En relación con lo expuesto por el profesor Lautaro Vargas en su carta, nos gustaría agregar algunos puntos a considerar.
Valoramos y agradecemos profundamente las referencias mencionadas por el profesor Vargas, en especial la de Steeger y Vargas1, en la cual se hace referencia a un posible caso de larva migrans cutánea que sería autóctono.
Si bien, a partir lo expuesto por el profesor Vargas el nuestro correspondería al 4.° caso autóctono reportado, lo infrecuente de esta enfermedad —primer caso autóctono reportado en más de 5 décadas—, junto con imágenes clínicas que permiten observar una lesión por larva cutánea migrans y la descripción de las nuevas alternativas terapéuticas disponibles, no hacen más que enriquecer la discusión y favorecer el aprendizaje de casos clínicos pediátrico-dermatológicos.
Finalmente, nos parece interesante observar la evolución del manejo de este proceso patológico a través del tiempo, y recordar que, a pesar de ser infrecuente, sigue siendo un diagnóstico que debemos tener presente en la práctica clínica.