Agradecemos muy sinceramente las acertadas puntualizaciones adjuntadas a nuestro manuscrito publicado recientemente en Neurología1. Efectivamente el objetivo de nuestro artículo era hacer hincapié en un aspecto muy poco conocido en la historia de la Neurología, como es el referido al conocimiento de las sociedades neurológicas catalanas pioneras, la primera de ellas fundada por el Dr. Artur Galcerán i Granés en el año 1911 y denominada Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona2. Tal como apuntábamos en nuestro estudio, a partir del año 1915 el Dr. Martí i Julià (1860-1917) lo relevó en el cargo. Dicha sociedad pasaría a denominarse en el año 1934 Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia y fue presidida por el Dr. Belarmino Rodríguez Arias, sociedad que quedaría disuelta a partir de la Guerra Civil española. En el año 1941 la sociedad se rehace denominándose Asociación de Neurología y Psiquiatría, presidida por el Dr. José Córdoba Rodríguez, surgiendo en el año 1968 la Asociación de Ciencias Neurológicas, presidida por el Dr. Lluís Barraquer Bordas. Finalmente, en el año 1973 cambiaría a su actual denominación de Societat Catalana de Neurologia, presidida por el Dr. Agustí Codina Puiggròs, nombre que ya no se modificaría. Lógicamente, y por proximidad geográfica, las pioneras sociedades neurológicas catalanas tuvieron una influencia muy significativa por parte de la Neurología francesa1–3.
Por consiguiente, creemos de interés el ahondar en la exactitud del escaso conocimiento histórico de nuestra inicial Neurología, puesto que parece razonable y cierta aquella sabia sentencia que Cabrera de Córdoba apuntaba cuando decía: «El que mira la historia de los antiguos tiempos atentamente y lo que enseñan guarda, tiene luz para las cosas futuras, pues una misma manera de mundo es toda».