Mucho han cambiado las cosas desde la época en que se creía que la enfermedad estaba relacionada con el castigo divino y era la manifestación externa del pecado. Si nos acercamos a nuestros días observamos que son numerosos los avances conseguidos que han sido clave en el campo de la salud. A partir de la segunda década del siglo xx, la medicina da un gran salto en la lucha contra las enfermedades infecciosas con el descubrimiento de los antibióticos; con posterioridad se inicia la lucha contra los virus, se logra por primera vez fecundar un óvulo externamente (1978), se inventan los microchips (1979), se miniaturizan los computadores, se consiguen fabricar máquinas con tamaño molecular capaces de circular por el interior del cuerpo humano, así sirven como herramientas de exploración médica. La obra de Eric Drexler1 especula incluso con el desarrollo de robots fabricados a escala molecular capaces de autorreproducirse. Se desarrollan las nuevas técnicas de imagen que permitirán conocer mejor el funcionamiento de nuestro cerebro y se descubren las células madre totipotenciales humanas capaces de diferenciarse hacia líneas celulares2.
El conocimiento de la secuencia completa del genoma humano3 y el posterior entendimiento de la funcionalidad de los genes suponen una gran revolución científica que traerá profundas consecuencias para nuestra salud, ya que ayudará a entender y abordar muchas de las enfermedades que nos afectan. Así, hoy día ya podemos hablar de la terapia génica, el diagnóstico de enfermedades que aún no se han manifestado, la farmacogenética, la reproducción asistida, el diagnóstico preimplantacional y la clonación4,5. En este sentido, la clonación con fines terapéuticos ha abierto las puertas a un futuro muy prometedor desde el punto de vista terapéutico.
Las nuevas tecnologías están posibilitando la intervención en los procesos biológicos, y esto afecta a determinados aspectos éticos, políticos y legales.
Por otra parte, en estos momentos asistimos a un importante cambio en la sociedad. La aparición de un mundo plural, no homogéneo, en el que las respuestas no son unívocas, en el que encontramos varias maneras de afrontar la resolución de los problemas, es muy diferente al vivido hasta ahora, en el que solamente había una única verdad.
Este pluralismo requiere ante todo una actitud tolerante que permita la utilidad de soluciones distintas a la medida de cada uno, siempre con flexibilidad y consenso6.
Si nos referimos más concretamente a los aspectos relacionados con la sanidad, la nueva definición de salud según la carta fundacional de la Organización Mundial de la Salud (1947) --"La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no simplemente la ausencia de enfermedad o afección"-- y el Informe Belmont7 terminan con la anterior actitud paternalista del médico y se establece una nueva forma de relación médico-paciente, donde la responsabilidad se comparte y la opinión del paciente es importante en las decisiones que hay que tomar. Igualmente, para asegurar el mantenimiento del actual sistema público sanitario es necesario tener en cuenta la distribución equitativa de los recursos (Ley General de Sanidad 14/1986, del 25 de abril, Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica).
Ante este nuevo panorama y para hacer posible la convivencia en la nueva situación necesitamos reflexionar acerca de las normas que deben regir la intervención técnica del hombre sobre su propia vida.
Al realizar nuestra tarea docente en la asignatura de Biología Celular de la Facultad de Medicina de Oviedo nos preguntábamos: ¿por qué en la Universidad se está dando tanta importancia a la formación en las nuevas tecnologías de la información, comunicación y biotecnología y no se hacen esfuerzos para preparar a nuestros jóvenes ante los nuevos dilemas éticos que estas tecnologías generan?
En el intento de encontrar una respuesta a esta pregunta llegamos a la bioética, entendida como el marco de reflexión interdisciplinaria e integradora, necesaria en el contexto tan cambiante que vivimos en el terreno científico tecnológico y social, como una nueva disciplina que invita a reflexionar sobre el valor de la vida humana, sobre el respeto que ésta merece y sobre los principios que deben inspirar la actuación del profesional médico y del investigador.
El creador en 1970 de lo que entonces constituía un neologismo, el término bioética o ética de la vida, fue el Dr. Van Rensselaer Potter, profesor de oncología de la Universidad de Wisconsin. Potter8 pone de manifiesto el abismo entre las ciencias empíricas y las humanidades, y declara su esperanza de que las disciplinas se unan en la creación de una nueva, que él propone llamar bioética. Ante los muchos problemas que están planteando la medicina moderna y la biología, la obra de Potter9 representa una llamada a la meditación sobre el peligro de que la medicina y la biología pudieran transformarse en una amenaza para la especie humana.
La bioética es una nueva disciplina que proporcionará nociones sobre cómo usar el conocimiento para la supervivencia humana y mejorar la condición humana.
