LA RED ESPAÑOLA DE INVESTIGADORES EN DOLENCIAS DE LA ESPALDA (REIDE); DEFINICIÓN Y ACTIVIDAD
La Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (en adelante REIDE o "la Red") es una plataforma investigadora multidisciplinaria creada para reunir y coordinar la labor investigadora y docente de los grupos clínicos e investigadores españoles con interés por las patologías mecánicas del raquis. Patologías mecánicas del raquis que están definidas como aquellas que cursan con dolor, localizado en la zona vertebral o paravertebral entre la base del cráneo y el límite inferior de las nalgas, que se modifica en función de los esfuerzos, posturas y movimientos, y que se asocia habitual, aunque no necesariamente, a limitación dolorosa de la movilidad. Pueden acompañarse de dolor referido o irradiado, y no son secundarias a fracturas ni a enfermedades oncológicas, infecciosas, metabólicas, endocrinas, ginecológicas, digestivas, tumorales ni vasculares. El diagnóstico sindrómico incluye los cuadros dolorosos debidos a una causa orgánica, como hernia discal o estenosis espinal, los potencialmente asociados a alteraciones de la estática y a la dinámica de la columna vertebral, como escoliosis o espondilolistesis, y los debidos a causas inespecíficas o desconocidas, que representan la mayoría de los casos1,2.
La Red está enfocada esencialmente a mejorar la seguridad, efectividad y eficiencia de la práctica clínica, por lo que da prioridad a los proyectos de investigación clínica y en servicios de salud. Sin embargo, puede acometer proyectos de investigación básica si sus resultados pueden tener repercusiones prácticas y son posteriormente contrastados mediante los oportunos estudios clínicos, y también se plantea programas de formación médica continuada y de promoción de la salud pública.
Los individuos y grupos que constituyen la Red ya han realizado revisiones y estudios sobre los distintos aspectos relevantes para el manejo clínico de las patologías mecánicas del raquis, que han sido publicados en las revistas científicas nacionales3-5 e internacionales más importantes en ese ámbito6-28. Los proyectos en curso se describen en su Web (www.kovacs.org/REIDE.asp). Entre ellos destacan los referidos a la validación de instrumentos necesarios para medir distintos aspectos de esas afecciones, la definición de modelos predictivos que permitan detectar precozmente a los pacientes en los que es mayor el riesgo de cronificación en los que está justificado adoptar medidas que no tienen sentido en los casos que van a mejorar espontáneamente, la cuantificación de la influencia de distintos factores en la merma de calidad de vida asociada a esas afecciones, el proceso de transformación de los casos agudos en subagudos y crónicos, la variabilidad de la práctica clínica, ensayos clínicos sobre diversas estrategias para la prevención (primaria y secundaria) y el tratamiento de la lumbalgia, y la realización de revisiones sistemáticas de la evidencia científica disponible sobre la eficacia, seguridad, efectividad y eficiencia de distintos tratamientos conservadores y quirúrgicos.
ORIGEN, COMPOSICIÓN, PARTICIPACIÓN Y RETRIBUCIÓN
Desde finales de los años 80 varios grupos investigadores comenzaron a colaborar habitualmente en proyectos de investigación referidos a diversos aspectos de las patologías mecánicas del raquis. Con el paso de los años, de esa colaboración surgió la mayoría de los estudios españoles sobre esas dolencias que han aparecido en publicaciones científicas internacionales6-28, y al grupo inicial se fueron sumando otros equipos investigadores y clínicos. Así, desde mediados de la década de los 90 esos grupos han estado funcionando de facto como una red coordinada por la Fundación Kovacs, realizando conjuntamente proyectos de investigación, constituyendo bases de datos comunes y colaborando en el desarrollo de programas de formación y promoción de la salud pública.
