Objetivos: Conocer la repercusión clínica de la pandemia COVID-19 en un grupo de enfermos mentales de nuestra zona básica.

Métodos: Estudio observacional descriptivo retrospectivo. Incluimos 50 enfermos mentales clasificados por tipo de patología, un 75% ansiedad y/o depresión, y un 25% psicosis (esquizofrenia y trastorno bipolar) estudiando en un periodo de 6 meses de 2019 (marzo a septiembre) variables cuantitativas sobre número y tipo de consultas a Atención Primaria y a Urgencias, derivaciones a otros especialistas, número de psicofármacos y dosis (clasificada en baja, media y alta), comparándolas con el mismo periodo de 2020, desde el inicio de la pandemia COVID-19 en España.

Resultados: En 2019 la media de consultas totales es de 3,4 por paciente, siendo las más frecuentes presenciales por problemas mentales (1,6 de media) y orgánicas (0,96). Se hacen 21 derivaciones en total, 5 a salud mental y 16 a psiquiatría (0,1 y 0,3 de media). El número total de psicofármacos por paciente es de 1,68 de media (0,66 ansiolíticos; 0,52 antidepresivos; 0,3 neurolépticos; 0,12 Estabilizadores de ánimo). La potencia de dosis en escala de 1 a 3 clasificada en tres niveles, baja, media y alta, es de 1,42 de media con desviación estándar de 0,672. En 2020 la media de consultas totales es de 6,3 por paciente, siendo las más frecuentes consultas telefónicas por problemas no mentales (1,96 de media) y mentales (1,90). Se hacen 34 derivaciones en total, 12 a salud mental y 22 a psiquiatría (0,24 y 0,44 de media). El número total de psicofármacos por paciente es de 2,18 de media (1,08 ansiolíticos; 0,7 antidepresivos; 0,3 neurolépticos; 0,12 Estabilizadores de ánimo). La potencia de dosis en escala de 1 a 3 clasificada en tres niveles, baja, media y alta, es de 1,64 de media con desviación estándar de 0,82.

Conclusiones: La pandemia por COVID-19 ha originado en los pacientes con enfermedades mentales un aumento de consultas principalmente telefónicas a Atención Primaria y visitas a urgencias de hospital. Han aumentado el número de derivaciones a salud mental y a otras especialidades, así como el número y dosis de psicofármacos empleados, principalmente ansiolíticos. En general, se ha producido un incremento significativo de la demanda asistencial, y uso de psicofármacos, indicadores indirectos del empeoramiento de estos pacientes.

Palabras clave: Pandemia. COVID-19. Enfermos mentales.