Los métodos anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC) han mostrado alta seguridad y eficacia para la prevención de embarazos y están especialmente indicados en la población joven y vulnerable, pero su uso encuentra barreras tanto entre los proveedores como entre las usuarias por falta de información o por el coste económico. El objetivo del presente estudio fue valorar el uso de 2 métodos LARC, dispositivo intrauterino (diu) e implante, en menores de 26 años tras hacer un consejo contraceptivo adecuado y subvencionándolos en situaciones de vulnerabilidad. Analizar la población que los elige, los efectos secundarios, los motivos de abandono y el tiempo de permanencia.
Material y métodosEstudio descriptivo retrospectivo de los diu e implantes insertados a menores de 26 años desde enero de 2016 a diciembre de 2019 en el Centro Municipal de Salud de Usera perteneciente a Madrid Salud. Se recogen los datos de n=266 mujeres que iniciaron diu o implante. Se han colocado 87 diu de cobre, 37 diu medicados y 142 implantes.
ResultadosAumento en la prescripción de ambos métodos que es significativo en el uso del implante en el último año del estudio. Ha existido vulnerabilidad en el 91,7% de las mujeres. La edad media de las usuarias de diu es de 21,4 años, casi 2 años superior a las de implante y tienen más hijos. La frecuencia de efectos secundarios ha sido similar con ambos métodos, siendo el sangrado anómalo el efecto secundario más frecuente. Se han retirado anticipadamente el 31% de los diu de cobre, el 32% de los diu medicados y el 12% de los implantes. El tiempo medio de permanencia fue de 19,3 meses (DT=13,3); al final del primer año permanecían el 89,1%, a los 2 años el 82% y a los 3 años el 77,4%.
ConclusionesUn consejo contraceptivo adecuado y el acceso gratuito son claves imprescindibles para aumentar el uso de métodos LARC en esta población de especial vulnerabilidad. Encontramos pocos y leves efectos secundarios y alta tasa de continuidad, sobre todo para el implante.
Long-acting reversible contraception (LARC) methods have proven their high safety and efficacy for pregnancy prevention and they are specially indicated in young and vulnerable population, but their use encounter barriers both between providers and users due to lack of information or to the economic cost. The aim of this study was to assess the use of two LARC methods, intrauterine device (IUD) and implant, in minors under 26 years old after giving an adequate contraceptive advice and subsidizing them in vulnerability situations. To analyze the population that chooses them, the side effects, the reasons for abandoning and the permanence time.
Material and methodsRetrospective descriptive study of IUD and implants inserted to minors under 26 years old from January 2016 to December 2019 at the Municipal Health Center of Usera belonging to Madrid Salud. Data is collected from n=266 women who started using IUD or implant. 87 copper IUD, 37 medicated IUD and 142 implants have been placed.
ResultsIncreased prescription of both methods, with significant implant use in the last year of the study. There has been vulnerability in 91.7% of women. The average age of IUD users is about 21.4 years, almost 2 years older than that of the implant and they have more children. The side effects frequency has been similar with both methods, being abnormal bleeding as the most frequent side effect. 31% of copper IUD, 32% of medicated IUD and 12% of implants have been removed early. The average permanence time was 19.3 months (SD=13.3), 89.1% remained at the end of the first year, 81.2% at two years and 77.4% at three years.
ConclusionsAn adequate contraceptive advice and free access are essential keys for increasing the LARC methods use in this particularly vulnerable population. Few and minor side effects and high continuity rate have been found, especially for the implant.
La prevalencia de embarazos no deseados en el mundo es muy elevada, constituyendo un importante problema de salud pública, con altos costes emocionales para las mujeres y económicos para los Estados1. En países como Estados Unidos se estima que lo son alrededor de la mitad de todos los embarazos que se han producido2 y en España datos indirectos recientes apuntan a que serían el 38% del total de embarazos3.
Existe una relación lineal entre la vulnerabilidad social y la aparición de problemas en el ámbito reproductivo. Se entiende por vulnerabilidad social en relación con la salud la dificultad de muchos individuos de hacer frente a amenazas ambientales debido a contextos sociales inequitativos que condicionan a las personas más vulnerables en su día a día: la educación, la situación laboral y la capacidad económica son determinantes sociales claves de las desigualdades en salud4. En el ámbito de la salud reproductiva, la vulnerabilidad se refiere a condiciones socioeconómicas que dificulten el acceso a métodos eficaces de control de embarazos, debido a desigualdades económicas, pertenencia a minorías étnicas, situaciones de desarraigo y existencia de patologías limitantes5.
