Objetivos docentes: El trauma craneal (TCE) grave es un proceso continuo, en el que las lesiones iniciales pueden empeorar o en el que las lesiones inicialmente no detectadas son descubiertas en estudios posteriores. En ambos casos, las tomografías (TC) de control son cruciales en la valoración de los cambios postraumáticos. Nuestro objetivo es describir y reconocer los principales patrones postraumáticos evidentes en estas exploraciones TC de control.

Revisión del tema: Tras un TCE grave existen lesiones fácilmente identificables y que al objetivarse en el TC inicial cambian el manejo del paciente. Estas lesiones son conocidas como lesiones primarias, y pueden ser extraaxiales (fractura, hematoma subdural, hematoma epidural y hemorragia subaracnoidea) o intraaxiales (contusiones hemorrágicas y no hemorrágicas, lesión axonal difusa). Hay otras lesiones que no son inicialmente evidentes bien porque pasan desapercibidas (contusiones no hemorrágicas, lesión axonal difusa) o porque no han tenido tiempo de producirse (herniación, vasoespasmo, infecciones, edema cerebral traumático, isquemia cerebral traumática, aumento de los focos de sangrado, muerte cerebral), estas corresponden a lesiones secundarias. Muchas de estas lesiones son consecuencia de las lesiones primarias, siendo simplemente su evolución natural. Debido a la mayor disponibilidad y rapidez, el control del TCE grave se realiza por TC, permitiendo evidenciar los cambios en el tiempo tanto de lesiones primarias como secundarias, así como su resolución.

Conclusiones: Conocer los cambios evolutivos del TCE grave es de vital importancia, porque permite prever las posibles alteraciones en el tiempo de las lesiones craneales primarias y secundarias, lo que impactaría directamente en el manejo de estos pacientes.