INTRODUCCIÓN
La presencia de tejido cartilaginoso en una lesión mamaria es una anomalía rara que suele observarse principalmente en lesiones malignas, como sarcomas, tumores filodes y carcinomas metaplásicos1-3. Aun con menor frecuencia pueden observarse islotes de cartílago maduro formando parte de tumores mamarios benignos, como los fibroadenomas o los tumores mixtos de tipo glándula salival2-6. Cuando una tumoración está constituida por tejido adiposo y cartílago, con o sin glándulas mamarias sin signos de malignidad, recibe la denominación de condrolipoma1-3,7-10.
Se presenta un caso de condrolipoma mamario diagnosticado por encontrarse asociado con microcalcificaciones sospechosas en el estudio mamográfico. Se discuten los posibles diagnósticos diferenciales y la etiopatogenia de este tumor.
CASO CLÍNICO
Paciente de 50 años de edad, sin antecedentes de patología mamaria, personales o familiares, que acude a nuestra consulta porque se le encontraron en un estudio mamográfico de cribado unas microcalcificaciones que no estaban presentes en estudios radiológicos anteriores. Éstas se localizaban en el cuadrante superoexterno de la mama izquierda, estaban agrupadas y eran sospechosas de malignidad (clasificación BI-RADS® 4) (fig. 1). Se practicó una ecografía mamaria con un transductor de alta frecuencia de 12 MHz, en la que se apreciaban imágenes puntiformes hiperecogénicas que podían corresponder a las microcalcificaciones. Se efectuó una biopsia por punción de la zona y el diagnóstico histopatológico fue de lesión benigna. Se decidió practicar una exéresis de la zona sospechosa, previa señalización radiológica de ésta. Se efectuó una comprobación radiológica de las microcalcificaciones en la pieza quirúrgica (fig. 1). Tanto la intervención quirúrgica como el curso postoperatorio transcurrieron sin complicaciones.
Figura 1.Imagen radiológica de la mama izquierda con microcalcificaciones (flechas) de nueva aparición en el cuadrante superoexterno (izquierda). Radiografía de comprobación de la pieza señalizada con un arpón metálico con las microcalcificaciones (flechas) (derecha).
Se extirparon 2 fragmentos de configuración ovoide y consistencia blanda que pesaban en su conjunto 18 g y medían 4,7 y 3 cm de diámetro máximo, respectivamente. Tanto la superficie externa como la de corte estaban constituidas por un tejido lobulado, amarillento y con muy escasos islotes de color gris claro. Microscópicamente, se observó una lesión circunscrita, aunque no encapsulada, constituida por una proliferación de adipocitos maduros entre medio de los cuales había áreas de fibrosis; alguna de estas áreas presentaba islotes de tejido condroide con calcificación focal y ocasional osificación (fig. 2). En un extremo de la tumoración y muy próximos a sus límites, había algunos conductos mamarios de arquitectura habitual (fig. 3). No se identificaron atipias. El diagnóstico anatomopatológico fue de condrolipoma.
Figura 2.Imagen microscópica de la lesión constituida por islotes de tejido adiposo, cartilaginoso (puntas de flecha) y focos de osificación (flecha) (HE, x40).
Figura 3.En áreas de la periferia de la lesión había aislados ductos mamarios (flecha) de arquitectura conservada (HE, x100).
DISCUSIÓN
Los condrolipomas se han incluido en el grupo de los hamartomas mamarios11; no obstante, un hamartoma es una tumoración constituida por tejidos propios del órgano en el que asientan; en este caso, el cartílago no forma parte habitual de los tejidos que constituyen la mama, por lo que no puede considerarse estrictamente un hamartoma2,3,7. Tampoco pueden considerarse verdaderos coristomas, que son restos ectópicos de tejido normal; los condrolipomas no constituyen una estructura tisular normal3. Clásicamente, se ha utilizado para describir este tipo de lesiones el término de tumor condrolipomatoso; no obstante, actualmente se consideran verdaderas neoplasias, por lo que se aconseja la denominación de condrolipoma10.
Tanto clínica como radiológicamente, el condrolipoma puede confundirse con un fibroadenoma1,2,7, y son muy raros los casos en que se han detectado microcalcificaciones en la mamografía3, como sucedió en el caso que exponemos. También hay que destacar la presencia de focos de osificación, hallazgo que no ha sido previamente confirmado en la bibliografía consultada, por lo que puede utilizarse la denominación de osteocondrolipoma.
Histológicamente, no todos los casos descritos en la bibliografía presentan conductos mamarios mezclados con los componentes cartilaginoso y adiposo2,8, por lo que se ha sugerido que estos islotes de tejido mamario podrían haber sido atrapados por la lesión, más que formar parte de ella como elemento proliferativo2,10; así, se consideran neoplasias mamarias benignas no epiteliales o mesenquimales3. En nuestro caso, el hecho de que los conductos mamarios fuesen normales y se dispusieran en la periferia de la lesión favorecería esta hipótesis.
Hay un trabajo en el que la lesión se diagnosticó por punción-aspiración con aguja fina, en cuyo examen citológico se observaron acumulaciones de adipocitos y de cartílago hialino maduro10.
El diagnóstico diferencial debe establecerse con las lesiones benignas que pueden contener islotes de tejido cartilaginoso benigno, como algunos fibroadenomas2, fibromas4, leiomiomas5 o tumores mixtos del tipo glándula salival6, en que los componentes adicionales al cartilaginoso clarifican el diagnóstico. También debe establecerse con las lesiones malignas, como los carcinomas metaplásicos, los sarcomas o los tumores filodes malignos, en que el componente mesenquimal puede presentar diferenciación condroide1-3,12.
En cuanto a su histogénesis, la teoría más probable es la de la metaplasia a partir del tejido fibroso. Se ha planteado que puede tratarse de una metaplasia condroide en una lesión ya existente, como un fibroadenoma o un proceso fibroquístico, o bien una metaplasia en el tejido mamario normal1,7,8. También es posible que el cartílago proceda de una célula mesenquimal pluripotencial con diferenciación condroide8. Asimismo, se ha postulado que estas lesiones tienen su origen en una condrificación distrófica de un foco antiguo de necrosis grasa7.
El tratamiento es quirúrgico, y no se han descrito recidivas tras una cirugía escisional con márgenes adecuados.
El condrolipoma es una lesión benigna de la mama, de origen incierto, que puede presentarse mamográficamente como microcalcificaciones sospechosas. Su tratamiento es quirúrgico y, al estudiar el espécimen resecado, debe tenerse en cuenta que puede encontrase tejido cartilaginoso en lesiones mamarias benignas.