capacidad para comprender la información | E1: «Un área obvia es la comprensión de las palabras y lo que significan»E4: «Como básicas todo lo que es comprensión, interpretación y la capacidad de implicarse o de actuar en consecuencia a la información»E2: «Yo la entiendo como la capacidad para leer y entender los recursos que se dan en temas de salud» |
Comunicación con los profesionales sanitarios | E6: «Para mí health literacy también es tu capacidad de comunicarte con los profesionales de salud, cuando interactúan con las demandas de las diferentes situaciones»E2: «Incluye la comunicación en directo» |
Comprensión operativa | E1: «La manera en que entiendo algo y soy capaz de tomar una decisión»E2: «La health literacy incluye la capacidad de utilizar la información» |
Competencias en la toma de decisiones | E4: «Implicarse en la toma de decisiones y actuar es una parte muy importante de la alfabetización, aunque ahí la intervención es más difícil»E6: «Para mí la toma de decisiones es un resultado del nivel de health literacy» |
Capacidad para moverse por el sistema sanitario | E6: «La health literacy se aplica en los contextos de salud, como la utilización de los servicios sanitarios aunque, para mí, no se limitan solo a estos contextos»E5: «A veces tengo la sensación de que no tienen suficiente información, no saben a qué profesional han de ir o qué servicios hay disponibles» |
Competencias en autocuidado | E4: «No solamente se trata de que tú entiendas y juzgues, sino de que seas consciente de la importancia que tiene de una forma global en tu forma de actuar, en tu forma de vivir»E3: «La alfabetización sanitaria implica el aporte de información necesaria para llevar unos hábitos y unos estilos de vida saludables, comprender la importancia de cuidarse y hacerlo con responsabilidad» |
Posteriormente, se formularon los ítems preliminares con base en las categorías detectadas. El instrumento resultante fue un cuestionario de 12 ítems (tabla 2) enviado a un total de 135 personas para la valoración de la validez de contenido del mismo. La tasa de respuesta fue del 46%. De las 60 personas que respondieron, un 45% tenía entre 45 y 54 años de edad, con una proporción de mujeres del 63%. Un 53% de los participantes eran médicos. La proporción de personas que realizaban actividades relacionadas con la gestión y la administración sanitaria fue del 43%, seguida de la atención primaria (23%). El 80% de los participantes manifestaron tener más de 20 años de experiencia profesional. La tabla 3 presenta las características de los participantes en el Health Consensus.
Áreas y propuesta de instrumento
Áreas identificadas (grupo de expertos y revisión bibliográfica) | Ítem propuesto | Formato de respuesta |
---|---|---|
Durante la visita, el paciente presenta dificultades para: | ||
Capacidad para buscar información | 1. Buscar información relacionada con su salud | Sí/no |
Capacidad para comprender la información | 2. Leer y comprender un texto sencillo3. Leer y comprender valores numéricos | Sí/noSí/no |
Comunicación con los profesionales sanitarios | 4. Comunicar y describir los propios síntomas | Sí/no |
Comprensión operativa | 5. Aplicar la información para resolver problemas relacionados con su salud | Sí/no |
Competencias en la toma de decisiones | 6. Participar en las decisiones de manera activa | Sí/no |
capacidad para moverse por el sistema sanitario | 7. Localizar los servicios sanitarios y a los profesionales que necesita | Sí/no |
Competencias en autocuidado | 8. Manifestar una actitud proactiva con relación a su salud | Sí/no |
El paciente | ||
9. Presenta dificultades visuales o auditivas o cognitivas | Sí/no | |
10. Vive solo o sin cuidador | Sí/no | |
11. Pertenece a una población de riesgo | Sí/no | |
12. Tiene estudios primarios o inferiores | Sí/no |
Características de los participantes del Health Consensus (n = 60)
Características | Porcentaje |
---|---|
Edad (años) | |
35-44 | 9,68 |
45-54 | 45,16 |
55-64 | 40,32 |
65 o más | 4,84 |
Sexo | |
Hombre | 63,33 |
Mujer | 36,67 |
Profesión | |
Medicina | 51,61 |
Enfermería | 20,97 |
Farmacia | 12,90 |
Otra | 14,52 |
Área de actividad | |
Atención primaria | 22,58 |
Atención hospitalaria | 8,06 |
Gestión y administración | 41,94 |
Farmacia comunitaria | 9,68 |
Sociedades científicas | 1,61 |
Asociaciones de pacientes | 9,68 |
Otra | 6,45 |
Experiencia profesional (años) | |
5-9 | 3,23 |
10-14 | 3,23 |
15-20 | 16,13 |
Más de 20 | 77,42 |
Las puntuaciones medias para cada ítem se situaron entre 6,08 (1,43) y 7,22 (1,56). El nivel de consenso conseguido para los diferentes ítems se situó entre el 73,87% para el ítem 7 y el 84,19% para el ítem 2 (tabla 4). Finalmente, se consiguió un instrumento de 5ítems que tenía en cuenta la capacidad del paciente para leer y comprender un texto sencillo, describir los propios síntomas y participar en las decisiones, además de valorar si este presentaba dificultades sensoriales o pertenecía a algún grupo vulnerable de la población (tabla 5).
