La capacidad de recordar realizar una acción en el futuro o de evocar intenciones demoradas, también llamada memoria prospectiva (MP), ha sido objeto de estudio de numerosas investigaciones dentro del marco de la neuropsicología en los últimos años debido a la importancia de la indemnidad de esta habilidad para desarrollar una vida independiente. Estas investigaciones han dado el resultado de un gran avance en el conocimiento del rendimiento de MP de los pacientes con distintas enfermedades neurológicas: traumatismo craneoencefálico, enfermedad de Parkinson, demencia de tipo Alzheimer, esclerosis múltiple, epilepsia, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, síndrome de Korsakoff, encefalitis herpética y accidente cerebrovascular. A su vez, estos estudios realizan sus aportes al desarrollo de modelos teóricos de MP.
ObjetivosEn este artículo se revisan estudios neuropsicológicos en MP de los últimos diez años y su implicancia sobre los modelos teóricos de MP, así como la utilidad de los descubrimientos en el desarrollo de estrategias terapéuticas de neurorrehabilitación cognitiva.
DesarrolloSe describen las investigaciones dentro de cada patología, resaltando el aspecto de la MP analizado y tratando de integrar los distintos desarrollos.
ConclusionesSe sacan conclusiones acerca del estado de avance en este campo, se exponen las limitaciones de un estudio de revisión en esta área y se sugieren direcciones futuras de la investigación.
The ability to remember to perform an action in the future or delayed intentions, also called prospective memory (PM) has been the object of many researches during the last years in the area of neuropsychology because of the relevance of its indemnity for an independent life. This research had result in a growing amount of knowledge about the performance in PM of patients with several distinct diseases like traumatic brain impairment, Alzheimer's dementia, Parkinson's disease, multiple sclerosis, epilepsy, etc. At the same time, those studies had made important contributions to the development of PM theoretical models.
GoalThis research intends to review the studies on neuropsychology of PM of the last decade, its importance in PM theory and the applicancy in cognitive neurorehabilitation.
DevelopmentResearch is described in each pathology highlighting the aspect of PM taken into consideration and trying to integrate them.
ConclusionsConclusions are made about advances in the field, exposing the limits of a review in this area. Future directions are suggested.
El estudio de la memoria prospectiva (MP) se ha desarrollado en los últimos diez años desde la publicación del libro editado por Brandimonte et al1 que marcó un hito en la historia del estudio de la MP, instalando definitivamente el debate acerca de la posible separación de esta habilidad con otros tipos de capacidades mnésicas, como la memoria retrospectiva (MR) y la memoria de corto plazo. La MP se refiere a la capacidad de acordarse de realizar intenciones en el futuro con un tiempo variable de demora entre la planificación de la intención y la ejecución de la misma en un momento y lugar determinados. No es concebido como un concepto unitario, dado que algunos autores proponen la existencia de distintos dominios y procesos dentro de la MP2–4.
También se define como la habilidad de controlar el ambiente en busca de los signos que indican la necesidad de realizar la intención en el caso de acciones basadas en eventos —p. ej., la imagen de la verdulería evoca comprar manzanas—, o controlar el tiempo en el caso de acciones basadas en el tiempo5.
En cambio, la MR es la capacidad de recordar algo que sucedió en el pasado. La MR es una entidad complementaria de la MP, y permite recuperar la información de lo que se debía hacer —en el ejemplo anterior, comprar manzanas y no duraznos—. La principal diferencia entre la evaluación de la MP y la MR es que en la MR el examinador solicita la evocación de la información, mientras que en la MP el examinado debe evocarla por sí mismo en el momento determinado con anterioridad.
Distintos paradigmas de evaluación de la MP han sido desarrollados en el área experimental6. Estos paradigmas comparten el procedimiento en el cual los sujetos son instruidos en la tarea de MP especificando las actividades que deberán realizar, el momento adecuado para ejecutarlas y cómo se deben efectuar. El sujeto realiza las acciones mientras lleva a cabo otras tareas que funcionan como distractoras, denominadas tareas concurrentes. Se registra si el sujeto autoinicia la actividad, lo cual es considerado como medida de MP propiamente dicha, y si recuerda el contenido de la intención —el qué—, con el fin de evaluar el componente retrospectivo de la tarea.
