Objetivo docente: A pesar de utilizar la RM en el diagnóstico definitivo del tumor óseo por su precisión para delimitar su extensión en la médula o tejidos blandos, es frecuente que el estudio inicial del paciente sea una tomografía, muchas veces como hallazgos incidental o en centros donde no hay equipos de RM. Por ello nos parece útil realizar una descripción detallada de las características mediante TC de estos tumores, tanto benignos como malignos, destacando las anomalías más específicas.

Revisión del tema: A partir de los casos recogidos en nuestro centro en los últimos 5 años, realizamos una descripción de los hallazgos en TC de los tumores óseos, considerando fundamentalmente las modificaciones en la cortical y en la médula, los cambios en tejidos blandos, la presencia de depósitos de calcio y los riesgos de fracturas patológicas. Analizamos en cada una de ellas las características clásicamente descritas en la radiología simple y destacamos los hallazgos más específicos que nos permitan completar el diagnóstico.

Conclusiones: En el estudio de la patología ósea tumoral el TC nos aporta la misma información básica que la descrita clásicamente en la radiología simple y unos valiosos datos adicionales que nos acercan al diagnóstico de una forma más precisa. Aunque no se utiliza en el estudio de extensión en tumores malignos, el TC, gracias al conocimiento de su semiología, puede ser el punto de inicio y final en la caracterización de tumores óseos benignos.