Apostamos por la bioética porque, siguiendo pautas válidas para la mayoría, es decir, el reconocimiento de los Derechos Humanos (Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma y los Derechos Humanos, 1997), los principios y orientaciones generales del Informe Belmont (30 de septiembre de 1978, The National Comission for the Protection of Humans Subjects of Biomedical and Behavioral Research) e incluso el Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina10 aportan decisiones éticas sobre conflictos colectivos. Este convenio ha sido propiciado por el Consejo de Europa, organismo especialmente encargado de la protección y tutela de los Derechos Humanos para vigilar y cuidar la dignidad del ser humano frente a las aplicaciones de la biotecnología y la biomedicina.
Convencidos de que la formación en bioética otorga al profesional de la medicina una herramienta muy valiosa para enfrentarse a las múltiples decisiones que surgen en el quehacer diario de la práctica clínica y las ciencias biomédicas, nos hemos planteado este trabajo porque creemos que puede ser de gran utilidad para todos los que, como nosotros, quieran poner en marcha esta disciplina en su facultad.
Para llevar a cabo este estudio nos hemos interesado exclusivamente por las asignaturas propias de la bioética o en cuyo enunciado aparecía el término bioética. Hemos consultado los diferentes planes de estudio de facultades de medicina en las fuentes que a continuación señalamos:
Boletín Oficial del Estado.
Guías docentes de diversas facultades.
Páginas web de todas las facultades de medicina.
1.Facultades de medicina en España28
Públicas26
Privadas2 (San Pablo-CEU, Navarra)
2.Facultades que imparten bioética19
2.1.Como asignatura obligatoria8
Cantabria
Complutense
Las Palmas
Lleida
Navarra
San Pablo-CEU
Sevilla
Zaragoza
2.2.Como asignatura optativa10
Alcalá de Henares
Autónoma de Barcelona
Universidad de Barcelona
Córdoba
Extremadura
Málaga
Murcia
País Vasco
Valencia
Valladolid
2.3.Como asignatura de libre configuración1
Salamanca
3.Facultades de medicina donde no se imparte bioética9
Autónoma de Madrid
Cádiz
Castilla-La Mancha (Albacete)
Granada
La Laguna (Tenerife)
Miguel Hernández (Alicante)
Oviedo
Rovira i Virgili (Reus)
Santiago de Compostela
4.Número de asignaturas por licenciatura
Una sola asignatura de bioética por licenciatura18
Dos asignaturas por licenciaturaMurcia
5.Denominación de la asignatura
5.1.Asignatura obligatoria
Bioética6
Doctrina social de la Iglesia y bioéticaSan Pablo-CEU
5.2.Asignatura optativa
BioéticaAlcalá, Barcelona, Málaga, Valladolid
Bioética clínicaAutónoma de Barcelona
Bioética médicaExtremadura, Valencia
Bioética en medicinaPaís Vasco
Bioética generalMurcia
Bioética clínica y derecho sanitarioMurcia
Bioética, derecho y deontologías médicasCórdoba
5.3.Asignatura de libre configuración (ofertada también a farmacia, biología, enfermería y filosofía)
BioéticaSalamanca
6.Curso en el que se imparte la bioética
6.1.Asignatura obligatoria
Primer cursoSevilla
Segundo cursoComplutense, San Pablo-CEU,Zaragoza
Cuarto cursoNavarra
Quinto cursoCantabria
Sexto cursoLas Palmas, Lleida
6.2.Asignatura optativa
Primer cicloMálaga, Murcia, Valencia,
Valladolid, Extremadura
Segundo cicloAlcalá, Autónoma de Barcelona, Barcelona, Córdoba, Murcia, País Vasco
7.Número de créditos ofertados teoricoprácticos
Créditos teóricos (CT); créditos prácticos (CP)
7.1.Asignatura obligatoria
2 CTCantabria
2,5 CT + 2,5 CPComplutense
4,5 CTSevilla
3 CTLas Palmas
3 CT + 2 CPLleida
5 CNavarra
3 CT + 3 CPZaragoza
4,5 CTSan Pablo-CEU
7.2.Asignatura optativa
3 CT + 1 CPCordoba, País Vasco
3 CT + 1,5 CPAutónoma de Barcelona
2 CT + 2,5 CPBarcelona, Extremadura
4,5 CTPValladolid
2,5 CT + 2 CPValencia
2,5 CT + 2,5 CPAlcalá, Málaga, Murcia
7.3.Asignatura de libre configuración
3 CT + 2 CPSalamanca
8.Número de profesores que imparten la asignatura
Barcelona, Las Palmas, País Vasco1 profesor
Lleida, Málaga, Zaragoza2 profesores
Cantabria, Murcia, Valladolid, Salamanca3 profesores
Complutense4 profesores
Alcalá de Henares, Sevilla5 profesores
Córdoba6 profesores
9.Departamentos responsables
Anatomía patológica, medicina legal y forense y toxicologíaZaragoza
Biología celular y ciencias sociosanitariasMurcia
Ciencias clínicasLas Palmas
Ciencias sanitarias y medicosocialesAlcalá de Henares
CirugíaLleida
Especialidades medicoquirúrgicasPaís Vasco
Historia de la cienciaCórdoba
InformáticaExtremadura
MedicinaSan Pablo-CEU, Valladolid