El problema se acentúa en las adolescentes y jóvenes, en quienes además de condiciones socioeconómicas desfavorables, determinantes culturales y desarraigo de la población inmigrante, se añaden las características especiales de este grupo etario: inmadurez, impulsividad6,7, menor percepción de riesgo, relaciones sexuales esporádicas y presión del grupo de iguales8,9.
Esto da lugar a embarazos no buscados que pueden truncar el proyecto vital de la joven, o terminar en una interrupción voluntaria del embarazo. En una reciente encuesta realizada a jóvenes españoles de entre 16 y 25 años, el 76,4% afirmaba usar métodos anticonceptivos en todas sus relaciones sexuales10, pero ocurre con frecuencia que el uso es inconstante, hay incumplimiento y falta de adherencia11. La tasa de interrupciones voluntarias del embarazo es del 9% hasta los 19 años y del 18,5% entre los 20 y los 25 años12.
Los métodos anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC) mejoran el cumplimiento, especialmente en adolescentes y jóvenes11 y han mostrado una alta seguridad, eficacia a largo plazo para la prevención de embarazos no planificados13 y eficiencia en cuanto a disminución de costes totales, cuando se evalúa la relación coste/beneficio más allá de los primeros 24 meses14. La principal ventaja es que no dependen de la adherencia o del uso perfecto por parte de la usuaria11,15. El dispositivo intrauterino (diu) y el implante subcutáneo tienen un índice de Pearl similar al de la esterilización con la ventaja de la reversibilidad16.
Sin embargo, su uso se encuentra con barreras, tanto entre los proveedores, por falta de información y capacidad para su instauración14, como entre las mujeres a las que están destinados, por la falta de información, las reticencias o temores a sus efectos secundarios, o el alto coste económico del método para aquellas mujeres con situaciones socioeconómicas desfavorables17. Se hace preciso derribar todas estas barreras, ya que se ha observado que, cuando se realiza un consejo contraceptivo adecuado y se elimina la barrera económica, el 67% de las mujeres aceptan utilizar estos métodos18 y se reduce la tasa de interrupción voluntaria del embarazo en la población juvenil19.
El presente estudio tiene como objetivo valorar los resultados obtenidos con el uso de dos métodos LARC, el diu de cobre y de levonorgestrel, con una duración de 5 años, y el implante de etonogestrel, con una duración de 3 años, en población adolescente y joven hasta 25 años. Se pretende conocer la tendencia de prescripción de ambos métodos en nuestra consulta, las características de las jóvenes que los eligen, los efectos secundarios que se han producido, los motivos de abandono anticipado y las tasas de continuidad en el tiempo de uso.
Material y métodosParticipantesDurante los 4 años revisados se han atendido 1.054 consultas de menores de 26 años, que representan el 30% del total de la población atendida en consulta. De entre ellas, en el presente estudio se recogen los datos de n=266 mujeres que iniciaron el uso de diu o implante. Si una misma usuaria ha usado más de un método se ha considerado como caso distinto. Se han colocado 87 diu de cobre, 37 diu medicados, 27 Mirena® y 10 Kyleena®, y 142 implantes.
ProcedimientoEstudio descriptivo retrospectivo de los métodos LARC, diu e implante, en mujeres menores de 26 años, que se inician durante el periodo de estudio, desde el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2019, en el Centro Municipal de Salud de Usera perteneciente a Madrid Salud. Se trata de un centro público y gratuito, en el que se atienden diferentes necesidades comunitarias, entre ellas la salud sexual y reproductiva. Los usuarios del centro acuden libremente o derivados desde otros dispositivos sociosanitarios.
