array:18 [ "pii" => "13004967" "issn" => "00487120" "estado" => "S300" "fechaPublicacion" => "1999-09-01" "documento" => "article" "crossmark" => 0 "subdocumento" => "fla" "cita" => "Rehabilitacion. 1999;33:424-30" "abierto" => array:3 [ "ES" => false "ES2" => false "LATM" => false ] "gratuito" => false "lecturas" => array:2 [ "total" => 3920 "formatos" => array:3 [ "EPUB" => 8 "HTML" => 3839 "PDF" => 73 ] ] "itemSiguiente" => array:15 [ "pii" => "13004968" "issn" => "00487120" "estado" => "S300" "fechaPublicacion" => "1999-09-01" "documento" => "article" "crossmark" => 0 "subdocumento" => "fla" "cita" => "Rehabilitacion. 1999;33:431-5" "abierto" => array:3 [ "ES" => false "ES2" => false "LATM" => false ] "gratuito" => false "lecturas" => array:2 [ "total" => 2269 "formatos" => array:3 [ "EPUB" => 7 "HTML" => 2196 "PDF" => 66 ] ] "es" => array:8 [ "idiomaDefecto" => true "titulo" => "Transporte para todos: del servicio especializado al autobús de piso bajo" "tieneTextoCompleto" => "es" "paginas" => array:1 [ 0 => array:2 [ "paginaInicial" => "431" "paginaFinal" => "435" ] ] "titulosAlternativos" => array:1 [ "en" => array:1 [ "titulo" => "Transportation for all: from specialized service to low-floor buses." ] ] "contieneTextoCompleto" => array:1 [ "es" => true ] "resumenGrafico" => array:2 [ "original" => 0 "multimedia" => array:6 [ "identificador" => "fig1" "tipo" => "MULTIMEDIAFIGURA" "mostrarFloat" => true "mostrarDisplay" => false "copyright" => "Elsevier España" "figura" => array:1 [ 0 => array:4 [ "imagen" => "120v33n6-13004968fig01.jpg" "Alto" => 133 "Ancho" => 229 "Tamanyo" => 10268 ] ] ] ] "autores" => array:1 [ 0 => array:2 [ "autoresLista" => "J. A. Redondo Martín-Aragón" "autores" => array:1 [ 0 => array:2 [ "Iniciales" => "J. A." "apellidos" => "Redondo Martín-Aragón" ] ] ] ] ] "idiomaDefecto" => "es" "EPUB" => "https://multimedia.elsevier.es/PublicationsMultimediaV1/item/epub/13004968?idApp=UINPBA00004N" "url" => "/00487120/0000003300000006/v0_201307311659/13004968/v0_201307311659/es/main.assets" ] "itemAnterior" => array:15 [ "pii" => "13004966" "issn" => "00487120" "estado" => "S300" "fechaPublicacion" => "1999-09-01" "documento" => "article" "crossmark" => 0 "subdocumento" => "fla" "cita" => "Rehabilitacion. 1999;33:418-23" "abierto" => array:3 [ "ES" => false "ES2" => false "LATM" => false ] "gratuito" => false "lecturas" => array:2 [ "total" => 17487 "formatos" => array:3 [ "EPUB" => 10 "HTML" => 17421 "PDF" => 56 ] ] "es" => array:8 [ "idiomaDefecto" => true "titulo" => "Sillas de ruedas para hemipléjicos, amputados y geriátricas" "tieneTextoCompleto" => "es" "paginas" => array:1 [ 0 => array:2 [ "paginaInicial" => "418" "paginaFinal" => "423" ] ] "titulosAlternativos" => array:1 [ "en" => array:1 [ "titulo" => "Wheelchairs for hemiplegics, amputees and elderly." ] ] "contieneTextoCompleto" => array:1 [ "es" => true ] "resumenGrafico" => array:2 [ "original" => 0 "multimedia" => array:6 [ "identificador" => "fig1" "tipo" => "MULTIMEDIAFIGURA" "mostrarFloat" => true "mostrarDisplay" => false "copyright" => "Elsevier España" "figura" => array:1 [ 0 => array:4 [ "imagen" => "120v33n6-13004966fig01.jpg" "Alto" => 321 "Ancho" => 229 "Tamanyo" => 16552 ] ] ] ] "autores" => array:1 [ 0 => array:2 [ "autoresLista" => "L. Garvin Ocampos" "autores" => array:1 [ 0 => array:2 [ "Iniciales" => "L." "apellidos" => "Garvin Ocampos" ] ] ] ] ] "idiomaDefecto" => "es" "EPUB" => "https://multimedia.elsevier.es/PublicationsMultimediaV1/item/epub/13004966?idApp=UINPBA00004N" "url" => "/00487120/0000003300000006/v0_201307311659/13004966/v0_201307311659/es/main.assets" ] "es" => array:8 [ "idiomaDefecto" => true "titulo" => "Sillas de ruedas motorizadas o de tracción electromecánica" "tieneTextoCompleto" => true "paginas" => array:1 [ 0 => array:2 [ "paginaInicial" => "424" "paginaFinal" => "430" ] ] "autores" => array:1 [ 0 => array:2 [ "autoresLista" => "J. C. Miangolarra Page" "autores" => array:1 [ 0 => array:2 [ "Iniciales" => "J. C." "apellidos" => "Miangolarra Page" ] ] ] ] "titulosAlternativos" => array:1 [ "en" => array:1 [ "titulo" => "Motorized wheelchairs or those with electromechanic traction." ] ] "textoCompleto" => "<p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">MOVILIDAD, LOCOMOCIÓN Y TRANSPORTE</span></p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Sillas de ruedas motorizadas o de tracción electromecánica</span></p><p class="elsevierStylePara">MIANGOLARRA PAGE, J. C.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Médico Rehabilitador. Coordinador de la Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Rey Juan Carlos. Alcorcón (Madrid).