Varón de 56 años que consultaba por la aparición de una lesión en el antebrazo, 24h después de una picadura de insecto, ligeramente pruriginosa y dolorosa, sin fiebre ni síntomas sistémicos. Presentaba una placa eritematoedematosa ovalada en el antebrazo derecho, desde donde emergía una mancha eritematosa lineal por el borde bicipital interno, correspondiente a un trayecto linfangítico (fig. 1). La analítica sanguínea no mostró elevación de leucocitos ni PCR. Se pautó tratamiento sintomático con antihistamínicos y antiinflamatorios, con resolución de la lesión en pocos días.
La linfangitis superficial tras la picadura de insecto es una entidad infraestimada y poco descrita en la literatura, que puede simular una linfangitis infecciosa. Sin embargo, se trata de una linfangitis reactiva, no infecciosa, secundaria probablemente a hipersensibilidad a las toxinas del insecto.
Se diferencia de una linfangitis infecciosa porque: 1) suele ser escasamente dolorosa, a veces pruriginosa; 2) no suele estar empastada ni asociar adenopatías regionales; 3) ausencia de fiebre y síntomas sistémicos, y 4) ausencia de reactantes de fase aguda.
El curso es autolimitado y se resuelve en pocos días con tratamiento sintomático, pudiendo asociar corticoides tópicos para mayor alivio sintomático. Es importante conocer esta entidad y diferenciarla de una linfangitis infecciosa para evitar el uso innecesario de antibióticos.