Los paradigmas difieren entre sí en una serie de factores como el tipo de tarea concurrente, la cantidad de actividades que el sujeto debe iniciar por sí mismo y el tipo de intención basado en el tiempo o en el evento. Estos factores determinan diferencias en los procesos psicológicos subyacentes. Por ejemplo, el proceso de evocación puede ser automático o estratégico dependiendo del grado de discrepancia entre el tipo de procesamiento requerido en la tarea concurrente y en la tarea de MP, diferencia que será analizada más adelante4,7.
Además, se desarrollaron tests específicos para la evaluación neuropsicológica de la MP, como el MIST de Raskin8, así como tests de evaluación general que incluyen ítems para testear la MP, como el test Rivermead de Wilson9.
ObjetivosLa neuropsicología y la psicología experimental se enriquecen mutuamente cuando los paradigmas de evaluación de la MP se aplican a poblaciones con trastornos neurológicos. Este artículo tiene como objetivo reseñar los principales estudios neuropsicológicos —enumerados en la tabla 1— de la MP en pacientes con traumatismo craneoencefálico (TCE), esclerosis múltiple, demencias, epilepsia y otras patologías. El estado de avance de las investigaciones en este campo hace necesario realizar estudios que relacionen, comparen y unifiquen los descubrimientos efectuados hasta la fecha.
- Resumen de investigaciones reseñadas
Patología | Referencia | n | Tipo de intención |
Traumatismo encefalocraneano | Kliegel et al, 200411 | 7 | Evento |
Scmitter-Edgcombe y Wright, 200412 | 24 | Evento | |
Henry et al, 200713 | 16 | Evento | |
Knight et al, 200514 | 25 | Evento | |
Shum et al, 199915 | 12 | Evento, tiempo y actividad | |
Maujean et al, 200316 | 14 | Evento | |
Mathias y Mansfield, 200517 | 25 | Evento y tiempo | |
Roche et al, 200218 | 33 | – | |
Demencia tipo Alzheimer | Huppert y Bearshall, 199333 | 21 | Evento |
Huppert et al, 200034 | 11.956 | Evento | |
Duchek et al, 200635 | 26 | Evento | |
Maylor et al, 200236 | 24 | Evento y tiempo | |
18 | Evento | ||
Jones et al, 200637 | 46 | Evento | |
Maylor et al, 200038 | 22 | – | |
Demencia de Parkinson | Katai et al, 200339 | 20 | Evento y tiempo |
Kliegel et al, 200240 | 16 | Evento | |
Altgassen et al, 200741 | 13 | Evento | |
Costa et al, 200842 | 23 | Evento y tiempo | |
Esclerosis múltiple | Bravin et al, 200043 | 40 | Evento y tiempo |
Vanotti et al, 200344 | 18 | Evento y tiempo | |
Rendell et al, 200247 | 20 | Evento y tiempo | |
Kardiasmenos et al, 200848 | 24 | Evento y tiempo | |
Epilepsia | Adda et al, 200849 | 48 | Evento y tiempo |
VIH | Carey et al, 200659 | 66 | Evento y tiempo |
Martin et al, 200760 | 42 | Evento y tiempo | |
Woods et al, 200858 | 87 | Evento y Tiempo | |
Síndrome de Korsakoff | Brunfaut et al, 200062 | 24 | Evento |
Encefalitis herpética | Sgaramella et al, 200065 | 20 | Evento |
ACV | Brooks et al, 200466 | 25 | Evento y tiempo |
n: cantidad de sujetos con enfermedad neurológica estudiados; ACV: accidente cerebrovascular.
Utilizando un paradigma de evaluación de la MP con intenciones complejas, basado en una prueba de tareas múltiples desarrollada originalmente por Shallice y Burgess10, Kliegel et al11 analizaron a 7 pacientes —1 mujer y 6 varones— con una media de edad de 37,86 años (desviación estándar [DE], 15,99), que habían sufrido un grave TEC. Se incluyeron pacientes con deterioro de las funciones ejecutivas sin alteraciones mnésicas. La mayoría de estos pacientes mostraba daño axonal difuso o lesión temporal y frontal. Al comparar el rendimiento en MP de estos pacientes con 40 voluntarios sanos se encontró una diferencia significativa en algunas fases de la prueba.
