INTRODUCCION
La infección por Microsporum nanum es mucho más frecuente en animales que en humanos. Se piensa que su hábitat natural es el cerdo, aunque también se ha visto en otros animales como perros, gatos o animales de laboratorio como conejos o ratones1. Suele producir una lesión circinada, rápidamente expansiva, eritematosa con induración periférica. Presentamos un caso de Tinea corporis en un paciente del medio rural, en contacto con animales. Probablemente estemos ante el primer caso publicado en España.
CASO CLINICO
Varón de 35 años, sin antecedentes médicos ni quirúrgicos reseñables, habitante de medio rural y ganadero de profesión. Es remitido a nuestras consultas desde el Servicio de Urgencias por presentar desde hacía un mes una lesión cutánea muy pruriginosa en el antebrazo izquierdo que iba creciendo a expensas de los bordes, con aclaramiento central. No había realizado ningún tratamiento.
En la exploración física se apreciaba una placa redondeada de unos 5 cm de diámetro, con bordes sobreelevados, constituidos por micropápulas y vesículas, con el centro más claro y descamativo, en el antebrazo izquierdo (figs. 1 y 2), no se encontraron lesiones en el resto del cuerpo. El resto de la exploración física se encontraba dentro de la normalidad. La lesión clínicamente se diagnosticó de Tinea corporis. Se recogieron muestras para cultivo y se pautó tratamiento con terbinafina vía oral a dosis de 250 mg/24 horas. Se recomendaron medidas higiénicas y la valoración veterinaria de los animales. Cuando el paciente volvió a nuestra consulta un mes más tarde, la lesión había remitido completamente, suspendiéndose el tratamiento con terbinafina. En el cultivo para hongos había crecido Microsporum nanum. En una nueva revisión dos meses después, no se apreciaron recidivas. Tras el hallazgo de este hongo, intentamos averiguar la presencia de lesiones en la piel de los cerdos y la procedencia de los mismos, informándonos de que la revisión veterinaria de los animales fue normal y que éstos eran autóctonos de la localidad. Pese a insistir en la búsqueda de la fuente de contagio, no se han detectado lesiones en otros animales propiedad del paciente. Por el momento no hemos tenido notificación de nuevas infecciones en la misma zona geográfica causadas por Microsporum nanum.
Figura 1. Placa anular, descamativa, de bordes sobreelevados, en antebrazo izquierdo.
Figura 2. Imagen vista a mayor detalle. Apréciese la descamación y el borde sobreelevado de la placa.
DISCUSION
La infección por Microsporum nanum ha sido descrita en EE.UU. como una infección muy común en cerdos, pudiendo afectar casi a un 30% de los cerdos de un mismo rebaño1,2. Recientemente se ha comprobado que su distribución es mundial. Las lesiones producidas por Microsporum nanum en los cerdos son leves, con una ligera inflamación inicial. Luego crecen de forma centrífuga y pueden llegar a ocupar todo el cuerpo. La reacción inicial disminuye rápidamente y sólo queda una discreta hiperpigmentación residual. Se han descrito muy pocos casos en humanos, los primeros en hacerlo fueron Fuentes et al en 1954. En humanos Microsporum nanum puede producir Tinea corporis, con su característica forma anular y Tinea capitis en adultos (incluyendo la variedad de Querion en niños)1. Microsporum nanum es sensible a miconazol, clotrimazol y griseofulvina3. Nuestro paciente presentó una respuesta terapéutica favorable con terbinafina oral, pese a iniciar el tratamiento de forma empírica.
Aportamos un caso interesante, debido a la infrecuente infección por Microsporum nanum. No hemos encontrado ningún caso en la literatura española, tras revisión en base de datos (LILACS, INDEX...) sin limitar fechas. Nos planteamos que tratándose el cerdo de uno de los hábitats de Microsporum nanum1-4 y que, a pesar de disponer tanto en nuestra comunidad extremeña como en el resto de la Península Ibérica de una cabaña porcina tan importante, no se hayan comunicado más casos de infección por Microsporum nanum. Posiblemente se trate de un cuadro infradiagnosticado, ya que en numerosas ocasiones, ante sospecha de micosis tanto humanas como animales (especialmente en áreas geográficas muy alejadas de centros hospitalarios) se instaure tratamiento antifúngico empírico, sin llegar a obtener confirmación microbiológica, por lo que es difícil establecer tasas epidemiológicas fiables y los datos están sesgados. Otra posibilidad es que no se haga tipificación del hongo en los laboratorios de microbiología.
La dificultad de no hallar la fuente de contagio en nuestro caso posiblemente sea debida a que las lesiones que se desarrollan en los cerdos sean leves y éstas pasen desapercibidas macroscópicamente o que, igual que pueda ocurrir en humanos, se traten empíricamente, sin llegar a establecer estudio microbiológico.
Correspondencia:
I.M. Rodríguez Nevado.
Unidad de Dermatología. Hospital Infanta Cristina.
Complejo Hospitalario Universitario de Badajoz.
Carretera de Portugal s/n. 06080 Badajoz.
Correo electrónico: irodrigueznevado@yahoo.es
Recibido el 30-11-05; aceptado para su publicación el 26-01-06.