La optimización de los recursos sanitarios esta siendo un tema prioritario a nivel mundial, debido a la profunda crisis económica de los últimos años. Los medicamentos en los hospitales consumen aproximadamente un 18% del presupuesto farmacéutico global. La implantación de protocolos que tengan en cuenta la farmacoeconomía es una de las principales estrategias de racionalización de la farmacoterapia del hospital1.
El gasto farmacéutico del Servicio de un Urgencias (SUH) suele rondar el 5% del presupuesto farmacéutico intrahospitalario. En esta carta a la directora se pretende mostrar la experiencia realizada por un equipo multidisciplinar (médicos, farmacéutico y personal de enfermería) de un SUH de un Hospital Universitario, para optimizar el gasto farmacéutico a través de la implantación de protocolos de utilización medicamentos.
Durante el primer semestre del año 2011, fueron evaluados el consumo, coste y utilización de los fármacos, observando que el dexketoprofeno, la gammaglobulina antitetánica, la hidrocortisona y los inhaladores de nueva generación habían aumentado exponencialmente. El equipo elaboró protocolos de utilización, basándose en las fichas técnicas de estos medicamentos, especificando las indicaciones aprobadas por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, las dosis recomendadas, y las contraindicaciones2–4. Además, se especificó el coste por unidad y se incluyó un cuadro comparativo de costes con las alternativas farmacológicas disponibles en el hospital. Los protocolos fueron distribuidos por el jefe de servicio de SUH, y se realizaron sesiones formativas a todos los profesionales de la unidad.
El número de urgencias atendidas fue similar en el segundo semestre del 2011 (29.524) con respecto a los mismos semestres del 2010 (30.064 urgencias) y del 2009 (29.848 urgencias). Al analizar los medicamentos sujetos a protocolo (julio-diciembre 2011) se observó un descenso significativo en el número de unidades consumidas y del gasto. Concretamente, para los inhaladores de nueva generación el descenso fue de 34 unidades, para la hidrocortisona fue de más de 1.000, para el dexketoprofeno fue de 550 y para la gammaglobulina antitetánica fue de más de 100 unidades. Esto explica la disminución económica en el gasto en estos medicamentos, concretamente se redujo más de un 40% durante el segundo semestre del 2011 (fig. 1). Lo que contribuyó a una reducción de más del 15% del gasto farmacéutico total/paciente en el SUH con respecto al año 2010 y del 20% con respecto al año 2009 (2,8 €/urgencia en 2011 vs. 3,4 € en 2010 y 3,6 € en 2009).
El resultado de esta iniciativa no solo favoreció la contención sino que, ha conseguido reducir el gasto farmacéutico en el SUH de manera satisfactoria. La creación de equipos multidisciplinares que impulsen iniciativas educacionales a través de protocolos de utilización de medicamentos, consigue mejorar la utilización y el impacto económico en ámbitos como la antibioterapia5 o la farmacoterapia de las unidades de críticos6. Si bien para valorar este resultado debe ser considerada la reducción del 7,5 y 15% en el precio de los medicamentos a lo largo del año 20117. Concretamente, la reducción del precio del dexketoprofeno fue del 15%, pero este medicamento no se vio afectado por la bajada de precio legislada. En el caso de los inhaladores (combinación salmeterol- fluticasona) y la hidrocortisona, aunque sí se redujo un 15% su precio, la reducción del gasto fue superior al 50% en el segundo semestre del 2011. La gammaglobulina antitetánica sufrió una disminución del 7,5% pero la reducción tras la implantación del protocolo fue del 15%. Justificando esto, también se puede argumentar que la reducción del gasto se ve reflejada en el descenso de unidades consumidas, tal y como se expone en la figura 1. En definitiva, esta iniciativa muestra que protocolos sencillos con la implicación de todos los profesionales, pueden desarrollarse en cualquier centro, consiguiendo resultados económicos positivos, contribuyendo a mejorar la gestión de los recursos sanitarios.