Después de leer el artículo «Cráneo en trébol y fisura facial bilateral»1, dada la gran importancia de la cuestión y debido a la fuerte relación entre los factores de modificación de la microbiota gastrointestinal y las fisuras labiopalatinas2, me gustaría, oportunamente, destacar la necesidad de la importancia de atención adicional, ya que además de la cavidad oral, la fisura aún afecta con gran severidad la facies bilateralmente. A su vez, la amplia abertura creada por la fisura constituye una condición muy favorable para la entrada de microorganismos patógenos desde el entorno externo3, además de hacer el proceso de alimentación muy dificultoso. Consecuentemente, hay un favorecimiento para la aparición de enfermedades sistémicas de órdenes infecciosos3 y/o inmunológico4. Por otra parte, teniendo en cuenta que existen serias limitaciones de la paciente, debido a la ausencia de globos oculares y problemas de desarrollo psicomotor, es inminente la necesidad de dependencia de un cuidador permanente. Por lo tanto, todo el equipo de salud involucrado en este tratamiento de rehabilitación debe estar siempre consciente sobre todas las medidas preventivas disponibles (fig. 1)2, guiando continuamente los cuidadores para reducir al mínimo los riesgos que podrían hacer daño tanto al tratamiento rehabilitador, así como para la salud del bebé. Vale resaltar, también, la posibilidad de la utilización de la proteína morfogenética ósea recombinante humana tipo-2 (rhBMP-2), dada la gran extensión de la implicación de los rebordes alveolares5. Además de todo, ya que se necesitan varias intervenciones quirúrgicas, la atención de los profesionales en servicios en el sistema de salud público o privado, se debe intensificar y, cuando posible, ser personalizada, debido a la rareza del caso.
Elementos principales para los equipos de salud, prevenir alteraciones de la microbiota gastrointestinal en individuos con fisuras labiopalatinas.
Fuente: elaboración propia, adaptado de Tovani Palone y Saldias Vargas2.