Casos clínicos
Carcinoma endometrial en una de las cavidades de un útero septo
Endometrial carcinoma in one of the cavities of a uterus septus
D. Andía
A. Gorostiaga
T. Díaz
B. Juarros
M. Marqués
P. Lafuente1
Servicio de Obstetricia y Ginecología.
Hospital de Basurto
Bilbao.
1 Facultad de Medicina y Odontología. Universidad del País Vasco. Bilbao
Correspondencia:
Dr. Daniel Andía Ortiz
Servicio Obstetricia y Ginecología.
Hospital de Basurto
Avda. Montevideo, 18
48013 Bilbao
Fecha de recepción: 9/11/98
Aceptado para publicación: 17/5/99
INTRODUCCIÓN
El carcinoma de endometrio es el tumor ginecológico más frecuente en nuestro medio. El diagnóstico definitivo se consigue mediante estudio histológico, cuando se realiza en estadios iniciales, mejora la supervivencia de las pacientes(1).
En muchos casos es necesario elegir el lugar exacto para la obtención de la biopsia endometrial. El desarrollo de las técnicas endoscópicas, en concreto de la histeroscopia, ha permitido que puedan ser empleadas de forma liberal tanto para procedimientos diagnósticos como quirúrgicos. En la última década, la histeroscopia ha demostrado ser el método más fiable para valorar la patología intrauterina(2).
Cuando existe una malformación uterina, como el útero septo de la clasificación de Buttram(3), se hace imprescindible la toma de biopsias debidamente orientadas dentro de la cavidad uterina, ya que, en caso contrario, puede quedar sin ser diagnosticada una patología endometrial grave. En este artículo presentamos un caso de carcinoma endometrial en la hemicavidad derecha de un útero septo, diagnosticado mediante histeroscopia.
Pensamos que este caso que presentamos con una iconografía adecuada tiene gran interés, ya que no hemos encontrado referencias de otros similares en la literatura.
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Paciente de 59 años. Sordomuda de nacimiento. Nuligesta. Última regla a los 54 años.
Consultó con su ginecólogo por metrorragia desde hacía cinco meses en cantidad escasa. Se realizó legrado uterino fraccionado bajo anestesia. El diagnóstico anatomopatológico fue de material insuficiente tanto endometrial como endocervical.
Ante la persistencia del sangrado, la paciente es enviada a nuestro Servicio ocho meses después. Se realiza doble toma citológica cervical y se intenta biopsia endometrial con cánula de Cornier, lo que no se consigue. La exploración ginecológica es normal. Dado que en ese momento no existe sangrado, se propone histeroscopia diagnóstica con CO2, que presenta los siguientes hallazgos:
Tabique uterino casi completo, que divide el útero en dos hemicavidades. La izquierda atrófica, con el orificio tubárico de ese lado que se identifica como normal. La hemicavidad derecha presenta una formación exofítica, vascularizada y ligeramente san-grante que no permite visualizar el orificio tubárico de ese lado, resultando sospechosa de adenocarcinoma de endometrio. La secuencia del procedimiento histeroscópico se muestra en la figura 1. El resto de la cavidad uterina se halla libre de lesión, así como el canal cervical. Tras retirar la óptica, se procede a biopsia con cánula de Novak, dirigida a la cavidad derecha.
Figura 1. Secuencia de la histeroscopia diagnóstica. Carcinoma endometrial en hemicavidad derecha.
Se solicita ecografía abdominal y resonancia magnética nuclear (RMN). Los resultados son los siguientes:
* Citología: frotis atrófico.
* Biopsia endometrial: adenocarcinoma de endometrio. Grado 1.
* Ecografía abdominal: útero 6,1 cm. Anejos normales.
* RMN: útero tabicado con lesión en cavidad derecha sin infiltración miometrial. Pequeños miomas. Cérvix libre. No evidencia de adenopatías. Vejiga y recto normales.
