Chronic pain is associated with comorbidities that have an impact on the quality of life of patients and, among others, affect their sexual functioning. One of the most relevant side effects of opioid analgesics is erectile dysfunction (ED), due in part to the inhibition of the gonadal–pituitary–hypothalamic axis and the decline in testosterone levels.
To evaluate ED and effectiveness of treatment in men with chronic pain treated with long-term opioids.
Material and methodsProspective observational study lasting 3 years, where the intensity of pain (visual analog scale, 0–10cm), erectile function (IIEF-EF, range 1–30 points), quality of life (EQ-VAS, 0–100mm), quality of sexual life (MSLQ-QOL, 0–100 points), anxiety/depression (HAD, 0–21 points) and testosterone levels, was assessed in patients who reported sexual dysfunction (ED or libido modification). A 6-month follow-up was applied to each patient after administering the usual treatment in the Andrology Unit. The study was approved by the Clinical Research Ethics Committee and data were statistically analyzed with the GraphPad Prism 5 software.
ResultsED was observed in 27.6% of patients (n=105, 57±12.2 years, mean dose of morphine equivalent=107.1±107.9mg/day, 84.3% adjuvant analgesics). After 6 months, 42% of patients showed a significant improvement after being treated with iPDE5 (48.5%) and/or testosterone gel (81.8%), with a resolution rate of 31% (p=0.000). A positive correlation was observed between the improvement of IIEF and quality of sexual life (55.5±25.7 points, p=0.000), as well as anxiety (7.4±4.3 points, p=0.048). No significant changes were observed in the levels of testosterone, in the levels of pain nor in the quality of life, which remained moderate.
ConclusionsErectile function and quality of sexual life, as well as anxiety, improved in patients treated chronically with opioids after administering andrological treatment. The management of patients with pain should include a review of their sexual health history given the significant emotional impact posed to the patient, the impact on their overall quality of life and its good clinical response to an interdisciplinary treatment.
El dolor crónico asocia comorbilidades que condicionan la calidad de vida de los pacientes y que afectan, entre otros, a su esfera sexual. Dentro de los efectos secundarios de los analgésicos opioides destaca la disfunción eréctil (DE) debida en parte a la inhibición del eje gonadal-hipofisario-hipotalámico y al descenso de los niveles de testosterona.
Evaluar la DE y la efectividad de su tratamiento en varones con dolor crónico tratados a largo plazo con opioides es el objetivo.
Material y métodosEstudio observacional prospectivo de 3 años de duración, donde se evalúa la intensidad del dolor (escala visual analógica, 0-10cm), función eréctil (IIEF-FE, rango 1-30 puntos), calidad de vida (EVA-EQ, 0-100mm), calidad de vida sexual (mSLQ-QOL, 0-100 puntos), ansiedad/depresión (HAD, 0-21 puntos) y niveles de testosterona en pacientes que refirieron disfunción sexual (De y/o disminución de la libido). Se realizó un seguimiento de 6 meses, a cada paciente incluido, tras el tratamiento habitual en la Unidad de Andrología, valorando su respuesta con la escala de Impresión Clínica Global del Cambio (ICG-C). El estudio fue aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica y los datos fueron analizados estadísticamente con GraphPad Prism 5.
ResultadosSe encontró una prevalencia de DE en el 27,6% (n=105; 57±12,2 años; dosis media equivalente de morfina de 107,1±107,9mg/día; 84,3% fármacos coadyuvantes). Un 42% presentó mejoría significativa a los 6 meses tras ser tratados con iPDE5 (48,5%) y/o con testosterona en gel (81,8%), con resolución de la DE en el 31% (p=0,000). Se observó una correlación positiva entre el IIEF y una mejora significativa de su calidad de vida sexual (55,5±25,7 puntos; p=0,000) y de su ansiedad (7,4±4,3 puntos; p=0,048). No se observaron cambios significativos en los niveles de testosterona, en la intensidad del dolor o calidad de vida, que se mantuvieron moderados.
ConclusionesLa función eréctil y la calidad de vida sexual en pacientes tratados crónicamente con opioides mejoran, junto con la ansiedad, tras su tratamiento andrológico. El abordaje de los pacientes con dolor debe incluir la historia clínica sexual por el importante impacto emocional que supone para el paciente, por el impacto sobre su calidad de vida global y por su buena respuesta clínica al tratamiento interdisciplinar.
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