Las estrías cutáneas son depresiones lineales superficiales de la piel1 que aparecen con gran frecuencia durante el embarazo. Sus efectos estéticos impactan negativamente en la calidad de vida de muchas pacientes y son una fuente de angustia permanente para algunas mujeres. El objetivo de este trabajo ha sido evaluar la prevalencia de estrías previas al embarazo, la incidencia de estrías gravídicas, su relación con el uso o no de productos para intentar prevenirlas y/o reducirlas y su impacto en la calidad de vida.
Material y métodosEstudio epidemiológico observacional abierto y prospectivo, en el que se incluyeron consecutivamente mujeres que acudían a la consulta de la matrona para confirmación/o seguimiento del embarazo. El estudio se desarrolló en 3 visitas: inicial, de seguimiento a las 20 semanas y final a los 10 días del puerperio. Durante las visitas, se registraron los datos de las mujeres referentes a las características antropométricas, la presencia y origen de las estrías, la valoración de la afectación de las estrías sobre la calidad de vida, la valoración de la gravedad de las estrías y el uso de productos para intentar prevenirlas y/o reducirlas, así como el tipo de producto utilizado («Velastisa®», «otros productos antiestrías» e «hidratantes o productos no específicos»).
ResultadosSe incluyeron 321 mujeres, con una edad media (DE) de 30,9 (5,04) años, de las cuales 227 tuvieron seguimiento. Las pacientes presentaban una prevalencia de estrías previas al embarazo del 90%. La incidencia global de estrías durante todo el embarazo fue de un 37,9%. En las mujeres que utilizaron productos antiestrías como mínimo hasta la semana 20, la incidencia de estrías gravídicas fue significativamente inferior a la de las mujeres que no los utilizaron (29,9 vs 45,4%; p<0,05; OR: 1,9 [IC95%:1,1-3,4]) o que utilizaron hidratantes y productos no específicos (29,9 vs 46,7%; p<0,01; OR: 2,1 [IC95%:1,2-3,6]). La gravedad de las estrías fue menor entre las mujeres que utilizaron productos antiestrías que entre las que utilizaron productos hidratantes o no específicos, tanto en la visita a las 20 semanas (1,19 [0,69] vs 1,42 [0,75]; p<0,05) como en la visita final (1,22 [0,72] vs 1,52 [0,83]; p<0,05). El grado máximo de gravedad de las estrías a lo largo del estudio fue superior con el uso de productos hidratantes o no específicos que con el uso de productos antiestrías (media: 0,77 [0,95] vs 0,46 [0,78]; p<0,05), y específicamente en comparación con Velastisa® (0,77 [0,95] vs 0,41 [0,69]; p<0,05).
ConclusionesEl uso de productos antiestrías, como mínimo hasta la semana 20 de gestación, en comparación con el uso de hidratantes o productos no específicos reduce la incidencia de estrías gravídicas, disminuye la gravedad de las nuevas estrías y mejora la calidad de vida dermatológica al final del embarazo.
Así pues, puede concluirse que el uso de productos hidratantes o no específicos es insuficiente para prevenir la aparición de estrías gravídicas, siendo recomendable el uso de productos antiestrías.
Striae are superficial linear depressions of the skin caused by fibroblast dysfunction, which frequently occur during pregnancy. Their aesthetic effects negatively affect the quality of many patients and is a source of stress. The aim of this study was to evaluate the prevalence of pre-pregnancy stretch marks, the incidence of striae gravidarum, their relationship with the use or non-use of products to try to prevent and/ or reduce them, and their impact on quality of life.
Material and MethodsWe performed an observational, epidemiological, prospective, open study that included consecutive women who were attending a midwife consultation for pregnancy confirmation or prenatal care. The study included three visits: baseline, follow-up (20 weeks of pregnancy) and final visit (10 days postpartum). During the visits, anthropometric characteristics, the presence and cause of stretch marks, impact of stretch marks on quality of life, severity of the stretch marks and the use of products to prevent or reduce them were recorded, along with the type of product used (“Velastisa®”, “other anti-striae products” and “moisturizers or non-specific products”).
ResultsThe sample included 321 women, with a mean (SD) age of 30.9 (5.04) years, of whom 227 were followed up. The prevalence of pre-pregnancy stretch marks was 90%. The overall incidence of stretch marks during pregnancy was 37.9%. The incidence of striae gravidarum was significantly lower in women that used anti-striae products at least until week 20 than in those not using these products (29.9% vs 45.4%; p<0.05; OR: 1.9 [95% CI:1.1-3.4]) and in those who used moisturizers or non-specific products (29.9% vs. 46.7%; p<0.01; OR: 2.1 [95% CI:1.2-3.6]). The severity of striae was lower among women who used anti-striae products than among those who used moisturizers or non-specific products in the visit at week 20 [1.19 (0.69) vs 1.42 (0.75); p<0.05] and in the final visit [1.22 (0.72) vs. 1.52 (0.83); p<0.05]. The maximum severity of stretch marks during the study was higher among users of moisturizers and non-specific products than among those who used anti-striae products [mean: 0.77 (0.95) vs. 0.46 (0.78); p<0.05] and especially among those using Velastisa® anti-striae cream [0.77 (0.95) vs 0.41 (0.69); p<0.05].
ConclusionsThe use of anti-striae products, at least until week 20 of gestation, compared with the use of moisturizers or non-specific products, reduces the incidence of striae gravidarum and the severity of new stretch marks improves dermatology-related quality life the end of pregnancy. Thus, we conclude that the use of non-specific products insufficient to prevent development of marks that the use of anti-striae products is recommended.
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