Actualmente, los avances en tecnologías de la información y la comunicación han convertido a la telemedicina (TM) en un instrumento de amplio uso, que correctamente utilizado beneficia a la comunicación médico-paciente1,2. La actitud del profesional sanitario hacia estas nuevas formas de atención asistencial se considera crucial para su éxito3–5. Su percepción varía una vez que la TM se incorpora a su práctica habitual6,7.
En 2012, en el grupo Mútua Terrassa, formado por un hospital universitario, 9 centros de atención primaria (AP), 2 consultorios, 20 centros sociosanitarios y una fundación de investigación8, se implantó un programa de TM, empezando por 3 centros de AP y por pacientes con enfermedad crónica. Para evaluar su impacto sobre los profesionales sanitarios y conocer los factores que influían sobre su éxito, se diseñó un estudio cuasiexperimental.
Un equipo multidisciplinar de personal médico y de enfermería elaboró un cuestionario específico, con 7 secciones y 36 variables. Se realizó una validación técnica con expertos en TM y en cuestionarios. El cuestionario se distribuyó de forma personal, para ser autocumplimentado, entre los profesionales médicos y de enfermería de AP. Al entregarlo, se ofreció información sobre el estudio, se solicitó colaboración voluntaria y se garantizó la confidencialidad.
Se entregaron 77 encuestas, preintervención (abril-junio del 2012) y postintervención (marzo del 2013). La participación fue del 51%. Además, 64 profesionales de los 8 centros de salud sin TM accedieron a responder la encuesta preintervención. La variable principal fue la percepción sobre la utilidad de la TM. Se realizó un análisis estadístico descriptivo e inferencial mediante el test de χ2, la prueba de la t de Student y un análisis de componentes principales con rotación Varimax-ACP.
En el ACP se encontró como mejor solución factorial la de 3 componentes (necesidades, beneficios y dificultades), que explicó un 53% de la variancia total. Los profesionales que respondieron fueron en un 70% médicos y en un 74% mujeres, de 41 años de edad media. El 90% utilizaba Internet habitualmente y, de estos, el 98% consultaba el correo electrónico. Se encontró relación entre el grupo profesional y la utilización de la red en el trabajo (p=0,001). Enfermería utilizaba un 15% menos la red. El 95% de los médicos la utilizaban para comunicarse con otros profesionales sanitarios vs. el 87% de las enfermeras (p=0,07). También los médicos manifestaron recibir más consultas de pacientes, un 16%, sobre información de salud encontrada en Internet. Un 21% más de enfermeras declaró participar en proyectos de TM.
La opinión de los profesionales sobre la utilidad de la TM no varió significativamente tras su implantación. Entre las necesidades, destacaron como factor más importante, la adecuación del equipo tecnológico (tabla 1). Al implantar la TM, aumentó la percepción de que tanto profesionales como pacientes preferían las consultas presenciales, probablemente en relación con la necesidad de conocer personalmente al profesional que hay detrás de la plataforma9.
Telemedicina: percepción del profesional sanitario
Necesidades | Posibilidades-beneficios | Dificultades | ||||||
Ítem | Puntuación media±DE | Ítem | Puntuación media±DE | Ítem | Puntuación media±DE | |||
Antes n=103 | Después n=39 | Antes n=103 | Después n=39 | Antes n=103 | Después n=39 | |||
Equipo tecnológico adecuado | 7,7±2,0 | 7,8±1,7 | Frecuentación en la consulta presencial | 7,2±1,8 | 6,6±1,8 | Tiempo para atender las consultas telemáticas | 7,0±2,4 | 7,5±2,3 |
Financiación del proyecto | 7,6±2,3 | 6,9±1,8 | Burocracia en la consulta | 6,9±2,3 | 6,3±2,3 | Seguridad y confidencialidad de los datos del paciente | 6,5±2,8 | 5,9±2,7 |
Habilidades tecnológicas del paciente | 7,3±2,0 | 7,5±2,1 | Cumplimiento terapéutico | 6,9±1,8 | 7,1±1,4 | Necesidad de formación específica | 6,3±2,5 | 6,5±2,6 |
Preferencia del paciente por la consulta presencial* | 6,7±1,9 | 7,4±1,6 | Gasto sanitario | 6,8±1,8 | 6,5±1,8 | Existencia de incentivos por utilizar la TM | 5,9±2,5 | 5,4±2,6 |
Tiempo a dedicar por paciente | 6,6±2,0 | 7,2±2,0 | Calidad de la práctica clínica | 6,8±1,8 | 6,3±1,8 | Uso de dispositivos de monitorización clínica en casa del paciente que se controle desde la consulta | 5,7±2,3 | 5,9±2,4 |
Habilidades tecnológicas del profesional | 6,1±2,2 | 6,5±2,1 | Salud de los pacientes | 6,8±1,6 | 6,7±1,7 | Registro de la actuación del profesional | 5,7±2,6 | 5,5±3,1 |
Preferencia del profesional sanitarios por la consulta presencial* | 5,9±2,0 | 6,7±1,8 | Carga de trabajo del profesional | 6,6±1,9 | 6,2±2,3 | Dificultades técnicas en el uso de las TIC | 5,7±2,5 | 6,2±2,5 |
Sumatorio de necesidades | 6,9±1,4 | 7,3±1,1 | Sumatorio de posibilidades | 7,0±1,3 | 6,6±1,4 | Sumatorio de dificultades | 6,1±1,7 | 6,1±1,7 |
Las variables se valoraron con una escala del 1 al 10 (de menos a más).
Enfermería mostró mayor preocupación que los médicos respecto a la necesidad de recibir una formación específica (p=0,01). Entre los beneficios del uso de la TM, la frecuentación antes de la intervención y el cumplimiento terapéutico después recibieron una mayor puntuación. Entre las dificultades, destacó la preocupación por el tiempo para atender las consultas telemáticas. Tras la implantación, aumentó en un 24% el porcentaje de profesionales que se comunicaban con los pacientes a través de la red y en un 18% los que les recomendaban páginas webs.
La principal limitación del estudio es que se analizan opiniones y percepciones de los profesionales.
En resumen, coincidiendo con otros estudios10, los profesionales sanitarios de AP se mostraron favorables hacia el uso de la TM. La implantación de la TM fue efectiva para aumentar el uso de la red como vía de comunicación con los pacientes y para recomendarles páginas webs de salud. Como requisitos para el éxito de la TM, señalaron la necesidad de disponer de tecnología adecuada y de tiempo suficiente para las consultas telemáticas, y como ventaja destacaríamos la disminución de la frecuentación.
Conflicto de interesesM.D. Ruiz Morilla, A. Solvevila Fontelles y Nuria Giménez forman parte de la plantilla de Mútua Terrassa. Los autores declaran no tener ningún otro conflicto de intereses en este estudio.