Statins have been proposed as potentially useful agents for modulating the host response in COVID-19. However, solid evidence-based recommendations are still lacking. Our aim was to study the association between statin use and clinical outcomes in a large cohort of hospitalized patients with SARS-CoV-2 infection, as well as the specific consequences of chronic treatment withdrawal during hospital admission.
Material and methodsRetrospective observational study including 2191 hospitalized patients with confirmed SARS-CoV-2 infection.
ResultsMean age was 68.0±17.8 years and 597 (27.3%) patients died during follow-up. A total of 827 patients (37.7% of the whole sample), received chronic treatment with statins. Even though they underwent more frequent admissions in critical care units, chronic treatment with statins was not independently associated with all-cause mortality [HR 0.95 (0.72-1.25)]. During the whole hospital admission, 371 patients (16.9%) received at least one dose of statin. Although these patients had a significantly worse clinical profile, both treatment with statins during admission [HR 1.03 (0.78-1.35)] and withdrawal of chronic statin treatment [HR 1.01 (0.78-1.30)] showed a neutral effect in mortality. However, patients treated with statins presented more frequently hepatic cytolysis, rhabdomyolysis and thrombotic/hemorrhagic events.
ConclusionsIn this large cohort of hospitalized COVID-19 patients, statins were not independently associated with all-cause mortality during follow-up. Clinically relevant statin-associated adverse effects should be carefully monitored during hospital admission.
Se ha especulado que las estatinas pueden ser de utilidad en el tratamiento de pacientes con COVID-19, pero no existen evidencias clínicas sólidas. El objetivo de este trabajo es conocer su utilidad en una cohorte de gran tamaño de pacientes hospitalizados por COVID-19, así como si su retirada se asocia con un peor pronóstico.
Material y métodosEstudio retrospectivo observacional. Se incluyeron 2.191 pacientes hospitalizados con infección confirmada con SARS-CoV-2.
ResultadosLa edad media fue de 68,0 ± 17,8 años y fallecieron un total de 597 (27,3%) pacientes. Un total de 827 pacientes (37,7% de la muestra) estaban tratados previamente con estatinas. Aunque precisaron con mayor frecuencia de ingreso en camas de críticos, dicho grupo terapéutico no resultó un factor predictor independiente de muerte en el seguimiento [HR 0,95 (0,72-1,25)]. Un total de 371 pacientes (16,9%) recibió al menos una dosis de estatina durante el ingreso. A pesar de ser una población con un perfil clínico más desfavorable, tanto su uso [HR 1,03 (0,78-1,35)] como la suspensión durante el ingreso en pacientes que las recibían crónicamente [HR 1,01 (0,78-1,30)] presentaron un efecto neutro en la mortalidad. No obstante, el grupo con estatinas desarrolló con mayor frecuencia datos de citolisis hepática, rabdomiolisis y más eventos trombóticos y hemorrágicos.
ConclusionesEn nuestra muestra, las estatinas no se asociaron de forma independiente a una menor mortalidad en pacientes con COVID-19. En aquellos pacientes que tengan indicación de recibirlas por su patología previa es necesario monitorizar estrechamente sus potenciales efectos adversos durante el ingreso hospitalario.
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