He leído con interés la carta referida a la relación de los AINE con la infertilidad1.
Tal y como los autores mencionan, son de sobra conocidos sus efectos gastrointestinales, cardiovasculares, renales y sobre el embarazo pero había leído muy poco sobre su relación con la fertilidad, por lo que aprovecho para agradecerles que su carta haya servido para despertar mi curiosidad y profundizar en el tema.
Resulta curioso que mientras que los AINE se relacionan con un probable efecto perjudicial sobre la fertilidad femenina por su alteración no solo de la ovulación sino también de la propia implantación y mantenimiento del embarazo, el efecto sobre la fertilidad masculina es paradójicamente el contrario.
Desde finales de los años 80 han ido apareciendo estudios de fertilidad en ratones que mostraban la relación de las prostaglandinas con la fertilidad2 y como los antinflamatorios mejoraban la fertilidad en machos al mejorar el volumen eyaculatorio y la motilidad de los espermatozoides3,4.
Recientemente, en enero de este mismo año 2017, ha sido publicado un artículo en el que se aborda el papel de antibióticos, antioxidantes y antinflamatorios en el tratamiento de la infertilidad masculina5. Según dicha publicación, la indicación de los antinflamatorios en el tratamiento de la infertilidad masculina es como un tratamiento empírico de los casos de oligoastenoteratospermia y normozoospermia en pacientes sin factores de riesgo de infertilidad.
Pero también como tratamiento no empírico, es decir en los casos en los que se ha identificado una causa inflamatoria que se traduce en el hallazgo de leucocistospermia. Estos pacientes suelen asociar anormalidades en la concentración, morfología y motilidad de los espermatozoides, parámetros que mejoran con el uso de los AINE.
El texto diferencia entre salicilatos, inhibidores de la Cox-2 y otros fármacos con efecto antiinflamatorio como oxicanes, ácido mefenámico e ibuprofeno. Mientras salicilatos e ibuprofeno tendrían un efecto negativo sobre la fertilidad masculina, los inhibidores de la Cox-2 la favorecerían. Sobre los oxicanes no hay datos disponibles.
Queda por tanto mucho por aclarar en el papel de los antinflamatorios, dado que no todos tienen los mismo efectos, en la fertilidad tanto masculina como femenina, esperemos en los próximos años tener datos definitivos fiables, pero mientras, parece muy acertada la recomendación de los autores de cierta precaución con el uso de los AINE en mujeres con problemas de fertilidad.