Se propone a la paciente cirugía y, tras un estudio preoperatorio, que es normal, se realiza citología tras lavado de cavidad abdominal, histerectomía abdominal total con doble anexectomía y revisión de cadenas ganglionares paraaòrticas e iliacas. La pieza quirúrgica, tras el estudio anatomopatológico, revela útero tabicado con adenocarcinoma en cavidad derecha que infiltra menos de la mitad de miometrio. Formaciones leiomiomatosas intramurales. Cavidad izquierda normal. Ovarios y trompas sin alteraciones. Estadio IB G1.
El postoperatorio discurre con normalidad, permaneciendo la paciente un año después libre de enfermedad.
DISCUSIÓN
No hemos hallado ningún caso en la bibliografía de adenocarcinoma endometrial en una hemicavidad de un útero septo diagnosticado mediante histeroscopia. Esta exploración permite el diagnóstico de los úteros septos, lo que se observa en pacientes que están siendo estudiadas por infertilidad(4). Se considera un hallazgo casual la presencia de una malformación uterina en pacientes que consultan por hemorragia uterina anormal. El legrado uterino, como se constata en nuestro caso, no permite diagnosticar tabiques uterinos, ya que puede ocurrir que se proceda al raspado y toma de biopsia de la hemicavidad sana, no llegándose al diagnóstico. Además, existen otras patologías endouterinas y endometriales que pueden no ser diagnosticadas mediante legrado y sí al realizar histeroscopia y biopsia, como son hiperplasias adenomatosas focales, hiperplasias atípicas, adenocarcinomas, hiperplasias adenomatosas o carcinomas en pólipos(5), aun tratándose de cavidades uterinas normales. Todo esto avala la idea de que el legrado uterino debe ser sustituido por la histeroscopia y la ecografía en la práctica ginecológica actual. La ecografía vaginal en mujeres postmenopaúsicas ofrece una alta rentabilidad diagnóstica en la identificación de patología endometrial y además cuando se trata de un carcinoma de endometrio, permite evaluar la invasión miometrial. La histeroscopia, en el caso de carcinoma endometrial, permite determinar el origen tumoral, su tamaño, si afecta al itsmo o a los cuernos uterinos, controlar el tratamiento conservador o las lesiones residuales y diagnosticar correctamente la afectación cervical y, por tanto, el estadio II(6).
Cuando se trata de etapas iniciales, presentan excrecencias irregulares, polilobulillares, friables, con necrosis parcial o hemorragia; la vascularización es irregular o anárquica. En nuestro caso se trataba de una formación bien delimitada, como se observa en la Figura 2.
Figura 2. Detalle de formación exofítica (carcinoma) en cavidad derecha de un útero septo.
En conclusión, se trata de un caso clínico de diagnóstico histeroscópico en una mujer con un carcinoma de endometrio en una hemicavidad de un útero septo, que presentaba sangrado uterino anormal.
BIBLIOGRAFIA
1. Hill HA, Eley JW, Harlan LC, Greenberg RS, Barret RJ, Chen VW. Racial differences in endometrial cancer survival: the black/white cancer survival study. Obstet. Gynecol. 1996; 88:919-26.
2. Emanuel MH, Vendel MJ, Warnsteker K, Lammes FB. A prospective comparison of transvaginal ultrasonography and diagnostic hysteroscopy in the evaluation of patients with abnormal uterine bleeding: clinical implications. Am J Obstet Gynecol 1995;172:547-52.
3. Buttram VC. Müllerian anomalies and their management. Fertil. Steril. 1983;40:159-63.
4. Raziel A, Caspi E, Grieli S, Golan A, Bukowsky Y. Investigation of the uterine cavity in recurrent aborters. Fertil Steril 1994;62:1080-2.
5. Torrejón R, Comino R. Histeroscopia diagnóstica. Revisión de 1.252 casos. Toko-Gin Pract 1997;56:492-6.
6. Labastida R. Tratado y atlas de histeroscopia. Barcelona: Ediciones Científicas y Técnicas; 1990. p. 21-32.