En el presente número monográfico de Medicina Integral se describen las principales novedades en el tratamiento de las enfermedades respiratorias. En los últimos 10 años, el tratamiento de las enfermedades respiratorias ha experimentado grandes avances que han mejorado el pronóstico de los pacientes respiratorios. La ventilación mecánica no invasiva (sin intubación traqueal) ha permitido mejorar de forma extraordinaria el pronóstico de la insuficiencia respiratoria aguda y, en particular, la que ocurre en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, se han diseñado estrategias de ventilación mecánica con muchos menos efectos secundarios. El mejor conocimiento de la EPOC ha redundado en estrategias terapéuticas que han permitido prolongar la vida y mejorar la calidad de los pacientes que la padecen. Es necesario destacar los programas de rehabilitación, la cirugía de reducción de volumen y, en algunos casos, el trasplante pulmonar como terapéuticas impensables hace algunos años.
El asma bronquial ha cambiado totalmente en su espectro de gravedad. A ello han contribuido notablemente los tratamientos de fondo con diversos sistemas de administración de corticoides inhalados y los inhibidores de los leucotrienos. Con las nuevas terapéuticas, los casos graves de asma que requieren intubación y ventilación artificial han disminuido de forma notable, y la calidad de vida de los pacientes ha mejorado sensiblemente.
El conocimiento del síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño ha llevado a la evidencia de un grupo de enfermedades de gran prevalencia en la población. El tratamiento de este síndrome con medidas higienicodietéticas, cirugía o bien presión positiva continua en la vía aérea durante el sueño ha permitido mejorar enormemente la calidad de vida de un grupo de pacientes cuya enfermedad pasaba desapercibida o, simplemente, no se le prestaba la suficiente atención.
Finalmente, se han conseguido grandes avances en el tratamiento de las enfermedades infecciosas respiratorias. En el caso de la neumonía comunitaria y las bronquiectasias, el conocimiento profundo de su epidemiología ha permitido establecer normativas claras y precisas para su tratamiento. Es necesario destacar la aparición de nuevos antibióticos de mejor espectro, eficacia, tolerancia y comodidad de administración. Entre ellos, destacan los nuevos macrólidos, como la claritromicina y la azitromicina y las quinolonas de tercera y cuarta generación que presentan un espectro antimicrobiano ideal para tratar en forma de monoterapia las infecciones respiratorias adquiridas en la comunidad. Con respecto a la tuberculosis, que ha resurgido de forma importante a causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, se han aplicado programas de vigilancia epidemiológica que han permitido aplicar los tratamientos adecuados ya conocidos de forma más rigurosa y con mayor efectividad.
En resumen, la terapéutica en neumología ha presentado importantes avances en los últimos años en las enfermedades respiratorias más prevalentes. Estos avances hacen que la comunidad médica se sienta mucho más optimista en cuanto al pronóstico y calidad de vida de muchos pacientes que hace algunos años tenían un futuro mucho más incierto.