Las diferencias con el grupo control fueron halladas en las siguientes fases: planificación de la intención, autoiniciación y ejecución. Según la teoría sustentada por los autores, las capacidades cognitivas involucradas en estas fases son las funciones ejecutivas como la monitorización de señales del medio; automonitorización de la propia actividad; planificación, autoiniciación e inhibición de conductas automáticas inapropiadas para la situación3. La fase de retención del contenido de la intención no se encontró alterada en estos pacientes: en esta fase la MR es la función cognitiva requerida para obtener una buena performance y este resultado es entonces esperable, ya que los pacientes no presentaban disminución de la MR según la evaluación neuropsicológica general. Los hallazgos en pacientes con TCE podrían verse, entonces, como evidencia a favor de este modelo de la MP11.
Otro modelo teórico de la MP es el sistematizado por McDaniel y Einstein4, quienes distinguen dos procesos que permiten el éxito en la fase de recuperación de intenciones: los automáticos y los estratégicos. Tal como se había mencionado en la introducción, el tipo de proceso de evocación depende de distintos factores, entre ellos la relación entre la intención y la tarea concurrente, dando como resultado dos condiciones distintas: focal y no-focal. En la primera, la señal disparadora de la acción es también el estímulo blanco de la tarea concurrente; en la condición no-focal o periférica, la señal no se corresponde con la tarea concurrente, es decir, no forma parte de los estímulos blancos de la atención en la tarea distractora en curso. Por ejemplo, si la tarea concurrente es una tarea de memoria de trabajo en donde el sujeto debe recordar las últimas tres palabras leídas, la condición focal consiste en responder apretando otra tecla cuando aparezca determinada palabra en la pantalla, y la condición periférica requiere responder ante determinada configuración de la pantalla de fondo, cambiante a lo largo del test.
En la condición focal los recursos atencionales ejecutivos son mínimos y los procesos psicológicos subyacentes son automáticos; en cambio, en la condición periférica los recursos ejecutivos son mayores y la monitorización de la señal requiere un procesamiento estratégico con control atencional.
Este paradigma fue aplicado en pacientes con TCE por Schmitter-Edgcombe y Wrigh12, quienes esperaban hallar mayor dificultad en la condición no-focal, tal como predice la teoría. Evaluaron una muestra de 24 pacientes (20 hombres y 4 mujeres) con 34 años de edad media (DE, 9,16) con TCE grave y un alto porcentaje de daño axonal difuso como lesión cerebral. La media de escolaridad fue de 14 años (DE, 2,22). Hallaron diferencias significativas en ambas condiciones de evaluación de la MP con respecto a los controles. Los autores reconocieron que la condición no-focal no fue lo suficientemente periférica, y por esto no se encontraron diferencias entre las condiciones. Sin embargo, otros indicadores sugerían mayor dificultad de la condición periférica en concordancia con la teoría.
Según McDaniel y Einstein4, cuando la tarea es focal la cantidad de intenciones que han de ser recordadas no afecta a la performance de los sujetos porque se realiza de forma automática y no requiere mayor demanda de control atencional. Esta hipótesis fue puesta a prueba por Henry et al13, quienes hallaron una diferencia en el recuerdo de intenciones basadas en eventos de tipo entre 16 pacientes con TEC caracterizados según la evaluación neuropsicológica por leve disfunción ejecutiva y 15 controles de comparable edad, escolaridad y grado de inteligencia premórbida. Los pacientes tenían 44,4 años de edad media (DE, 13,4) y 12,2 años de escolaridad media (DE, 3). Esta diferencia no crecía a medida que se aumentaba la cantidad de intenciones, en concordancia con las predicciones teóricas.