Cuando la usuaria manifiesta que desea iniciar o cambiar un método se realiza consulta de consejo contraceptivo y se oferta gratuitamente el método LARC a las usuarias con alguna vulnerabilidad (el Servicio Madrileño de Salud no financia los dius y solo parcialmente los implantes). Esta consulta puede ser realizada por diferentes profesionales: enfermera, matrona, médica o ginecóloga. Los datos se recogen en el programa informático OMIap. Se realiza consejo individualizado de los métodos anticonceptivos adecuados, atendiendo al perfil de la usuaria, así como a sus necesidades y preferencias. Se les informa sobre los métodos LARC de forma oral y escrita, resaltando sus beneficios y posibles efectos secundarios, como los cambios en el patrón de sangrado que pueden ocurrir con el implante. Si la usuaria manifiesta su conformidad, pero hay alguna circunstancia que dificulta la adquisición del método, se deriva a la trabajadora social para valoración de su situación y posterior solicitud al Servicio de Farmacia del diu o implante prescrito. Los modelos de diu que proporciona la farmacia son el Nova T Cu 380® de Eurogine, el Mirena® y Kyleena® de Bayer, además del implante Implanon NXT® de MSD. Si es posible, acuden en los primeros 5 días del ciclo para la inserción del método por la ginecóloga, aunque en ocasiones, si existe alto riesgo de embarazo y estamos razonablemente seguras de que no existe gestación, se ha iniciado el método inmediatamente. Tras la inserción del diu, se realiza ecografía transvaginal para comprobar su correcta colocación y, posteriormente, se cita para una ecografía de control tras la primera menstruación. Se ha considerado que el diu está descendido cuando se encuentra parcial o totalmente en el canal endocervical20. Cuando hemos detectado riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), previamente a la inserción hemos solicitado prueba para descartarla; además, las usuarias han sido informadas de que los métodos LARC no protegen de las ITS, por lo que hemos recomendado el uso de preservativo.
El distrito de Usera presenta características diferentes en indicadores sociodemográficos a la media de la ciudad de Madrid, con una de las menores rentas, peores niveles educativos, con un porcentaje mayor de población extranjera, 7 puntos por encima de la media, y mayores tasas de paro21.
Todos los datos se recogieron en el sistema informático OMI-ap, gestor de citas compartido por los centros municipales de salud comunitaria de Madrid Salud. Todas las participantes recibieron información previa sobre sus derechos y sobre el uso de sus datos y las leyes que protegen el tratamiento anónimo de sus datos (Ley 41/2002, de 14 de noviembre), firmando el consentimiento informado, y, si eran menores de 16 años, también los padres o tutores. El estudio fue autorizado por la Unidad de Formación e Investigación de Madrid Salud y siguió los protocolos habituales del Organismo Autónomo.
Análisis de datosSe han utilizado descriptivos de variables como edad, paridad, vulnerabilidad, método anterior, efectos secundarios, motivos de retirada anticipada, tiempo de permanencia. Cuando se han comparado grupos entre sí, se ha utilizado la prueba t para comparación de medias en variables continuas y la d de Cohen para la estimación del tamaño del efecto, interpretándose como 0,2 bajo, 0,5 moderado y 0,8 alto; y la prueba de ji cuadrado (χ2) para comparación de categorías, con la V de Cramer como estimador del tamaño del efecto, interpretándose como 0,1 bajo, 0,3 moderado y 0,5 alto21. Para todos los análisis se ha utilizado el paquete estadístico SPSS 22.
ResultadosEn la figura 1 se muestra la distribución por edades de las mujeres atendidas. El 46,5% eran nulíparas, el 37,0% tenían un hijo, el 13,0% 2 hijos, y el 3,5% 3 o más hijos. Habían tenido un aborto el 24%, 2 abortos el 7% y 3 o más el 2%.
En la figura 2 se muestra la tendencia en la prescripción de métodos LARC por años del estudio. El número de consultas se ha mantenido constante y observamos un incremento en el uso de ambos métodos, sobre todo del implante en el último año.
Al 91,7% de las usuarias se les proporcionó gratuitamente el método LARC debido a que cumplían algún requisito de vulnerabilidad (fig. 3), principalmente precariedad económica para su adquisición, pero además hemos identificado otras vulnerabilidades como ser inmigrante, pertenecer a etnia gitana, ser menor de edad por la carencia de recursos propios, discapacidad, estar tutelada, prostitución y violencia de género.
