Se han publicado estudios epidemiológicos de diferentes autores que sugieren que el origen étnico de la madre podría estar relacionado con variaciones en la concentración sérica de algunos marcadores prenatales del síndrome de Down, lo que podría llevar a distintas estimaciones de riesgo1–7. Sin embargo, no hemos encontrado ningún estudio que se haya diseñado para demostrar específicamente este posible efecto. Es más, en ninguno de los estudios publicados se ha controlado el efecto de factores como la prematuridad, el crecimiento intrauterino restringido, la hipertensión inducida del embarazo, la diabetes gestacional o la muerte fetal, que están asociados con alteraciones de estos marcadores séricos8. Además, dado que los métodos y kits de análisis de estos marcadores varían entre laboratorios, los datos publicados no pueden ser correctamente interpretados en su conjunto. Por todas estas razones y para tratar de demostrar si existen diferencias biológicas entre las concentraciones de los marcadores séricos del síndrome de Down entre mujeres de distintos grupos étnicos, hemos realizado un estudio en el que se revisaron las historias clínicas de 213 pacientes embarazadas que habían dado su consentimiento para donar sangre para estudios bioquímicos durante su embarazo. La edad gestacional, cuando donaron la sangre y en el momento del parto, se determinó según los datos ecográficos documentados en sus historias clínicas.
En la figura 1, se resumen el diseño del estudio y la clasificación posparto de las pacientes que participaron en él. Se puede apreciar que el 62% de las pacientes eran de etnia caucásica no hispana, el 24% eran hispanas no africanas, el 4% eran afroamericanas y el 5% restante pertenecía a otros grupos étnicos. Para este estudio hemos seleccionado y analizado las muestras de suero de las 135 pacientes cuya gestación llegó a término y sin complicaciones. Estas mujeres tuvieron recién nacidos con un peso adecuado y sin anomalías congénitas o genéticas detectables al nacer. De las 135 pacientes, 79 eran caucásicas no hispanas (grupo 1) y 39 eran hispanas no africanas (grupo 2). No se encontraron diferencias estadísticas entre los dos grupos de mujeres respecto a la edad materna, la edad gestacional en el momento del parto, el peso de los recién nacidos o los valores de la prueba de Apgar a los 5 minutos. Durante el primer trimestre del embarazo, 59 de las mujeres del grupo 1 donaron sangre, con una edad gestacional media de 12,1 semanas (DT = 2) y 27 mujeres del grupo 2 donaron sangre con una edad gestacional media de 11,6 semanas (DT = 2,1). Durante el segundo trimestre del embarazo, 78 pacientes del grupo 1 donaron sangre con una edad gestacional media de 16,9 semanas (ST = 1,3) y 39 mujeres del grupo 2 lo hicieron con una edad gestacional media de 16,4 semanas (SD = 1,3); no se encontraron diferencias significativas entre los momentos de la donación de sangre.
Estudio controlado en el que se revisaron las historias clínicas de las 213 gestantes que habían consentido donar sangre para estudios bioquímicos durante el embarazo. AE: aborto espontáneo; DG: diabetes gestacional; CIR: crecimiento intrauterino restringido; HIE: hipertensión inducida del embarazo; MF: muerte fetal; PP: parto prematuro (< 37 semanas completas); PSE: pérdida de seguimiento del embarazo.
Tras la obtención de las muestras de sangre, el suero fue congelado a −70° C hasta su posterior estudio. Las concentraciones de gonadotropina coriónica beta (β-hCG) libre y de proteína plasmática A asociada al embarazo (PAPP-A) se determinaron durante el primer trimestre mediante la prueba de ELISA. En el segundo trimestre, las concentraciones de AFP y hCG se determinaron mediante ELISA y la de uE3 mediante radioinmunoanálisis con un segundo anticuerpo. (Todos los reactivos fueron adquiridos de Diagnostic Systems Laboratories, Inc, Webster, Texas, USA). Todos los estudios se hicieron por duplicado y los datos clínicos y bioquímicos se analizaron con el programa estadístico SPSS versión 12.0. Los datos bioquímicos se estratificaron por edades gestacionales y se normalizaron mediante su transformación en múltiplos de la media (MoM) para la semana gestacional en que fueron obtenidas las muestras. Las MoM fueron introducidas en Excel® en serie con los datos de las pacientes de ambos grupos separadas en columnas. Las posibles diferencias entre los grupos (p < 0,05) se estudiaron mediante la prueba de ANOVA.
La figura 2 muestra la concentración media de los 5 marcadores analizados en el suero materno; se aprecia que las mujeres del grupo 1 tienen valores más altos de β-hCG libre durante el primer trimestre del embarazo y valores de uE3 más bajos durante el segundo trimestre del embarazo, mientras que la concentración de PAPP-A es estadísticamente similar en ambos grupos. En contraposición a los trabajos previos ya mencionados9,10, nuestros resultados también sugieren que, durante el segundo trimestre del embarazo, las concentraciones séricas de AFP y hCG son similares en mujeres caucásicas no hispanas e hispanas no africanas.
Gráfica tipo radar de la opción Chart Wizard de Excel® que demuestra, mediante una figura geométrica, el efecto de la identidad étnica materna en la concentración en suero de los 5 marcadores estudiados: proteína plasmática A asociada al embarazo (PAPP-A): 1,57 frente a 1,11; gonadotropina coriónica beta (β-hCG) libre: 1,54 frente a 0,88; uE3: 0,37 frente a.1,16; AFP: 1,11 frente a 1,13 y hCG: 1,27 frente a 1,23. (Se encontraron diferencias significativas [*p < 0,05] para la β-hCG libre del primer trimestre y el uE3 del segundo trimestre de gestación).
En resumen, este estudio controlado confirma que existen diferencias biológicas en las concentraciones en suero materno de algunos de los marcadores séricos del síndrome de Down, dependiendo del origen étnico de la madre. Serían necesarios y recomendables más estudios para aclarar la posible importancia clínica de estas observaciones.