La coalición talonavicular es una anomalía congénita poco frecuente del pie, a menudo asociada a otras malformaciones. A diferencia de otras coaliciones, la mayoría de los pacientes son asintomáticos, y no requieren cirugía. Los autores describen 2 casos de pacientes con coalición talonavicular, uno bilateral y el otro unilateral, asociados a otras malformaciones. Presentamos el signo de la seta como una práctica manera de diagnosticar la coalición talonavicular en proyección anteroposterior del pie, en el cual los contornos de la fusión ósea remedan la forma de un hongo. Este signo será de ayuda a los radiólogos para el adecuado diagnóstico de esta rara coalición.
The talonavicular coalition is a rare congenital anomaly of the foot, often associated with other malformations. Unlike other coalitions, most patients are asymptomatic and do not require surgery. The authors describe two cases of patients with talonavicular coalition, one bilateral and the other unilateral associated with other malformations. The sign of the mushroom is presented as a practical way to diagnose talonavicular coalition on a standing anteroposterior radiograph, in which the contours of the bone fusion mimic the shape of a mushroom. This sign will help radiologists in the proper diagnosis of this rare coalition.
La coalición talonavicular es una anomalía congénita rara del pie, encontrándose entre las menos frecuentes y con menos reportes en la literatura1. Se ha planteado que puede heredarse de forma autosómica dominante o recesiva, por distintos autores2,3, y que frecuentemente se asocia a otras anomalías en el mismo pie, en el contralateral, en ambos o en las manos como por ejemplo sinfalangismo, clinodactilia, el primer ortejo más corto que el segundo, pie cavo, coalición calcaneonavicular, coalición talocalcánea, etc.3–10.
Los pacientes con coalición talonavicular suelen ser asintomáticos5. Si hay síntomas pueden presentar un dolor de inicio agudo del mediopié después de una lesión menor o de uso excesivo3.
Material y métodosPresentamos 2 casos de coalición ósea talonavicular. El primer caso con coalición talonavicular unilateral asociada a ausencia del quinto metatarsiano y sus falanges (figs. 1-2), y el segundo caso con coalición talonavicular bilateral, sin otras malformaciones asociadas (fig. 3). Ambos pacientes presentan el signo de la seta, en la proyección anteroposterior del pie, que se identifica al seguir los contornos de la fusión ósea del hueso escafoides con el astrágalo, remedando la forma de un hongo o champiñón (fig. 4). En la proyección lateral se confirma la coalición talonavicular al identificar pérdida de la línea articular astrágalo-escafoidea a nivel de la articulación de Chopart (fig. 5).
El primer caso de coalición talonavicular fue descrito por Anderson en 18795, el que era bilateral. Entre otros autores, Challis5 encontró una asociación entre la coalición talonavicular y anomalías del 5.° ortejo como sinfalangismo y clinodactilia, solo en uno de sus pacientes, que tenían además un hueso navicular accesorio, tenía dolor. Zeide et al.3, sugirieron un modo de herencia recesiva, y todos sus pacientes tenían el primer ortejo más corto que el segundo. Otros autores han informado que a menudo es bilateral, familiar, y asintomática6. Doyle y Kumar presentaron los casos de 3 pacientes con coalición talonavicular, cuya queja principal fue dolor del mediopié, no causada por un evento traumático o uso excesivo. Aparte de tener un ortejo mayor más corto que el segundo ortejo, estos pacientes no tenían otras anomalías ortopédicas ni antecedentes familiares de una coalición tarsal conocida4.
La mayoría de los informes en la literatura sobre la coalición talonavicular no solo confirman que los pacientes son asintomáticos y tienen un familiar con la anomalía, sino que también indican que tienen otras anormalidades ortopédicas en las manos, los pies y los tobillos.
A diferencia de los niños, con coaliciones astragalocalcáneas y calcaneonaviculares, que a menudo requieren cirugía para el alivio de los síntomas, los pacientes con coaliciones talonaviculares sintomáticos respondieron bien al tratamiento no quirúrgico para la resolución del dolor11,12. Los médicos que tratan a niños con dolor en la parte media del pie, deben considerar el diagnóstico de la coalición talonavicular como una de las causas de dolor. El estudio inicial con radiografías simples, más el conocimiento por parte de radiólogos y tratantes de los signos radiológicos clásicos y del signo de la seta que presentamos en esta publicación, nos orientarán a plantear este diagnóstico poco frecuente.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses