Objetivos: Tras la puesta en marcha en nuestro centro de salud de la receta electrónica a 12 meses de la misma, nos planteamos conocer si nuestros pacientes la conocen la usa y su grado de satisfacción.

Metodología: Procedimos de manera aleatoria, durante una semana, a preguntar a los usuarios que se encontraban en el centro de salud fuera de las consultas “si conocían la receta electrónica” “si utilizaban la receta electrónica” y nos puntuaran del 1 al 5 su grado de satisfacción con la receta electrónica. Además anotábamos el género del usurario al rellenar nuestro cuestionario.

Resultados: Del total de usuarios encuestados, el 47% eran mujeres y 53% hombres, el 41% reconocían que no conocían la receta electrónica mientras que solo el 42% de los encuestados reconocían que usaban la receta electrónica. No obstante, el 53% de los encuestados reconocían una mejora con la receta electrónica, esto es puntuaban entre 4 y 5 el cuestionario sobre su grado de satisfacción.

Conclusiones: La receta electrónica lleva una implantación aún lenta pues sólo un poco más de la mitad de los pacientes encuestados conocen la receta electrónica. Es de destacar que al menos la mitad de los encuestados reconocen la mejora con la receta electrónica. Está en la mano de los profesionales su mayor uso y difusión de la misma. Esta lenta implantación al año de su inicio debe de ser considerada para una más rápida expansión de la misma.