</span></p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">HISTORIA</span></p><p class="elsevierStylePara">En el año 1915 se describe una Silla de Ruedas Motorizada (SRM), que alcanzaba los 8 Km/h con un sistema de regulación de la aceleración por un pedal (1). En 1916 Carton, en Londres fabrica una SRM a demanda de las personas parapléjicas y amputadas de miembros inferiores como consecuencia de la I Guerra Mundial (2). El proyecto mejor documentado es del año 1953 en Ottawa (Canada), donde Klein, construye un modelo de SRM, de la cual existe referencia basándose en un diseño anterior de un inventor desconocido de Pensylvania.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">OBJETIVOS</span></p><p class="elsevierStylePara">En la actualidad se hace patente «un incremento del número y necesidades de las personas con discapacidad respecto a estos sistemas de desplazamiento y un aumento de sus prestaciones» (3). Muchas personas que no poseen la suficiente fuerza o destreza para el dominio de silla de ruedas (SR) convencionales, pueden requerir un sistema que incremente el grado de independencia funcional. Las unidades modernas proveen de sistemas que permiten soportar diversas ayudas funcionales: respaldos reclinables, cambios en la presión de inflado de las superficies de contacto para prevenir las lesiones cutáneas, sistemas complejos de comunicación, etc. Las personas que emplean SR convencionales en interiores, incluso pueden precisar SRM para recorrer grandes distancias en el exterior.</p><p class="elsevierStylePara">El empleo continuado durante largos períodos de SR convencionales, en la realización de la actividades de la vida diaria y transferencias, puede ocasionar tanto patologías secundarias por sobrecarga muscular como degenerativas de origen articular en la región de la cintura escapular (4, 5). La prevalencia de estos problemas es especialmente clara en individuos parapléjicos con problemas motóricos del hombro y en presencia de neuropatías compresivas (6).</p><p class="elsevierStylePara">Las SRM deben ser consideradas un sistema adecuado para incrementar la libertad individual, de movimientos, para la formación personal, para el trabajo, para la independencia, mejorando la autoimagen y los comportamientos individuales (7).</p><p class="elsevierStylePara">Los objetivos del empleo de SRM deben ser parte de un programa de carácter comprensivo, un plan de cuidados total. Quedando englobado en el concepto genérico de «Rehabilitación Integral», que tiene como fin primordial lograr un incremento de la calidad de vida (8, 9).</p><p class="elsevierStylePara">Se pretende lograr 1.º Mejora de la autonomía motriz, potenciando los desplazamientos en interior y/o exterior de personas sin independencia en las SR convencionales. 2.º Mejorar la autoestima del usuario. 3.º Mejorar las actividades e integración en el medio sociofamiliar. 4.º Mejorar la capacidad de aprendizaje del usuario. 5.º Disminuir la discapacidad, incluso hasta suprimir la minusvalía o nivel de participación social.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">INDICACIONES</span></p><p class="elsevierStylePara">1. Personas con incapacidad para su actividad independiente en SR convencionales. 2. Personas que no generen energía suficiente para movilizar SR convencionales. 3. Personas con dificultad para controlar sus movimientos (como por ej.: los movimientos anormales. Esta dificultad constituía una contraindicación hasta que la tecnología ha permitido el dominio adecuado de los controles de las SRM). 4. Personas con necesidad de un medio de transporte exterior independiente (para cumplimentar los desplazamientos).</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">TIPOS DE SILLAS DE RUEDAS MOTORIZADAS</span></p><p class="elsevierStylePara">Se considera clásicamente, la existencia de cinco variantes o tipos de SRM, en la actualidad de tracción eléctrica (tabla I).</p><table><tr><td><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">TABLA 1.</span> Variedades de sillas de ruedas motorizadas.</p></td></tr><tr><td><hr></hr></td></tr><tr><td>1 SRM de tracción electromotriz con correa de transmisión.</td></tr><tr><td>2 SRM con sistema directo de base modular motorizado.</td></tr><tr><td>3 SRM con sistema de base modular motorizado, plegables y portátiles.</td></tr><tr><td>4 Unidades de propulsión adosables, a SR convencional.</td></tr><tr><td>5 Triciclos (también denominados «Scooters») y Tetraciclos motorizados.</td></tr><tr><td><hr></hr></td></tr><tr><td>SR = Silla de ruedas. SRM = Silla de ruedas motorizada.