Cerca del 1% de todos los casos de meningitis son causados por Listeria monocytogenes. La rombencefalitis es una forma infrecuente de neurolisteriosis que se presenta más habitualmente en inmunocomprometidos.
Descripción de casoDescribimos dos mujeres previamente sanas que padecieron infección por L. monocytogenes. Se aisló el germen en cultivos de sangre y líquido cefalorraquídeo. Las neuroimágenes mostraron lesiones del tronco cerebral.
ConclusiónEn el paciente febril con signos de compromiso del tronco cerebral debe sospecharse la neurolisteriosis y administrarse ampicilina más gentamicina. La resonancia magnética puede contribuir al diagnóstico.
About 1% of all meningitis cases are caused by Listeria monocytogenes. Romboencephalitis is a rare form of neurolisteriosis, localized in the brainstem and more frecuent in the immunocompetent host.
Case reportsWe describe two clinical cases of previously healthy women who had L. monocytogenes infections. L. monocytogenes was isolated on blood and LCR cultures. In the neuroimaging we found brainstem lesions.
ConclusionIn a febrile patient with signs of brainstem involvement, neurolisteriosis should be suspected and ampicillin plus gentamicin administered immediately. MRI may contribute to an early diagnosis and help to lower mortality.
Listeria monocytogenes es un cocobacilo grampositivo anaerobio facultativo que penetra en el organismo por el tubo digestivo. Puede aislarse en la tierra, en partículas de polvo, en el agua, en plantas e incluso en los alimentos procesados y almacenados a bajas temperaturas1. Sin embargo, la listeriosis es una afección rara, y en Europa se ha detectado una incidencia anual de 0,2/100.000 habitantes.
La infección por L. monocytogenes suele afectar a ancianos, niños, embarazadas y/o inmunocomprometidos, y es excepcional el compromiso de adultos sanos. En las infecciones del sistema nervioso central (SNC) el 97% de los casos se manifiesta como una meningitis aguda1 o subaguda; el 36% de estos pacientes no padecían enfermedad previa alguna1. En el SNC puede manifestarse como una meningitis aguda o crónica que se asocia al desarrollo de abscesos cerebrales o medulares. La meningitis por L. monocytogenes representa cerca del 1% de todos los casos de meningitis1. Cuando la infección se localiza en el tronco cerebral se la denomina romboencefalitis, y en general afecta a adultos inmunocompetentes en el 70% de los casos1–4. El particular compromiso del tronco cerebral y del cerebelo aparece como excepcional. Este compromiso romboencefálico lleva aparejadadas depresión respiratoria o parada cardiorrespiratoria1,5–7. La revisión de la literatura a escala mundial, entre 1964 y 1997, recopiló 820 pacientes con listeriosis cerebral. El 24% se asociaba a neoplasias, de predominio hematológico; el 21% a trasplantes, principalmente de riñón, y el 36% a pacientes no inmunocomprometidos4. La presentación fue la de una meningitismeningoencefalitis en el 97%, que se complicó con un absceso-cerebritis en el 32%. La mortalidad fue del 27 y del 50%, respectivamente8.
Presentamos 2 casos de rombencefalitis por L. monocytogenes en adultos sanos.
Caso clínico 1Paciente de sexo femenino de 38 años de edad, sin antecedentes patológicos de importancia, que comenzó una semana antes de su internación con cefalea de localización occipital, fiebre, astenia, adinamia, vértigo, ataxia y disestesias. La paciente se encontraba veraneando en la costa atlántica argentina y previo a las manifestaciones neurológicas había presentado diarrea. Ninguno de los familiares presentó síntomas similares. Fue evaluada en forma ambulatoria y se le realizó una tomografía computarizada de cerebro que no evidenciaba alteraciones. Evolucionó con progresión del cuadro clínico, agregándose hemiparesia faciobraquial derecha, disartria y disfagia, por lo cual se decidió internarla. La resonancia magnética de cerebro mostró lesiones en el bulbo y en el pedúnculo cerebeloso, las cuales fueron hipointensas en T1 e hiperintensas en T2 y se reforzaron con contraste en forma anular. El laboratorio evidenció: hemoglobina, 11,5g/dl; hematocrito, 33%; leucocitos, 11.390/μl (fórmula conservada); serologías para virus de inmunodeficiencia humana, herpes virus tipo 1 y 2 (IgG + IgM), toxoplasmosis (IgM) y VDRL negativas. Con el fin de descartar inmunocompromiso se solicitaron, conjuntamente con el VIH, proteinograma electroforético y recuento de linfocitos T de sangre periférica mediante citometría de flujo, que resultaron normales. Durante el internamiento, la paciente también fue evaluada mediante ecografía abdominal, tomografía de tórax, abdomen y pelvis con contraste, y mamografía, que descartaron malignidades.
Con sospecha de meningoencefalitis inició tratamiento antibiótico con ampicilina y aciclovir. Se efectuaron hemocultivos y análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR), que mostró aspecto límpido, incoloro; glucosa, 59mg/dl; proteínas, 38mg/dll; recuento de leucocitos, 210/μl (neutrófilos, 7%; linfocitos, 93%), tinciones de Gram y tinta china negativas. Los cultivos para gérmenes comunes, bacilos ácido-alcohol resistentes y micológico, al igual que las polimerase chain reaction (PCR) para herpes virus y bacilo de Koch, fueron negativos. La paciente presentaba hemocultivos positivos para L. monocytogenes, y el mismo germen fue asilado del cultivo de LCR. El cuadro se interpretó como rombencefalitis por Listeria, cumpliendo tratamiento antibiótico con ampicilina. Evolucionó con mejoría clínica y radiológica, con recuperación completa a los 6 meses de seguimiento.
