Si bien el dolor neuropático (DN) es conocido desde la antigüedad y puede presentarse en numerosas entidades, muchos profesionales en nuestro medio consideran que la formación médica durante la etapa del pregrado en el tema es insuficiente. Para evaluar la opinión que tienen los médicos de su capacitación en DN en el pregrado y en el posgrado en nuestro país, los autores realizaron una encuesta a 440 médicos durante el año 2010. Se consultó a los profesionales si habían recibido educación de pregrado y de postgrado en DN y si se sentían capacitados para tratarlo. La mayoría de los médicos refirió no haber recibido educación de pregrado en dolor y DN (53%) y no se sentían capacitados para tratarlo (62%). Gran parte de los médicos adquiría formación en actividades de posgrado y estaban interesados en continuar su formación en DN.
Even if, Neuropathic Pain (NP) is well known since ancient times and may be present in a large number of diseases, many doctors in our area consider that medical education on this subject at medical schools, is insufficient. To evaluate the opinion that physicians have in our country on their formation about NP during pre and post graduation, the authors made a survey to 440 doctors in 2010. Physicians were asked if they had received education on NP for the pre and post graduation period and if they felt comfortable to treat it. The majority (53%) answered not having received training on pain neither NP during college and did not feel skilled to treat it (62%) Largely the physicians acquire education on post graduation activities and were interested on continuing their formation on NP.
Se considera que el dolor neuropático (DN) es aquel dolor causado por una lesión o enfermedad del sistema somatosensorial, según la definición de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (International Association for the Study of Pain [IASP]).1 Es sabido que el DN puede aparecer en numerosas entidades de alta prevalencia, como la polineuropatía diabética dolorosa, la neuralgia postherpética, la neuralgia del trigémino y por lesión radicular cervical o lumbosacra, entre otros. Si bien el DN es conocido desde la antigüedad, muchos profesionales en nuestro medio consideran que la formación médica durante la etapa del pregrado es insuficiente. Para evaluar la opinión que tienen los médicos de su capacitación en dolor y DN en el pregrado y posgrado en nuestro país, los autores realizaron una encuesta a 440 médicos durante el año 2010. Se consultó a los profesionales, entre otros temas, si atendían a pacientes con DN, cuán capacitados se sentían para tratar pacientes con DN y si habían recibido educación de pre y posgrado al respecto.
Material y métodosSe realizó una encuesta de opciones múltiples, de 18 preguntas, en forma voluntaria y anónima a 440 médicos en distintos tipos de reuniones científicas y ámbitos laborales durante el año 2010. La encuesta fue realizada a médicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba (ciudad e interior de la provincia), Corrientes, Entre Ríos, Gran Buenos Aires, La Plata, Mendoza, Neuquén, provincia de Buenos Aires, Río Gallegos, Río Negro, Rosario, Salta, San Luis y Santa Fe.
ResultadosDe los 440 profesionales encuestados el 52% eran de sexo femenino y el 48% de sexo masculino, con edades comprendidas entre los 25 y 79 años, en su mayoría menores de 35 años (46,7%). Los años de ejercicio de la Medicina de los encuestados abarcaban desde los tres años hasta más de 30 años, el 60% tenía una antigüedad menor a los 10 años de graduación. Se encuestaron profesionales de las siguientes especialidades: Clínica médica (58%), Neurología (7,9%), Cardiología (7,6%), Traumatología y Ortopedia (4%) y otras especialidades como Reumatología, Anestesiología, Cuidados Intensivos, Medicina Familiar, Oncología, Obstetricia y Gerontología.
Los encuestados desarrollaban su actividad en el ámbito público, de obras sociales, seguridad social (PAMI) y en el privado. La gran mayoría trabajaba en áreas urbanas, mientras que una pequeña minoría solo en el medio rural (1%).
El 78% atendía pacientes con DN (en lo cual coincidieron en forma similar todas las especialidades consultadas) y el 19% no lo hacía. Dentro de los que asistían a pacientes con DN la mayoría (56%) atendía entre uno y 10 pacientes, y el resto entre 11 y más de 30.
Se preguntó al médico si la atención de estos pacientes con DN la realizaba solo, en equipo o si derivaba a estos pacientes a otros especialistas. El 37% de los encuestados respondió que asistían a sus pacientes en equipo, el 36% que los derivaba y el 12% manifestó que los asistía solo.
Al interrogar cuáles eran las especialidades interconsultadas, las más frecuentes fueron Neurología (39%) y especialistas en el tratamiento del dolor (33%).
Se encuestó sobre cuáles eran los niveles de elección de los fármacos para el tratamiento del DN que utilizaban los encuestados (fig. 1): antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como primera opción (36%), seguidos por antiepilépticos (28%) y antidepresivos (16%). En la última opción estaban los opioides (24%), corticoides y complejos vitamínicos. Un porcentaje de encuestados (11%) consideró los antiepilépticos en última opción.
Al preguntar si los profesionales habían recibido formación de pregrado en dolor, cerca de la mitad dijo que no (53%), y otro tanto contestó que sí (46%). Al preguntar sobre el tiempo de horas de cátedra que habían recibido sobre dolor durante esta etapa formativa, el 41% refirió que había recibido menos de 5 horas.