</td></tr><tr><td><hr></hr></td></tr></table><p class="elsevierStylePara">Revisemos las características de cada modelo:</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">1. SRM de tracción electromotriz con correa de transmisión</span></p><p class="elsevierStylePara">Es la más estable de todos los modelos, portan en la rueda trasera una llanta grande con cubierta de goma y la rueda anterior es neumática y de menor diámetro. La propulsión la genera un motor que impulsa una cadena o correa de transmisión por piñones. Se caracteriza por ser duradera y resistente. Puede adecuarse para su empleo en exteriores, donde alcanza velocidades considerables. Tienen un corto radio de giro, es una de sus principales virtudes dado que constituye todavía una limitación importante para el empleo de SRM en interiores (5). Es potente, con una multiplicidad opcional de sistemas de control y adicionales. Están equipadas con baterías clásicas de ácido, que permitían una autonomía importante.</p><p class="elsevierStylePara">Presentan un diseño anticuado, con un rendimiento electromecánico bajo, del orden del 25%. Son pesadas. Con grandes dificultades para su transporte, exclusivamente sobre vehículos adaptados y camionetas accediendo por ascensores o rampas. Y con muy limitado acceso directo al exterior desde los domicilios. Su mantenimiento mecánico es importante.</p><p class="elsevierStylePara">La autonomía de este modelo y el siguiente oscila entre 6,5 Km ( en las variantes de interior) y los 100 Km (en las variantes de exterior), según las casas fabricantes. La velocidad igualmente de esta presentación y la citada a continuación, cubren un abanico individualizable entre los 6,5 y los 13 Km/h según el tipo de pavimento.</p><p class="elsevierStylePara">Constituían hasta la aparición de las nuevas generaciones de base modular, el sistema de elección para «discapacidades mayores».</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">2. SRM con sistemas de base modulares motorizados</span></p><p class="elsevierStylePara">Son las de más reciente aparición. Portan un sistema rígido que contiene el mecanismo motriz. Son duraderas, aunque construidas en materiales ligeros (generalmente aluminio). Los reposabrazos y mandos de control primario se optimizan para que no imposibiliten la aproximación a las mesas. Versátiles, en cuanto a la presentación de modelos y adaptaciones específicas. Radio de giro 90-220 cm.</p><p class="elsevierStylePara">El peso es variable (50-125 Kg). Con una buena potencia (la velocidad puede individualizarse para cada usuario según sus características) y autonomía. Portan baterías del tipo: celdas de gel.</p><p class="elsevierStylePara">Son parcialmente desmontables, pero no son portátiles por su peso. Presentando dificultades para su transporte.</p><p class="elsevierStylePara">Existen modelos específicos para cada fin y cada persona, incluyendo su empleo en exteriores (llantas, controles, frenos, luces). Presenta algunas dificultades en el exterior, como consecuencia de su menor estabilidad en terrenos irregulares, puesto que las superficies de rodamiento no regulares constituyen uno de los principales problemas de seguridad de todos los tipos de SR (6).</p><p class="elsevierStylePara">Poseen una multiplicidad opcional de sistemas de control y sistemas de ayudas adicionales (respaldos, asiento y reposapiernas reclinables, etc.) bajo un entorno electrónico sin límites a su programación (10).</p><p class="elsevierStylePara">Generalmente poseen cuatro ruedas de pequeño diámetro. Recientes modelos pueden ir equipadas con ruedas traseras de gran diámetro. Superan rampas de 15º a 18º, y bordillos de 6 a 16 cm de alto. Se trata de modelos duraderos y generalmente adaptados al empleo en terrenos irregulares.</p><p class="elsevierStylePara">Su principal virtud: La existencia de un modelo para cada necesidad.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">3. SRM de tracción eléctrica plegable / portátil</span></p><p class="elsevierStylePara">Son las más ligeras con un peso de 60-63 Kg. Plegables y desmontables en fragmentos de 23 Kg, aproximadamente. El peso de estos fragmentos no garantiza que sean de fácil y cómodo transporte, se ha informado en la literatura que incluso para las personas normalizadas el manejo de estos pesos es difícil. Más aun lo es para personas discapacitadas operar con ellas y desmontarlas (11). Son menos estables, y menos duraderas.</p><p class="elsevierStylePara">No se diseñan para grandes distancias a recorrer en el exterior (no portan carenados, ni frenos, o luces). Tienen menor potencia y autonomía que las ya descritas. Menos opciones de todo tipo, y no se pueden equipar con grandes sistemas auxiliares.</p><p class="elsevierStylePara">Radio de giro 80 cm. Su principal virtud sería en todo caso la posibilidad relativa de ser transportables. Se trata, en realidad de una versión de la forma clásica de SRM de base modular motorizada.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">4. Unidades de propulsión adosables</span></p><p class="elsevierStylePara">Son SR convencionales, equipadas con uno o dos motores eléctricos, que mecánicamente pueden ser conectados / desconectados a voluntad del usuario para impeler las ruedas traseras por un sistema de fricción, o con una rueda suplementaria trasera central. El peso es en torno a los 1,8 Kg.