En la tabla 1 se observa el método anticonceptivo previo al inicio del diu o implante. Eligieron diu el 80% de las que usaban coito interrumpido y el 76% de las usuarias de píldora gestágeno; eligieron implante el 89,4% de las que no usaban ningún método y el 100% de las que usaban anillo vaginal. Renovaron el método el 83% de las usuarias de diu de cobre, el 33% de las de diu medicado y el 85% de las de implante. Las usuarias de inyectable gestágeno y preservativo se repartieron entre ambos métodos.
Método anticonceptivo previo al inicio de diu o implante
Método nuevo | ||||
---|---|---|---|---|
Diu cobre | Diu medicado | Implante | ||
Método previo | Frecuencia | |||
Diu medicado | 3 (1,1%) | 1 (33,3%) | 1 (33,3%) | 1 (33,3%) |
Anillo vaginal | 3 (1,1%) | 0 | 0 | 3 (100%) |
Otros | 3 (1,1%) | 0 | 0 | 3 (100%) |
Diu cobre | 6 (2,3%) | 5 (83,3%) | 0 | 1 (16,7%) |
Píldora gestágeno | 13 (4,9%) | 7 (53,8%) | 3 (23,1%) | 3 (23,1%) |
Implante | 14 (5,3%) | 1 (7,1%) | 1 (7,1%) | 12 (85,7%) |
Ninguno | 19 (7,1%) | 1 (5,3%) | 1 (5,3%) | 17 (89,5%) |
Inyectable gestágeno | 22 (8,3%) | 7 (31,8%) | 4 (18,2%) | 11 (50%) |
Coito interrumpido | 30 (11,3%) | 17 (56,7%) | 7 (23,3%) | 6 (20%) |
Píldora combinada | 38 (14,3%) | 12 (31,6%) | 4 (10,5%) | 22 (57,9%) |
Preservativo | 115 (43,2%) | 36 (31,3%) | 16 (13,9%) | 63 (54,8%) |
Cuando se comparan las características de las mujeres que eligieron uno u otro método (tabla 2), vemos que la media de edad de las usuarias de diu es unos 2 años superior a la de usuarias de implante y tienen ya más hijos. El 20% de las usuarias de diu eran nulíparas frente al 69% de las usuarias de implante. La vulnerabilidad más frecuente de las que eligieron diu fue precariedad económica seguida de etnia gitana, y de las que eligieron implante, ser inmigrante.
Edad, paridad y motivo de vulnerabilidad de las mujeres que eligieron diu o implante
Método elegido | |||||
---|---|---|---|---|---|
Diu | Implante | ||||
Edad | t | p | d | ||
Media | 21,4 | 19,7 | 4,9 | <0,001 | 0,60 |
DT | 2,6 | 2,9 | |||
N.ode hijos | |||||
Media | 1,1 | 0,42 | 7,4 | <0,001 | 0,90 |
DT | 0,8 | 0,7 | |||
N.ode abortos | |||||
Media | 0,49 | 0,39 | 1,1 | 0,28 | 0,14 |
DT | 0,8 | 0,7 | |||
Vulnerabilidad | χ2 | V | |||
Ninguna | 6,5% | 9,9% | 74,6 | <0,001 | |
Precariedad económica | 54,0% | 26,7% | |||
Etnia gitana | 27,4% | 7,7% | 0,53 | ||
Inmigrante | 11,3% | 47,9% | |||
Discapacidad | 0,0% | 3,5% | |||
Otras | 0,8% | 4,2% |
t=estadístico de Student; d=estadístico de Cohen como estimador del tamaño del efecto; χ2=estadístico ji cuadrado; V=estadístico de Cramer para la estimación del tamaño del efecto.
En cuanto a la frecuencia de efectos secundarios (tabla 3), aparecen en el 23% de las usuarias de diu de cobre, en el 9% de las de diu medicado y en el 17% de las de implante, siendo el sangrado anómalo el efecto secundario más frecuentemente encontrado, abundante, intermenstrual y prolongado en el 13% de las usuarias de diu de cobre y spotting prolongado en el 11% de las usuarias de implante. El segundo efecto secundario reportado por las usuarias de diu fue molestias/dolor en hipogastrio; las usuarias de implante describieron efectos variados como aumento de vello, depresión, hinchazón, mastodinia, náuseas y cefalea, aumento de peso. Hubo un caso de erupción pruriginosa generalizada posiblemente alérgica, y un caso de fractura in situ del implante.
