La recuperación de la capacidad funcional es un objetivo terapéutico primordial, proponiéndose el ejercicio como terapia coadyuvante, para combatir los efectos del decondicionamiento físico tras el trasplante de células precursoras hematopoyéticas (TPH). Presentamos nuestro estudio con el fin de exponer nuestra experiencia con el protocolo usado en nuestra unidad dentro del enfoque integral de los pacientes sometidos a TPH.
Material y métodosEstudio descriptivo prospectivo, incluyendo a todos aquellos pacientes sometidos a TPH, en el periodo comprendido entre enero de 2011 y julio de 2012, admitidos en el protocolo realizado en nuestro servicio. Revisamos y recopilamos los datos epidemiológicos, demográficos, características de su enfermedad, grado de actividad física y funcionalidad, en un total de 50 casos registrados en nuestra base de datos.
ResultadosEdad media de 48,94 años (10-66). Síndrome mielodisplásico como causa más frecuente (30,4%). Todos los pacientes sometidos a trasplante presentaron una pérdida de fuerza, medida por un descenso global medio en el balance muscular de un punto; mientras solo el 24% precisaron tratamiento rehabilitador específico, porque presentaban signos de fragilidad funcional. Todos ellos recibieron recomendaciones respecto a la actividad física y normas higienicodietéticas. La distancia capaz de recorrer se vio considerablemente disminuida, con un 45% únicamente capaz de caminar 0-500m, frente a un 60% capaz de caminar más de 2km pretrasplante. No se objetivó aumento de fatiga postrasplante.
ConclusionesTodos los pacientes sometidos a TPH deben participar en un programa de rehabilitación, para prevenir las consecuencias de la inmovilidad y efectos adversos del tratamiento oncohematológico.
Recovering functional capacity is a fundamental therapeutic target. Exercise is proposed as an adjuvant therapy to combat the effects of loss of physical conditioning after Hematopoietic Stem Cell Transplantation (HSCT). We present our study in order to describe our experience with the protocol having a comprehensive approach to patients subjected to HSCT which is currently being used in our unit.
Material and methodsA descriptive prospective study including all patients who had undergone HSCT, admitted in the protocol from January 2011 to July 2012, was carried out. The epidemiologic and demographic data as well as characteristics of the condition, physical activity level and functionality from 50 cases recorded in the database of our unit were collected and reviewed.
ResultsMean age of the sample was 48.94 years (10-66). Myelodysplastic syndrome was the most common cause (30.4%). All patients who underwent transplant showed a loss of strength, measured by a mean global decrease of 1 point in muscle balance, although only 24% required specific rehabilitation treatment due to signs of functional frailty. All of them received recommendations regarding physical activity and hygiene and diet guidelines. The distance the subjects could cover decreased considerably, 45% only being able to walk approximately 0-500m, while 60% had been able to walk more than 2km prior to the transplant stage. No increase in fatigue was observed after the transplant.
ConclusionsAll patients who undergo HSCT should participate in a physical exercise program to prevent the effects of the lack of mobility and the adverse effects of the oncological and hematological treatment.
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