Caso clínico
Se trata de un paciente de 68 años de edad con antecedentes personales de fumador de 40 cigarrillos al día e intervención gástrica por ulcus hace 23 años.
Refiere desde hace 3 meses un cuadro de tos irritativa, dolor en hemitórax derecho de características pleuríticas y síndrome constitucional con pérdida de unos 5 kg de peso. No denota disnea ni fiebre.
A la exploración física destaca un paciente delgado. La auscultación cardíaca es normal. En la auscultación pulmonar presenta algunos roncus por ambos campos. Abdomen blando, no doloroso y sin organomegalias ni adenopatías periféricas palpables.
Laboratorio: hemograma, hemostasia y bioquímica normales. Gasometría arterial: ligera hipoxemia con normoventilación. Electrocardiograma normal.
Radiografía de tórax: masa cavitada en el lóbulo superior derecho, de paredes gruesas, con atelectasia distal (figs. 1 y 2).
Fig. 1.
Fig. 2.
La citología de esputos es negativa para células atípicas. En la broncoscopia se aprecia un estrechamiento con enrojecimiento de la pared del bronquio del lóbulo superior derecho, sin masas evidentes. Se realizó biopsia y cepillado, siendo el resultado de la citología negativo para células atípicas, por lo que se efectuó una biopsia con aguja fina de la masa (guiada por tomografía axial computarizada). El diagnóstico anatomopatológico final fue de carcinoma pobremente diferenciado compatible con carcinoma escamoso. La tomografía axial computarizada detectó una masa suprarrenal i zquierda compatible con metástasis y adenopatías mediastínicas de tamaño patológico, por lo que se descartó la realización de intervención quirúrgica, iniciándose tratamiento de quimioterapia con esquema: carboplatino-paclitaxel, habiéndose adminstrado hasta ahora un único ciclo.
Discusión
El diagnóstico de cáncer broncogénico se realiza mediante la sospecha clínica en una población de riesgo (mayores de 45 años, fumadores) con un cuadro de tos persistente, expectoración hemoptoica o hemoptisis, dolor torácico o disnea de causa no explicada por otros motivos. En ocasiones consultarán por un síndrome constitucional con pérdida de peso y con menor frecuencia con un síndrome paraneoplásico (hipercalcemia, cuadros neurológicos, etc.) y a veces por clínica metastásica (cerebral, la más dramática, ósea o hepática fundamentalmente).
La radiografía de tórax aportará información sobre la existencia de nódulos o masas, ensanchamiento mediastínico, derrame pleural, atelectasia o neumonitis. No existe un patrón patognomónico. En estadios precoces la radiografía de tórax puede ser normal.
La broncoscopia es el método de elección con tasas de sensibilidad superiores al 95% con tumor visible y especificidad cercana al 100%.
En los casos en los que no se hubiera alcanzado el diagnóstico deberá realizarse un procedimiento de punción aspiración a través de la pared torácica del nódulo con aguja fina y mediante un control radiológico (o con tomografía axial computarizada).