Introducción
La histerectomía es una de las cirugías más frecuentes en ginecología, por lo que posee importantes implicaciones en los ámbitos médico y económico1-3.
Tradicionalmente, la resección uterina se ha realizado por abordaje abdominal (HA) o vaginal (HV). Cuando no hay contraindicaciones, es recomendable hacerlo por abordaje vaginal, fundamentalmente por su menor morbilidad, su menor período de convalecencia y la disminución de la estancia hospitalaria4.
En los últimos años, tras el advenimiento de la histerectomía laparoscópica (HL), se hace necesario medir los efectos médicos y económicos de las distintas alternativas quirúrgicas existentes para la resección uterina5.
Es razonable pensar que cada una de estas técnicas presenta ventajas y desventajas respecto a las otras, dependiendo del motivo por el que está indicada. Por otra parte, resulta difícil establecer una comparación directa entre las 3 técnicas quirúrgicas, debido a la gran diversidad de criterios existentes entre los ginecólogos para optar por cada una de ellas6.
La histerectomía total por laparoscopia ofrece una serie de ventajas respecto del abordaje por vía abdominal, pues reduce el malestar posquirúrgico, el período de recuperación y la estadía hospitalaria7.
En contraste, existen reportes que no encuentran diferencias significativas en el postoperatorio como tampoco una mejor calidad de vida posterior a la cirugía8.
No obstante, el abordaje laparoscópico se acepta ampliamente como alternativo a la cirugía por vía abdominal cuando la vía vaginal se considera dificultosa o inapropiada9-20.
La diferencia de costos de la HA respecto de la HL ha sido establecida sólo en pequeños estudios observacionales y en trabajos con series poco importantes21-27.
Los resultados de estos trabajos parecen inconsistentes, puesto que en algunos se encuentra que es más costosa la HL y en otros lo es la HA27.
En este hospital la HL se realiza de la forma tradicional (HL total), y no hay experiencia con la modalidad laparoscópica con asistencia vaginal referida en la literatura médica.
El objetivo de nuestro trabajo es evaluar y comparar las 3 alternativas quirúrgicas existentes en nuestro hospital para la histerectomía, considerando variables epidemiológicas, médicas, quirúrgicas y posquirúrgicas, además de contrastar el costo de realización de cada intervención con los valores reales de las histerectomías realizadas en el período estudiado.
Material y método
Se realizó un estudio retrospectivo observacional de las pacientes sometidas a histerectomía en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Se compara 3 modalidades de histerectomía (histerectomía vaginal, histerectomía total laparoscópica e histerectomía abdominal), indicadas por enfermedad ginecológica benigna, durante el período comprendido entre enero de 1997 y diciembre de 2005. Cada paciente fue ingresada antes de la cirugía a una base de datos File Maker 8.0, con campos con distintas variables epidemiológicas, cuantitativas y cualitativas. Las pacientes captadas para cada grupo no presentaron diferencias significativas en comorbilidad ni afecciones extraginecológicas concomitantes. Los equipos quirúrgicos son homogéneos y la indicación de la vía de acceso depende, sobre todo, del ginecólogo responsable.
Posteriormente se analizan las distintas variables relacionadas al procedimiento quirúrgico en sí, es decir, tiempo operatorio y complicaciones durante el procedimiento; específicamente pérdidas sanguíneas, lesión vesical, lesión de vía urinaria, lesión intestinal y tasa de conversión. Luego se analizan las complicaciones postoperatorias, entendiendo por tales las complicaciones médicas (presencia de fiebre, tromboembolia, infección urinaria, neumonía, hematomas pelvianos, shock, sepsis e íleo), dolor postoperatorio (medido con una escala métrica de 0 a 10, de acuerdo con la intensidad del dolor referido por la paciente), necesidad de transfusión sanguínea, infección de herida operatoria, ingreso a unidad de cuidados intensivos, necesidad de analgesia intravenosa más de 24 h, uso de antibióticos endovenoso, proporción de pacientes que requirieron exámenes postoperatorios, necesidad de reintervención y necesidad de interconsultas a otras especialidades.
Finalmente, se realizó un análisis comparativo de los costos de producción de las diferentes modalidades quirúrgicas con los costos reales. El costo de producción se refiere al gasto teórico que el hospital realiza para llevar a cabo un procedimiento, en este caso la histerectomía. Para obtenerlo se realizó un cálculo que incluye los días de hospitalización, los exámenes de laboratorio, los procedimientos, los medicamentos e insumos requeridos durante la hospitalización, la intervención quirúrgica propiamente y, en general, todos los procedimientos relacionados que significan algún costo para el hospital. Los costos reales también incluyen todos los factores mencionados, pero se refieren al costo que para el bolsillo del paciente significa la realización de la cirugía y las demás variables señaladas previamente.
Las distintas variables fueron analizadas mediante el estadístico STATA 8.0 mediante la prueba de la t para comparación de 2 medias y la prueba exacta de Fisher para proporción de medias. Se consideró estadísticamente significativas las diferencias con un valor de p < 0,01.
Resultados
El análisis final se realizó sobre un universo de 2.527 pacientes sometidas a histerectomía en el período 1997-2005. Durante este período se realizaron 1.474 (58,3%) HA, 864 (34,1%) HV y 189 (7,4%) HL. La tabla 1 muestra las distintas variables estudiadas. Los diagnósticos asociados a la intervención quirúrgica se muestran en la tabla 2.
La media de edad de las pacientes sometidas a HA fue de 47,3 años, 54,9 años para la HV y 46,3 años para la HL; el promedio de edad fue significativamente mayor en las pacientes intervenidas por vía vaginal.
El análisis estadístico se muestra en la tabla 3.
