La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica y recurrente con gran impacto en la vida social y emocional de los pacientes. Por este motivo muchos pacientes tratan de buscar terapias alternativas en busca de un remedio definitivo. En los últimos años han proliferado en nuestro medio un gran número de terapias alternativas con escasa evidencia científica que las soporte. Al amparo de su inocuidad y su buena tolerancia social, numerosos profesionales con formación dispar han comenzado a ejercerlas. Presentamos 2 casos de pacientes con psoriasis en tratamiento con acupuntura que debido al uso de fármacos sistémicos de forma encubierta presentaron efectos secundarios potencialmente graves.
El caso 1 es el de un varón de 22 años que consultaba por la aparición de una erupción pruriginosa de 2 días de evolución. A la exploración se observaban placas eritemato-descamativas de aspecto psoriasiforme en el tronco, las extremidades, la cara y el cuero cabelludo, así como fenómeno de Köebner sobre cicatrices previas, estableciéndose el diagnóstico de sospecha de brote de psoriasis. Junto a las lesiones descritas llamaba la atención la presencia de múltiples estrías rojo-vinosas en el abdomen y la cara interna de los brazos y los muslos. En la reanamnesis el paciente refirió haber sido diagnosticado de psoriasis 3 años antes, por lo que se le había pautado tratamiento con metotrexato; ante la respuesta parcial al tratamiento el paciente optó por acudir a un centro de acupuntura. Desde entonces el paciente refería hirsutismo, empeoramiento del acné, debilidad muscular y ganancia ponderal. Ante la sospecha de un síndrome de Cushing se reinterrogó al paciente, quien afirmó que después de cada sesión, a las que acudía desde hacía 2 años bimensualmente, se le administraba una inyección intramuscular cuyo contenido desconocía.
Se solicitó una analítica sanguínea con niveles de cortisol basal y ATCH, observándose una supresión de la glándula suprarrenal en relación con la administración exógena de corticoides. Con el diagnóstico de síndrome de Cushing yatrógeno e insuficiencia suprarrenal secundaria se remitió al paciente al servicio de endocrinología, donde sigue actualmente una pauta sustitutiva de hidroaldosterona.
El caso 2 es el de un varón de 73 años en seguimiento por psoriasis en placas grave de 5 años de evolución, tratada previamente con corticoides tópicos, acitretino y metotrexato. Ante la escasa mejoría lograda en el transcurso del último brote el paciente decidió sustituir el tratamiento tradicional por medicina alternativa. En el momento actual, 6 meses después del último brote, el paciente se encuentra completamente blanqueado de sus lesiones cutáneas y solamente recibe sesiones de acupuntura en el mismo centro que el paciente anterior. Ante nuestra sospecha clínica solicitamos una analítica sanguínea que demostraba una insuficiencia suprarrenal secundaria a la administración exógena de corticoides. Al paciente se le han explicado los riesgos de esta práctica terapéutica, pero se resiste a abandonarla.
La acupuntura es una de las armas terapéuticas de la medicina tradicional china que se centra de manera primaria en el tratamiento de la persona y de manera secundaria en tratar la enfermedad. Los síntomas son considerados como la expresión de un problema subyacente, de un desequilibrio constitucional1. Se ha empleado en dermatología para tratar enfermedades tan distintas como el acné, la alopecia, la dermatitis, el prurito, la psoriasis, la rosácea, el lupus eritematoso, la urticaria, el herpes zóster, el impétigo, el vitíligo o la tiña.
Se han reportado experiencias aisladas positivas en el tratamiento de la psoriasis mediante acupuntura, en su mayoría series de casos y un único estudio no aleatorizado controlado con placebo que mostró un efecto neutro2–6. No se han realizado hasta la fecha estudios comparativos head to head entre el tratamiento médico y la acupuntura, por lo que no se pueden extraer conclusiones al respecto.
La comunidad científica conoce poco sobre la realización de estas prácticas, sobre la formación de sus profesionales y sobre los posibles efectos adversos. Las enfermedades crónicas, recurrentes y con gran impacto psicosocial para el paciente son las más susceptibles en lo que respecta a la búsqueda de terapias alternativas; en la mayoría de casos el paciente oculta al médico que acude a este tipo de terapias, ya que las considera inocuas. Otro inconveniente de estas técnicas es su escasa difusión entre la comunidad científica, así como su exclusión del sistema de salud, quedando relegadas a un circuito alternativo sometido a un menor control por parte de las autoridades sanitarias, favoreciendo una mayor heterogeneidad en la formación de los profesionales.
Esta problemática está perfectamente representada en los casos expuestos en los que debido al tratamiento con esteroides por vía sistémica, sin conocimiento ni consentimiento por parte del paciente, se desarrolló un síndrome de Cushing e insuficiencia suprarrenal secundaria. El propósito de esta publicación es, por tanto, notificar a la comunidad científica, y especialmente al dermatólogo, la existencia de prácticas como la expuesta para poder prevenir a nuestros pacientes.