En referencia al artículo del Dr. Juan Carlos Giraldo1 publicado en la Revista Colombiana de Cardiología (abril de 2014), titulado Anestesia cardiovascular: ¿Cardiología en salas de Cirugía? me gustaría darle mis felicitaciones al autor por el interesante enfoque que plantea en la formación de los nuevos anestesiólogos cardiovasculares.
La descripción de la evolución del arte y la ciencia a la que se refiere el artículo lleva a los estudiosos a buscar la verdad de cada uno de los postulados esbozados por el autor, contribuyendo con ello al engrandecimiento de esta área de la Medicina.
Me parece que cada época trae cambios en los conceptos y visiones en los que se cimienta el ejercicio de la profesión médica, y estos cambios hacen parte del progreso de esta ciencia.
Me identifico con la exposición del autor con relación a los cambios que han ocurrido en el área de la anestesia cardiovascular, y además estoy convencido de que sin ellos el quehacer del anestesiólogo y del cirujano cardiovascular sería diferente y el paciente no tendría los beneficios que tiene en la actualidad. También estoy de acuerdo con su visión futura sobre las salas de cirugía y su entorno de trabajo.
Siempre he tenido como principio de enseñanza que los logros científicos de cada área del saber médico se deben unir para alcanzar los mejores resultados en beneficio del paciente. De allí que admire el cambio de mentalidad que los profesionales de la anestesia y la cirugía cardiovascular actual han tenido frente a los avances de la cardiología y uniéndose a los mismos para entender, ejecutar y dar al paciente lo mejor del estado del arte en cada patología.
Hay un aspecto que quiero comentar y se refiere al nuevo especialista en anestesia y cirugía cardiovascular que queremos formar. Esta persona debe tener ciertas cualidades que la identifiquen en el grupo, como: su saber científico plasmado en su destreza en el procedimiento quirúrgico, su liderazgo para mantener un grupo de trabajo unido sin causar traumas en la ejecución de dicho procedimiento, su capacidad de adaptación a los nuevos avances de la profesión y su capacidad de trasmitirlos al grupo de trabajo.
Este profesional será en un futuro muy cercano un híbrido, es decir, un científico con capacidad de modular todas las áreas del saber en anestesia y cirugía cardiovascular. He usado la palabra híbrido para entender al nuevo profesional del quirófano, quien dejará de ser el anestesiólogo o el cirujano cardiovascular de hoy para convertirse en un sabio-científico de todas las áreas, no solo en el saber sino en su ejecución.
Todas estas ideas acerca de cómo se vislumbran los cambios futuros en la formación del anestesiólogo y del cirujano cardiovascular implican, además, un cambio radical en su formación y en la base de sustentación de su ejercicio profesional, es decir, de la enfermería y la perfusión. Esta transformación recaerá sobre este nuevo profesional. Considero que nuestro saber necesita profesionales que entrevean y acepten estos nuevos avances en cada área de la medicina.
De nuevo felicito al Dr. Giraldo y le deseo muchos éxitos en este liderazgo hacia el cambio.