Durante el período 2010-2012 he tenido el honor de presidir la Sociedad Neurológica Argentina. He tenido también la fortuna de ser acompañado en esta Comisión Directiva por un grupo de fantásticos colegas que han ayudado a conducir nuestra Sociedad, cada uno de ellos asumiendo importantes responsabilidades. Trascendente ha sido también el aporte de muchos colegas que, sin formar parte de la Comisión Directiva, han dedicado su tiempo y esfuerzo a diferentes proyectos, o han contribuido con su amplia experiencia societaria, brindando sabios y oportunos consejos. A ellos también mi más sincero agradecimiento.
En estos 2 años hemos pretendido desarrollar una política societaria que contemple diversos aspectos, algunos de ellos continuación de gestiones anteriores, otros innovadores. La Neurología de nuestro siglo sin duda es una de las disciplinas sujeta a los más vertiginosos cambios. Es por ello que uno de nuestros pilares de gestión ha sido la Educación Médica Continua. La extensión de nuestro país y la asimetría en la distribución, tanto de su población como de los recursos médicos y tecnológicos, representa importantes barreras para poder alcanzar este objetivo de manera universal. En este sentido hemos continuado con el exitoso curso de la World Federation of Neurology, implementado en 2003, el cual ha sumado nuevos inscritos en estos años, permitiendo transmitir un programa de capacitación similar al que se utiliza en otras partes del mundo, y del cual en foros internacionales Argentina es ejemplo. Hemos comenzado a utilizar cada vez más recursos electrónicos, algunos previamente en marcha como e-learning, otros instrumentados recientemente como las aulas virtuales y el campus virtual, con el fin de poder llegar a más colegas, sobre todo a aquellos ubicados a grandes distancias de los grandes centros de formación. En este sentido también hemos continuado con nuestra Biblioteca virtual, lo cual permite a nuestros asociados poder acceder sin costo y rápidamente a las principales revistas de la especialidad.
Como parte de la educación médica, pusimos especial énfasis en los jóvenes neurólogos. Para tal fin hemos refundado el grupo de trabajo de Neurólogos en Formación, el cual ha sido una importante fuente de nuevos socios y nueva y joven energía societaria. Paralelamente hemos continuado con las becas para neurólogos del interior del país que deseen formarse en centros de alta complejidad conforme a las necesidades de su zona. Esta iniciativa, que se forjó hace más de 2 años, fue modificada en función de las necesidades planteadas por los colegas del interior, en cuanto a sus pautas de desarrollo.
Hemos sido afortunados en este ciclo en poder conseguir que la Sociedad Neurológica Argentina pueda certificar y recertificar el título de especialista en Neurología, así como las residencias de la especialidad, tarea que hasta hace poco tiempo estaba en manos de médicos que practican otras disciplinas y difícilmente pueden conocer las necesidades de la Neurología moderna. Asimismo, esta tarea permitirá estimular programas de residencia adecuados a las necesidades de salud de cada región.
Continuando con políticas iniciadas en gestiones previas creímos que era tiempo que la Sociedad Neurológica Argentina no solo se dedicara a la educación de sus asociados, sino también que tuviera la responsabilidad y la obligación de abrirse a la sociedad en su conjunto. Así se continuó con la celebración de los días nacionales de diferentes enfermedades neurológicas, se sumaron nuevos y se procuró extender la difusión de estas actividades a cada posible lugar del país, con el fin de concienciar a la población sobre la sintomatología, diagnóstico y tratamiento de diferentes patologías. De manera similar, y con el mismo espíritu, en conjunto con otras asociaciones médicas y no médicas, hemos contribuido a una exitosa campaña de recolección de medicamentos destinados a centros carentes de recursos.
Los grupos de trabajo de la Sociedad Neurológica Argentina representan su columna vertebral, sobre la cual se basan muchos de los recursos educativos implementados. En el presente período nuevos grupos se han desarrollado por petición de nuestros asociados, nuevos miembros se han agregado a los grupos ya existentes y las actividades desarrolladas por cada uno de ellos se han visto multiplicadas. Por tal motivo hemos modificado y actualizado el reglamento de funcionamiento de los grupos de trabajo para organizar y optimizar sus actividades.
Con el objetivo de desarrollar nuevos cursos de posgrado en nuestra sede, y permitir una mayor disponibilidad de espacios para las reuniones de los grupos de trabajo, nuestro edificio ha sido remodelado construyéndose 2 nuevas aulas, reorganizando un amplio espacio en el segundo piso para biblioteca y usos múltiples, así como un salón para reuniones. Asimismo, hemos reestructurado el área de secretaría.
Neurología Argentina, nuestro órgano oficial de difusión, ha crecido de manera extraordinaria en todos los aspectos; se amplió el volumen de artículos publicados en cada número, se enriqueció científicamente su contenido de manera notable, se introdujo un sistema de evaluación que permite también contribuir a la Educación Médica Continua y la Revista ha dejado de representar un gasto para nuestra entidad para convertirse en una fuente de ingresos. Igualmente nuestra página web ha sido reestructurada en un nuevo formato más amigable y estético.
Hemos continuado la labor de acercamiento con nuestros colegas del interior del país con reuniones bianuales con los delegados provinciales y se ha creado un reglamento para la elección de los mismos, el cual se implementará próximamente.
Durante estos 2 años muchas cosas se han hecho, pero sin duda quedan muchas más por realizar. Hemos recibido felicitaciones y críticas; agradecemos ambas, las primeras por el reconocimiento al trabajo, las segundas porque cuando son hechas desde un ámbito constructivo, y con activa participación, permiten modificar el rumbo y generar cambios. Aún queda mucho por debatir y pensar, con el objetivo de encontrar respuestas a demandas que satisfagan a la mayoría. No podemos ser ajenos a la realidad económica, social e histórica de nuestro país, que cada día nos impone nuevos desafíos. La extensión en el tiempo de las iniciativas exitosas, y el cambio de aquellas que no se han desarrollado adecuada o plenamente, requiere de futuros esfuerzos; sin duda los mismos están plenamente justificados.