Al aumentar el número de médicos y grupos vinculados a esos proyectos de investigación, resultó conveniente consolidar esa agrupación espontánea de equipos investigadores en una red formal, con mecanismos explícitos de organización y funcionamiento. Así, en 2002 nació la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda, en la que se invitó a participar a todos los grupos españoles con publicaciones científicas internacionales en ese campo y que reúne tanto a los investigadores que han colaborado en los estudios ya publicados6-28 como a los grupos clínicos e investigadores emergentes3-5 que participan en los proyectos en curso.
Dado el carácter multidisciplinario de la asistencia sanitaria a los pacientes con patologías mecánicas del raquis, de la Red forman parte expertos de diversas disciplinas incluyendo médicos generalistas y especialistas en Atención Primaria (tal es el caso de la SEMERGEN, rehabilitación, radiología, reuma y traumatología, neurocirugía, unidades del dolor, medicina del trabajo, etc.), psicólogos, fisioterapeutas, epidemiólogos, estadísticos, expertos en psicometría, ergonomía y en economía de la salud.
Actualmente forman parte de la Red 175 investigadores de 11 Comunidades Autónomas, cuya relación se puede hallar en la Web de la Red, antes citada, pero cualquier profesional con interés en este campo puede integrarse en ella. Para ser considerado un investigador de la Red es condición indispensable y suficiente participar activamente en alguno de sus proyectos.
La estructura de la Red permite que cualquier clínico con interés investigador, aunque previamente no forme parte de ella, pueda integrarse, participar en uno de los estudios en curso o proponer uno nuevo y, en este caso, beneficiarse del apoyo de los grupos metodológicos y los equipos investigadores más experimentados para optimizar su diseño, contar con la ayuda de la Secretaría de la Red para buscar la financiación oportuna y organizar operativamente su desarrollo. Además, mediante la invitación a colaborar a todos los grupos investigadores interesados en su realización, son viables proyectos que, por su magnitud, de otro modo resultarían inabordables.
En la práctica, para adherirse a la Red basta dirigirse a su Secretaría expresando el interés y adjuntando los datos de localización (nombre, especialidad y lugar de trabajo, número de teléfono fijo y móvil, correo electrónico, número de fax y dirección postal). Se recomienda hacerlo por correo electrónico (kovacs@kovacs.org), aunque también se puede hacer por fax (971 72 07 74) o por carta (Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda. Fundación Kovacs. Paseo Mallorca 36, 3.o, 1.a. 07012 Palma de Mallorca).
Todos los investigadores que participan en un proyecto lo hacen de manera voluntaria y exclusivamente por su interés científico. Todos ellos son considerados autores del artículo o artículos científicos a los que dé lugar el proyecto, con un orden de firma determinado esencialmente por el número de horas dedicadas al proyecto, y ninguno percibe ninguna retribución económica por ello, aunque obviamente la Secretaría organizativa les reintegra los gastos en los que incurran como consecuencia de su participación (por ejemplo, gastos de desplazamiento).
MÉTODOS DE TRABAJO
Cualquier miembro de la Red, en la que se incluye la Unidad del Aparato Locomotor de la SEMERGEN y otros miembros de la Sociedad no integrados en este grupo de trabajo, puede proponer un proyecto de investigación. La Dirección y Secretaría organizativa de la Red son actualmente asumidas por la Fundación Kovacs, y sus misiones esenciales son canalizar y distribuir la información a todos los grupos que la constituyen, fomentar que todos ellos interactúen intelectualmente en el diseño de los proyectos de investigación, garantizar que estos cumplen los más estrictos estándares de calidad científica, organizar su puesta en marcha y coordinar su desarrollo operativo y gestión económica y administrativa.
