La perforación esofágica es un cuadro clínico grave, poco frecuente, muchas veces evolucionado, considerándose una urgencia médico-quirúrgica.
Se presenta un caso clínico excepcional, de diagnóstico tardío, que requirió un tratamiento quirúrgico resectivo, con buena evolución postoperatoria.
Caso clínicoMujer de sexo femenino, 63 años, portadora de diabetes tipo ii e hipertensión arterial, tratadas y controladas. Consulta por cuadro clínico de 48h de evolución, luego de ingesta copiosa (carne) con dolor precordial intenso, agregando en la evolución fiebre y disnea.
Examen físico: lúcida, polipneica, hemodinamia estable PA 120/70mmHg, frecuencia cardiaca 90lpm. Sin anemia clínica y diuresis conservada. PP: hipoventilación en la base de hemitórax derecho. Abdomen indoloro, libre y depresible. CT de tórax: enfisema mediastinal, derrame pleural derecho (fig. 1).
Cirugía: toracotomía posterolateral derecha. Mediastinitis supurada por perforación del esófago torácico inferior por cuerpo extraño (mondadientes) (fig. 2). Considerando la evolución de la lesión (48h) y la necrosis del esófago inferior se realizó esofagectomía total, con esofagostoma cervical terminal y yeyunostomía de alimentación. Se traslada a cuidados intensivos.
Evoluciona favorablemente en cuidados intensivos, pasando a sala a los 5 días, recibe el alta al 10.° día.
ComentariosLa perforación esofágica es una enfermedad poco frecuente, considerada una urgencia médico-quirúrgica, la cual representa un desafío clínico, ya que el diagnóstico tardío conlleva una elevada mortalidad (16-46%).
Se describe un caso clínico, de diagnóstico tardío, de mediastinitis evolucionada por perforación de esófago medio por mondadientes. Entre un 10-20% de los cuerpos extraños ingeridos requieren intervención. Tipografiándose generalmente en zonas de estrechez fisiológica1,2.
En pacientes con perforaciones evolucionadas, con mediastinitis, el tratamiento quirúrgico se impone. Existen múltiples opciones terapéuticas, que van desde el cierre de la perforación hasta la esofagectomía. En nuestra paciente, con una perforación evolucionada, se decidió la resección del órgano y el esofagostoma proximal, con buena evolución postoperatoria.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.