Puntuaciones resultado del Health Consensus
Ítem | Media(desviación típica) | Nivel de consenso (%) | Ítems finales VACS |
---|---|---|---|
2. Leer y comprender un texto sencillo (p. ej., folletos, instrucciones médicas, indicaciones para realizar una prueba diagnóstica, etc.) | 7,22 (1,56) | 84,19 | x |
4. Comunicar y describir los propios síntomas (p. ej., hacer preguntas o exponer temas que le preocupan) | 7,13 (1,23) | 83,75 | x |
11. Pertenecer a una población de riesgo (mayor de 65 años de edad, presentar dificultades con el idioma o diferencias culturales) | 7,07 (1,45) | 82,92 | x |
9. Presentar dificultades visuales o auditivas o cognitivas que le impidan llevar a cabo actividades de la vida diaria | 6,86 (1,53) | 81,06 | x |
6. Participar en las decisiones de manera activa (p. ej., hacer preguntas o expresar sus preferencias, consultar distintas opciones al profesional, mostrarse activo en su autocuidado) | 6,73 (1,34) | 80,00 | x |
3. Leer y comprender valores numéricos (p. ej., comprender dosis de medicamentos, conceptos como riesgo, porcentaje, valores sanguíneos, etc.) | 6,69 (1,51) | 79,48 | |
5. Aplicar la información para resolver problemas relacionados con su salud (p. ej., seguir una alimentación saludable, realizar actividad física, dormir suficientes horas, etc.) | 6,68 (1,52) | 79,40 | |
10. Vivir solo/a o sin cuidador | 6,64 (1,43) | 79,06 | |
8. Manifestar una actitud proactiva con relación a su condición de salud | 6,53 (1,24) | 78,27 | |
12. Nivel de escolarización inferior a los 16 años de edad | 6,42 (1,22) | 77,23 | |
Buscar información relacionada con su salud (p. ej., sobre diagnósticos, tratamientos disponibles, utiliza fuentes fiables, etc.) | 6,12 (1,43) | 74,14 | |
7. Localizar los servicios sanitarios y a los profesionales que necesita (p. ej., orientarse en el hospital, encontrar los servicios sanitarios o localizar el profesional de referencia de su centro etc.) | 6,08 (1,37) | 2 |
Instrumento VACS
Anotar: sí o no. En su opinión al final de la consulta con el paciente. El paciente puede. | ||
---|---|---|
Ítem | Texto | Respuesta |
1 | Leer y comprender un texto sencillo (folletos, instrucciones médicas, indicaciones para realizar una prueba diagnóstica, etc.) | Sí/no |
2 | Comunicar y describir los propios síntomas (hacer preguntas o exponer temas que le preocupan) | Sí/no |
3 | Participar en las decisiones de manera activa (hacer preguntas o expresar sus preferencias, consultar distintas opciones al profesional, mostrarse activo en su autocuidado). | Sí/no |
4 | Presentar nivel visual o auditivo o cognitivo que le permite llevar a cabo actividades de la vida diaria | Sí/no |
5 | Pertenecer a una población de no riesgo (menor de 65 años, sin dificultades con el idioma o sin diferencias culturales) | Sí/no |
Este estudio ha combinado en su metodología técnicas cualitativas de profundización sobre una problemática (a través de las entrevistas semiestructuradas) y de consenso. El método Health Consensus empleado se ha realizado a través de una plataforma online basada en la inteligencia colectiva. Este método presenta un gran avance en áreas como la participación de la ciudadanía y la política sanitaria, ya que permite que gran número de personas, con independencia de las limitaciones geográficas y profesionales, puedan intervenir y opinar de manera conjunta. También permite su aproximación cualitativa a través de una participación transparente, rápida y efectiva22.
Los resultados de este estudio permiten identificar las dimensiones más importantes a la hora de valorar la capacidad de los pacientes para comprender y utilizar la información sanitaria. La literatura muestra que diversas categorías obtenidas del análisis de las entrevistas semiestructuradas habían sido ya incluidas en definiciones de AS. Así, mientras que la capacidad para buscar información y comprenderla han sido las más contempladas7,23-25; la capacidad para comunicarse con los profesionales sanitarios24 o la capacidad de navegar por el sistema sanitario26 han sido incorporadas puntualmente.
Este estudio permite identificar además las dimensiones de competencias para el autocuidado y para la toma de decisiones. Posiblemente, estas son un reflejo indirecto de la capacidad para aplicar la información, por lo que estaría relacionado con la comprensión operativa. Dichas competencias pueden estar influidas por capacidades particulares del paciente. Este hecho explica que los expertos identificaran como factores relevantes la presencia de dificultades visuales, auditivas o cognitivas; vivir solo o sin cuidador; pertenecer a una población de riesgo o tener estudios primarios o inferiores.