Caso clínico 2Paciente de sexo femenino de 32 años de edad inmunocompetente derivada a nuestra institución desde el noroeste argentino (cercano a zonas inundadas) con diagnóstico de meningitis bacteriana aguda de 48h de evolución, bajo tratamiento con ceftriaxona y esteroides. Al examen físico presentaba cefalea holocraneana, rigidez de nuca, fiebre, diplopía, ataxia y deterioro del sensorio.
Se realizó una punción lumbar, obteniéndose un LCR on hipoglucorraquia de 32mg/dl, pleocitocis de predominio mononuclear (720 células, 70% de mononucleares y 30% de polimorfonucleares) e hiperproteinorraquia de 89mg/dl. Se solicitaron cultivos en sangre y LCR para gérmenes comunes y bacilo de Koch. Se decidió agregar empíricamente ampicilina al tratamiento. Los cultivos fueron positivos para L. monocytogenes (figs. 1 y 2). Durante la internación se evaluó a la paciente mediante hemograma (leucocitosis con fórmula normal), ELISA para VIH, proteinograma electroforético y recuento de linfocitos T de sangre periférica mediante citometría de flujo, que arrojaron parámetros normales. También se solicitaron ecografía abdominal, tomografía de tórax, abdomen y pelvis con contraste y mamografía para estudio de posibles malignidades, que no arrojaron resultados positivos. Se descartó inmunocompromiso.
Se realizó una resonancia magnética de cerebro y se constató una hiperintensidad ponderada en FLAIR y T2 a nivel de tronco cerebral (fig. 3). La paciente evolucionó con deterioro del sensorio e hidrocefalia, y requirió drenaje ventricular externo. Los cultivos fueron positivos para L. monocytogenes. El cuadro clínico empeoró, y falleció por compromiso respiratorio.
ComentarioEl término romboencefalitis fue introducido por Bickerstaff en 1950, para expresar un cuadro inflamatorio del rombencéfalo de etiología no precisa que se presenta en niños y adolescentes. A este síndrome se le supone una patogenia inmunológica y viral, siendo la evolución benigna en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, la romboencefalitis por L. monocytogenes publicada inicialmente por Eksen en 1957 se presenta en adultos con un pronóstico grave6. En 1993 Amstrong y Fung revisaron lo publicado hasta entonces y sugirieron los siguientes criterios diagnósticos: a) evidencias clínicas y por imagen de una infección aguda del tronco cerebral; b) ausencia de compromiso clínico o radiológico de la corteza cerebral, y c) demostración de la presencia de L. monocytogenes en sangre, LCR o tejido cerebral. Los pacientes que no presenten documentación bacteriológica deben ser considerados como probables. Los casos que comunicamos cumplen los criterios diagnósticos propuestos, y pueden considerarse casos definitivos. La neurolisteriosis bajo forma de rombencefalitis suele manifestarse característicamente en forma bifásica, con un período inicial caracterizado por fiebre, malestar general, cefalea, náuseas y vómitos, el cual puede o no estar acompañado de síndrome meníngeo. Esta etapa puede prolongarse tres a cuatro días. En la segunda fase los pacientes desarrollan signos claros de afectación bulbar y protuberancial con la aparición de síntomas cerebelosos, motores, sensitivos y de compromiso de pares craneales. En los casos más graves los pacientes pueden presentar depresión respiratoria y muerte. En sólo el 3% de los casos de listeriosis del SNC la inflamación meníngea está ausente, por lo cual es frecuente encontrar alteraciones del LCR, el cual suele tener leucocitosis a predominio polimorfonuclear o linfocitario con proteínas levemente aumentadas y glucosa normal. Esto obliga a realizar el diagnóstico diferencial con meningitis tuberculosa o micótica. El estudio directo del LCR suele ser negativo y el cultivo sólo es positivo en el 40% de los casos. Al igual que en nuestros pacientes, en varios de los informes de la literatura el diagnóstico se confirmó por hemocultivos, los cuales suelen ser positivos en hasta el 60% de los casos. La mortalidad comunicada asociada a esta patología es elevada, llegando al 50% de los casos en algunas series4,6,7,9.
La resonancia magnética de cerebro es importante para demostrar el compromiso del tronco cerebral y del cerebelo por Listeria. La afectación más característica es la presencia de microabscesos múltiples, los cuales suelen reforzarse con el contraste en forma anular. El cuadro clínico subagudo, al igual que los cambios en el LCR, permiten en muchos casos realizar el diagnóstico diferencial con otras entidades como linfoma, vasculitis y cuadros desmielinizantes10,11.
La neurolisteriosis es una enfermedad que debe ser considerada en las meningoencefalitis de los neonatos, adultos con más de 65 años y pacientes inmunodeprimidos. Sin embargo, en adultos jóvenes con meningoencefalitis agudas-subagudas que viven en países con escaso control de los productos alimentarios manufacturados artesanalmente o con poca accesibilidad al agua de red, como es Argentina, es importante tener en cuenta esta patología. Un punto importante es la ausencia de cultivos positivos en el LCR y la presencia de compromiso del tronco encefálico en el contexto de un cuadro meníngeo agudo. Estos signos deben alertar al diagnóstico de listeriosis, hecho que motiva nuestra comunicación.