En suma, se ha hallado que los pacientes con TEC tienen dificultades en MP, tanto en tareas de laboratorio como en tareas más ecológicas14. Estas dificultades se dan principalmente para el recuerdo de intenciones basadas en el tiempo15 y cuando la demanda cognitiva de la tarea de MP en interacción con la tarea concurrente es alta, como es el caso de los paradigmas con condición no-focal12, el uso de una tarea concurrente de alta complejidad16 y el uso de paradigmas de tareas múltiples11. La mayoría de los estudios en esta población han utilizado muestras de paciente de sexo masculino y con TCE grave y en menor proporción moderado a grave, limitaciones que deben tenerse en cuenta al generalizar las conclusiones.
La evaluación de la MP en la práctica clínica ha sido resaltada debido a la contingencia de su asociación con el declive de otras funciones cognitivas17. Igualmente, la necesidad de realizar una evaluación objetiva de la MP es apoyada por la evidencia de falta de conciencia de olvidos por parte de los pacientes con TCE18.
Los hallazgos de las investigaciones reseñadas tienen una importancia a escala terapéutica, dado que contribuyen al desarrollo de tratamientos neuropsicológicos cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes optimizando su rendimiento cognitivo en las actividades diarias. Existen distintas técnicas para mejorar la memoria de los pacientes con daño cerebral19,20.
La MP ha sido relacionada con las quejas de memoria de los pacientes en mayor grado que la MR21. Por esto es destacable el desarrollo de tratamientos específicos de la MP en pacientes con TCE22–24.
DemenciasEn esta área muestra especial interés en el estudio de las alteraciones cognitivas en estadios preclínicos e iniciales de la enfermedad, debido al gran valor terapéutico de detectar la enfermedad tempranamente.
Estos estudios se han desarrollado especialmente en la demencia tipo Alzheimer (DTA). Actualmente está aceptado que la memoria episódica es un excelente predictor de DTA incipiente25,26. Sin embargo, la MP también parece ser una gran candidata para predecir el deterioro cognitivo en DTA, a la vez que también es una de las primeras funciones que se deterioran en el envejecimiento normal27–31. En Argentina, Taussik32 fue pionera en el estudio de la MP y creó una prueba compleja de evaluación del recuerdo de múltiples intenciones basadas en eventos y en el tiempo, con la capacidad de discriminar entre sujetos normales y sujetos con olvidos benignos apareados por edad y escolaridad.
Dentro de la MP, las tareas más dificultosas para el envejecimiento normal son las que presentan mayor dependencia de un procesamiento estratégico y de la autoiniciación. Sin embargo, los estudios no son concluyentes en cuanto a cuál de los dos tipos de memoria (MR o MP) se deteriora primero en el envejecimiento.
Este mismo problema parece existir en el campo de las investigaciones en DTA: mientras que algunos estudios comunican mayor poder de predicción de la MP33–35, otros demuestran más inclinación por la MR36. Por otro lado, comparando el deterioro de la MP y la MR se ha descubierto que ambos son predictores independientes de DTA37 e indican la existencia de procesos cognitivos subyacentes distintos. Sin importar cuál tipo de memoria se deteriora antes, es remarcable la incidencia del déficit de MP sobre las actividades de la vida diaria y la seguridad de las personas34.
El efecto de superioridad de las intenciones a ser realizadas sobre las intenciones ya realizadas (ISE: intention superiority effect) también fue estudiado en pacientes con DTA (16 mujeres y 6 varones) con una media de edad de 78,9 años (DE, 8,5) y una media de escolaridad de 10,5 años (DE, 2,3), los cuales aún vivían en sus propios hogares en un estudio de comparación del rendimiento de estos pacientes con sujetos jóvenes y añosos38. Este efecto consiste en la mejor performance en el recuerdo de intenciones a ser ejecutadas en el futuro sobre el recuerdo de intenciones ya ejecutadas en el pasado. En este estudio se probó este efecto sobre una tarea de fluencia para intenciones de la vida de cada participante —"actividades, citas, visitas que tuvo que realizar la semana pasada" y "actividades, citas, visitas que deberá hacer la semana entrante"—, y se registró una ausencia de este efecto tanto en sujetos añosos como en pacientes con DTA en comparación con los jóvenes, lo cual podría explicar el déficit en MP observado en el envejecimiento normal y en la demencia. Las explicaciones de este efecto son variadas y no existe hasta el momento suficiente evidencia para inclinarse por una u otra teoría. Sin embargo, se ha propuesto la reducción de la facilitación en el acceso de las intenciones a realizar como causa más probable de la ausencia de este efecto en sujetos añosos y pacientes con DTA, en contraste con la falta de inhibición de las intenciones ya realizadas38.