Con respecto al DN (fig. 2) el 72% de los encuestados consideró que no recibió formación de pregrado, mientras que el 28% consideró que sí había recibido dicha formación. De este último porcentaje el 63% consideró que había recibido menos de 5 horas de cátedra en DN.
Con respecto a la educación de posgrado consideraron que recibían (45%) y que no recibían (55%) información en DN. Dentro de estos últimos el 37% consideró que su formación de posgrado en DN fue menor a las 5 horas.
Si analizamos las respuestas respecto a la formación de posgrado por las distintas especialidades, la totalidad de los traumatólogos consideró que no recibió formación de posgrado en dolor, mientras el 67% de los neurólogos consideró que sí la había recibido.
Los encuestados consideraron distintas fuentes como las facultades de Medicina, cursos de posgrado, simposios y congresos, actividades organizadas por la industria farmacéutica y el acceso a Internet en porcentajes similares. Al analizar estas respuestas de acuerdo al origen de los profesionales, los provenientes de la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires consideraron más frecuentemente las facultades de Medicina como fuentes de formación de posgrado, mientras que los profesionales de Córdoba y La Plata jerarquizaron los Congresos y la información obtenida por Internet.
Se encuestó sobre la percepción del médico sobre su propia capacitación para el tratamiento del DN. La mayor parte de los encuestados (62%) no se sintieron capacitados, mientras que el 34% se sintió capacitado para tratar el DN.
El 94% de los médicos manifestó que tenía interés en recibir capacitación en DN.
ComentariosEl análisis de los resultados obtenidos en esta encuesta nos lleva a considerar varios aspectos:
- 1.
Es importante considerar que esta encuesta, como otras de estas características, no está contando con datos exactos, sino con la percepción de los profesionales encuestados sobre hechos producidos a veces varios años atrás, como puede ser el cálculo de cuántas horas de cátedra recibió un profesional determinado sobre los temas dolor y DN.
- 2.
La formación de pregrado, independientemente de la región y de la especialidad encuestada, es percibida como insuficiente. Es considerada ausente o cuantitativamente escasa por gran cantidad de profesionales encuestados.
- 3.
Algunas especialidades que asisten frecuentemente pacientes con DN, como Traumatología, perciben su falta de capacitación más que otras, lo que se vincula con la falta de formación en el posgrado en dolor y DN.
- 4.
Muchos de los profesionales que asisten pacientes con DN lo hacen de forma personal y sin la participación de un equipo médico. Muchos médicos que asisten pacientes con DN suelen derivar estos pacientes a otros especialistas. Esta modalidad de atención se destaca en una especialidad como Traumatología, que a pesar de asistir a una gran cantidad de pacientes con estos síntomas, suele requerir la acción de otra especialidad para el tratamiento del paciente.
- 5.
Con respecto a las especialidades que reciben la interconsulta solicitada por otros profesionales, Neurología, el especialista en tratamiento del dolor y en tercer lugar Traumatología suelen ser las más frecuentemente consultadas. En algunas especialidades como Neurología se destaca la interconsulta a otro neurólogo.
- 6.
Varias especialidades que perciben carencia en su formación de pregrado suplen esta falta por información de posgrado.
La formación de posgrado suele ser «compensadora» de la falta de formación en el pregrado. Al respecto se observan algunas diversidades relacionadas con las regiones consultadas, ya que en la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires los médicos otorgan a las facultades de Medicina una importancia mayor como formadoras de opinión en el posgrado que en otras grandes ciudades del interior, donde los profesionales prefieren cursos y congresos.
Con respecto al nivel de elección de los fármacos para el tratamiento del DN, es importante destacar que la mayoría de los colegas encuestados elige en primer lugar los AINE. Si bien estos fármacos no son considerados por distintos autores en los primeros niveles de elección para el tratamiento del DN,2–5 como lo son los antiepilépticos bloqueantes de la subunidad alfa 2 delta del receptor de calcio postsináptico y algunos antidepresivos tricíclicos, son elegidos aún por gran parte de los profesionales en nuestro medio y hasta hace pocos años en muchos otros países.6
La ciencia médica incorpora nuevos conocimientos con tal velocidad que supera a los cambios en los programas de pregrado de las facultades de Medicina, debiendo los profesionales adquirir estos conocimientos en sus niveles de posgrado y en planes de educación médica continua. Los resultados de esta encuesta pueden colaborar al respecto en identificar una falencia en la formación médica en nuestro país, para luego mejorar la capacitación de los médicos que asisten pacientes con dolor y DN.
Conflicto de interesesLa Dra. Cintia Marchesoni ha participado como oradora en el tema fibromialgia en colaboración con el laboratorio Pfizer.
El Dr. Federico Buonanotte ha participado como orador en el tema dolor en colaboración con los laboratorios Pfizer y Janssen.
El Dr. Roberto Rey ha participado como orador sobre el tema dolor neuropático en colaboración con los laboratorios Novartis y Pfizer.
El Dr. José Daniel Braver ha participado como orador en el tema dolor neuropático en colaboración con los laboratorios Novartis y Pfizer.
El Dr. Eduardo Stonski declara no tener conflicto de intereses.
El Dr. Federico Ferrari declara no tener conflictos de intereses.
El Dr. Gustavo Blanco ha participado como orador en el tema dolor en colaboración con los laboratorios Pfizer y Bagó.
Los autores agradecen la colaboración de Pfizer Argentina en la publicación de este artículo.