</p><p class="elsevierStylePara">El uso es temporal, y limitado a situaciones difíciles (cuestas, rampas, terreno irregular, etc.). Tienen baja potencia de impulsión y autonomía. No presentando opciones.</p><p class="elsevierStylePara">Sus virtudes, serían: el bajo coste, la sencillez mecánica, y la posibilidad de disponer de un vehículo motorizado opcional pero fácilmente transportable.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">5. Triciclos «scooters»/ tetraciclos</span></p><p class="elsevierStylePara">Son vehículos, cuyo diseño se aleja del modelo tradicional de la SR. Se asemejan a pequeños vehículos con una imagen que recuerda a minicoches y motos. Son pesados (200 Kg). Plegables parcialmente. Están equipados totalmente para uso exterior. Pueden ser considerados duraderos.</p><p class="elsevierStylePara">Se ha optimizado el diseño, para hacerlo aceptable cosméticamente a los pacientes de cierta edad, que presentando una baja aceptación psicológica de su discapacidad no desean emplear modelos más tradicionales. Recuerdan a modelos comerciales de minimotos las de tres ruedas, y cochecitos de golf los de cuatro ruedas. Estos últimos son de mayor estabilidad, pero menos compactos y de más difícil transporte por sus dimensiones. Existe un riesgo de vuelco superior en los «scooters» que en los restantes tipos de SRM, relacionado además directamente con la velocidad.</p><p class="elsevierStylePara">Son difíciles las transferencias en estos vehículos para personas con discapacidades de origen neuromotriz, presentando dificultades para montar, y desmontar del vehículo. Requieren para su conducción un significativo control del tronco, miembros inferiores y casi normal de miembros superiores. En algunos países se exige tener más de 14 años, para su conducción.</p><p class="elsevierStylePara">Constituye por tanto su principal contraindicación, el que sean empleados por personas con severas discapacidades de etiología neurológica y motora.</p><p class="elsevierStylePara">Sus indicaciones serían personas con limitaciones parciales a la deambulación y/o con limitaciones del vigor físico (fatiga muscular), incluso con integridad neuromuscular. Pacientes con patología severa de origen cardíaco, respiratorio y degeneración articular, como la artritis reumatoide. En ocasiones en la esclerosis múltiple, enfermedad de la neurona motora, o patología de la placa motora.</p><p class="elsevierStylePara">Procedamos a continuación a describir y analizar los principales componentes de las SR motorizadas.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Baterías</span></p><p class="elsevierStylePara">Son compactas. Recargables e intercambiables. Es la parte más pesada (10 Kg) y cara de una SRM, teniendo una vida media de dos años.</p><p class="elsevierStylePara">Tipos:</p><p class="elsevierStylePara">a) Plomo/ácido. Su virtud que producen mayor autonomía, pero generan hidrógeno y no pueden por tanto acercarse a fuentes de llama y se prohíbe su acceso a los aviones, requieren mantenimiento. Se encuentran en desuso progresivo.</p><p class="elsevierStylePara">b) Celdas de gel. Estables y estancas, sin mantenimiento. Mínima generación de hidrógeno. Su limitación es el alto coste económico y depender en su uso del denominado «efecto memoria» (la batería solo se recargará parcialmente si su empleo temporal ha sido limitado, conduciendo con el tiempo a una menor autonomía). Tienen entre 460 y 500 ciclos de carga. Precisan generalmente, la recarga diaria nocturna.</p><p class="elsevierStylePara">La duración o autonomía se suele expresar en tiempo (3-4 h), y a veces en Km de recorrido como ya se indicó. Dependiendo de multitud de factores: Distancia recorrida, uso de los dispositivos adicionales como luces, bocina y sistemas de controles secundarios (alarmas, ordenadores).</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Propulsión</span></p><p class="elsevierStylePara">En los modernos sistemas modulares: La tracción es delantera con diferencial. Su complejidad exige cierto mantenimiento (según el tiempo de empleo, limpieza de colectores y escobillas). La potencia es muy variable desde dos unidades de 100 W, hasta motores de 800 W en las de tipo scooters. La velocidad se individualiza, desde 6,5 a 13 Km/h en SRM hasta 20 Km/h en Scooters.</p><p class="elsevierStylePara">Los factores que han demostrado mayor influencia en la limitación de la velocidad han sido las características de la superficie de rodamiento y las irregularidad del terreno, por encima del control motor y nivel de la lesión medular.