Medicina legalCantabria, Sevilla, Valencia
Medicina preventiva y salud pública e historia de la cienciaComplutense
Psiquiatría y medicina legalAutónoma Barcelona
Salud públicaBarcelona
Medicina preventiva y salud públicaMálaga
Cirugía, historia del derecho y filosofía jurídica moral y políticaSalamanca
10.Áreas que participan
Biología celularMurcia
Bibliotelecomunicación y documentaciónExtremadura
CirugíaLleida, Sevilla, Valladolid
Filosofía del derecho moral y políticaCantabria
Historia de la cienciaComplutense, Córdoba,
Las Palmas
MedicinaLleida, Málaga, Sevilla, Valladolid
Medicina legal y forenseAlcalá, Autónoma de Barcelona, Cantabria, Complutense, Córdoba, Málaga, Murcia, País Vasco, Sevilla, Valencia, Zaragoza
Medicina preventiva y salud públicaMálaga
Obstetricia y ginecologíaSevilla
Radiología y medicina físicaSevilla
Toxicología legal sanitariaLleida
Unitat ètica mèdicaBarcelona
Las características más significativas de la disciplina de bioética en las facultades de medicina que la imparten son:
Una asignatura por licenciatura.
Nombre: bioética.
Tipo de asignatura: optativa.
Impartida en el segundo ciclo de la licenciatura.
Programa de 2,5 CT teórico y de 2,5 CP.
Participación de 3 profesores titulares o asociados.
Principal departamento responsable: departamento de medicina legal.
Participación de varias áreas, fundamentalmente medicina legal.
Sólo la Facultad de Medicina de Murcia ofrece 2 asignaturas optativas de bioética general y bioética de la relación clínica, impartidas en los cursos primero y quinto.
Los objetivos de la asignatura de bioética son fundamentalmente despertar en los alumnos actitudes de apertura intelectual, habilidades, como la capacidad de razonamiento, argumentación y entrenamiento para el diálogo y la deliberación, así como proporcionarles los conceptos y normativas
deontológicas y legales (Zaragoza).
Tras consultar los programas de las distintas facultades, excepto el de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra y el de San Pablo-CEU, a los cuales no hemos tenido acceso, encontramos que hay algunas diferencias en cuanto a los temas.
Hay facultades, como la Complutense de Madrid y la de Lleida, que presentan un programa muy extenso, con una primera parte relativa a la bioética general que contiene temas sobre sus fundamentos, historia, fundamentación, metodología, ética de mínimos, comités de ética, relaciones de la ética con la deontología, y una segunda parte de bioética aplicada que incluye el derecho del enfermo, el consentimiento informado, el secreto profesional, los problemas éticos relacionados con la genética, el principio y el final de la vida, la experimentación humana, la limitación de los recursos, las enfermedades contagiosas y mentales, y la alta tecnología médica.
En otras facultades, el temario contiene una parte más general sobre fundamentos de bioética y una segunda más aplicada, con temas como la reproducción humana, la investigación y la bioética clínica (Extremadura, Las Palmas, Málaga, País Vasco, Valladolid), o también un programa donde la mayor parte del temario tiene relación con la función clínica (Autónoma de Barcelona, Barcelona, Cantabria, Córdoba, Sevilla, Valencia). El programa de la Facultad de Medicina de Zaragoza aborda también temas que tienen que ver con las relaciones entre profesionales, el respeto al prestigio de los compañeros y la responsabilidad del médico y las instituciones sanitarias ante los medios de comunicación.
Los programas de Murcia y Las Palmas son los únicos que hacen referencia al medio ambiente.
La relación entre bioética y derecho aparece en los programas de Cantabria, Complutense, Extremadura, Lleida y Sevilla.
En la valoración de los programas no encontramos ningún dato que invite a pensar en un contenido confesional de éstos.
La metodología más común a la hora de impartir la bioética consiste en dar una explicación de nociones teóricas que sirvan de base para posteriormente exponer y evaluar las diferentes alternativas de actuación. En pequeños grupos se analizan problemas y casos prácticos reales que estimulen la reflexión personal de cada estudiante.
En algunas facultades (Lleida) se simulan casos prácticos en los que el alumno se ejercita en la resolución de problemas, así se favorece el debate, la discusión y el aprendizaje corporativo. En otras (Murcia, Valladolid), para realizar sus clases prácticas utilizan medios audiovisuales (vídeos).
