La Teleneurología inicialmente se desarrolló para atender patología compleja aguda en lugares remotos, como el Teleictus1, pero en los últimos años se ha extendido su uso para otras enfermedades neurológicas e incorporada paulatinamente en el seguimiento normal del paciente ambulatorio2. Entre los beneficios destacan la disminución de tiempo y coste de desplazamiento de los pacientes, la mejoría del acceso desde áreas remotas y la percepción de satisfacción por profesionales, pacientes y familiares. Entre sus limitaciones está la pérdida de relación tradicional presencial, la imposibilidad de realizar una exploración neurológica completa o la preocupación del neurólogo por la posible pérdida de precisión diagnóstica3. Podemos identificar 3 maneras de comunicación neurólogo-paciente mediante Teleneurología: telefónica, mediante sistema audiovisual o por consulta escrita4. Proponemos el uso de las abreviaturas: t-consulta para teleconsulta, v-consulta para videoconsulta y e-consulta5 para consulta escrita.
A partir del Real Decreto 463/2020 del Gobierno de España, de 14 de marzo6, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19)7 ha resultado imprescindible reorganizar la asistencia clínica habitual en las diferentes áreas de conocimiento8 propiciando el desarrollo de estrategias que evitasen el contacto neurólogo-paciente9. No disponemos actualmente de información sobre la virulencia de esta enfermedad en sujetos con enfermedades neuromusculares, pero en general deben considerarse población de riesgo10.
Presentamos la experiencia en Teleneurología aplicada a nuestra unidad de patología neuromuscular mediante un estudio observacional y prospectivo desde el día 14 de marzo de 2020 (inicio del decreto de alarma) hasta el día 24 de abril de 2020. Se incluyeron 88 pacientes consecutivos y se recogieron variables demográficas y clínicas: edad, sexo, diagnóstico y screening de síntomas COVID-19; y variables relacionadas con la comunicación: persona entrevistada (paciente o cuidador), tipo de consulta telemática (t-consulta, v-consulta o e-consulta), distancia desde donde se hace la entrevista medida a través de la aplicación Google Maps y coste estimado de ahorro en combustible, calculado mediante el precio actual de la gasolina sin plomo 95 (1,3euros/l), que precisaría un vehículo sedán con 2 personas a bordo consumiendo una media de 8l/km. Realizamos una comparativa con los parámetros asistenciales del mismo periodo durante 2019.
Un total de 86 de los 88 pacientes o cuidadores atendieron la consulta telemática (97,7%). Todos los contactados aceptaron la modalidad inicial de consulta mediante t-consulta; 8 pacientes (9,3%) fueron reevaluados mediante v-consulta (4 pacientes con miastenia gravis, 2 con distrofias musculares y 2 clasificados en «otras») debido al no control de los síntomas o progresión no esperada de los mismos. A 2 pacientes reevaluados por v-consulta (2,3% del total) se les permitió contactar por e-consulta para comentar incidencias en su evolución posterior. Ninguno precisó asistencia urgente hospitalaria tras la evaluación telemática. La edad media de los pacientes atendidos fue de 52,6 años; el 56,9% fueron varones. Un 13,9% precisó asistencia de su cuidador para contactar. La distancia total evitada de desplazamiento fue de 5.591,7km, 63,86km por paciente. El gasto de combustible total ahorrado estimado fue de 684,4euros, con un gasto medio por visita de 7,9euros. La distribución de las patologías neuromusculares atendidas se muestra en la figura 1.
Ninguno de los pacientes presentó síntomas sugerentes de COVID-19. El porcentaje de pacientes que acudieron a nuestra unidad en el mismo periodo de 2019 fue del 88,7% (79 de 89 pacientes citados), un 9% inferior respecto a 2020.
La conversión emergente de la consulta presencial de nuestra unidad de neuromuscular a Teleneurología durante la pandemia por COVID-19 mejoró la accesibilidad y disminuyó la ratio de absentismo respecto al año previo. Para la comunicación eficaz se precisó la implicación de los cuidadores en algunos casos. Este tipo de asistencia evitó desplazamientos en pacientes cuyo síntoma predominante es la debilidad muscular con afectación de la movilidad y les supuso asimismo un ahorro en gasto de combustible. La implantación de Teleneurología, en nuestra unidad, ha asegurado la continuidad asistencial. El confinamiento de pacientes atendidos en este estudio ha resultado ser una medida segura y eficaz para evitar nuevos casos de COVID-19.
Es necesario desarrollar estrategias de Teleneurología que convivan con atención neurológica presencial, una vez finalizada la pandemia por COVID-19, para pacientes que padecen enfermedades neuromusculares en el seguimiento ambulatorio habitual. Consideramos que el uso de las abreviaturas t-consulta, v-consulta y e-consulta es útil para simplificar la referencia al tipo de comunicación que se lleva a cabo con cada paciente.
AutoríaTodos los autores han participado en la evaluación de los pacientes, elaboración de estadística y redacción del manuscrito.