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Frenos</span></p><p class="elsevierStylePara">Las SRM se encuentran provistas de un freno electromagnético básico, que se desconecta primariamente a cualquier respuesta motriz, al iniciar el movimiento del monomando de gobierno. Funciona por tanto con un sistema de «mano muerta», de manera que al soltar el mando por cualquier causa el vehículo se detenga. Además disponen de un freno eléctrico, que reduciendo la velocidad progresivamente evita una detención brusca. Las SRM de exterior y scooters, pueden ir equipados con frenos adicionales, como frenos de disco.</p><p class="elsevierStylePara">Algunos modelos pueden superar los 3 m/s de velocidad, y se requieren sistemas de frenos eficaces, ante los obstáculos (12). Todos los modelos poseen un embrague, gobernado con una palanca manual que permite al usuario o acompañante dejar en punto muerto la SRM, para ser movida de forma pasiva.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Dispositivos adicionales</span></p><p class="elsevierStylePara">Se trata de la multiplicidad de adaptaciones y ayudas que pueden ser instaladas en una SRM. Entre ellos pueden destacarse sistemas de inclinación del respaldo, sistemas de comunicación aumentantiva y alternativa, sistemas de llamada / alarma, sistemas de robótica y domótica de control ambiental y finalmente el uso de computadoras de apoyo.</p><p class="elsevierStylePara">Todos estos sistemas limitan la autonomía de las baterías para el uso motriz. Pudiendo tener un alto coste y complejidad, y requiriendo un importante mantenimiento.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Controles primarios</span></p><p class="elsevierStylePara">Son denominados así, los que gobiernan las tres funciones principales: dirección, velocidad, y freno.</p><p class="elsevierStylePara">Los controles primarios se clasifican en tres tipos o niveles de gobierno:</p><p class="elsevierStylePara">1. Control proporcional: Se trata de palancas monomando (tipo «Joystick»). Requiere cualquier parte del cuerpo que pueda mantener la posición en el espacio y moverse libremente en las cuatro direcciones de un plano (13). Puede adaptarse al paciente para ser operado manualmente, por el pie o barbilla. Puede instalarse en el cuerpo del paciente, en el centro de la silla o en los reposabrazos. Es eficiente, preciso y rápido en la respuesta.</p><p class="elsevierStylePara">2. Control por Múltiples Interruptores: Varilla neumática, voz (en la actualidad continúa presentando problemas en el interfaz persona/sistema electromecánico). Los mecanismos basados en el empleo de ultrasonidos, posición de los ojos, de la cabeza, actividad mioeléctrica, aún demostrada su eficacia, presentan problemas de dominio adaptativo y no supone ventajas sobre los ya citados. Estos sistemas son adecuados, pero de respuesta indirecta y más lenta, por lo que ha de adaptarse limitativamente la velocidad de la SRM.</p><p class="elsevierStylePara">3. Control por Interruptor Único con Barrido Secuencial: Es el de más lenta respuesta por seguir un protocolo secuencial de menús. Sería el de lección para los controles secundarios.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Controles secundarios</span></p><p class="elsevierStylePara">Constituyen el conjunto de mandos que no se operan constantemente, sino para requerimientos puntuales. Pueden ser innumerables, según los dispositivos adicionales instalados.</p><p class="elsevierStylePara">Entre ellos destacan el mando de encendido/apagado. Carga de la batería. Embrague. Controles de la SRM de exterior (luces, bocina, intermitentes, etc.). Controles de los dispositivos adicionales y ordenadores.</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Elección del sistema de control primario</span></p><p class="elsevierStylePara">Diversos situaciones pueden influir en la elección de un sistema de control adecuado, entre ellos la espasticidad, paraparesia o parálisis, tremor, coordinación deficiente, deficiencia visual, deficiencias funcionales de la percepción, y déficits cognitivos, etc. Es preciso proceder a una evaluación sistemática de las capacidades funcionales residuales (14). Se ha de tener presente la movilidad de cualquier extremidad, de la cabeza, barbilla, lengua, cejas. La presencia regulada de la voz, el aliento, la motilidad de los músculos extrínsecos oculares o de cualquier músculo que pueda contraerse voluntariamente.</p><p class="elsevierStylePara">Dependerá de diversos factores: 1. Control Neuromotriz: Activo (integridad de la fuerza y operatividad motriz). Movimientos anormales (temblor, espasticidad). 2. Integridad Sensorial. 3. Integridad Funcional Oro-Respiratoria (para mandos de varilla neumática).