La validez de contenido de los ítems preliminares muestra una elevada adecuación de los mismos para valorar el constructo. Entre ellos, el ítem 2 (leer y comprender un texto sencillo) obtuvo la puntuación media más elevada. Estos hallazgos concuerdan con las escalas gold standard ya existentes, que utilizan la capacidad de comprensión lectora para valorar la AS12. Así mismo, el ítem 4 (comunicar y describir los propios síntomas) ha sido igualmente destacado y puede referirse a la necesidad de saber leer y comprender la información recibida para poder transmitirla de forma correcta.
El instrumento VACS facilita al profesional sanitario una visión real del grado de competencias y habilidades de sus pacientes respecto a la información que reciben sobre su salud y plan terapéutico. Al tratarse de un cuestionario heteroinformado, la información sobre el paciente la obtiene el médico como parte de su evaluación y basándose en la observación que realiza. Su implementación es un complemento idóneo a la estratificación clínica, permitiendo al profesional un seguimiento sobre la información que ha de proporcionar al paciente en cada momento.
La selección de los 5ítems con mayor puntuación mediana permite que la herramienta VACS sea un instrumento de rápida aplicación por parte de los profesionales y de gran rapidez en la obtención del resultado, al tratarse de respuestas dicotómicas. Al ser utilizado a través de la observación por parte del profesional sanitario ocupa poco tiempo de consulta. Por otro lado, no se ha concretado un nivel a partir del que se considera que existe una alta o baja AS. Al tratarse solo de 5 aspectos, 3 respuestas afirmativas podrían considerarse buen nivel, siempre de acuerdo con el criterio del profesional.
Entre las limitaciones del instrumento, los participantes en el estudio pusieron de manifiesto que no se trataría, en principio, de un cuestionario para responder en una primera visita, sino que el profesional debe conocer ya al paciente para poder valorar los ítems del instrumento de forma rápida y sin que se entorpezca su tarea clínica o asistencial.
La pertinencia del desarrollo de un instrumento de cribado para el diagnóstico de las competencias en salud individuales debe facilitar el empoderamiento de los pacientes27 sobre todo como base en la atención a la cronicidad además de su promoción a través de las asociaciones de pacientes, de la creación de escuelas específicas y de los programas del paciente experto28. Con ellas se fortalece al paciente como principal responsable del autocuidado de su salud y se familiariza con un posicionamiento activo.
Por lo tanto, las necesidades de los pacientes pueden estudiarse desde diferentes perspectivas pero los cuidados recibidos desde una óptica de atención primaria multidisciplinar perduran frente a cualquier actuación de vertiente clínico individual. La característica más relevante y común en casi todas las personas afectadas por enfermedades crónicas es la necesidad de una atención continuada dirigida al paciente y coordinada entre los distintos servicios sanitarios.
El hecho de conocer el grado de AS de la población debería reforzarse a partir de los modelos de atención a crónicos, porque la atención integral y los cuidados específicos para cada tipo de paciente son la base de la atención a la cronicidad y para poder llevarlo a cabo, es necesario centrarse en las personas y en sus necesidades.
Este estudio ha permitido obtener una escala preliminar, que deberá ser posteriormente sometida a una fase de valoración de sus características psicométricas de forma previa a su implantación en la práctica diaria. El instrumento VACS puede ser aplicado a diferentes subgrupos poblacionales y de pacientes a la vez que lo pueden responder distintos profesionales sanitarios que tengan un trato directo con el paciente y su proceso de atención.
FinanciaciónEl presente estudio ha sido financiado, en parte, por Esteve.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
A Lluisa Cervera por su apoyo incondicional. A todas las personas que participaron en las entrevistas y el método de consenso.
Isabel Amo, Alicia Borrás, Pau Gálvez (Instituto de Salud Pública y Pacientes, Universitat Internacional de Catalunya, Sant Cugat del Vallès, Barcelona); Luís González de Paz (Centro de Salud de Les Corts [CAPSBE], Barcelona); Tyler Haeffs, Jake Taylor (Harvard School of Dental Medicine, Boston, EE. UU.); Felipe Macías, Jordi Real, Montserrat Virumbrales (Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Universitat Internacional de Catalunya, Sant Cugat del Vallès, Barcelona); Ramón Morera (Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria [SEDAP], Madrid); M.ª Dolores Navarro Rubio (Hospital Sant Joan de Déu, Esplugues de Llobregat, Barcelona); Rosalia Santesmases-Masanah (Escuela Universitaria de Enfermería, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona); Jorge Vázquez (Esteve, Barcelona); M.ª Dolores Vega (SAP Suport al Diagnòstic i al Tractament, Barcelona).