La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad sistémica autoinmune que se caracteriza por manifestaciones inflamatorias; la afectación articular es la más frecuente. Sin tratamiento hay una mayor progresión con erosión de huesos y cartílagos, traduciéndose en deformidades óseas importantes. Presentamos el caso de un varón de 69 años que acudió a Urgencias por artralgias en el carpo y las articulaciones metacarpofalángicas. Antecedentes de artrosis no tratada ni filiada. En la exploración presentaba flexión de codos a 5 grados, limitación en la extensión del carpo a 0 grados y flexión a 20 grados; atrofia de los interóseos, dedos en cuello de cisne, primeros dedos en Z y pies triangulares. En la analítica con aumento de reactantes de fase aguda (VS 61mm/1.ª h), factor reumatoide (FR) positivo y anticuerpo anticitrulina negativo. Radiografías de manos y pies con erosión y destrucción articular. Se diagnosticó como AR, FR seropositiva (criterios diagnósticos ACR 2010, 9 puntos), con importante actividad inflamatoria (DAS28, 5,5). Inició tratamiento con prednisona, metotrexato y ácido fólico. Con este caso queremos señalar la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoz para evitar progresión de la enfermedad y limitación funcional que puede ocasionar (figuras 1-6).
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