</p><p class="elsevierStylePara">Puede requerirse el empleo de simuladores adaptados, de SRM que portan una multiplicidad de sistemas de control (15). Rige el principio de «individualización», según las necesidades de la persona. Hoy el progreso electrónico permite la adaptación casi a cualquier discapacidad. Dos proyectos nacionales exploran desarrollos avanzados: IRDATA (Tecnología de infrarrojos para discapacitados y ancianos) un diseño de «Joystick Virtual» (16) y el proyecto TETRANAUTA, un dispositivo adaptable a cualquier SR para realizar trayectos predefinidos (17).</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Contraindicaciones</span></p><p class="elsevierStylePara">Se debe realizar una valoración individual completa, dividida en «inicial» y «secundaria» (1).</p><p class="elsevierStylePara">La valoración inicial debe incluir: Edad, tipo de deficiencia, talla, peso, grado de discapacidad global, limitaciones funcionales (libertad articular, debilidad y tono muscular, equilibrio, coordinación, transferencias, dolor, fatiga, percepción visual, agudeza auditiva, concentración, tiempo de reacción, epilepsia y control de las convulsiones), nivel cognitivo, dominancia hemisférica, integridad de la piel, sensibilidad, y factores psicológicos.</p><p class="elsevierStylePara">El proceso de valoración secundaria, encaminada a la adaptación a la SRM, debe incluir: Condición física, posición sentado, base del asiento, sistema de control, método de transferencia, distancia que se requiere recorrer, luces, transporte, elección de la batería y método de recarga y vida de ésta, almacenamiento, desmontaje, mantenimiento, ayuda exterior, entrenamiento, movilidad en interior (obstáculos, puertas, radio de giro, escalones, ascensores), movilidad en exterior (características de accesibilidad y del pavimento), y garantía de aseguramiento ante eventualidades.</p><p class="elsevierStylePara">Se consideraba hasta épocas recientes la imposibilidad de gobierno de las SRM, a los pacientes portadores con trastornos del movimiento (temblor, espasticidad). Hoy se encuentran superadas por la tecnología. En pacientes con epilepsia la legislación autoriza en determinados países de la Unión Europea, a obtener el permiso de conducir vehículos a motor y por lo tanto SRM, si no se presentan episodios convulsivantes en dos años.</p><p class="elsevierStylePara">En la actualidad, exclusivamente se mantendrían dos grupos (tabla II).</p><table><tr><td colspan="2"><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">TABLA 1I.</span> Contraindicaciones de las sillas de ruedas (SR).</p></td></tr><tr><td colspan="2"><hr></hr></td></tr><tr><td colspan="2">1 Déficits graves de la visión.</td></tr><tr><td colspan="2">2 Déficits cognitivos provocados por:</td></tr><tr><td></td><td>­ Alteraciones de la conciencia.</td></tr><tr><td></td><td>­ Sustancias tóxicas.</td></tr><tr><td colspan="2">­ Enfermedades mentales.</td></tr><tr><td colspan="2"><hr></hr></td></tr></table><p class="elsevierStylePara">Pueden establecerse unos Criterios de Prescripción y Seguimiento, especialmente ante la eventualidad de que corresponda a sistemas sociosanitarios públicos la responsabilidad de la indicación de las SRM y de sufragar su coste económico y mantenimiento (tabla III).</p><table><tr><td colspan="2"><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">TABLA 1II.</span> Criterios de prescripción y seguimiento.</p></td></tr><tr><td colspan="2"><hr></hr></td></tr><tr><td>1</td><td>Tener severa y permanentemente restringida la movilidad.</td></tr><tr><td>2</td><td>Ser incapaz para marchar o autoimpelerse en SR convencional de forma eficaz dentro de casa.</td></tr><tr><td>3</td><td>Tener potencialidad para beneficiarse y necesidad permanente de una SRM, que incremente la movilidad o conduzca a una mejora de la calidad de vida. Esto incluye a los usuarios con enfermedades discapacitantes degenerativas.</td></tr><tr><td>4</td><td>Ser clínicamente adecuado para el control. independiente de una SRM en interior y exterior.</td></tr><tr><td>5</td><td>Demostrar ser poseedor de seguridad respecto al conocimiento del entorno: Leer una matrícula a 120 m, no padecer falta de atención, problemas de percepción o espaciales. Demostrar en un test de conducción y por medios diagnósticos, perspicacia, destreza, e independencia en las operaciones con SRM, sin peligro y responsablemente.</td></tr><tr><td>6</td><td>Que el entorno exterior sea compatible y accesible al uso de una SRM.</td></tr><tr><td>7</td><td>Tener un ambiente doméstico que incluya: adecuado espacio para moverse y área para el almacenamiento de la SRM, baterías de repuesto, cargador de batería, y las adaptaciones aplicadas.</td></tr><tr><td>8</td><td>Ser capaz de garantizar que el mantenimiento de la SRM será realizado adecuadamente por sí mismo o por un ayudante.</td></tr><tr><td>9</td><td>Debería garantizarse un adecuado sistema de adquisición, préstamo, y poseer un seguro de responsabilidad de ocupantes, por daños a terceros, averías, hurto y sustitución.