Con respecto a otros tipos de demencia, se han realizado estudios en enfermedad de Parkinson (EP). Se registró deterioro de la MP con afectación particularmente del componente prospectivo y en la fase de planificación de las intenciones39,40, conservando el componente retrospectivo de la tarea. Sin embargo, pacientes con EP ubicados en los primeros estadios de Hoehn y Yahr —es decir, con afectación unilateral o bilateral sin alteración del equilibrio— pueden realizar las tareas prospectivas exitosamente si el foco de la atención se concentra en esta actividad más que en la tarea concurrente41.
Un estudio más reciente42 evaluó a pacientes de 63,5 años de edad promedio (DE, 10) y media de escolaridad de 9,9 (DE, 4,3) con EP de alrededor de 7 años de evolución, entre los cuales el 21,7% poseía alteración en MR, el 56,5% obtuvo puntuaciones por debajo de lo normal en memoria de trabajo y el 47,8% presentó alteraciones en al menos un test de funciones ejecutivas. La investigación de la MP en estos pacientes encontró alteraciones no sólo del componente prospectivo, sino también del componente retrospectivo. Además, mostró afectación del recuerdo de las intenciones basadas en tiempo, en contraste con el estudio anterior, que no encontraba diferencias en el recuerdo de intenciones relacionadas con tiempo entre pacientes y controles, estudio en el cual los pacientes mostraron, además, alteración de la MR, la capacidad de categorización y la fluencia verbal39. Estas diferencias pueden deberse a distintos factores, entre ellos la severidad del deterioro cognitivo de la muestra de pacientes y la complejidad y naturaleza del paradigma de evaluación implementado, siendo mayoritariamente comparables las características sociodemográficas de los participantes de las investigaciones.
Esclerosis múltipleEn pacientes con esclerosis múltiple (EM) (23 mujeres y 17 varones) con 11,35 años de evolución de la enfermedad y promedio de 11,2 años de escolaridad (DE, 2,2) con 45 años de edad media (DE, 9,68) y alteraciones mnésicas, Bravin et al43 no hallaron alteraciones en la autoiniciación, pero sí en el componente retrospectivo de la MP. Sin embargo, la simplicidad de las tareas utilizadas produce la sospecha de la presencia de un efecto "techo" debido al cual no se han podido evidenciar diferencias en la autoiniciación de la acción.
En Argentina, Vanotti et al44 realizaron un estudio con el objetivo de investigar la performance en los distintos componentes de la MP en EM. Se evaluaron 18 sujetos con EM (6 hombres y 12 mujeres) con una edad promedio de 40,61 años (DE, 11,26) y escolaridad de 14 años (DE, 3,12). La media de evolución de la enfermedad fue de 11 años. En la escala de discapacidad Expanded Disability Status Scale (EDSS) la población presentaba una puntuación de 4,55. Los pacientes fueron diagnosticados con EM de acuerdo a los criterios de Poser45 y McDonald46 con las formas clínicas recaída y remisión (14 sujetos), secundaria progresiva (2) y primaria progresiva (2). El grupo control constaba de 18 sujetos (8 hombres y 10 mujeres) con edad promedio de 45,94 años (DE, 11,16) y escolaridad de 11,83 años (DE, 3,68).
Se administró la prueba de MP "El Cóndor" de Taussik32, en la cual se analizó el recuerdo de intenciones de tiempo y evento a través de 10 consignas. Se otorgó un punto por cada instrucción correctamente realizada, obteniéndose una puntuación máxima de 10 puntos. Los análisis estadísticos mostraron en todas las medidas evaluadas diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de EM y el grupo control.