El desarrollo de cada proyecto se estructura en 5 fases; definición, invitación, protocolización, realización y edición. El objetivo de la fase de definición es elaborar un resumen estructurado que defina el objetivo y la metodología del estudio y esboce su diseño y plan de trabajo. Ese resumen es elaborado por el grupo investigador que propone el proyecto, eventualmente con la ayuda de la dirección de la Red y de alguno de los grupos metodológicos que participan en ella. El objetivo de la fase de invitación es definir qué grupos investigadores están interesados en participar en el proyecto. En esa fase el resumen estructurado es distribuido a todos los grupos investigadores, con el fin de identificar a todos aquellos interesados en participar operativamente en su desarrollo y enriquecer el resumen estructurado inicial con la aportación intelectual de todos los grupos de la Red, asegurando así la sinergia y coordinación de su actividad. El objetivo de la fase de protocolización es elaborar el protocolo detallado del proyecto y asegurar que su oportunidad y calidad científica son óptimas (fig. 1). El objetivo de la fase de realización es llevar el protocolo a la práctica, aplicándose diversos mecanismos de control de calidad para asegurar que su ejecución se ajusta a lo definido en su protocolo (fig. 1). El objetivo de la fase de edición es elaborar el artículo científico al que el estudio da lugar.
Figura 1. Desarrollo de cada proyecto y mecanismos de control de calidad.
Aunque todos los grupos son invitados a participar en todas las fases, cada uno decide si puede o no participar activamente a la luz de su interés, capacidad, experiencia, área de especialización y ámbito de trabajo. Todos los proyectos que interesan a dos o más grupos investigadores se consideran como un proyecto de la Red, por lo que su Secretaría organizativa pone su infraestructura a su disposición y coordina con el investigador principal de cada proyecto la participación de los distintos grupos que intervienen en cada fase. Así se constituye una "subred" para cada proyecto, compuesta por todos los grupos que participan activamente en él y que pueden trabajar más eficientemente sin el lastre operativo que supondrían los equipos que no contribuyen significativamente a su desarrollo.
FINANCIACIÓN Y CARACTERÍSTICAS ORGANIZATIVAS
La financiación estructural de la REIDE es asumida por la Fundación Kovacs, aunque varios de sus proyectos concretos son cofinanciados por otras entidades (como el Fondo de Investigaciones Sanitarias, la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto Carlos III, o la Comisión Europea).
En la actualidad la Red no recibe financiación del programa de Redes temáticas del Instituto Carlos III, por lo que no son de aplicación sus requisitos burocráticos. Así, por ejemplo, para formar parte de la Red basta participar en alguno de sus proyectos de investigación, y para coordinar un grupo de investigación, demostrar ser capaz de hacerlo diligentemente, sin que sea determinante el tipo de contratación laboral o la vinculación administrativa con un organismo público. Además, la Secretaría de la Red se encarga de la gestión económica y de todos los trámites administrativos que conlleva un proyecto de investigación, liberando de esa carga a los investigadores.
Los grupos que integran la Red tienen especial interés por asegurar la imparcialidad de su labor científica y por seguir trabajando con el grado de eficiencia y transparencia demostrado hasta ahora. Por eso quieren seguir evitando las interferencias que en el ámbito de la investigación biomédica pueden generar las entidades privadas con ánimo de lucro, así como las ineficiencias que pueden emanar de la rigidez burocrática que a veces imponen algunas entidades públicas. Por eso, los recursos que las entidades públicas o privadas pueden destinar a financiar algún proyecto de la Red se canalizan a través de la Secretaría organizati-
va de la Red, que es asumida por la Fundación Kovacs.
Las entidades financiadoras tienen acceso al protocolo de investigación para poder decidir con respecto a su eventual contribución, y también se le comunican los resultados del proyecto tan pronto éste ha finalizado, pero a las entidades con ánimo de lucro o vinculadas a la industria se les impide el acceso directo al equipo investigador y no se les permite participar en las decisiones sobre los aspectos técnicos relativos a su diseño y ejecución, incluyendo la resolución de los eventuales imprevistos que surjan durante su ejecución y el análisis estadístico de los resultados. Además, todos los proyectos de investigación que se acometen dan lugar a una publicación científica, con independencia del sentido de sus resultados, en la que se indica de forma explícita el origen de los fondos destinados a su financiación.
