Se tomó especial interés en una de las últimas publicaciones de su revista relacionadas a la «eficacia» y seguridad del tratamiento microquirúrgico de la neuralgia trigeminal1, la cual, sin desmerecer los valiosos resultados aportados por el estudio, deja abierta una discusión sobre la importancia del adecuado reporte de las investigaciones con relación al tipo de resultados obtenidos. Hablar de eficacia en un estudio observacional retrospectivo basado en registros, en la cual además se comparan grupos etarios diferentes, es sin duda una mala interpretación y comprensión de la rigurosidad metodológica, pilar de la investigación clínica, la cual, entre otras cosas, permite el discernimiento entre diferentes tipos de investigación con relación a su validez. Es ampliamente conocido que la eficacia de una intervención es evaluada mediante estudios clínicos en «condiciones controladas», y que por el contrario la efectividad de una intervención se demuestra mediante estudios observacionales en «condiciones reales»2–4 que es lo que realmente se hizo en el mencionado estudio.
El uso de diseños analíticos rigurosos para evaluar la eficacia de una intervención como los empleados en los ensayos clínicos controlados han tenido una disminución importante en el área de neurocirugía; la tendencia a lo largo de los últimos 20 años muestra que no ha existido un incremento proporcional entre las áreas de neurología y neurocirugía, esto se puede observar fácilmente en las estadísticas obtenidas de las publicaciones en la base de datos MEDLINE (fig. 1) (Fuente: datos obtenidos de MEDLINE, disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/).
Quizá una de las causas relacionadas para esta pobre evolución sea la dificultad inherente a realizar estudios bien controlados y aleatorizados en este tipo de pacientes4, sin embargo esa justificación no debería menoscabar la calidad de los pocos estudios dirigidos a demostrar eficacia que se realizan en neurocirugía, y más aún debería conducirnos a mejorar la calidad de los reportes que se realizan sobre investigaciones de tipo observacional. Es necesario mencionar que actualmente esto viene siendo impulsado por la Red EQUATOR, una iniciativa internacional que busca mejorar la confiabilidad y el valor de la literatura de investigación de salud publicada5. Dentro de las guías propuestas se encuentra la iniciativa STROBE6 dirigido al reporte de estudios observacionales, herramienta adecuada para el estudio publicado y que debería ser revisado por los autores.