Los resultados revelaron fragilidad en la MP, la labilidad en la programación y la anticipación de las intenciones, así como una mayor vulnerabilidad en las diferentes tareas de tiempo y evento, explicado no sólo por el déficit en MR sino también por las alteraciones disejecutivas que afectan al componente prospectivo de las tareas. Rendell et al47 y Kardiasmenos et al48 confirman estos resultados con paradigmas similares.
Esta última investigación48 encontró diferencias entre 24 pacientes (11 mujeres y 13 hombres) de 44,4 años de edad promedio (DE, 8,2) y una media de 15 años de escolaridad (DE, 2) con curso de tipo recaídas y remisiones y secundaria progresiva de 7 años de evolución y una media en la EDSS de 4,6, y 24 controles de similares edad e inteligencia premórbida tanto en la capacidad de autoiniciar la acción como de recordar lo que debían realizar. Se destaca en este estudio el análisis sobre el beneficio otorgado por el uso de estrategias mnemónicas, del cual resultó que las técnicas de asociación y visualización facilitaron el recuerdo de intenciones en el momento apropiado en pacientes con EM.
EpilepsiaUna investigación reciente realizó un importante aporte al estudio de la MP y a los componentes neuroanatómicos de las redes neurales que la sustentan49. Se estudiaron 48 pacientes con epilepsia del lóbulo temporal asociado con esclerosis hipocampal refractarios a la medicación, diferenciando entre aquellos con lesiones en el lóbulo derecho —grupo con media de edad de 38 años (DE, 9,3) y un 54% de mujeres— y aquellos con lesiones izquierdas —grupo con 37 años de edad media (DE, 10,8) y un 50% de mujeres—. La media de escolaridad de ambos grupos era de 11 años. Se demostró un efecto de lateralidad de la lesión en la performance de los pacientes en la batería de MP administrada, y los pacientes con lesiones del hemisferio izquierdo poseían menor rendimiento. Los autores opinan que el rol del hipocampo o del lóbulo temporal medial izquierdo es crucial en el recuerdo de intenciones, con largos períodos de demora entre la formación de la intención y el momento de ejecución de la actividad.
Estos hallazgos se suman a los conocimientos de los roles de distintas regiones del cerebro en la MP. En general, la MP está relacionada con las zonas frontales y temporales50–52. Específicamente, la zona prefrontal se ha vinculado con la formación y la planificación de las intenciones demoradas53 con activación de regiones motoras en el caso de intenciones que requieren llevar a cabo una acción motriz54. El mantenimiento de la intención y el reconocimiento de los eventos disparadores de la acción han sido referidos al polo frontal, o área 10 de Broadman55–57. Estos estudios se enumeran en la tabla 2, donde se especifican las zonas del cerebro involucradas con los distintos aspectos de la MP.
- Estudios de relación entre fases de la memoria prospectiva (MP) y la estructura cerebral implicada
Zona del cerebro | Función | Referencia |
Regiones frontales y temporales | Recuerdo de intenciones | Okuda et al, 199850 |
West, 200851 | ||
Burgess et al, 200852 | ||
Región prefrontal dorsolateral derecha | Formación de la intención y la planificación | Burgess et al, 200053 |
Polo frontal o área 10 de Brodmann | Mantenimiento de la intención e identificación de las señales disparadoras de la ejecución de la intención | Burgess et al, 200155 |
Burgess et al, 200356 | ||
Simons et al, 200657 | ||
Regiones motoras | Codificación de intenciones que requieren la ejecución de una acción | Eschen et al, 200754 |
Las pruebas de MP son sensibles a las disfunciones frontosubcorticales, con lo cual es esperable encontrar alteraciones de la MP en pacientes con sida, y el síndrome neurocognitivo asociado a la infección por VIH es consistente con una desregulación de los circuitos fronto-estriato-tálamo-corticales. Efectivamente, algunos estudios en pacientes con sida con una media de edad de 46 años58,59 lograron evidenciar un patrón de alteración de la MP con afectación tanto de intenciones de evento como de tiempo, errores de sustitución del contenido de la intención y conservación del reconocimiento de las intenciones. Además, encontraron correlaciones con medidas de memoria episódica, funciones ejecutivas y memoria de trabajo. En el estudio más reciente58 registraron una alta capacidad de predicción por parte de la MP del grado de independencia en las actividades instrumentales de la vida diaria tales como manejar la medicación y conducir automóviles.
