Acudió al centro de salud un varón de 31años, VIH positivo con carga viral indetectable y sífilis tratada hace 5años, que presentaba dermatitis en la barbilla desde hacía 2días.
A la exploración física destacaba micropápula con borde eritematoso y centro pustuloso, coincidente con pelo de barba en la barbilla, compatible con foliculitis. Se le recomendaron curas con antiséptico y mupirocina tópica.
A la semana reconsultó por empeoramiento, tras haber acudido a otro centro sanitario donde se lo intentaron drenar, sin mejoría. Presentaba además un nódulo en zona dorsal superior. No asociaba fiebre. No refería relaciones sexuales de riesgo ni exposición previa relacionada.
Se objetivó un importante incremento del tamaño de la lesión en la barbilla, apreciándose úlcera con base negruzca y purulenta con borde muy eritematoso, con rubor e induración, de 3cm de diámetro (fig. 1). En la zona dorsal superior se apreció nódulo con centro pustuloso y borde eritematoso, de tamaño inferior (fig. 2). Se le curó y ocluyó, recomendando revisión en 24horas y antibioterapia sistémica.
Al día siguiente acudió por medios propios al hospital de referencia, donde se constataron minivesículas dispersas por el tronco y las piernas, de contenido claro y borde eritematoso. Se le extrajo analítica sanguínea, con PCR elevada como reactante de fase aguda. Se recogió una muestra de la úlcera y se solicitó detección de bacterias, hongos y virus: varicela zóster, Treponema pallidum, herpes simple, Chlamydia trachomatis, Haemophilus ducreyi y viruela del mono. Se le modificó el antibiótico y se le derivó a domicilio.
Al día siguiente se constató positividad al virus de la viruela del mono, por lo que se avisó a Salud Pública, indicando aislamiento domiciliario estricto hasta la resolución de las lesiones y antiséptico tópico.
Actualmente el paciente está en domicilio pendiente de la resolución completa de las lesiones. Algunas ya se han desprendido y otras se hallan en fase de costra.
El caso descrito corresponde a un caso confirmado por la viruela del mono (MPX), una enfermedad de África central y occidental. Se trata de una zoonosis causada por el virus MPX, que pertenece al género Orthopoxvirus, de la familia Poxviridae. Se han notificado más de 2.000 casos en España, más de 5.000 en Europa y más de 1.300 en el resto del mundo1.
La transmisión ocurre por contacto físico estrecho y directo con lesiones cutáneas, fluidos corporales, secreciones respiratorias de una persona o animal infectado o a través de material contaminado. Además existen contagios por arañazos o mordeduras de animal, o consumo de carne de animal infectado. La incubación es de 6 a 16días, aunque puede oscilar entre 5 y 21días2,3.
El cuadro clínico consiste en fiebre, cefalea, astenia, linfadenopatías y lesiones cutáneas que aparecen a los 1-3días tras la fiebre: inicialmente son máculas eritematosas, para posteriormente transformarse en pápulas, vesículas, pústulas, úlceras y, finalmente, costras, predominantemente en la cara, las extremidades, las mucosas oral y genital y las conjuntivas. Generalmente se autolimita entre 2-4semanas; el Ministerio de Sanidad recomienda aislamiento estricto durante 21días hasta la resolución de las lesiones.
La confirmación de la infección se realiza mediante demostración del ADN viral con PCR de una muestra cutánea sospechosa. La serología se puede emplear para confirmar el diagnóstico, y es útil si no se puede realizar PCR3,4.
Actualmente el tratamiento es sintomático, aunque en 2022 la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado un antiviral, no comercializado en España y con indicación muy limitada5.
La vacunación frente a la viruela protege contra MPX, especialmente en adultos mayores de 50años previamente vacunados. En 2019 la EMA aprobó un inmunógeno, con disponibilidad muy limitada: personal de laboratorios de alto riesgo y unidades militares6.
FinanciaciónLa presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias de sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Responsabilidades éticasPara la realización de este estudio se han seguido los protocolos del centro de trabajo sobre tratamiento de la información de los pacientes.