Efectos secundarios referidos por las mujeres y motivos de retirada, según el método elegido
Efectos secundarios | |||
---|---|---|---|
Diu cobre | Diu medicado | Implante | |
Molestias/dolor hipogastrio | 4 (4,6%) | 3 (8,1%) | 0 |
Sangrado abundante | 8 (9,2%) | 0 | 0 |
Sangrado intermenstrual | 3 (3,4%) | 0 | 0 |
Sangrado prolongado | 5 (5,7%) | 0 | 0 |
Aumento del vello | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Depresión | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Erupción generalizada posiblemente alérgica | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Implante fracturado in situ | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Mastodinia | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Náuseas, cefaleas | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Sensación de hinchazón | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Spotting prolongado | 0 | 0 | 16 (11,3 |
Aumento de peso y mareos | 0 | 0 | 1 (0,7%) |
Total con efectos secundarios | 20 (23,0%) | 3 (8,1%) | 24 (16,9%) |
Motivo de retirada | |||
---|---|---|---|
Descenso | 5 (18,5%) | 4 (33,3%) | 0 |
Deseo de gestación | 8 (29,6%) | 3 (25,0%) | 3 (17,6%) |
Deseo de la usuaria | 1 (3,7%) | 0 | 4 (23,5%) |
Efectos secundarios | 9 (33,3%) | 2 (16,7%) | 8 (47,1%) |
Enfermedad inflamatoria pélvica | 0 | 3 (25,0%) | 0 |
Expulsión fracción de diu | 3 (11,1%) | 0 | 0 |
Posible fallo del método | 1 (3,7%) | 0 | 0 |
Recomendación de su médico | 0 | 0 | 2 (11,8%) |
Total (% retirados) | 27 (31,0%) | 12 (32,4%) | 17 (12,0%) |
En la tabla 3 también se pueden observar los motivos que llevaron a la retirada anticipada de cada método. El tiempo medio desde que se inició el método hasta que hubo de ser retirado fue de 19,3 meses (DT=13,3), en un rango entre 1 y 43 meses. Se han retirado antes de la fecha de caducidad el 31% de los diu de cobre, el 32% de los diu medicados y el 12% de los implantes. En cuanto a la permanencia en el uso, las usuarias de diu lo mantuvieron en el 83,1% el primer año, el 75% el segundo y el 70,2% el tercero, mientras que las de implante lo mantuvieron el 94,4%, el 88,0% y el 83,8%, respectivamente.
Se ha producido descenso de los diu en el 7,2% de los casos y en el 33% de ellos ya había existido una expulsión previa. El tiempo medio de permanencia antes del descenso ha sido de 4 meses, con un rango entre 1 y 8 meses. La retirada anticipada por deseo de gestación ha sido más frecuente en las usuarias de diu, quizá relacionado con la diferencia de edad que existe entre ambos grupos. En el caso de los diu de cobre ha existido una incidencia relacionada con un defecto en la fabricación de los aparatos que ha producido expulsión de una fracción rota del diu, uno de los brazos, en 3 ocasiones22.
La retirada anticipada imputable a efectos secundarios ha sido del 10% para el diu de cobre, del 5,4% para el diu medicado y del 5,6% para el implante. Ha habido un caso de fallo de método con diu de cobre y 3 casos de retirada hospitalaria por sospecha de enfermedad inflamatoria pélvica después de los 9 meses de inserción.
No ha habido problemas en la colocación de diu e implante. Respecto a la extracción, fue necesario derivar a 2 usuarias de diu para extracción histeroscópica y a una de implante por desplazamiento profundo y difícil localización.
DiscusiónLos datos nos indican que la tendencia de uso de diu e implante para la población de menores de 26 años es ascendente, con un incremento mayor en la prescripción de implantes en el último año, debido seguramente a la mayor experiencia de los profesionales en su inserción y extracción y a la confianza en el método.
El método anticonceptivo previo más utilizado fue el preservativo, seguido de la píldora combinada y del coito interrumpido, datos que coinciden con los hallados en la encuesta del observatorio de la SEC de 2019 para jóvenes de 16 a 25 años. De las que utilizaban previamente algún método LARC renuevan el 77,7% en el caso del diu y el 85% en el caso de los implantes, lo que apunta a una importante confianza de las usuarias en estos métodos.