En cuanto al tiempo operatorio, la HL requirió una media de 124 min; la HV, 98 min, y la HA, 119 min; fue menor y estadísticamente significativo el tiempo de la HV respecto de las otras vías de acceso.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en relación con las complicaciones inmediatas derivadas del acto quirúrgico (pérdida sanguínea importante, lesión vesical, lesión de vía urinaria, lesión intestinal). Éstas ocurrieron en el 6,0% de las HV, el 5,9% de las HA y el 3,1% de las HL.
Respecto del porcentaje de conversión, con la HV fue de un 6,0% y con la HL, el 6,8%, diferencias que no fueron estadísticamente significativas.
Las complicaciones postoperatorias se presentan de manera significativamente mayor en la HA, luego la HV y finalmente la HL. El dolor postoperatorio moderado a severo fue significativamente mayor en las ruta abdominal, luego la HV y finalmente la HL. La necesidad de analgesia intravenosa más de 24 h es concordante con lo anterior y significativamente mayor en la HA que en la HV y ésta mayor que con la HL. Hay diferencias significativas respecto del uso de tratamiento antibiótico intravenoso, más requerido en las pacientes a las que se realizó una HA que con las otras vías de acceso. La infección de la zona operatoria (infección de sitio operatorio y de cúpula vaginal) fue mayor en la HA, de forma estadísticamente significativa. El 14,6% de las 2.527 histerectomías, debido a su evolución, requirieron exámenes postoperatorios, más en la HA, hecho estadísticamente significativo al comparar este requerimiento con la HV y la HL. La realización de otros procedimientos quirúrgicos (tabla 1) fue significativamente mayor en la HV que en la HA y más en ésta que en la HL.
La estadía hospitalaria promedio fue de 2,7 días para la HV, 3,1 días para la HA y 2,3 días para la HL, todas con diferencias estadísticamente significativas.
El análisis de los costos muestra que el gasto en la HL es el más elevado, luego la HA y finalmente la HV. Las diferencias de costos son estadísticamente significativas. El costo de producción, al compararlo con el costo real de cada una de las 3 alternativas, es significativamente menor.
Discusión
Este estudio estuvo orientado al análisis de distintas variables de pacientes sometidas a histerectomía. Está en discusión si la vía de abordaje para la histerectomía obedece a razones técnicas o se origina en preferencias del médico o el equipo médico responsable28. La tasa de complicaciones de nuestra serie no difiere de otras series6,25,26, al igual que los tiempos operatorios y los resultados de las otras variables estudiadas.
Los datos obtenidos indican que la HV, cuando no está contraindicada, sería la vía de acceso recomendable para realizar una histerectomía, por sobre la HA, fundamentalmente por sus menores morbilidad asociada, estadía hospitalaria y costo de producción y gastos. Al mismo tiempo, la HL presenta menor tasa de complicaciones respecto de la HA y, también, un menor tiempo de estadía hospitalaria, lo que reduce de manera significativa el malestar posquirúrgico, con el mismo costo de producción, pero representa un mayor gasto para las pacientes que se realizan la histerectomía por esta modalidad. Esto último propone la HV como la ruta más acertada para realizar una histerectomía cuando el abordaje por esta vía sea el apropiado y no haya contraindicaciones.
Obviamente, al optar por la vía vaginal es importante considerar diversos factores, como el tamaño uterino, afección uroginecológica (p. ej., prolapso uterino e incontinencia urinaria), enfermedades con compromiso extrauterino, la gravedad de la afección, etc. (se puede observar algunos de ellos en la tabla 2), y, lo que consideramos más importante, la preparación y la experiencia de los especialistas para realizar la cirugía.
En la figura 1 se muestra la evolución de las diferentes alternativas de histerectomía durante el período estudiado en nuestro hospital.
Figura 1. Evolución porcentual por vía de acceso (período 1997-2005; Hospital Clínico Universidad de Chile).
El inicio de la HV en nuestro hospital se produjo a comienzos del año 1997, y ha habido un constante aumento con el transcurso de los años. Esto podría explicarse por la creciente formación y capacitación de los ginecólogos para utilizar esta vía a partir de esa fecha, tras el retorno de especialistas de nuestro hospital preparados en el extranjero. La HL comenzó a desarrollarse en 1994; no obstante, la base de datos disponible en el Departamento de Obstetricia y Ginecología tiene registro de las HL que se realizaron a partir del año 2001, sin que se haya encontrado un aumento significativo con los años, pero siempre considerada como alternativa a la HA cuando la vía vaginal parece inapropiada, sobre todo cuando el ginecólogo tiene mayor experiencia con esta técnica. Otro aspecto importante a tener presente es que a partir de 2001 se ha mantenido relativamente estable el porcentaje de las 3 vías de acceso, lo que podría estar revelando una conducta estandarizada y homogénea de los ginecólogos de nuestro departamento.
Como conclusión, los resultados del estudio proponen que en nuestro centro la HV es la ruta de elección cuando es posible practicarla, que la HL se asocia a un menor número de complicaciones, menor estadía hospitalaria y menor morbilidad. A pesar de lo anterior, su costo es significativamente mayor que el de la HA. El tipo de histerectomía que se realice dependerá de la decisión tomada por la paciente y el médico que la trate, de acuerdo con el coste-beneficio que esto implique en cada caso.
En nuestro centro no se ha realizado una revisión del seguimiento de las pacientes histerectomizadas, por lo que no logramos obtener datos sobre el tiempo requerido para el retorno a una vida normal y la calidad de vida posterior. Sin embargo, estudios previos de coste-efectividad no demuestran mayores diferencias en la calidad de vida desde las primeras semanas de alta hasta meses posteriores a la cirugía realizada por las distintas alternativas existentes27.