</td></tr><tr><td>10</td><td>Los miembros del equipo de rehabilitación, responsables de la prescripción y seguimiento, pueden requerir si lo consideran necesario, cuanta información de carácter sociosanitario sea precisa.</td></tr><tr><td colspan="2">11 Si existe imposibilidad del usuario para el cumplimiento de estos criterios la SRM debería poder ser retirada. Se recomiendan revisiones regulares.</td></tr><tr><td colspan="2"><hr></hr></td></tr><tr><td colspan="2">SR = Silla de ruedas. SRM = Silla de ruedas motorizada.</td></tr><tr><td colspan="2"><hr></hr></td></tr></table><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Seguridad y riesgos en SRM</span></p><p class="elsevierStylePara">El empleo de un recurso, como es la SRM exige un proceso de entrenamiento y una valoración de sus riesgos. No existen datos contrastados del número de usuarios y accidentes en España. Debe insistirse en el deber de los fabricantes de proporcionar amplia y clara información a los usuarios por escrito, con diagramas, teniendo presente que en ocasiones se trata de personas gravemente discapacitadas (18).</p><p class="elsevierStylePara">Se han publicado diversos estudios referidos a este tema (19-23). El de Ummat y Kirby (24) en 1994, con los datos recogidos por el Sistema Nacional de Vigilancia Electrónica de Lesiones, a través de la Comisión de Seguridad de Productos Eléctricos de los Estados Unidos.</p><p class="elsevierStylePara">En la actualidad puede establecerse en más 1.100.000 las personas que emplean SR en USA. Sobre 2.066 comunicaciones, puede inferirse que por extrapolación se producen anualmente 36.559 accidentes. Estos afectan fundamentalmente a mujeres ancianas, y requirieron del total de accidentes, hospitalización el 12% de los casos.</p><p class="elsevierStylePara">Ateniendo a la actividad que realizaba el ocupante de la SR, durante el accidente se establece que: Caídas e Inclinaciones (de ellas el 50,8% ocurrieron en casa) (73,2%). Rampas (41,4%). Transferencias (16,9%).</p><p class="elsevierStylePara">El tipo de lesiones encontradas fue: Abrasiones (32,8%). Contusiones y esguinces (10,3%). Laceraciones cutáneas (28%). Fracturas óseas (20,2%).</p><p class="elsevierStylePara">Otro trabajo destacado, publicado en 1995 (25), recoge 651 comunicaciones efectuadas a la FDA de los Estados Unidos, por 334 usuarios habituales de SR. Los datos refieren la existencia de 368 accidentes de ellos 21 mortales, en un período de 18 años.</p><p class="elsevierStylePara">Los tipos de lesiones se relativizan así: Fracturas óseas (45,5%). Laceraciones cutáneas (22,3%). Contusiones/Abrasiones (20,1%).</p><p class="elsevierStylePara">Relacionándolos con el tipo de vehículo se desglosan, de esta forma: SR convencionales (manuales) (22,6%). SRM eléctricas (24,6%). Scooters (52,8%). Las causas, a las cuales se atribuyó el accidente serían: Factores mecánicos (60,5%). Ambientales (25,4%). Ocupante (9,6%). Sistemas de Control (4,6%).</p><p class="elsevierStylePara">Habría de señalarse, en contraposición a nuestro país, que en Estados Unidos y el Reino Unido se ha generalizado la suscripción de Seguros que cubran los riesgos del ocupante de la SRM y de terceros potencialmente lesionables.</p><p class="elsevierStylePara">Finalmente señalar que al acometer la decisión de aconsejar o autorizar una SRM, debe valorarse que puede en ocasiones constituirse en un recurso no solamente sanitario, sino además social muy importante de superación de la minusvalía y/o de la limitación de la participación social. La restricción de esta prestación tecnológica, se ha fundamentado, en demasiadas ocasiones equivocadamente en la idea de que el logro de la movilidad era función exclusiva del fortalecimiento muscular y la tolerancia al ejercicio, y no una «discapacidad/ o limitación de la actividad», y por lo tanto la solución para las personas que nos exigen un medio de superación de la discapacidad, puede constituir una SRM.</p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">BIBLIOGRAFÍA</span></p><p class="elsevierStylePara">1. Ham R, Aldersea P, Porter D. Wheelchair Users and Postural Seating. A clinical approach. New York: Curchill Livingstone; 1998.</p><p class="elsevierStylePara">2. Kamenetz HL. The Wheelchair book. Springfield: Charles C. Thomas; 1969.</p><p class="elsevierStylePara">3. Letts RM. Powered wheelchairs and other mobility aids. En: Letts RM, ed. Principles of seating the disabled. Florida: CRC Press; 1991.</p><p class="elsevierStylePara">4. Nichols PJR, Norman PA, Ennis JR. Wheelchair user''s shoulders. Scand J Rehab Med 1979;11:29-32.</p><p class="elsevierStylePara">5. Rodgers MM, Gayle GW, Figoni SF, et al. Biomechanic of wheelchair propulsion during fatigue. Arch Phys Med Rehabil 1994;75:85-93.