La vulnerabilidad ha sido mayoritaria en nuestra población, lo que habría supuesto que muchas usuarias no hubieran podido acceder al método si no se les hubiera proporcionado gratuitamente.
La edad media de las usuarias de diu es unos 2 años superior a la de usuarias de implante23 y tienen más hijos. Esta diferencia en la elección según la edad y la paridad probablemente podría relacionarse, bien con un sesgo en la prescripción —por el temor de los profesionales a la intolerancia a los efectos secundarios—, bien porque las nulíparas sean más reticentes a la manipulación ginecológica. Sin embargo, los diu pueden insertarse sin dificultad en la mayoría de las adolescentes y mujeres nulíparas24.
También se observan diferencias en cuanto a la procedencia étnica: las mujeres de etnia gitana se decantan por el método diu, mientras que las inmigrantes, en su mayoría sudamericanas, prefieren el implante, quizá por el conocimiento previo del método en sus países de origen, lo que facilitaría la aceptación de sus efectos secundarios9.
El porcentaje de efectos secundarios no ha diferido significativamente entre diu e implante, sobre todo sangrados irregulares, y han sido, en todos los casos, de carácter leve, similares a los encontrados en la literatura25,26. Quienes han referido más efectos secundarios han sido las usuarias de diu de cobre, seguidas de las de implante y diu medicado. Las irregularidades en el patrón de sangrado han sido el efecto secundario más frecuente con ambos métodos, y pueden, en parte, manejarse con una adecuada información, ya que suelen ocurrir sobre todo los primeros meses de uso y tienden a desaparecer. La amenorrea no ha sido mencionada negativamente por las usuarias.
Respecto a la retirada anticipada del método antes de la caducidad, los dispositivos intrauterinos han tenido más retiradas anticipadas por efectos secundarios, deseo de gestación, descenso y expulsión fracción rota. El porcentaje de descenso de los diu del 7% es algo superior al 5% que está descrito para la población general, lo que viene a avalar algunas publicaciones que sugieren que existe un mayor riesgo de descenso para las mujeres más jóvenes en comparación con las mujeres mayores25. La expulsión previa es un factor de riesgo para la repetición del descenso, pero no debe considerarse una contraindicación si la adolescente desea otro diu y se brinda asesoramiento sobre el mayor riesgo de expulsión (aproximadamente 30%) del segundo diu27. El índice de fallo de método del 0,8% con el diu de cobre está dentro de lo descrito en la literatura para este método20. No ha aparecido aumento de EIP en relación con el uso del diu, ya que los referidos se han producido muy lejanos al momento de la inserción. En cualquier caso, no parece que existan tasas de infertilidad superiores en las usuarias de diu al compararlas con las de otros métodos anticonceptivos28.
La continuación a los 12 meses de cualquier método LARC fue muy alta. A los 3 años la continuación global era de más de las tres cuartas partes de la muestra, considerablemente superior en el caso de los implantes. Estos datos resultan más elevados que lo informado en estudios previos26,29, y son un aval que justifica el desembolso económico realizado por la administración local, por ser los métodos de mayor coste-efectividad en el medio plazo30.
Una limitación del estudio es que el tiempo de seguimiento no ha sido uniforme, al haberse incluido todos los LARC insertados hasta diciembre de 2019. Sería necesario prolongar el tiempo de estudio para una observación más correcta de los resultados, así como estudios de carácter prospectivo, evaluando el uso de los métodos LARC con mayor tamaño muestral y analizando aspectos sociodemográficos para realizar un mejor asesoramiento anticonceptivo.
En conclusión, el uso de métodos LARC en mujeres menores de 26 años muestra mayor eficacia y mayores tasas de continuación que los anticonceptivos de acción corta, con complicaciones leves y poco frecuentes. Su uso debería ser recomendado por los profesionales sanitarios21 como primera línea de intervención en esta población25 y facilitado por las administraciones públicas, ya que son más eficientes en el medio y largo plazo, al reducir los costes asociados al uso de otros métodos menos seguros y al requerir menor disciplina por parte de la usuaria. El complemento necesario para el uso de estos métodos es que se ofrezcan y supervisen acompañados de una correcta información, especialmente sobre los potenciales efectos secundarios, al tiempo que se rebaten falsos mitos y resistencias injustificadas.
Conflicto de interesesNo existe conflicto de intereses por parte de los autores.