La introducción de la informática en la atención primaria ha sido fundamental, pues ha facilitado el acceso a las nuevas recomendaciones que van surgiendo en la literatura médica1,2. Por otro lado, el uso de la Historia Clínica Electrónica (HCE) no sólo permite disminuir la posibilidad de errores médicos sino que facilita la auditoria de las historias, pudiendo así mejorar la calidad de las mismas, y al mismo tiempo favorece la investigación en este ámbito sanitario3,4. La evaluación de lo que hacemos y de los medios de que disponemos para realizar nuestro trabajo es fundamental si queremos mejorar.
La utilización de la HCE introducida en nuestro Centro de Salud desde hace varios años fue motivo de una valoración inicial por nuestra parte5. En la actualidad, tras varios años de su implantación, hemos querido volver a conocer la opinión de los trabajadores para ver las variaciones, en el grado de satisfacción, que se han producido en este tiempo.
Hemos realizado de nuevo una encuesta anónima de satisfacción entre el personal (16 médicos, 13 Diplomadas Universitarias Enfermería [DUE] y 10 profesionales de apoyo).
Mediciones principales: funcionamiento habitual del programa informático, dificultades para recuperar la información, repercusiones en la consulta diaria (aumento de la burocracia, retrasos en la atención a los pacientes, aumento del estrés…), repercusiones en la marcha del centro (dificultades para asistir a las sesiones clínicas, relación con los compañeros…). Valoración global (0-10) antes de la HCE, al inicio de su implantación y a los 4 años.
Resultados: el personal sanitario (tanto médicos como DUE) considera, con respecto al inicio, que se ha producido una mejoría evidente: en el funcionamiento del programa informático, en el apoyo técnico que se recibe, en el manejo de la HCE y en la marcha del equipo. Sin embargo los médicos siguen encontrando deficiencias: la HCE es utilizada insuficientemente por los especialistas, se mantiene el deterioro de las consultas por persistir el aumento de la burocracia, del estrés y del retraso en las mismas. En cuanto al personal de apoyo, éste reconoce que ha mejorado progresivamente su trabajo en todos los aspectos: funcionamiento del programa, apoyo técnico recibido, mejoría del funcionamiento del equipo y la calidad en la asistencia a los pacientes.
En la figura 1 se recoge la valoración global (de 0 a 10) antes de la introducción de la HCE, al inicio y a los 4 años.
Entre el personal de nuestro centro la valoración global depende de la función de cada estamento. Los médicos consideran que tras un claro deterioro inicial en el trabajo diario a raíz de la introducción de la HCE, con el paso de los años este se ha subsanado solo en parte, no llegando a los niveles de satisfacción previos; siendo en todos los casos las diferencias estadísticamente significativas. El personal DUE reconoce que el deterioro que según su criterio se produjo al inicio, en la actualidad la satisfacción en su trabajo es casi similar al anterior de la HCE; siendo significativas las diferencias entre antes de la informatización y el primer año y entre este y la actualidad. El personal de apoyo ha hecho una valoración progresivamente creciente de su trabajo a raíz de la informatización de nuestro centro; aunque sólo hay diferencias significativas entre antes de la HCE y la actualidad, pensamos que esto es debido al pequeño número de casos.