Martin et al60, encontraron alteraciones en pruebas con intenciones basadas en tiempo en una muestra de 31 sujetos VIH + con sólo un 20% de pacientes con sida comparados con sujetos que sufrían de abuso de sustancias. Esto indica que las dificultades en MP pueden presentarse incluso en pacientes con enfermedad de grado leve de síndrome de Korsakoff.
Síndrome de KorsakoffPacientes con síndrome de Korsakoff, cuyos déficit mnésicos han sido ampliamente descritos61, también fueron analizados en su MP. Veinticuatro hombres y tres mujeres con este síndrome con media de edad de 50,6 años (entre 37 y 64 años) fueron comparados con 24 sujetos alcohólicos crónicos sin deterioro cognitivo hospitalizados en una clínica de desintoxicación62. En un primer experimento se hallaron importantes diferencias entre los grupos utilizando una típica prueba de MP con alta demanda de control ejecutivo.
En un segundo experimento manipularon la variable congruencia entre la intención y la tarea concurrente. El peor rendimiento de los pacientes con síndrome de Korsakoff se registró cuando la intención era de tipo perceptual (presionar la tecla correspondiente al número de letras de la palabra que aparece en pantalla) y la tarea concurrente era semántica (apretar una tecla cuando aparece una palabra perteneciente a la categoría animal).
Estos resultados apoyan, según los autores, la teoría de la compatibilidad del procesamiento de Maylor63 o la similar teoría del procesamiento con transferencia apropiada (transfer appropiate processing) de Meier y Graf64, que predice los resultados encontrados en estos pacientes, explicando la facilitación del recuerdo de una intención cuando se realiza el mismo tipo de procesamiento de la información —semántico frente a formal— en la tarea concurrente y en el reconocimiento de señales relevantes para la MP.
Encefalitis herpéticaEn el estudio de Sgaramella et al65 se evaluaron 6 pacientes (2 mujeres y 4 varones) de 30 a 75 años de edad y media de escolaridad de 7 años (rango de 3 a 13), con compromiso mostrado en resonancia magnética del lóbulo temporal y frontal principalmente. Hallaron dificultades muy importantes en MP tanto de intenciones de tiempo como de evento, y en tareas relativamente simples y repetitivas como avisar al experimentador cada vez que pasan 5min en la sesión o tachar en una hoja el nombre de la actividad que anuncia el experimentador.
Accidente cerebrovascularBrooks et al66 exploraron el rendimiento de estos pacientes utilizando un paradigma novedoso de evaluación de la MP consistente en implementar la realidad virtual para recrear situaciones de la vida diaria. El participante debía realizar intenciones basadas en eventos, en la propia actividad y en tiempo. Veinticinco pacientes cuya media de edad era de 71,8 años (DE, 9,4) y 10,76 años de escolaridad (DE, 2), con una distancia hacia el stroke de 1 semana a 2 meses, rindieron significativamente peor que los controles en el recuerdo de los primeros dos tipos de intenciones, no así en el tercer tipo. Nuevamente aquí se presenta un panorama de disociación entre los tipos de intenciones que no coincide con la teoría, la cual asevera mayor dificultad de evocación en las intenciones basadas en tiempo.
ConclusionesDesde finales de la década de los noventa las investigaciones neuropsicológicas han realizado aportes al estudio de la MP, en grupos con TCE, demencias, EM, síndrome de Korsakoff y otros. Estas investigaciones han podido evidenciar algunos aspectos de las teorías de MP mediante disociaciones: la diferenciación entre la MP con otros tipos de memoria como la MR; la distinción entre procesamientos automáticos y estratégicos en la recuperación de intenciones, y la disociación entre el recuerdo de intenciones de evento y el recuerdo de intenciones de tiempo.
