En el mundo nacen cada año 135 millones de niños, de los cuales uno de cada 33 recién nacidos vivos se ve afectado por una anomalía congénita, que genera a su vez 3,2 millones de discapacidades al año.
Un tercio de estas anomalías son de origen cardíaco, y se estima una prevalencia de 0,5 a 9 por 1.000 nacidos vivos. Se concluye, por tanto, que aproximadamente 1,3 millones de recién nacidos en el mundo tienen cardiopatía congénita, hecho del que se desprende una alta mortalidad por tratamiento inadecuado durante el primer año de vida, especialmente debido a que la mayoría (90%) vive en los países más pobres.
En Latinoamérica nacen cada año 54.000 niños con cardiopatías congénitas y, de estos, 41.000 requieren algún tipo de tratamiento, pero desafortunadamente solo son intervenidos 17.000.
En Colombia, donde deberían intervenirse aproximadamente 150 niños por millón de habitantes, tan solo se intervienen 2.434, cifra que corresponde a 52 cirugías por millón, lo cual obliga a tomar acciones que favorezcan a este gran número de niños que no tendrán la oportunidad de recibir ningún tipo de atención adecuada y oportuna.
De otro lado, las sociedades científicas se crean para fines determinados, y han venido funcionando de manera correcta, generalmente aislada, pero a la vez han adquirido obligaciones sobre la comunidad, en especial cuando se logran integrar con las políticas del Estado para tomar medidas conjuntas referentes al mejoramiento de la atención a la comunidad.
Las condiciones socioeconómicas y la globalización han hecho que varias sociedades con fines similares se unan para organizar reuniones científicas de mucho impacto, con el objetivo de expandir los últimos adelantos y el conocimiento a las personas encargadas de tratar a los enfermos, en este caso a los niños con enfermedades del corazón.
Esto ha ocurrido en el marco del IX simposio internacional de la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, la World Society for Pediatric and Congenital Heart Surgery (WSPCHS) y la Sociedad Latina de Cardiología y Cirugía Cardiovascular Pediátrica (SLCCCVP).
De manera conjunta se logró reunir a directivos y organizadores, y con el soporte de la industria farmacéutica y de equipos pudo llevarse a cabo este evento científico que contó con la participación de 34 profesores internacionales de 9 países, con el más alto nivel académico, reconocidos por su liderazgo en Cardiología y Cirugía cardiovascular pediátrica. Todos los conferenciantes aceptaron la invitación y por sus propios medios vinieron a Cartagena donde compartieron con los participantes los últimos avances académicos en el tratamiento de las cardiopatías en niños. Se dictaron 44 conferencias y se discutieron temas de interés mundial, como la organización e implementación de una base de datos global, que se iniciará en Colombia y contará con el soporte de la Universidad de Alabama en Birmingham bajo el liderazgo del Dr. James Kirklin. De igual forma se consolidaron las sociedades con la realización de sus respectivas asambleas de miembros donde se determinaron y revisaron los compromisos adquiridos con la comunidad.
La participación académica de los asistentes fue inigualable, pues acudieron participantes de 14 países de diferentes regiones como Norteamérica, Centroamérica, Suramérica, Europa y Asia. Se presentaron en total 99 trabajos científicos de 7 países, de los cuales se seleccionaron 99 para evaluación por parte de 3 árbitros internacionales y nacionales. Los que obtuvieron mayor puntaje se escogieron para presentación oral (25) en el marco del congreso, dando así la oportunidad de que fueran discutidos por los conferenciantes extranjeros. Los demás trabajos, igualmente de muy alta calidad, se presentaron en forma de póster y fueron evaluados por árbitros internacionales. Finalmente se premiaron los mejores.
Con ello se resaltó la labor investigativa y académica de los centros y las instituciones universitarias que están formando las nuevas generaciones de médicos cardiólogos, cirujanos y demás especialidades afines, y se tuvo la oportunidad de mostrar al mundo lo que Colombia desarrolla en materia de investigación.
Al culminar el evento se recibieron cartas de agradecimiento de parte de todos los conferenciantes, en las que se resaltaba el gran nivel científico, la calidad de la organización, y el cariño y la amabilidad de nuestra gente.
Para las sociedades participantes fue una experiencia única y reconfortante; para los médicos, una gran oportunidad de tener en casa a los líderes mundiales de la especialidad; y para los pacientes, constituyó un beneficio gracias a la actualización de las personas encargadas de velar por su salud y la de sus familias.