</p><p class="elsevierStylePara">6. Buchbacher RM, Adkins J, Brian L, Braddom RL. Prescription of Wheelchairs and Seating system (C.19). En: Braddom RL, et al, eds. Physical Medicine and Rehabilitation. Filadelfia: WB. Sanders Co; 1996.</p><p class="elsevierStylePara">7. Breed AL, Ibler I. The motorised wheelchair: New freedom, new responsability, new problems. Dev Med Child Neurol 1982;24:366-71.</p><p class="elsevierStylePara">8. Beresford SA. Powered wheelchairs for adults. Br J Ther Rehabil 1987;4:358-62.</p><p class="elsevierStylePara">9. Warren CG. Powered mobility and its implications. J Rehabil Res Dev (Clinical Supl 2) 1990; 74-85.</p><p class="elsevierStylePara">10. Kelsall A. What to look for in an outdoor powered wheelchair, scooter or buggy. Br J Ther Rehabil 1996; 3:507-13.</p><p class="elsevierStylePara">11. Beresford SA. Powered wheelchairs for adults. Br J Ther Rehabil 1987;4:358-62.</p><p class="elsevierStylePara">12. Newsam CJ, Mulroy SJ, Gronley JK, Bontrager EL, Perry J. Temporal-spatial characteristics of wheelchairs propulsion: effects of level of spinal cord injury, terrain, and propulsion rate. Am J Phys Med Rehabil 1996;75:292-9.</p><p class="elsevierStylePara">13. Brianza DM, Angelo JA. Force feedback joystick and control algorithm for weelchair obstacle avoidance. Disabil Rehabil 1996;18:123-9.</p><p class="elsevierStylePara">14. Cooper RA, Dvorznak MJ, O''Connor TJ, Boninger ML, Jones DK. Braking electric-powered wheelchairs: Effect of braking method, seatbelt, and legrests. Arch Phys Med Rehabil 1998;79:1244-9.</p><p class="elsevierStylePara">15. Currie DM, Hardwick K, Marburger RA. Wheelchair precription and adaptive seating. (C.20). En: DeLisa JA, et al, eds. Rehabilitation Medicine. Principles and Practice. 3ª ed. Filadelfia. Lippincott-Raven Publishers; 1998.</p><p class="elsevierStylePara">16. Sánchez A. I+D en TR en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. El Proyecto IRDATA. La Tecnología de la Rehabilitación y la Lesión Medular. Rehabilitación (Madr) 1998;32:484-488.</p><p class="elsevierStylePara">17. Esclarín A. I+D en TR en el HNP. El Proyecto «Tetranauta». La Tecnología de la Rehabilitación y la Lesión Medular. Rehabilitación (Madr) 1998;32:484-88.</p><p class="elsevierStylePara">18. Beaumont-White S, Ham RO. Powered wheelchairs: are we enabling or disabling. Prosthet Orthot Int 1997; 21:62-73.</p><p class="elsevierStylePara">19. Gaal RP, Rebholtz N, Hotchkiss RD, Pfaelzer PF. Weelchair rider injuries: causes and consequences for weelchair desing and selection. J Rehabil Res Dev 1997;34:58-71.</p><p class="elsevierStylePara">20. Calder CJ, Kirby RL. Fatal wheelchair-related accidents in the United States Am Phys Med Rehabil 1990;69:184-90.</p><p class="elsevierStylePara">21. Hays RM, Jaffe KM, Ingman E. Accidental death associated with motorized wheeelchair use: a case report. Arch Phys Med Rehabil 1985;66:709-10.</p><p class="elsevierStylePara">22. Webster JS, Roades LA, Morril B, et al. Rightward orienting bias, wheeelchair maneuvering, and fall risk. Arch Phys Med Rehabil 1995;76:924-28.</p><p class="elsevierStylePara">23. Sengler J, Perrin S, Fermeaux M. Ayudas a la Locomoción. Encycl. Méd. Chir. Kinnésitherapie-Rééducation Fonctionelle. 26-170-B-10, 1992. Paris: Elsevier; 1992.</p><p class="elsevierStylePara">24. Ummat S, Kirby RL. Nonfatal Wheelchair-related accidents reported to the national electronic injury surveillance system. Am J Phys Med Rehabil 1994;73:163-7.</p><p class="elsevierStylePara">25. Kirby RL, Ackroyd-Stolarz SA. Wheelchair safety-adverse reports to the. S. Food and Drug Administration. Am J Phys Med Rehabil 1995;74:308-12.</p>" "tienePdf" => false ] "idiomaDefecto" => "es" "url" => "/00487120/0000003300000006/v0_201307311659/13004967/v0_201307311659/es/main.assets" "Apartado" => array:4 [ "identificador" => "17437" "tipo" => "SECCION" "es" => array:2 [ "titulo" => "Movilidad, locomoción y transporte" "idiomaDefecto" => true ] "idiomaDefecto" => "es" ] "EPUB" => "https://multimedia.elsevier.es/PublicationsMultimediaV1/item/epub/13004967?idApp=UINPBA00004N" ]
Información de la revista
Vol. 33. Núm. 6.
Páginas 424-430 (septiembre 1999)
Vol. 33. Núm. 6.
Páginas 424-430 (septiembre 1999)
Sillas de ruedas motorizadas o de tracción electromecánica
Motorized wheelchairs or those with electromechanic traction.
Visitas
3915
J. C.. Miangolarra Page
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo
Estadísticas
Opciones para acceder a los textos completos de la publicación Rehabilitación
Suscriptor
Suscribirse
Contactar
Teléfono para suscripciones e incidencias
De lunes a viernes de 9h a 18h (GMT+1) excepto los meses de julio y agosto que será de 9 a 15h
Llamadas desde España
932 415 960
Llamadas desde fuera de España
+34 932 415 960
E-mail