Se trata de un área médica que intenta conectar la investigación básica con la medicina asistencial, convirtiendo un hallazgo o desarrollo logrado en la mesada del laboratorio de ciencia básica en nuevas formas de diagnóstico y tratamiento.
La ciencia, como tantas otras actividades humanas, tiende a especializarse, y si bien es cierto que esta especialización ha permitido la profundización del conocimiento, también hace a la fragmentación de la información.
La medicina se ha ido desarrollando entre la investigación básica y las áreas clínicas. El conocimiento adquirido en la investigación básica tiene impacto en la práctica clínica, pero los intentos de integración no siempre han sido exitosos. La revolución de la biología molecular y el desarrollo de la investigación biomédica básica alejaron al investigador de la cama del paciente a la vez que la medicina clínica se fue distanciando de la ciencia. Lo más importante de este distanciamiento es la falta de comunicación y una dilación en la adaptación de nuevos conocimientos en la práctica diaria asistencial. Por supuesto que no se trata de mundos diferentes. La investigación aporta sólidos e innumerables beneficios a la atención de los pacientes y la clínica ha sido fuente de inspiración de muchísimos científicos.
La clínica es espacio de aplicación del conocimiento, de la puesta a prueba, de identificación de nuevas necesidades donde la ciencia se inspira para llevar adelante nuevos proyectos. Este proceso exige una permanente interacción, un intercambio de recursos y conocimientos. Los clínicos no siempre reconocen el concepto que maneja la ciencia básica, menos aún perciben su aplicación en el cuidado de los pacientes. Los investigadores básicos son apasionados en su trabajo y viven muchas veces abocados a la generación de conocimiento en ocasiones algo alejado de la necesidad de los pacientes.
El éxito de la medicina traslacional se basa en la adecuada interacción de la ciencia básica con la medicina aplicada, lo que promoverá el desarrollo y el uso de nuevas herramientas provenientes de la investigación básica, como son los avances en biomarcadores moleculares, en farmacogenómica aplicados al tratamiento de enfermedades neurológicas, y la terapia génica y celular no lejos de su aplicabilidad clínica. El resultado de tal articulación proporcionará profesionales de la clínica médica con una sólida base en la investigación básica, concretando el lazo entre los avances científicos y las terapias personalizadas.
La revista Neurología Argentina, con criterio asociativo y vinculante, invita a publicar a los investigadores básicos con el fin de difundir y aplicar eficazmente sus conocimientos.