Con respecto a este último punto, algunos estudios neuropsicológicos demuestran que las intenciones basadas en tiempo son más difíciles de recordar en comparación con las basadas en eventos67,14, y la hipótesis explicativa de mayor difusión es la que postula el recuerdo de intenciones basadas en tiempo como la tarea de superior demanda ejecutiva, requiriendo habilidades específicas como la monitorización del tiempo y la estimación del paso del mismo43,68,69, así como mayor necesidad de autoiniciación70. Las funciones ejecutivas son muy vulnerables al deterioro cognitivo tanto debido a lesión cerebral como por envejecimiento normal, razón por la cual estas poblaciones rinden peor en las intenciones basadas en tiempo. Sin embargo, algunos estudios evidencian una disociación contraria en la cual se altera el recuerdo de intenciones basadas en eventos en presencia de relativa conservación de aquellas basadas en tiempo40,66. Esto podría indicar la existencia de distintos procesos cognitivos en la base del recuerdo para cada una de las intenciones.
Por otro lado, con respecto a las fases dentro de la MP, el modelo teórico que establece cuatro etapas en la MP —formación de la intención, retención, autoiniciación y ejecución3,71— ha encontrado cierto apoyo con los estudios que demuestran la afectación de determinadas fases en presencia de preservación de otras. En determinadas poblaciones se halló afectación de la planificación con conservación de la retención40, disociación entre la capacidad de recordar el contenido de la intención y realizarla en el momento apropiado, es decir, entre las fases de retención y de autoiniciación39,59.
La distinción entre procesos automáticos y estratégicos en la recuperación de la intención4 también ha encontrado apoyo en estudios neuropsicológicos13,14.
En poblaciones neurológicas, además, se han replicado hallazgos como el efecto de superioridad de las intenciones que realizar por sobre las ya realizadas38, y el efecto de congruencia entre la tarea de MP y la tarea concurrente63 o teoría del procesamiento con transferencia apropiada de Meier y Graf64.
Los hallazgos en neuropsicología han probado que la MP constituye una habilidad independiente dentro de la cognición, distinta de la MR, que correlaciona con funciones ejecutivas como la planificación, la autoiniciación, la automonitorización y la inhibición de la interferencia, así como con medidas de MR. Sin confundirse con estas otras áreas de la cognición, forma una habilidad específica dependiente del funcionamiento conjunto e interactivo de ellas. La MP puede así predecir independientemente la presencia de DTA37 y explicar gran parte de la dependencia funcional de pacientes con VIH58.
La dificultad para realizar una revisión de la literatura en esta área extrayendo conclusiones de mayor generalidad radica, entre otros factores, en la falta de homogeneidad en los paradigmas de evaluación implementados por los distintos estudios. Pequeñas variaciones en estos paradigmas pueden desembocar en la evaluación de diferentes procesos cognitivos.
Por otra parte, la neuropsicología se ha visto beneficiada de los desarrollos de la psicología de la MP ampliando los conocimientos del perfil cognitivo de los pacientes con daño cerebral. Esto es de suma importancia en el área clínica de la neurorrehabilitación, pues sólo a partir de un análisis detallado de las alteraciones del paciente el profesional puede intentar reducir el impacto en la vida diaria de la persona y conservando la calidad de vida en la mayor medida posible.
El uso de ayudas externas como tomar notas podría mejorar significativamente la MP de los pacientes en pruebas de laboratorio67. Enseñar estrategias compensatorias dentro de un programa de neurorrehabilitación ayudaría a las personas con dificultades en MP a mejorar su rendimiento cognitivo en la vida diaria.
En los próximos años será importante seguir desarrollando técnicas de evaluación con adecuadas propiedades psicométricas y estudios de baremización que permitan su uso en la clínica neuropsicológica, así como técnicas de rehabilitación específicas para MP con apoyo empírico extendiendo los resultados obtenidos en TCE22–24 hacia otras patologías. También será importante establecer el impacto del déficit en MP en las actividades de la vida diaria como se ha comenzado a realizar en poblaciones con VIH58.
FinanciaciónLa primera autora dispone de una Beca Doctoral otorgada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)