El síndrome de Ogilvie es una seudoobstrucción aguda de colón en ausencia de obstrucción mecánica, se trata típicamente de una complicación que aparece tras cirugías, sobretodo de cadera y cesáreas. Es de difícil diagnóstico, sobre todo por tener clínica similar al íleo paralítico, aunque con una gravedad muy superior. Sus complicaciones por excelencia son la isquemia y la perforación, que cuando se establecen pueden tener una mortalidad de hasta el 50%.
Se trata de un caso con evolución tórpida poscesárea y que, a pesar del tratamiento médico, se complicó con perforación de ciego, acabando en una hemicolectomía derecha.
Ogilvie's syndrome is acute colonic pseudo-obstruction without mechanical obstruction, is a tipical complication of caesareas and hips surgery. It is difficult to diagnose, mainly, by having clinic similar to paralytic ileus, but with a much higher gravity. Its complications are ischemia and perforation, which can have when establishing a mortality rate of up to 50%. This is a case with bad evolution after caesarea and that despite the medical treatment is complicated with cecal perforation, finishing in a right hemicolectomy.
El síndrome de Ogilvie es una seudoobstrucción aguda de colón que cursa con una dilatación masiva de colon sin obstrucción mecánica. Tiene una prevalencia del 0,01% tras la cirugía1. Existe una serie de 400 casos con este síndrome, en el que se observa que el 9% son tras cirugías por cesárea2. Debido a esta asociación encontrada con este tipo de cirugías, se piensa que puede haber una relación entre este síndrome y el uso de oxitocina y anestesia epidural combinadas3. Las complicaciones a las que pueden estar sometidas estas pacientes son la perforación y la isquemia intestinal pudiendo aumentar la mortalidad, que sin complicaciones se establece entre un 12-30% hasta el 40-50% cuando existe una complicación1.
La presentación clínica es como la de un cuadro de suboclusión intestinal4, por lo que tras la cirugía la paciente presentará dolor abdominal, distensión abdominal, ausencia de expulsión de heces y gases, y vómitos. A la exploración abdominal se observa timpanismo a la percusión, y aunque es típica la presencia de ruidos intestinales, puede aparecer con ausencia de éstos. Cuando aparece la complicación es común la aparición de fiebre con datos analíticos de leucocitosis4.
Para el diagnóstico se requiere una radiografía de abdomen que muestra típicamente una dilatación masiva del ciego y el colón derecho, así como, ausencia de imágenes compatibles con obstrucción. Si la evolución o la radiografía de abdomen no son confirmatorias, se debería recurrir a la TC abdómino-pélvica o a enema baritado4.
Caso clínicoPresentamos el caso clínico de una paciente de 31 años sin antecedentes de interés, colecistectomizada y sin alergias conocidas. Paciente secundigesta con parto anterior de 40 semanas, que acude a nuestro centro en fase activa de parto con feto en presentación podálica, con variedad pies y un peso fetal estimado de 4.000g, por lo que según protocolos establecidos se indica cesárea segmentaria transversa, que se realiza bajo anestesia raquídea.
Tras las 48h siguientes a la cesárea la paciente presenta distensión abdominal, ausencia de expulsión de heces y gases e intolerancia a líquidos y sólidos. Se realiza radiografía de abdomen (fig. 1), que se informa como íleo paralítico con distensión más prominente en ciego, sin ser más concluyente. Se mantiene a la paciente en ayunas, se le coloca una sonda nasogástrica y perfusiones de mantenimiento. Tras 48h de no mejoría de la paciente se le administran fármacos procinéticos. Tras 24h con tratamiento médico, la paciente inicia expulsión de gases y se realiza la defecación 48h más tarde, con una mejoría del estado general, a pesar de no disminuir la distensión abdominal. Se retiran la SNG y el tratamiento médico tras la defecación. Tras las 24h siguientes, la paciente presenta un empeoramiento brusco de su estado general, con dolor abdominal y exploración peritónica. Se realiza una TC abdómino-pélvica (figs. 2–5) que informa de abundante líquido libre en la cavidad peritoneal con neumoperitoneo, por lo que, confirma la perforación intestinal. Se realiza laparotomía exploradora de urgencia con hemicolectomía derecha. La paciente posteriormente requiere ser hospitalizada en la UCI durante 5 días, y durante el postoperatorio se diagnostica de abscesos intraabdominales que requieren la colocación de drenaje percutáneo. La paciente presenta posteriormente una evolución favorable, dándose de alta tras 41 días de ingreso hospitalario.
El síndrome de Ogilvie siempre ha de tenerse en cuenta tras la realización de una cesárea, puesto que su dificultad diagnóstica y su similar cuadro con el íleo paralítico nos pueden resultar engañosos. El diagnóstico diferencial con el íleo paralítico se realiza mediante las técnicas de imagen en la que este último muestra una afectación generalizada del intestino, y a la exploración es característica la ausencia de ruidos intestinales. El tratamiento correcto5–7 de este síndrome pasa desde las medidas de soporte, como son ayuno, sonda nasogástrica, sonda rectal y perfusión de líquidos y electrolitos, hasta el tratamiento médico, de descompresión no quirúrgica y el quirúrgico. Se indica la descompresión mediante colonoscopia, con colocación con tubo de descompresión en aquellas pacientes con distensión colónica o cecal mayor de 12cm durante más de 3-4 días5,8. Cuando la descompresión mediante colonoscopia no ha sido efectiva, la cecostomía se considera el tratamiento de elección si no ha existido ninguna otra complicación.
En este caso, no se llegó al diagnóstico real hasta la aparición de la complicación con la perforación intestinal, a pesar de ello la actuación con las medidas de soporte y el tratamiento médico fueron los correctos. Esta dificultad diagnóstica en este caso en concreto también pudo ser por la evolución tan rápida de la complicación y del síndrome en sí. Esperamos que la publicación de este caso sea útil a los obstetras, para poder valorar esta patología en el diagnóstico diferencial ante un íleo poscesárea, y ser así considerada a la hora de tratar las complicaciones postoperatorias.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.