La evaluación también es diversa. En algunas facultades se realiza exclusivamente un examen escrito (Cantabria), pero en la mayoría, los alumnos, además de la prueba escrita, deben haber asistido a un mínimo de sesiones y elaborar y exponer un trabajo de investigación sobre alguno de los temas del programa. Esta última opción ayuda a valorar la comprensión de los supuestos básicos de la asignatura y la capacidad para relacionar conceptos.
Respecto a los requerimientos previos, la Universidad de Barcelona considera necesario haber cursado las asignaturas de historia de la medicina y ética médica antes de recibir docencia de bioética.
La velocidad con la que se desarrollan la ciencia y las nuevas tecnologías, sin parangón en el pasado, está ocasionando que, actualmente, los especialistas de la salud se encuentren ante situaciones nuevas en las que tienen que tomar decisiones que antes les venían dadas por la naturaleza. Por otro lado, en la actualidad se cree que la atención a la enfermedad no puede desvincularse de la atención al enfermo en su contexto.
En este sentido, la disciplina de bioética es necesaria en la licenciatura de medicina porque ayuda a adoptar unas pautas éticas de comportamiento que legitiman la actividad profesional.
Asimismo, ayuda a despertar en el alumno la capacidad de razonamiento y diálogo necesarios para saber identificar la presencia y la naturaleza de los problemas éticos que la medicina moderna nos plantea. También proporciona las herramientas conceptuales necesarias para la toma de decisiones, según un sistema de referencia moral que fundamenta y justifica su decisión y se acepta por los diferentes miembros de una comunidad plural, desde el punto de vista de los valores morales de las personas que constituyen esa comunidad. Este sistema de referencia moral se basa en el consenso, en el marco ineludible de una sociedad secular, plural y pacífica, como señala Royes10,11.
Aunque hay diversas concepciones de la bioética, distintas concepciones de los derechos, de las libertades, de la persona, valores y principios propios de una sociedad democrática, y sus objetivos no se identifican claramente, creemos, como Casado6, que la bioética, uno de los grandes temas del nuevo milenio, tiene que impartirse en todas las facultades de medicina desde una posición flexible.
Los resultados de nuestra investigación demuestran que en la actualidad hay una evidente falta de uniformidad a la hora de ofertar esta disciplina en los planes de estudio de la licenciatura de medicina de España. Por esto consideramos de suma importancia que se trate de unificar el planteamiento docente de esta disciplina en las facultades de medicina y para ello proponemos que se convoque una reunión urgente de ámbito nacional de una comisión de expertos en la que se analicen, bajo diversos puntos de vista, los problemas bioéticos que puedan surgir en la práctica diaria del ejercicio de la medicina, siguiendo las propuestas de Beauchamp et al y Engelhardt12-13. Esta comisión elaboraría algún tipo de explícita jerarquización entre deberes o principios éticos en medicina que ayudaría a que la toma de decisiones no se volviera a menudo errática, equívoca y de problemática justificación en una sociedad cuyos miembros no tienen necesariamente que compartir los mismos valores morales, pero que deben respetarse como personas.
Una vez concluido este trabajo, dicha comisión se encontrará en disposición de realizar una oferta académica adecuada que sirva para ayudar a nuestros alumnos a alcanzar el conocimiento básico de los principios de la bioética y, con ello, dar respuesta a los problemas surgidos con las nuevas tecnologías y a las necesidades de la sociedad plural en la que vivimos.
Consideramos que la bioética se debe incluir como asignatura troncal u obligatoria en todos los planes de estudio de la licenciatura de medicina. Asimismo, se debe impartir por docentes que tengan formación en bioética y, dada su complejidad, la enseñanza debería realizarse desde un punto de vista multidisciplinario y siempre utilizar como herramienta básica de trabajo la enseñanza basada en problemas.
Creemos que éste es el momento oportuno para abordar el tema de la incorporación de la bioética en la licenciatura de medicina, ya que el proceso de convergencia europea puede requerir que los contenidos de la bioética pasen a formar parte de los contenidos comunes en los nuevos planes de estudio de la licenciatura de medicina, que deberán adaptarse de cara al Espacio Europeo de Educación Superior.
Cabe señalar que el Libro Blanco sobre los estudios de medicina, elaborado por la Conferencia de Decanos de las Facultades de Medicina de España (actualmente en estudio por la comisión del Consejo de Coordinación Universitaria) y que representaría la guía básica para la elaboración de los futuros planes de estudio antes mencionados, introduce como contenidos que deben abordarse obligatoriamente las habilidades de comunicación y la ética médica, pero no menciona específicamente la bioética.
Agradecimientos
Este trabajo no hubiera sido posible sin la ayuda de los profesores del Máster del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona y de los profesores que actualmente imparten la asignatura de bioética en las diferentes facultades de medicina de España.