Un caso (del latín casus) es algo que sucede (un suceso), un evento u ocurrencia1. De acuerdo con el diccionario de la lengua española, reportar se define como transmitir, comunicar o dar una noticia2. Aunque se podría pensar que el caso es la persona o paciente, realmente el término hace referencia a la enfermedad o al fenómeno clínico en cuestión1. Los reportes de caso presentan observaciones clínicas en un formato propio de las ciencias relacionadas con el cuidado de la salud3. En un sentido más estricto, son un resumen formal de un paciente y su enfermedad, incluyendo la presencia o ausencia de signos y síntomas, pruebas diagnósticas, tratamiento y desenlaces4.
Desde el punto de vista metodológico, los reportes y series de casos se pueden considerar un estudio observacional y descriptivo5. Tradicionalmente los reportes de caso y series de casos se han mezclado de manera indiscriminada en la literatura. Se han identificado publicaciones catalogadas como series de casos con tan solo un paciente reportado, y también reportes de caso con más de 5 pacientes descritos6. Recientemente se ha definido con base en criterios estadísticos, epidemiológicos y clínicos que 5 es el número máximo de pacientes que deben ser descritos en un reporte de caso, es decir que 6 o más pacientes descritos constituyen una serie de casos7.
HistoriaEn la historia de la medicina los reportes y series de casos se pueden considerar una parte integral de la literatura biomédica actual. Los reportes de caso se remontan al año 1600 a. C., en el antiguo Egipto8. Algunos formatos narrativos similares fueron encontrados en manuscritos hipocráticos escritos alrededor del 400 a. C.9. Sir William Osler (1849-1919), considerado el padre de la medicina moderna, consideraba que los médicos deben anotar y registrar detalladamente lo inusual de su práctica clínica, y hacerlo público en un formato corto y conciso8.
En nuestra especialidad, el primer caso de anestesia general con éter en 1846 fue documentado en un reporte de caso publicado por Bigelow10. Hasta la actualidad, este reporte de caso podría considerarse uno de los más importantes en la historia de la medicina11. En la tabla 1 se resumen algunos reportes de caso de importancia en la historia de la anestesiología.
Reportes y series de casos clásicos en anestesiología
Año y autor | Motivo del reporte | Referencia |
---|---|---|
1846 Bigelow | Primera anestesia general con éter (Dr. William Morton, 16 de octubre de 1846) | 10 |
1847 Simpson | Anestesia general con cloroformo | 12 |
1848 Anónimo | Muerte atribuible a anestesia general con cloroformo, en Hannah Greener, paciente de 15 años intervenida mediante un procedimiento menor | 13 |
1899 Bier | Efecto de la inyección intratecal de cocaína, incluida la descripción de una cefalea pospunción dural | 14 |
1921 Pagés | Anestesia epidural | 15 |
1946 Mendelson | Síndrome de aspiración pulmonar en pacientes obstétricas | 16 |
1950 Winterbottom | Despertar intraoperatorio | 17 |
1960-1962 Denborough | Hipertermia maligna | 18,19 |
1963 Brody | Hepatitis por halotano | 20 |
1975 Harrison | Tratamiento exitoso de la hipertermia maligna con dantroleno | 21 |
Fuente: autores.
Desde la década de 1940 con el surgimiento de los diseños experimentales, y posteriormente con la concepción y desarrollo de la medicina basada en evidencias, se dio un gran énfasis a los estudios cuantitativos con grandes tamaños de muestra. Los estudios experimentales están a la cabeza de la jerarquía de la evidencia clínica, mientras que los reportes de caso representan el nivel más bajo en esta misma clasificación22. Por otra parte, las revistas que publican estudios con mejores niveles de evidencia obtienen más prestigio, consiguen ser citadas una mayor cantidad de veces, lo que modifica favorablemente el factor de impacto. Los reportes de caso habitualmente son citados una menor cantidad de veces comparados con estudios observacionales prospectivos y experimentos clínicos23. Esto significa que, para una revista, la publicación de reportes de caso podría tener un efecto potencialmente deletéreo en el factor de impacto24. Esto generó en las décadas de 1970 y 1980 lo que se ha denominado la marginalización de los reportes de caso1.
Sin embargo, a finales del siglo pasado los reportes de caso fueron objeto de un interés renovado dentro de la literatura biomédica1. Este fenómeno se ha atribuido, entre otros, principalmente a 3 hechos. Primero, dentro de la jerarquía de la medicina basada en evidencias ganó terreno la metodología de investigación sobre casos únicos (experimentos con N de 1)25. Segundo, en 1995 la revista Lancet introdujo una sección de reportes de caso tratados mediante revisión por pares, con un límite de 600 palabras, dirigida especialmente a médicos en formación, bajo la premisa de que este grupo de médicos tiene una exposición clínica más intensa en número de pacientes comparados con sus profesores, y esto puede representar una fuente importante de reportes de caso26. Y tercero, en 1998 el BMJ (originalmente llamado British Medical Journal), introdujo un nuevo tipo de artículo: los reportes de casos basados en evidencias, con el fin de mejorar las habilidades de los lectores en cuanto a la aplicación de la evidencia clínica27.
Situación actual del reporte de casosLa rareza por sí sola no es justificación para reportar un caso. Los casos reportados deben contribuir a la creación de conocimiento, a generar hipótesis y preguntas de investigación que sean resueltas en investigaciones clínicas subsecuentes. Deben aportar información a las enfermedades previamente conocidas, a su diagnóstico o a su tratamiento. Siempre deben cumplir un objetivo claro de aprendizaje para los lectores28–30.
Hasta la actualidad, el número de reportes de caso publicados sigue en aumento, y cerca de 1.000 reportes de caso (2%) de los 50.000 indexados en MEDLINE cada año están relacionados con la anestesiología (fig. 1). En la Revista Colombiana de Anestesiología, alrededor del 25% de los artículos publicados son reportes de caso31.
Dada la dicotomía en la que se encuentran las revistas biomédicas en la actualidad, en la que por una parte deben corresponder a la indudable importancia y necesidad de los reportes de caso32, y por el otro, deben propender a aumentar su propio factor de impacto, los comités editoriales han definido criterios más estrictos respecto a calidad, novedad, interés excepcional, brevedad, y relevancia para definir la pertinencia de un reporte de caso para ser publicado33. En efecto, recientemente la declaración CARE (del inglés, CAse REport) ha definido los lineamientos que deben cumplir todos los manuscritos de este tipo3.
En este mismo sentido, y en una decisión que claramente reconoce la importancia de los reportes de caso para la anestesiología, revistas muy importantes han decidido trasladar la publicación de los reportes de caso24,34, de sus publicaciones principales a una nueva revista que tiene por objeto exclusivo la publicación de reportes de caso35.
En concordancia con todo lo anterior, la Revista Colombiana de Anestesiología se adhirió recientemente a los lineamientos de la declaración CARE con el objeto de avanzar hacia una estandarización en la forma en la que los reportes de casos son publicados36. Además, como muestra del compromiso de la revista en torno a la importancia de los reportes de caso como una estrategia válida de divulgación científica, en el número actual se publican 6 reportes de caso37–41 y una serie de casos42, todos tratados mediante un proceso de revisión por pares, y que con certeza se adhieren a los estándares modernos de redacción y aportarán a los objetivos de educación que los lectores esperan de este tipo de estudios primarios.
FinanciamientoLos autores no recibieron patrocinio para llevar a cabo este artículo.
Conflicto de interesesNinguno conocido.