Sabemos que ser médico entraña un verdadero sacrificio y vocación al servicio de los demás. La formación de pregrado es una etapa fundamental y un paso ineludible de la formación como médico pero es durante la especialización, es decir, durante la residencia médica, donde se genera la adquisición exponencial de múltiples conocimientos, habilidades específicas, procedurales, comunicativas y pedagógicas, que conforman pilares fundamentales de la práctica médica. En ninguna otra etapa de la formación académica la velocidad de aprendizaje y la incorporación de nuevos conocimientos y destrezas son tan espiraladas.
Afortunadamente, desde hace años, el núcleo de nuestra SNA ha brindado un espacio, para los jóvenes residentes que buscan donde poder compartir y mejorar esta formación tan única y especial. Una de las primeras convocatorias fue la creación del grupo de residentes en Neurología en el año 2005, que convocó a aquellos residentes, concurrentes o médicos jóvenes neurólogos con ganas de participar en actividades de equipo de trabajo. La creación de este grupo generó la consecuente creación de la figura de socio residente de la SNA, la generación de un espacio para que este grupo se reúna con periodicidad, de un espacio en el Congreso Argentino de la especialidad, entre otros beneficios para este grupo de jóvenes ávidos de formación. Esto fue posible gracias a los claros esfuerzos desde la CD y muchos socios que se preocupan y ocupan.
Nuestro grupo de neurólogos en formación desde siempre ha tenido un lugar especial. Es de destacar que desde los diferentes Comités Científicos de los congresos nacionales siempre han dado cabida a la integración, a que su participación sea explícita y concreta mediante la participación en diferentes mesas y actividades propuestas. También es importante establecer la buena voluntad que hemos realizado para la inclusión en esta revista mediante la sección de «Destacados de la literatura».
Si bien la mayoría de las residencias y concurrencias están en Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, esto no ha sido un obstáculo para permitir que los jóvenes neurólogos se integren y asocien en un lugar para todos satisfactorio. Actualmente, dado el fácil y alto acceso que años atrás, debido a Internet, las redes sociales que nos permiten participar en actividades y comunicarnos en forma continua. Así como también se ha comenzado a emplear un sistema de teleconferencia para la participación en las reuniones de grupo a los miembros del interior y sobre todo, para la participación de los mismos en actividades formativas, como presentación de casos clínicos entre diferentes residencias.
La labor asistencial de los jóvenes residentes es, en estos casos, primordial y la que más tiempo insume. Estimamos que nuestra responsabilidad es continuar acompañando y apoyando a los jóvenes neurólogos, para continuar con los programas educación médica continua.
Creemos que la participación en actividades societarias de grupo es fundamental desde etapas tan tempranas de la formación, ya que fomenta el trabajo en equipo, afianza lazos y genera nuevos proyectos.
En tiempos donde todo es efímero, donde la comunicación se vale de 140 caracteres, donde todo libro o atlas puede estar en un teléfono inteligente y cuando muchos de los residentes pasan noches enteras sin dormir sobrepasados de actividad asistencial, nos parece prioritario tomarnos unos minutos y tener cierta responsabilidad en fomentar actividades académicas, pero interaccionar cara a cara con los pacientes y residentes. Si bien en la medicina basada en la evidencia no existen medidas de efecto que contemplen este resultado, todos los que tuvimos la extraordinaria experiencia en nuestra formación de grado y de posgrado de recorridas concurridas con médicos con esas ganas de explicar medicina, comprendemos el real impacto que esto genera sobre la enseñanza a nuestros jóvenes neurólogos.
